Dos Razones Para Adorar a Dios
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Introducción
Introducción
Tengo 45 años y he tenido el privilegio de asistir al culto dominical desde que tenía 12 años de edad.
Esto significa que tengo 33 años de asistir cada domingo a la iglesia.
33 años multiplicado por 52 semanas por año = 1,716 veces que he asistido al culto dominical.
De pronto para muchos asistir a la iglesia se convierte en:
Una rutina tediosa.
Una obligación necesaria.
Una actividad opcional siempre y cuando tenga tiempo.
Algo importante pero de ninguna manera una prioridad porque asistir al culto de adoración no tiene nada que ver con mi relación con Dios.
Pero, ¿qué de los israelitas hace más de 2,000 años?
¿Qué del pueblo hebreo a quien Dios había elegido entre todos los pueblos del mundo?
4 Porque son israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas,
A este pueblo Dios le revelo un sistema de sacrificios, ofrendas, ceremonias que debían ofrecer para pedir perdón por algún pecado cometido, para agradecer a Dios por su bendición, para reconocer la bondad de Dios en sus vidas, etc.
Ahora pensemos en los sacerdotes que ministraban en el templo a donde acudían los hebreos para ofrecer sus sacrificios / ofrendas - ellos debían atender a cada uno de los adoradores que se acercaban a la casa de Dios y:
Matar, desangrar, destazar, el animal y ponerlo al fuego.
…en el caso de ofrendas que no fueran animales debían de la misma manera recibir la ofrenda, mecerla ante la presencia de Dios, o derramar la ofrenda de vino o aceite sobre el suelo y recitar una oración.
Si hoy en día el culto a Dios puede volverse una rutina, mucho más en tiempos del Antiguo Testamento.
Así que el salmista desconocido, autor del Salmo 100, inspirado por el Espíritu Santo escribe este salmo corto para renovar nuestra perspectiva en cuanto a la adoración de Dios.
El salmo consiste de dos partes: 1-3 y 4-5.
En cada parte se ordena a adorar a Dios y se da una razón particular porque debemos adorar a Dios.
En los versículos 1-3 es un llamado a la adoración porque él es Dios y nosotros somos su pueblo.
En los versículos 4-5 es un segundo llamado a la adoración porque Dios es bueno y ha sido fiel.
Adoramos a Dios porque Él es Dios y nosotros somos su pueblo (1-3)
Adoramos a Dios porque Él es Dios y nosotros somos su pueblo (1-3)
Notemos que el salmista no es reservado en exhortar al pueblo de Dios:
Es muy osado / atrevido al hacer un llamado de adoración universal.
1 Aclamen con júbilo al Señor, toda la tierra.
En nuestra congregación iniciamos cada servicio con un llamado a la congregación para adorar a Dios.
Es una manera de aclarar el propósito por el cual nos hemos reunido - es bueno saludarnos, vernos, platicar, comer juntos, etc., pero nada de esto es el propósito por el cual nos reunimos.
Dios mismo nos ha llamado para reunirnos como comunidad y rendirle adoración.
Cuando no atendemos al llamado de Dios con nuestra acción demostramos que hay algo por encima de la adoración a Dios.
Digo que el salmista es osado porque aunque en los versículos 2 en adelante se enfoca en llamar a los hebreos a adorar a Dios, aquí llama a “toda la tierra” a adorar a Dios.
Llama a todos los pueblos y etnias a adorar a Dios.
¿Por qué hace este llamado universal sabiendo que los demás pueblos tienen sus propias religiones o dioses?
El salmista sabe que existe un solo Dios, el Dios revelado en las Biblia.
Por tanto el deber de todo ser humano es adorar al único y verdadero Dios.
El salmista nos exhorta a ofrecer una adoración con júbilo / alegría.
1 Aclamen con júbilo al Señor, toda la tierra. 2 Sirvan al Señor con alegría; Vengan ante Él con cánticos de júbilo.
No podemos ofrecer adoración forzada, obligada, donde solo hacemos lo que hacemos para cumplir como quien va al supermercado con una lista de lo que debe comprar.
Debemos ofrecer a Dios alabanza, adoración, palabras de agradecimiento, sinceras, genuinas, que fluyen no solo de nuestra boca sino de nuestras emociones / ser interior.
No adoramos a Dios por obligación sino porque sabemos que es un deleite hacerlo.
Si alguien nos pregunta, ¿mañana (domingo) te quiero invitar a una fiesta que vamos a hacer a las 11 AM, puedes?
Hay gran diferencia entre decir “Es que tengo que ir a la iglesia, no puedo” y decir “Es que mañana tengo la bendición / el privilegio de ir a adorar a Dios, no puedo”.
El salmista sabe que podemos caer en el error de asistir a la casa de oración solo por obligación en lugar de venir ante Dios con un alegría y gozo que se desborda ante Dios y se expresa en alabanza sincera ante Él.
38 »El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva”».
El salmista da una razón profunda por la cual debemos adorar a Dios.
3 Sepan que Él, el Señor, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado.
Él es Dios y nosotros no.
Esta es razón suficiente para adorar a Dios - Él es Dios.
No necesitamos más razones.
Cuando entra el juez a la corte todos se ponen de pie.
¿Por qué?
No se da ninguna razón.
La gente debe ponerse de pie porque está entrando aquel que representa la justicia.
No importa si es bueno, amable, cariñoso, etc., su investidura como juez el suficiente razón para que la gente se ponga de pie.
Somos creación de Dios.
El salmista nos da dos razones más para adorar a Dios, aunque no son necesarias.
