El huerto del Edén

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Saludo. Hola me alegra verte hoy.
Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
MENSAJE
VC: 8 "Y el Señor Dios plantó un huerto al oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado”.
En el capítulo 1, Dios crea los cielos y la tierra. Él creó todas las cosas para su propio placer y gloria. En el sexto día, creó al hombre a su imagen. El hombre es la corona de su creación. Así, en el capítulo 2, el autor vuelve a analizar el sexto día de la creación y nos ofrece una visión más profunda de la mente y el corazón de Dios el Creador.
Imagemos un jardín tan perfecto que incluso las manzanas son muy jugosas y las naranjas brillan como el oro. En el Huerto del Edén, Adán y Eva caminaban entre árboles cargados de frutas que nunca se caerían. Imaginen, era como tener acceso a un supermercado forum, sin la preocupación de en cuánto saldría la cuenta. Todo ilimitado. Dios, quien plantó el Huerto del Edén, es Dios que quiere que la humanidad sea feliz. Mucha gente no sabe cómo ser feliz, pero en esta porción de Génesis podemos descubrir lo que realmente necesitamos para ser felices.
1. Dios crea al hombre (4-7)
Leamos los v.5-6 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.
Un vapor de la tierra regaba toda la faz de la tierra y eso estuvo antes que el hombre fuese creado. El Señor estaba preparando un hogar para el hombre que Él haría. Ahora, Dios está preparándose para mover a este hombre al lugar ya preparado.
Hemos visto en el capítulo uno, que la materia inorgánica fue creada de la nada. De la nada a la materia inorgánica fue el primer paso. Luego, hubo la creación de lo inorgánico a lo orgánico; es decir, la vida. Dios creó la vida animal. Ahora pasamos de lo orgánico a la creación del hombre. La tierra estaba preparada ahora para la venida del hombre.
Leamos el v.7 dice: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Físicamente, Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Es muy interesante que nuestros cuerpos se compongan de unos 15 elementos químicos. Esos mismos elementos químicos están en la tierra. El hombre es débil y no tiene nada de qué enorgullecerse, pero debemos presentarnos humildemente a Dios. En una ocasión, Abraham se presentó ante Dios y oró: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. (18:27b).
Físicamente, el hombre “polvo es y al polvo volverá”, pero su espíritu va a Dios. No tenemos nada valioso en nosotros mismos de qué jactarnos. Pero el v.7 también nos enseña que somos valiosos. El hombre fue formado del barro y el Señor sopló en su nariz aliento de vida y fue un ser viviente. De esa manera entró en una asociación maravillosa con su Creador. Esto es lo que separa al hombre de todas las demás criaturas del universo. Cuando Dios creó al hombre, lo hizo con un cuerpo físico; le dio espíritu y alma.
2. Dios creó el Jardín del Edén (8-14)
Leamos el v.8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. El punto importante de este versículo es que Dios creó el paraíso para el hombre. Lo puso allí porque quería que viviera allí y fuera feliz. Al plantar el paraíso en la tierra, Dios dejó muy claro su segundo propósito en la creación: quiere que el hombre sea feliz. El v.9 dice Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El huero era hermoso. El Edén estaba hecho de oro puro y de toda clase de piedras preciosas.
En el Edén había árboles buenos para comer. La gente debe trabajar duro para ganarse la vida en este mundo. Pero en el Edén, no había preocupación por cómo ganarse la vida. Dice el v.9b también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Dios creó el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Estos árboles tienen que ver con la vida espiritual del hombre. El árbol del conocimiento del bien y del mal carece de significado hasta que Dios da instrucciones al respecto, pero podemos saber que la vida espiritual del hombre es esencial para su felicidad.
El árbol de la vida estaba en el Edén. Hay muchas cosas tristes y trágicas. Esto se debe al pecado, al deseo de no morir, a la maldad. Pero tenemos la esperanza de que en el reino de Dios no habrá lágrimas, ni muerte, ni sufrimiento, ni dolor (Apocalipsis 21:4). ¿Por qué? Porque allí está el árbol de la vida.
Dios le dio al hombre el paraíso, pero el hombre perdió este privilegio, a causa del pecado. Desde entonces, el hombre desea el paraíso. Mucha gente intenta construir el paraíso en este mundo. Pero el paraíso es un regalo de Dios.
3. Dios coloca al hombre en el huerto (15-17)
Leamos el v.15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Dios puso al hombre a cargo del jardín para trabajarlo y cuidarlo. Aquí podemos verificar el hecho de que Dios es el dueño y amo de su mundo y que los hombres son administradores a quienes ha puesto sobre su mundo. Dios creó al hombre para la misión, ahora le confió su misión al hombre.
