Evalúa el tesoro de tu corazón

Crecimiento , Discipulado   •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 19 views
Notes
Transcript

Nuestros corazones son impulsados a ir tras aquello que es nuestro tesoro.

Matthew 13:44–46 NVI
»El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo. »También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.
Vemos a nuestro Señor Jesucristo enseñando por medio de parábolas . Y he aquí está enseñando acerca del Reino de los cielos.
Dice que un hombre descubrió este tesoro y luego lo volvió a esconder .
Con el único propósito de vender todo lo que tenía y regresar y comprar aquel campo.
Se cree que las personas ricas en aquel tiempo tomaban su riqueza y la dividian en tres partes
Una parte se mantenía. en efectivo para realizar negocios
Otra parte era invertida en joyas y piedras preciosas de manera que fuera fácil de cargar en caso de tener que huir de un ejercito enemigo
La tercera parte era enterrada en alguna parte , con la esperanza de desterrarla y recuperarla al regresar a casa.
Pero muchas personas No regresaban y nadie más sabia dónde estaba el tesoro.
Tal vez esta persona No lo estaba buscando pero lo encontró.
Fue en este momento cuando lo volvió a esconder y sin dudar fue vender todas pertenencias para poder comprar aquel campo con el tesoro que estaba enterrado.
Es evidente que lo que este hombre había encontrado era un tesoro muuucho más grande y valioso que aquello que el poseía. Lo vendio para quedarse con lo mejor.
La segunda parte de esta parábola Jesús le dice a sus discípulos :

El Reino de los cielos se parece a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor fue vendió todo lo que tenía y la compró.

En esta parábola el Reino de los cielos es presentado por Jesús a sus discípulos como un comerciante
Este comerciante andaba buscando perlas finas.
Cuando aquel comerciante encontró una perla de gran valor fue y vendió todo lo que tenía y la compró Jesús dijo en Lk.12:32
Luke 12:32 NVI
»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
Las dos parábolas tiene unas semejanzas que necesitamos resaltar;
Tanto el tesoro en el campo y la perla representan a Jesucristo el Salvador y su Reino
en ambas parábolas; el hombre que encontraron el tesoro y el comerciante que encontró la perla fueron capaces de reconocer que lo que habían encontrado era mucho mejor que todas sus posesiones y tenían que hacer lo necesario para obtener lo encontrado
Ambos, el que encontró el tesoro y el comerciante fueron y vendieron todo y compraron aquello que era de tanto valor.
Jesucristo el Salvador del mundo y su Reino son las posesiones más grandes que un hombre y una mujer pueden tener.
Solamente aquellos que son capaces de reconocer su Valor infinito y su soberanía están dispuesto a dejarlo todo. están dispuestos a pagar el precio.
Para obtenerlo, apoyarlo y extenderlo.
Philippians 3:7–8 “Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo”
¿Qué puede ser más valioso que reconocer que ? siendo yo un vil pecador, muerto, condenado a estar separado eternamente del único y verdadero Dios. y vino Jesucristo y murió por mis pecados, y gratuitamente me lavó con su sangre y me invita a compartir la eternidad en la gloria que ha preparado para todos aquellos que creen en él.
Ephesians 2:4–5Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!”
Jesucristo es una perla de valor infinito; teniéndole a Él se tiene todo lo que posee algún valor pues en Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (Col. 2:3) en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y nosotros estamos completos en Él (Col. 2:9–10). Todo Él es un encanto (Cnt. 5:16); para los creyentes, de gran valor (1 Peter 2:7 “Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, «la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular»,” .

De la misma forma que aquellos hombres en las parábolas vendieron todo lo que tenían para comprar lo que habían encontrado. De esta misma forma el Reino de Dios tiene que ser comprado por nosotros.

El problema es que el precio es mucho más alto de lo que pudiéramos pagar. Nuestra justicia personal ni siquiera puede ser de abono al pronto pago.
La única solución es que alguien más pagara el precio que No podíamos pagar.
John 1:36 “Al ver a Jesús que pasaba por ahí, dijo: —¡Aquí tienen al Cordero de Dios!”
John 3:16 “»Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
Romans 5:8 “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Revelation 5:12 “Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!»”
Revelation 5:13 “Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»”

Hoy estamos siendo convocados a:

Comprender que lo poseemos en nuestro corazón que valoramos más que a Dios No tiene el valor y menos la capacidad de salvarnos
a que hagamos de Jesucristo nuestro mayor tesoro
Psalm 73:25 “¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.”
Matthew 6:33 “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.”

No digas yo estoy bien, ya tengo todo lo que necesito.

Revelation 3:14–17 “»Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el soberano de la creación de Dios: Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca. Dices: “Soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.”
Revelation 3:19 “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.”
Revelation 3:18 “Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te lo pongas en los ojos y recobres la vista.”
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.