Poder para testificar

Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 255 views

Este sermón basado en Hechos 1:8 explora las últimas palabras de Jesús antes de ascender al cielo. En lugar de enfocarse en la restauración política de Israel, Jesús dirige la atención de sus discípulos hacia una promesa crucial: el poder del Espíritu Santo. Este poder no es humano ni emocional, sino sobrenatural, destinado a capacitar a los creyentes para ser testigos fieles de Cristo en todo el mundo. El mensaje destaca la necesidad urgente de la Iglesia de hoy de depender del Espíritu, conocerlo como Persona, y vivir como verdaderos testigos que anuncian el evangelio con denuedo, comenzando en su propio entorno y avanzando hasta lo último de la tierra.

Notes
Transcript

Texto base

Acts 1:8 NBLA
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».

Introducción

Aquí Jesús cambia el foco de atención de sus discípulos que estaban preocupados por cuando el reino sería restaurado y los enfoca en esta maravillosa promesa. Lo mismo que quiero que hagamos nosotros en esta maravillosa noche, el quiere re dirigir nuestra atención. Está es la promesa de las promesas, junto con las promesas mesiánicas son las más importantes de la Escritura. La promesa del Redentor y la promesa del Consolador.
Queridos hermanos y amigos, deseo en esta noche ser breve pero también deseo que me entiendan, este no es un asunto puede tomarse a la ligera.

Frase e ilustración

“El mayor peligro de la Iglesia hoy es que ha dejado de confiar en el poder del Espíritu Santo.” — Martyn Lloyd - Jones
Por otro lado Spurgeon reflexiona:
“Sin el Espíritu Santo, somos como una lámpara sin aceite. Podemos tener una mecha, podemos estar bien construidos, pero no habrá luz. El fuego divino no se encenderá si el aceite celestial no está presente. “ — C. H. Spurgeon

Cuerpo del sermón

I. La promesa de poder

Cristo ha resucitado. Ha vencido al pecado y a la muerte.
Durante 40 días ha instruido a sus discípulos acerca del Reino.
Ahora, en sus últimas palabras antes de ascender, no les da una estrategia política, ni una filosofía religiosa. Les da una promesa celestial.
La promesa del Espíritu Santo: el poder de Dios para su obra en el mundo.
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…”
El pastor y evangelista Metodista y Pentecostal Leonard Ravenhill dice:
“No hay poder sin oración, no hay fuego sin altar, no hay Pentecostés sin aposento alto.” — Leonard Ravenhill

II. La naturaleza del poder prometido

1. No es poder humano

No es influencia política, militar o cultural.
No es habilidad retórica o capacidad organizativa.

2. Es poder divino (dúnamis)

Romans 8:11 NBLA
Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
Es sobrenatural. Viene desde arriba. No puede ser imitado ni fabricado.

3. Es poder específico

Para testificar con eficacia, convicción, valentía y frutos espirituales.
Zechariah 4:6 NBLA
Continuó él, y me dijo: «Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: “No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu”, dice el Señor de los ejércitos.

III. La Persona que otorga el poder

“…cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…”

1. El Espíritu es una Persona

No una energía. No una emoción. No una paloma. Es Dios mismo.
La tercera Persona de la Trinidad. Igual en gloria, poder y majestad.

2. Viene sobre los creyentes

No para que simplemente sean salvos, sino para que sean capacitados.
La iglesia primitiva no hizo nada hasta que Él vino.

3. Él no es opcional, es esencial

¿Cómo pensamos servir a Cristo sin Su poder?
“¿Lo conoces? ¿Hablas con Él? ¿Dependes de Él?”
Podemos saber mucho acerca del Espíritu Santo, podemos conocer mucho sobre su doctrina (Pneumatología) pero ¿tienes una relación intensamente personal con Él? Una cosa es saber, una muy pero muy distinta es conocer, no alcanza con saber debemos ir un paso más adelante debemos conocerlo.

IV. El propósito del poder: Ser testigos

“…y me seréis testigos…”

1. La meta del poder no es el espectáculo

No es para show ni sensacionalismo.
No es para manifestaciones vacías o vanagloria.

2. Es para testificar de Cristo

Con palabras y vida.
Con gozo en la prueba, con amor en medio del odio, con verdad en un mundo confundido.

3. La palabra “testigo” es mártus

Implica riesgo, sacrificio, incluso muerte.
Ser testigo es vivir y morir proclamando: “Jesucristo es el Señor.”
Acts 4:20 NBLA
»Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído»

V. El avance del testimonio

“…en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

1. Una expansión progresiva

Desde lo cercano hasta lo lejano.
Desde el entorno familiar hasta los confines del mundo.

2. Una visión misionera

No es un poder para ser guardado, sino compartido.
No es para un solo pueblo, sino para todas las naciones.

3. Una obra aún en curso

El libro de los Hechos continúa… en nosotros.

Conclusión y llamado

La iglesia no necesita entretenimiento.
No necesita estrategias de marketing.
Necesita hombres y mujeres llenos del Espíritu.
Testigos verdaderos.
Que vivan, sufran, y si es necesario mueran, por dar testimonio de Jesucristo.
“Puedes tener la organización más perfecta, un liturgia hermosa, un sermón bien estructurado… pero si no tines el poder del Espíritu Santo, no hay vida, no habrá eficacia. Es como tener un coche brillante sin gasolina: no sé mueve.” — Martyn Lloyd-Jones

Aplicación Final

¿Has recibido este poder?
¿Conoces al Espíritu Santo como Persona viva en ti?
¿Eres un testigo fiel de Cristo donde estás?
¿Estás dispuesto a ser un mártir — no solo en muerte, sino en vida?
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.