El SEÑOR es mi Pastor

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Introducción

El 11 de Septiembre del 2001, el Presidente George W. Bush si dirigió a la nación tras los ataques terroristas que destruyeron las Torres Gemelas en Nueva York.
Fue un momento de gran incertidumbre.
Casí 3,000 personas perdieron sus vidas.
La nación entera temía otro ataque terrorista.
Era un momento critico en que el Comandante en Jefe debía dar un mensaje a la nación para provocar unidad, consuelo, y esperanza tras estos ataques que cambiaron el rumbo de la historia de este país.
En la conclusión de su mensaje dijo:
Estados Unidos, nuestros amigos y aliados nos unimos a quienes anhelan la paz y la seguridad en el mundo, y nos mantenemos unidos para ganar la guerra contra el terrorismo. Esta noche, les pido sus oraciones por todos los que sufren, por los niños cuyos mundos han sido destrozados, por todos aquellos cuya seguridad se ha visto amenazada. Y oro para que sean consolados por un poder superior a cualquiera de nosotros, del que habla a través de los siglos el Salmo 23: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo».
El Presidente Bush se apoyó en las palabras del Salmo 23.
Un Salmo del pueblo hebreo.
Un Salmo escrito hace 5,000 años por el rey David.
Un Salmo que ha consolado tanto a nuevos creyentes como aquellos que han caminado con Jesús a lo largo de toda una vida.
Un Salmo que ha traído esperanza al enfermo, al desalentado, al quebrantado.
Asociamos este Salmo con la imagen del pastor de ovejas - y es correcto.
Los versículos 1-4 habla de la experiencia de una oveja confiada en su pastor.
Pero la imagen cambia en los versículos 5-6 donde ya no es una oveja sino un invitado y su generoso anfitrión (la semana que entra lo veremos)
David, inspirado por el Espíritu Santo, usa estas dos imagenes (la oveja y el invitado) para ilustrar el cuidado que Dios tiene de su pueblo.

La oveja y el pastor

El Salmo inicia presentando a los personajes principales:
Salmo 23:1 NBLA
1 El Señor es mi pastor, Nada me faltará.
El salmista es una oveja del rebaño del SEÑOR (el Dios de Israel).
El Dios de Israel es su pastor.
La imagen de Dios como el pastor de Israel la vemos a lo largo del Antiguo Testamento. El patriarca Israel (padre de las 12 tribus) expresó:
Génesis 48:15 NBLA
15 Israel bendijo a José, y dijo: «El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, El Dios que ha sido mi pastor toda mi vida hasta este día,
Los hebreos conocían el trabajo del pastor de ovejas.
De hecho, cuando Israel y sus hijos llegan a Egipto cuando José era gobernante, se van a vivir a la tierra de Gosén para apacentar sus rebaños.
Ellos tenían la experiencia de cuidar un rebaño de ovejas:
Llevarlos a pastor verdes y aguas tranquilas.
Cuidarlas de los depreradores.
Curar sus heridas.
Buscar a las que se habían extraviado.
Uno podría pensar que el rey de Israel lo tenía todo - fortuna, lujos, servidumbre, etc., y que esto era la fuente de su seguridad.
¿De qué podría tener necesidad Elon Musk o Jeff Bezos? Son hombres multi millonarios. Su seguridad descansa en su fortuna / en sus empresas.
En cambio, el gran rey de Israel, la máxima autoridad del pueblo de Dios reconoce que su seguridad proviene de Dios.
David dice que nada le falta porque Dios es su pastor.
Podría tener fortuna, lujos, y servidumbre - pero sin Dios no tiene seguridad, sin Dios siempre tendrá un vacío en su vida.
Agustín de Hipona (norte de África) comparte este sentimiento cuando escribe en su libro Las Confesiones:
“Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón estará inquieto hasta que encuentre descanso en ti”
Hay muchas cosas materiales que pueden saciar temporalmente al hombre - pero solo Dios es capaz de llenar y satisfacer el alma del ser humano.
Así que el salmista reflexiona en Dios y se encuentra absolutamente satisfecho en él.
David es muy práctico - él se siente seguro en Dios no porque tiene una relación mística con Dios o porque tiene una espiritualidad elevada.
El pastor sostiene a la oveja con alimento básico y protección:
Salmo 23:2 NBLA
2 En lugares de verdes pastos me hace descansar; Junto a aguas de reposo me conduce.
Una oveja se alimenta de pasto y agua.
Notemos la calidad del pastor - pasto verde. No es un pastizal seco o sin vida.
Notemos que la oveja llega a los verdes pastos y descansa.
No tiene que temer. Sabe que su pastor la cuidará de cualquier peligro y puede comer y descansar tranquila.
La oveja tiene sed y el pastor la lleva a aguas tranquilas.
No son como los rápidos de río Payette.
Las ovejas se espantan fácilmente porque no tienen buena visión central (en frente).
Así que cuando perciben el movimiento del agua o la turbulencia de las olas se pueden espantar fácilmente - lejos de estar tranquilas se estresan y prefieren no beber agua.
Este pastor lleva a las ovejas a aguas de reposo donde pueden beber agua con tranquilidad y saciar su sed.
Notemos que el versículo 3 vemos el resultado de estar al lado de las aguas refrescantes - él restaura mi alma.
El pastor guía a la oveja por el camino correcto:
Salmo 23:3 NBLA
3 Él restaura mi alma; Me guía por senderos de justicia Por amor de Su nombre.
El pastor va al frente de la oveja y ella no teme ser guiada por un camino peligroso.
El pastor la lleva por la senda correcta. La oveja no se va a perder / extraviar. Ella está segura porque va siguiendo al pastor.
Pero si la oveja no se mira bien lo que está en frente, ¿cómo es que sabe por donde ir si no puede ver al pastor? Jesús responde:
Juan 10:27 NBLA
27 »Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen.
Notemos que la reputación del pastor está en juego - “por amor de su nombre”.
El pastor ha prometido cuidar de esta oveja. Cumple para mostrar que es fiel a su palabra / promesa.
El pastor lo guía por un camino de oscuridad y la oveja no tiene miedo.
Salmo 23:4 NBLA
4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
La expresión “valle de sombra de muerte” no está hablando de la mortalidad o de la agonía que vive el ser humano antes de morir.
Se refiere a los valles del desierto (uadis) rodeados de peñascos altísimos.
Los peñascos evitan que la luz brille en el valle y provocan densa oscuridad.
Las fieras y los ladrones se esconden entre las peñas o los matorrales para atacar al viajero o a la oveja indefensa.
De pronto una tormenta podría desatarse provocando una inundación repentina arrastrando todo lo que encuentre en el camino.
Pero esta oveja no teme porque a pesar que está caminando en un lugar de gran peligro sabe que su pastor está a su lado - listo con vara y cayado para protegerla.
La vara y el cayado son las herramientas del pastor para rescatar, proteger, y guiar a sus ovejas.
Pero antes de dejar este versículo notemos que sucede algo extaordinario.
Hasta el momento la oveja se refiere al pastor en tercera persona:
El SEÑOR es mi pastor
Me hace descansar
Él restaura mi alma
…en otras palabras, nos está hablando acerca del pastor que lo cuida, que lo guía, que lo protege.
Nos estea diciendo acerca de él, nos está testificando / contando acerca de lo que significa ser oveja del pastor.
Pero veamos lo que sucede en el versículo 4:
Salmo 23:4 NBLA
4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
Ahora la oveja está hablando con el pastor, “tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me infuden aliento.”
La oveja ya no está hablando con nosotros - ya no nos está contando / testificando acerca de su pastor.
Ahora la oveja deja a su audiencia y dirige su rostro hacía su pastor y comienza a hablar con él.
Para la oveja, nosotros ya no somos el foco de atención - ahora el foco de su atención es su pastor.
Puedo ver el rostro de la oveja temerosa / tierna voltear hacía su pastor para tratar de enfocar su pobre vista sobre él.
Trata de fijar sus ojos sobre él pero sabe que es díficil verlo de frente.
Tal vez voltea un poco su rostro para verlo de re-ojo (vista periférica) y así lo puede percibir con mayor claridad.
…pero lo que jamas falla para saber donde está su pastor - es dirigir su rostro hacía el lugar donde sale la voz del pastor.
La oveja puede escuchar la voz del su pastor y sabe que está allí.
La oveja mira a su pastor, lo contempla, aprecía a aquel que la ha alimentado, la ha guiado, le ha dado de beber, le ha dado reposo / descanso, al que ha refrescado su alma, al que la ha cuidado de las fieras que se esconden entre los peñascos y dirige la oveja su voz hacía su pastor y le dice:
No temo porque tú estás conmigo. No tengo miedo a nada ni a nadie.
Tu vara y tu cayo son los que me han cuidado. Todo en esta vida puede fallar - amigos, familia, seguros, garantías, pero tu cuidado nunca falla.