Leamos los v.16-17. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Este es un mandato absoluto. No hay nada relativo en las palabras del Señor «ciertamente morirás». El mandato de Dios a Adán no es relativo. Exige obediencia. Cuando se obedece, el hombre vive en eterna bienaventuranza. Cuando se desobedece, el resultado es la muerte.
Hay quienes se preguntan ¿Por qué Dios lo puso en el jardín el árbol de la ciencia del bien y del mal? Por dos razones. Primero, quiso establecer el orden del amor. Cuando Dios creó el mundo, trajo orden del caos. Hizo que todo existiera y se moviera según el orden interno que estableció. El clima, los mares, las estrellas. El mayor misterio del universo es este asombroso orden. Pero también debe haber orden en la relación entre Dios y el hombre. Dios creó el mundo con su palabra. Luego, da una orden al hombre y esta es obedecida; entonces se establece el orden correcto en la relación entre el hombre y Dios. Pero cuando se destruye este orden, también se destruye la felicidad del hombre.
Segundo, le dio al hombre libertad. El Señor Dios ordenó: Puedes comer de cualquier árbol del jardín. Este parece un mandato innecesario, pero no lo es. Nos recuerda que el jardín pertenece a Dios. Los frutos hermosos y deliciosos son un regalo de su gracia. Es la voluntad de Dios para nosotros que nos regocijemos en todas las cosas, que oremos sin cesar y que seamos agradecidos en todas las circunstancias. Dios dió un mandato positivo, pero también, uno negativo: mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás (17). Dios le dio al hombre el árbol del conocimiento del bien y del mal y le ordenó no comer de él. Cuando obedece libremente el mandato de Dios, el orden del amor se establece en su vida; tiene una relación correcta con Dios y con todas las cosas creadas.
4. Dios establece a la familia (18-25)
Leamos el v.18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. El Edén era hermoso, Pero Dios miró y vio algo que no era bueno. El hombre se sentía solo. Entonces Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Le haré una ayuda idónea. Así que, después de que Adán trabajó duro todo un día, haciendo la obra de Dios, cayó en un sueño profundo (19-20). Dios tomó una de sus costillas y de ella creó a la mujer y la trajo a Adán. Dios creó a la mujer para ayudar al hombre a cumplir la misión que Dios le había encomendado. Ella debía ser su compañera, su amiga. Ella también fue creada a imagen de Dios, de la costilla de Adán.
El hombre no estaba tan preocupado por su falta de una ayuda idónea. Dios sí estaba preocupado. El hombre acogió a los animales que Dios creó y le trajo. Les dio nombres, fue su pastor. Dios fue quien vio la necesidad del hombre, la comprendió y en el momento oportuno creó a la mujer. Dios nos conoce mejor que nosotros mismos y está listo para darnos el mejor colaborador y guiarnos hacia la vida más fructífera. El hombre recibió a la mujer que Dios le trajo. Dios mismo los unió en una sola carne y así creó la primera familia. Adán era muy feliz mientras trabajaba con su colaboradora para cultivar la tierra y cuidar el Jardín del Edén.
Estaba tan feliz que hizo esta confesión de amor: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada (23). De esta confesión se desprende que el hombre y la mujer no son entidades separadas. Están unidos en un solo cuerpo. Servian a Dios con alegría, se amaban y eran felices. Dios creó la familia y nos mostró que el hombre es básicamente un ser social. La familia es el primer pilar de la sociedad. Es parte de la creación perfecta de Dios. Sin embargo, la familia no fue creada para ser un fin en sí misma. Cuando un hombre deja a su padre y a su madre y se compromete de por vida con su esposa, lo hace para ser un siervo responsable, trabajando junto con ella para cumplir su misión y glorificar a Dios.
Conclusión/Resumen
En resumen, en estos dos primeros capítulos, hemos visto que Dios creó el mundo y trajo orden del caos. Dios es glorificado y el hombre es feliz cuando se establece y se mantiene el orden básico de la creación. También se describe la creación del hombre y la mujer, y cómo Dios diseñó el hogar y la familia. Cada persona tiene un lugar en el plan de Dios.
Jesucristo es el verdadero esposo de la iglesia y así como Dios vio que no era bueno que Adán estuviera solo, Cristo nos ofrece compañía y comunidad a través de Su cuerpo, la iglesia.
Aplicaciones
1) Dios te creó con capacidades especiales A veces, puedes sentir que tu servicio a la iglesia es pequeña o irrelevante. Sin embargo, cada persona tiene un papel vital en el cuerpo de Cristo. Te animo a que identifiques y uses tus dones en el servicio a los demás. Involúcrate y recuerda que cada aporte es valioso en el plan que Dios tiene.
