Estanques de Bendición

Introducción

Después de la muerte de Acab, tomó el trono su hijo Ocozías, pero murió a los dos años.

Toma el trono su hermano Joram. De este testifica la Biblia. 2º Reyes 3:1–2 “Joram hijo de Acab comenzó a reinar en Samaria sobre Israel el año dieciocho de Josafat rey de Judá; y reinó doce años. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como su padre y su madre; porque quitó las estatuas de Baal que su padre había hecho.”

Joram procuró no olvidarse de Jehová, pero aun hacía lo malo delante de sus ojos.

Los Moabitas habían sido vasallos de Israel quienes tributaban con corderos y carneros.

Pero a la muerte de Acab se revelaron contra Israel.

Joram convoca a Josafat y al rey de Edom para atacar a Moab.

2º Reyes 3:6–8 “Salió entonces de Samaria el rey Joram, y pasó revista a todo Israel.Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los tuyos.Y dijo: ¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom.”

Como es costumbre de los impíos no consultar al Señor sobre sus proyectos y decisiones, Joram emprende camino para hacer guerra contra Moab.

Una gran necesidad

2º Reyes 3:9–10 “9Salieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá, y el rey de Edom; y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército, y para las bestias que los seguían. 10Entonces el rey de Israel dijo: ¡Ah! que ha llamado Jehová a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.”

El ejército que juntó Israel era grande y bien equipado con armas de guerra, pero estaba a punto de perecer porque le faltó agua.

Esta es una imagen de muchas iglesias, están organizadas, con buenas instalaciones y buenos equipos pero están muriendo porque les falta el agua del Espíritu Santo. Juan 4:13–14 “Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”

Los títulos, experiencias, puestos, etc. No tienen ningún valor si somos llenos del Espíritu Santo. Hechos de los Apóstoles 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Consultar a Dios

2º Reyes 3:11–14 “11Mas Josafat dijo: ¿No hay aquí profeta de Jehová, para que consultemos a Jehová por medio de él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías. 12Y Josafat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron a él el rey de Israel, y Josafat, y el rey de Edom. 13Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha reunido a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas. 14Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no te mirara a ti, ni te viera.”

Si hubieran tenido agua, no se hubieran acordado de Dios.

El hijo pródigo se acordó del Padre cuando estaba en gran necesidad. (Lucas 15)

Pero es en la necesidad donde nos acordamos de Dios, y aún así Dios está dispuesto a ayudarnos.

Josafat es quien solicita consultar a Dios por medio de profeta. Es por el temor de este rey que alcanzaron el socorro divino.

No dejes de compartirle a otros el amor de Cristo aun cuando te rechacen, no sabes si se salvarán debido a tu insistencia.

Eliseo se presenta y le hace ver al rey de Israel su hipocresía de adorar a los baales cuando hay prosperidad, pero ahora que hay sequedad busca de Dios: 2º Reyes 3:13 “Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha reunido a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.”

Joram fue quien convocó a esta batalla, pero ahora culpa a Dios de haberlos reunido y estar en esta difícil situación.

Dios es soberano y todo sucede por su voluntad, pero actúa usando nuestra necedad y rebeldía.

La petición de Eliseo

2º Reyes 3:15 “Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo”

Eliseo respeta la presencia de Josafat y está dispuesto a oír lo que El Señor diga para ellos.

Manda a llamar a un músico, posiblemente porque estaba molesto con el rey de Israel y necesitaba apaciguar su espíritu para ser sensible a la voz de Dios. 1º Samuel 16:23 “Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”

La música tiene la cualidad de actuar en la dimensión terrenal y en la espiritual, por tanto es ideal para ministrar el alma.

Sin embargo, debemos comprender que la música sirvió de apoyo a la Palabra, no es el punto principal.

Hoy día muchas personas le dan más importancia a la música que a la Palabra, cuando la música prepara el espíritu del hombre para recibir la Palabra de Dios.

Lo que el hombre necesita es la Palabra de Dios. Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

La orden de Dios

2º Reyes 3:16–17 “quien dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados.”

Dios les dice ¿Quieren agua? trabajen por ella.

Dejen sus espadas, lanzas y escudos, tomen el azadón y hagan zanjas.

Ellos creyeron y pusieron manos a la obra.

¡Estamos nosotros creyendo a Dios?

¿Estamos obrando en fe? Santiago 2:18 “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”

Estamos equivocados si pensamos que recibiremos las peticiones sentados sin hacer nada.

Dios nos llama a servirle y actuar en fe en su obra.

Respuesta

2º Reyes 3:20 “Aconteció, pues, que por la mañana, cuando se ofrece el sacrificio, he aquí vinieron aguas por el camino de Edom, y la tierra se llenó de aguas.”

Ellos hicieron los estanques, fueron a dormir y al día siguiente el valle se llenó de agua.

Esto nos enseña paciencia, estas obrando y no ves resultados?… sigue y no dudes, en el momento indicado verás la obra de Dios.

El trabajo en la obra de Dios no es en vano: 1 Corintios 15:58 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”

Ahora tienen los estanques llenos de agua, aun deben extender la mano y tomar el agua. Isaías 55:1 “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.”

Conclusión

Dios se manifestó a este pueblo que se había olvidado de él recordándoles que la fuerza no viene de los músculos o de las armas sino de la provisión del Señor.

Dios no solamente les proveyó agua, sino que también profetizó victoria contra los de Moab, una petición que ellos no hicieron.

2º Reyes 3:21–24 “Cuanto todos los de Moab oyeron que los reyes subían a pelear contra ellos, se juntaron desde los que apenas podían ceñir armadura en adelante, y se pusieron en la frontera. 22Cuando se levantaron por la mañana, y brilló el sol sobre las aguas, vieron los de Moab desde lejos las aguas rojas como sangre; 23y dijeron: ¡Esto es sangre de espada! Los reyes se han vuelto uno contra otro, y cada uno ha dado muerte a su compañero. Ahora, pues, ¡Moab, al botín! 24Pero cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas y atacaron a los de Moab, los cuales huyeron de delante de ellos; pero los persiguieron matando a los de Moab.”

Dios confundió la mente de sus enemigos, de manera que creyeron que los israelitas se habían atacado mutuamente, cuando bajaron a tomar despojos, fueron derrotados.

Esta es la manifestación de la misericordia de Dios, aun cuando le fallamos Él sigue siendo fiel, sus oídos siempre abiertos a nuestra suplica y su mano dispuesta a ayudarnos.