Somos creación de Dios - no nos hemos creado a nosotros mismos.
Dios nos formó en el vientre de nuestra madre, permitió que nuestro cuerpo se desarrollara, nos ha sostenido con el poder de su palabra.
¿Cuántos aun adoramos a Dios por el simple hecho de existir y seguir con vida?
…ahora, notemos que las primeras dos razones son suficientes para que todos los seres humanos de la tierra adoren a Dios.
Todos los seres humanos están bajo la autoridad del único y verdadero Dios porque no existe ningún otro.
Todos los seres humanos son creación de Dios.
Somos el pueblo de Dios.
…pero, la tercera razón que da el salmista para adorar a Dios solo se aplica al pueblo de Dios.
El salmista se dirige a los hebreos y les dice: somos el pueblo de Dios, somos las ovejas de su prado.
Dios mismo eligió a los descendientes de Abraham entre todas las naciones de la tierra.
6 »Porque tú eres pueblo santo para el Señor tu Dios; el Señor tu Dios te ha escogido para ser pueblo Suyo de entre todos los pueblos que están sobre la superficie de la tierra. 7 »El Señor no puso Su amor en ustedes ni los escogió por ser ustedes más numerosos que otro pueblo, pues eran el más pequeño de todos los pueblos;
Fue Dios quien la fuente del origen del pueblo hebreo.
Es por Dios que los hebreos pudieron dar testimonio a las naciones y decir - somos el pueblo elegido de Dios.
Pero veamos que también somos ovejas de su prado.
Es decir que Dios ha provisto pastos verdes para alimentar a su rebaño.
Dios no ha sido un creador o padre que desatiende a sus hijos - sino que con ternura los alimenta y procura que no les falte nada (Salmo 23:1).
Ahora, usted dirá, “yo no soy hebreo, no soy israelita, soy mexicano/salvadoreño/alemán/italiano, etc. Pero recordemos que Dios ha hecho un pueblo nuevo en base a la sangre del nuevo pacto.
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. 10 Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.
Los que antes no eramos pueblo ahora somos pueblo mediante la obra de Jesús en la cruz.
Adoramos a Dios porque Él es bueno y fiel (4-5)
Adoramos a Dios porque Él es bueno y fiel (4-5)
Ahora el salmista da un segundo llamado a la adoración y se enfoca en el templo de Israel.
4 Entren por Sus puertas con acción de gracias, Y a Sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan Su nombre.
El salmista puede ver en su mente a los adoradores que vienen de todas los rincones de Israel.
Han subido a Jerusalén para adorar.
Vienen con corderos, carneros, palomas para ofrecer a Dios un sacrificio de aroma agradable.
Vienen contentos porque después de mucho tiempo tienen el privilegio de subir a Jerusalén para adorar a Dios.
1 Yo me alegré cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».
Aunque muchos vienen cansados, exhaustos por el camino, sus pies adoloridos y empolvados, su corazón salta de alegría cuando a lo lejos pueden ver el templo de Salomón sobre el monte Moria.
Han entrado los peregrinos por el muro de Jerusalén y caminan sobre la carretera que los lleva al templo.
El salmista puede escuchar las alabanzas que entonan grandes y chicos.
Puede escuchar la voz de niños, jovenes, adultos, y ancianos, expresar su agradecimiento a Dios por el gran privilegio de estar en su casa para rendir adoración a su creador.
Y ahora el salmista va a dar la segunda razón por la cual debemos adorar a Dios.
Es importante saber que debemos adorar a Dios simplemente porque es Dios, nuestro creador, y el que ha formado a un pueblo nuevo para ser su eterna posesión.
Pero esta segunda razón que da David toca las cuerdas más sensibles de nuestro corazón.
5 Porque el Señor es bueno; Para siempre es Su misericordia, Y Su fidelidad por todas las generaciones.
El salmista reconoce la gran y eterna bondad de Dios.
Dios ha sido bueno.
Dios ha mostrado su bondad en tener misericordia con su pueblo.
Misericordia es cuando una persona con toda autoridad muestra compasión con un pueblo que merece juicio y condenación.
Merecemos ser castigados / condenados pero Dios en base a la obra de Jesús en la cruz tiene compasión de nosotros y perdona nuestros pecados, nos recibe como a hijos, y nos da una herencia que no se corrompe.
Dios ha mostrado su bondad en mostrar su fidelidad a través de las generaciones.
Dios ha sido fiel a cada una de sus promesas.
El hombre hace muchas promesas a Dios y tarde o temprano no cumple lo que ha prometido, en cambio Dios no falla a sus promesas porque no puede negarse a sí mismo.
Lo que promete lo cumple.
Hubo un hombre que que vivió el Salmo 100 a la hora de morir - en su juicio ante el proconsul Quadratus sucedió:
El proconsul le dijo: “Ten respeto a tu edad”, “Jura por el divino poder del César; y retráctate y di: Fuera los ateos”. Consideraban que los cristianos eran ateos porque no querían adorar al César como a un dios.
Policarpo se mantuvo firme y el proconsul insistió y le dijo: «Jura, y te soltaré; insulta a Cristo»,
Policarpo dijo: “Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?”
Todos somos testigos de la bondad de Dios - Dios ha sido bueno con nosotros.
Abundan los testimonios entre nosotros de como Dios ha mostrado su bondad.
Abundan las experiencias en que hemos visto la mano de Dios con nosotros.
No podemos negar que Dios ha sido fiel.
…¿acaso no es esto suficiente para venir hoy ante su presencia y rendirle adoración desde lo más profundo de nuestro ser?