Conclusión

David nos quiere llevar a este momento tan especial en que nosotros como ovejas dirigimos nuestro rostro hacía nuestro pastor.
El Nuevo Testamento revela la identidad del pastor.
Juan 10:11 NBLA
11 »Yo soy el buen pastor; el buen pastor da Su vida por las ovejas.
Juan 10:14–15 NBLA
14 »Yo soy el buen pastor, y conozco Mis ovejas y ellas me conocen, 15 al igual que el Padre me conoce y Yo conozco al Padre, y doy Mi vida por las ovejas.
Jesús de Nazaret es nuestro pastor.
Él es el buen pastor que:
Asegura que nada nos falte - en él lo tenemos todo, él satisface el alma.
Nos alimenta y nos da de beber - nos protege de tal manera que comemos y bebemos tranquilos sin temor.
Nos guía por sendas seguras - jamás nos va a perder / extraviar.
De pronto nos encontramos en un lugar oscuro, lleno de sombras, un lugar que provoca ansiedad y miedo - un lugar donde podrían haber ladrones o fieras - pero no tememos porque nuestro pastor va preparado con su vara y cayado para cuidarnos hasta salir de ese lugar.
De pronto perdemos de vista al pastor, pero solo basta con escuchar los sonidos y dejarnos guiar por su voz, por su palabra, y así sabremos en que dirección está nuestro pastor.
Y cuando nos acercamos a él nos damos cuenta que en efecto - él es nuestro buen pastor, él es el pastor que dio su vida por sus ovejas porque vemos las marcas en su frente, en sus manos, en su costado, en sus pies - las heridas que recibió para rescatarnos / salvarnos.
Y es en este momento en que la oveja se acerca lo más que puede a su pastor y le dice:
Oh mi amado y buen pastor…no temo ningún mal porque tú estás conmigo.
Oh mi bien pastor, tu vara y tu cayado me alientan - tu eres quien me ha defendido y quien me defenderá en medio de toda adversidad y peligro.

El invitado y el anfitrión

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