La hora de tu hora

Juan 7:6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto.

El Reloj de Dios: tu cronómetro ya partió ?

Como saber cuando el Señor nos ha llamado y reconocemos que ese día es hoy, el tiempo de mi hora en el Señor, pero no en el tiempo de su partir a su presencia, sino que de trabajar y cumplir nuestro proposito.

"La Hora de tu hora" nos hace reflexionar en los tiempos que Dios ha establecido para nuestras vidas y cómo cada uno tiene un propósito específico en Su plan eterno.

Que vas a hacer si tu tiempo es hoy 04 de mayo, no mañana, sino que hoy, de qué manera aceptaras tu bendición.

Como Cristianos debemos reconocer que aunque enfrentaremos momentos difíciles, cada uno de esos tiempos tiene un lugar en el diseño divino de Dios, y les mostrara que el esperar con fe la llegada de su 'hora' personal, esta tendrá la respuesta para entender nuestra vida. ( hacer una pausa reflexiva )

hay temporadas en nuestras vidas que son ordenadas por Dios, y que debemos entender y aceptar los tiempos de Dios, confiando en que Él tiene todo bajo control. ( Ud acepta que DIOS tenga el control en su vida?, esto es cuando Dios ve que nuestra vida se esta alejando de su propósito).

La vida y misión de Cristo, se entrelaza con nuestra vida, cuando el empieza a obrar, salir del circulo del Señor es imposible, ya que el propósito de Dios tiene su resultante en el que tu tiempo ya es suyo, para el propósito de su ministerio.

y si él tiempo de Dios fue y no lo considere, lo deseché y no lo aproveche, hacia donde apuntara mi camino?

Dios tiene un tiempo perfecto para cada uno de nosotros, y debemos confiar en que nuestra 'hora' llegará a su debido momento.

testimonio personal de llegar al Señor: nuestra pastora son 50 años y su ciclo recién comienza.

Más allá de como llegaste hoy, con angustia, dolor, debilidad, desazón, amargura, desorientado, enfermo, estas por llegar a tu hora, o es parte del proceso de estar en las manos de Cristo.

Que tu afán no sea tu tiempo y que tu tiempo no sea sin Cristo.

1. Conocer los Ciclos

Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora

Puedes considerar que los tiempos difíciles que enfrentamos son parte del diseño divino de Dios. El nos enseña que hay un tiempo para todo, incluidas las temporadas de dolor y alegría, debemos aprender a confiar en el tiempo de Dios y aceptar que cada evento tiene su propósito. Piensa sobre cómo cada momento de nuestras vidas está entretejido dentro del plan eterno de Dios, y eso nos invita a esperar con paciencia y fe por nuestra propia 'hora' personal.

2. Colaborar con Cuidado

Ecclesiastes 3:5–9 RVR60

tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?

Porque los ciclos de nuestra vida se conectan con el constante trabajo de Dios en el mundo, nos encontramos que hay momentos definidos para diferentes acciones, debemos tener presente que nuestras etapas de crecimiento personal son parte de un plan mayor. Si nos damos cuenta de este conocimiento nos motiva a colaborar y aceptar los tiempos y circunstancias de Dios en nuestras vidas. Nuestros desafíos y triunfos nos preparan para una 'hora' que Dios ha establecido.

3. Confiar con Fe

Cristo comprendió el significado y el propósito de Su tiempo en Su ministerio, deberíamos considerar que tenemos un tiempo único diseñado por Dios en nuestras vidas. Podemos aprender a conocer cuándo esperar activamente y cuándo actuar con valentía. Al reflexionar sobre cómo Jesús se mantuvo fiel a la comprensión de Su hora, se nos motiva a confiar en que nuestra 'hora' perfecta de Dios llegará y, mientras tanto, vivir unas vidas fieles y obedientes.

Hermano ( a), Si ya estas en el ciclo que Dios a trazado en tu vida, significa que desde ese punto ya no eres tu, sino que el espíritu santo obrando en ti. Y en ese tiempo vas a conocer el gozo y lo mejor es que el Señor viva en ti, donde las oraciones serán lo más preciado.

"Al final de nuestro viaje, cuando enfrentamos la hora de nuestra muerte, no lo hacemos con temor, sino con la certeza de la promesa. Nuestro tiempo aquí es efímero, pero la gracia de Dios es eterna. Que cada día vivido debe ser testimonio de nuestra fe, y que cuando llegue el momento de partir, lo hagamos con paz en el corazón y esperanza en la eternidad. Pues sabemos que la muerte no es el final, sino el comienzo de una vida más plena en la presencia del Señor. Que esta certeza nos guíe, nos fortalezca y nos llene de gozo en nuestra despedida”.