1 Juan 0

Intro

Apenas el siglo pasado se empezó a discutir si estas cartas realmente le pertenecen al discípulo de Jesús. Pero hay muchas similaridades entre estas cartas y el cuarto evangelio en vocabulario, sobre todo los énfasis en la luz, el amor, la verdad, tinieblas, ceguera. Además, se tiene prácticamente unanimidad entre los pastores que escribieron en los primeros siglos del cristianismo que esos 5 libros, el evangelio, las tres cartas y Apocalipsis fueron escritas por el apóstol. Lo que es más, el autor de estas cartas afirma ser alguien que vio, escuchó, e incluso tocó al Verbo de Vida.

¿Por qué es importante que el autor de estas cartas sea Juan? Porque como ya vimos en Apocalipsis, Juan fue el último escritor inspirado. A diferencia de los demás apóstoles, de los cuales ninguno de ellos llegó a ser viejo, Juan escribió todas sus obras siendo ya un anciano. Y ya en la década de los 90 en la que escribió, el mundo, la filosofía, y el cristianismo mismo sufrieron cambios muy importantes.

Este es el contexto que define 1 de Juan: al principio del cristianismo, todos, romanos, judíos y los mismos cristianos entendían al cristianismo como una rama del judaísmo. Cuando los judíos finalmente se dieron cuenta de que el cristianismo no iba a morir por su cuenta, ellos empezaron a separarse explícita y declaradamente de los cristianos para que no tuvieran la misma libertad de culto especial de los judíos. Los corrieron de las sinagogas y los tacharon de herejes. Ustedes ya saben esto, lo vimos en los primeros capítulos de Apocalipsis.

Pero además, hay evidencia en esta misma carta que dentro de la misma iglesia de Juan y de entre sus mismos discípulos, empezó a crecer un sistema de creencias extraño.

Al parecer, hubo un grupo que interpretó mal y añadió cosas a algunas ideas del evangelio de Juan, como que Dios es luz que nadie ha visto, que Jesús es la verdad que viene de arriba, que los que vienen de Dios no son del mundo y no pecan, y que conocer la verdad hace libres a las personas. Empezaron a decir que Jesús no podía ser un ser humano de carne y hueso, y que era un ser completamente espiritual. Dijeron que cuando uno adquiría cierto nivel de conocimiento de la verdad, se liberaba completamente del mundo y de lo físico y se volvía también un ser de luz completamente espiritual como Dios. Una de las consecuencias de eso, es que no importaba qué hicieran con su cuerpo, como eran ya seres espirituales celestiales, ellos ya no podían pecar.

Juan y el resto de la iglesia trataron de corregirlos, pero cuando uno cree que ha alcanzado un nivel de conocimiento tan alto que se ha vuelto un ser espiritual celestial de luz que ya no puede pecar, eso lo vuelve a uno un poco orgulloso y difícil de corregir. En su arrogancia, se volvieron incorregibles y hostiles. Se separaron de la iglesia de Juan, y se llevaron a varios consigo. En 3 de Juan se puede ver que cuando Juan trató de reconciliarse con ellos y mandó a otros hermanos a hablar, ellos les negaron la entrada a sus templos y le prohibieron a los demás dirigirles la palabra, bajo amenaza de expulsión.

De hecho, esta nueva secta en las próximas décadas iba a mutar y mezclarse con otras para dar origen al gnosticismo, que es reconocido hasta ahora como la mayor amenaza ideológica que la iglesia jamás ha enfrentado.

Los cristianos que quedaron en la iglesia de Juan estaban devastados. Primero los judíos y ahora sus propios hermanos los rechazaban abiertamente.

¿Qué tiene que ver todo esto con nosotros, y qué es lo que hace a esta carta tan atemporal?

Todo lo que pasó hizo necesario que Juan, inspirado por el Espíritu Santo, respondiera a ciertas preguntas que brotaron en el corazón de los hermanos de ese tiempo. ¿Cómo sé que estoy creyendo lo correcto? ¿cómo sé que estoy haciendo lo correcto? ¿cómo sé que estoy bien con Dios? ¿qué significa de entrada ser cristiano?

Juan escribe en contra de aquellos que se separaron y engañaron a muchos. Pero como anciano de la iglesia, su principal preocupación es afirmar a los hermanos. Que sepan que el evangelio es lo correcto de creer, que amar es la vida correcta de llevar, y que el amor de Dios en Cristo como creencia, como filosofía y como estilo de vida es la única garantía necesaria y suficiente para estar seguro de una relación con Dios y de la vida eterna.