Un grupo de amigos se propone escalar una montaña. Cada uno trae sus talentos: unos son buenos escaladores, otros cocinan. Al trabajar juntos, logran llegar a la cima. Dios nos envía con una misión y nos equipa con habilidades únicas y al unir fuerzas con otros, podemos alcanzar las alturas que Él planeó para nosotros.
Recordemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. El Señor nos otorgó habilidades únicas para cumplir con Su propósito. Así como un pintor utiliza diferentes pinceles para crear una obra maestra, Dios utiliza nuestras capacidades diversas para la grandeza de Su plan. Imaginemos un mundo donde todos tienen las mismas habilidades. ¡La variedad es el color de la vida!
Agradezco al Señor, porque en nuestra iglesia hay muchas personas sirviendo preciosamente a la obra de Dios de muchas formas. Oro, para que los hermanos que aún no han identificado sus dones y talentos, les sean revelados y puedan ponerlos al servicio del Señor.
2) Dios le dio una misión al hombre Dios es el dueño y amo de su mundo. El hombre es un administrador que ha puesto sobre su mundo. Dios le confió su misión al hombre en el huerto. El hombre necesita una misión para ser feliz. Un hombre sin ninguna misión es miserable, porque su vida no tiene sentido. Dios le da a cada persona su propio pequeño jardín para cuidar. Es el jardín de su propia vida. Es el jardín de su hogar y su lugar de trabajo. Dios quiere que la humanidad que creó viva como administradores responsables del jardín que hizo para ellos.
Si estás luchando con la administración del tiempo entre trabajo y familia, establece un horario que priorice momentos de calidad familiar. Establece actividades familiares y establece límites claros sobre el tiempo de trabajo en casa. Escoge días específicos para descansar y recargar, siguiendo el ejemplo de Dios en el séptimo día. Esto no solo será positivo para tu salud emocional, sino que también te ayuda a ser un mejor administrador del tiempo que Dios te ha dado.
Recuerdemos que administrar el tiempo no es solo tenerlo contabilizado, sino saber usarlo para el bien. La Biblia nos dice que hay un tiempo para cada cosa.
3) Dios estableció a la familia La familia es el primer pilar de la sociedad. Es parte de la creación perfecta de Dios. Las familias deben glorificar a Dios. ¿En este tiempo consideras que tu familia está glorificando a Dios? Adán con gran alegría exclamó “Ahora ella es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. ¿Vives con esta alegría en tu matrimonio? ¿Agradeces a Dios por tu esposa y oras por ella? Oremos por las familias de nuestro ministerio, que en medio de las situaciones difíciles y las crisis, siempre puedan mutuamente glorificar a Dios.
En el caso de los matrimonios con hijos, si sientes que estás perdiendo la conexión con tus hijos debido a la tecnología, establece un día de 'desconexión' semanal donde todos dejen a un lado los dispositivos. Dedica ese tiempo a actividades en familia, como juegos de mesa, caminatas al aire libre o incluso leer la Biblia juntos. No dejemos que la tecnología separe a la familia.
Hablé de los matrimonios, de los matrimonios con hijos. Hermanos, la constitución de la familia es algo muy importante y debe ser un proceso guiado por Dios. La corriente de este mundo enseña que la constitución de la familia comienza por la vista o por lo físico. Pero esta es una decisión muy importante. Lo fundamental es que su futuro esposo o esposa, tenga temor de Dios. Debe ser creyente. Ya conocemos las consecuencias de la desobediencia. 2Cor 6:14 dice “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos”.
Guardarse, es importante. Guardar sus pensamientos, sus cuerpos. La corriente de este mundo arrastra a que desde el liceo los jóvenes tengan novio. La realidad es que deden enfocarse en sus estudios, están muy jóvenes. La etapa universitaria, también debería ser eso. Los jóvenes, deben vivir su etapa universitaria. No debería estar pensando en novias o en novios. Deben enfocarse en sus estudios y glorificar a Dios en medio de su etapa como estudiante. Hay personas en la universidad que se enamoran de una manera tal, que los estudios pasan a ser algo secundario y hasta pueden dejarlos. Tal como vimos en la palabra, el hombre tiene libre albedrío. Hacer las cosas a tu manera y no a la manera de Dios, tiene sus consecuencias y toca luego vivir lidiando con las consecuencias de nuestras decisiones.
El noviazgo no existe en la biblia. Lo más cercano, es una etapa en la que estando convencidos de que van a casarse, ya no son amigos, sino que más bien comienzan la preparación de su matrimonio. Un noviazgo, sin la convicción clara del matrimonio, no tiene razón de ser.
Oremos para que se constituyan familias sanas en el pueblo de Dios. Para ello, se debe orar mucho a Dios, para conocer quién es la persona indicada.
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