¡Mi corazón quiere salir corriendo!

Texto base: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.” — Proverbios 4:23 NBLA

Introducción: Anécdota

“Yo recuerdo mi segunda semana en una misión en Bolivia cuando tenía 17 años. ¡Mira, yo juraba que me habían secuestrado en nombre de Jesús! Dormía en una cama que sonaba más que una alarma de fuego, el baño quedaba a 500 pies y había un líder que parecía militar porque decía: ‘¡A las 6am todos despiertos, con Biblia y cepillo de dientes en mano!’ Y aunque yo estaba ‘sirviendo al Señor’... mi corazón solo decía: ‘¡Sáquenme de aquí!’

Transición: ¿Qué pasa con el corazón?

“Lo que tú sientes importa. Pero lo que haces con lo que sientes… ¡eso lo cambia todo! La Biblia no dice que ignores tu corazón. Dice: guárdalo. ¿Sabes por qué? Porque hay días en que tu corazón quiere renunciar, quiere rendirse, quiere responder mal, quiere desaparecer. Pero si aprendes a GUARDAR tu corazón, vas a ganar batallas que no se libran en el campo, sino aquí adentro.”

Cuando la Biblia habla de corazón no se está refiriendo a órgano que bombea sangre. Si una composición dentro de nosotros que corresponde a tres partes (cognitivo, afectivo y volitivo). Y hemos sido diseñados por Dios para adorar a Dios en cada una de esas facetas. La Biblia presenta esto de la siguiente manera “amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tus fuerzas” (De 6:5).

Punto 1: El corazón siente lo que tú no puedes decir (Salmo 34:18 NBLA)

“El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.”

Aplicación : “Hay chicos que se ven duros por fuera, pero por dentro tienen el corazón llorando más que un bebé sin leche. Y Dios no se burla de eso. ¡Él se acerca! Él se mete en el cuarto donde estás solo, donde te preguntas: ‘¿Valgo algo aquí?’ Y te dice: ‘Estoy contigo’. La pregunta es: ¿Tú se lo vas a permitir?”

Dios se interesa por tus emociones, Él quiere que sometamos nuestra emociones a Dios. Quiero decirte, Dios no se alegra de tu situación o momento de tristeza, Él se duele contigo, sin embargo, nuestro pecado es el que provoca nuestro dolor. Dios quiere sanar esa herida.

Punto 2: Las emociones son como soldados sin capitán (Jeremías 17:9-10 NBLA)

“Más engañoso que todo es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Yo, el Señor, escudriño el corazón…”

Ilustración: “Las emociones son como esos compañeros que si tú no les pones orden, terminan en problemas. Uno te dice: ‘¡Renuncia!’, el otro: ‘¡No aguantes más!’ y hay uno que solo quiere comida. ¿Y tú? Solo querías un poco de paz… Pero Dios dice: ‘Yo soy el que escudriña el corazón’. Él no le tiene miedo a tus emociones. Las entiende y las puede guiar.”

Punto 3: Un corazón firme es un arma secreta (Salmo 112:7 NBLA)

“No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor.”

Aplicación: “¿Quieres saber quién será líder aquí en unos años? El que aprenda a no dejarse llevar por todo lo que siente, sino que guarde su corazón y confíe en Dios. Un corazón firme en Dios hace que ni el cansancio, ni el grito del sargento, ni la presión, ni la soledad te tumben. Porque tú sabes quién te sostiene.”

Cierre

“Muchachos, ustedes están aquí por una razón. Dios está entrenando su corazón. Algunos tienen heridas, otros tienen miedo, otros solo están sobreviviendo. Pero hoy quiero invitarte a hacer algo: entrégale ese corazón a Dios. Él no te va a pedir que lo apagues, sino que lo protejas con Él. ¿Quién necesita hoy decirle a Dios: ‘Guarda mi corazón, porque yo no puedo solo’? Si ese eres tú, levanta tu mano donde estás y vamos a orar juntos.”

Oración final:

“Señor, aquí hay jóvenes que están en un momento difícil, pero Tú no los dejas solos. Tú los entiendes, Tú los conoces. Ayúdanos a guardar el corazón, a entregártelo y a confiar en que Tú harás algo grande con él. En el nombre de Jesús. Amén.”