El poder de una Vida Indestructible

Lectura Bíblica

Hechos de los Apóstoles 13:32–39 NBLA

32 »Nosotros les anunciamos las buenas nuevas de que la promesa hecha a los padres, 33 Dios la ha cumplido a nuestros hijos al resucitar a Jesús, como también está escrito en el Salmo segundo: “Hijo Mío eres Tú; Yo Te he engendrado hoy”. 34 »Y en cuanto a que lo resucitó de entre los muertos para nunca más volver a corrupción, Dios ha hablado de esta manera: “Les daré las misericordias santas y fieles prometidas a David”. 35 »Por tanto dice también en otro salmo: “No permitirás que Tu Santo vea corrupción”. 36 »Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia generación, durmió, y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción. 37 »Pero Aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción. 38 »Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Él les es anunciado el perdón de los pecados; 39 y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés, por medio de Él, todo aquel que cree es justificado.

El poder de una Vida Indestructible

[Hebreos 7.15-17]

Hebreos 7:15–17 NBLA

15 Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote, 16 que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible. 17 Pues de Cristo se da testimonio: «Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec».

Introducción

El testimonio de: Sadhu Sundar Singh

John Stott. "Cristo, el incomparable" 1. La centralidad de Jesús

A los quince años de edad, llegó al punto de expresar su hostilidad

Este es el valor de una vida indestructible, sobre la cual se puede edificar una vida, una casa, un destino.

El autor de Hebreos reconoce la similitud entre Melquisedec y Jesucristo, y ve que Dios ha concedido otra línea de Sacerdotes además de la establecida en la Ley.

Incluso podríamos ver en esto un tipo y antitipo también: El Sacerdote Melquisedec recibiendo los diezmos, siendo representante de Dios y bendiciendo a Abraham el portador de la promesa de Dios.

Así en la Ley del Antiguo Testamento, los sacerdotes establecidos en la familia de Leví y de Aarón, deben recibir los diezmos, son representantes de Dios y bendicen al pueblo.

Vemos entonces que, el autor de Hebreos nos comunica que hay:

I. Otro Sacerdote

Hebreos 7:15 NBLA

15 Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote,

En ese sentido es que se levanta también “Otro Sacerdote” - Jesucristo.

Otro puede referirse a alguien diferente u opuesto, la palabra es “heteros” cuando nos referimos a alguien “heterosexual” significa que esta persona tiene gusto por personas del sexo opuesto o diferente a él mismo.

En este sentido, lo que se viene exponiendo es que Cristo se levanta como Sacerdote (opuesto o diferente del sacerdocio Levítico, porque cuenta con requisitos diferentes a los establecidos en la Ley).

Pero también se puede usar en referencia de que Jesús es “Otro” Sacerdote, que continúa en la línea de Melquisedec, es decir, por un lado es diferente a los Sacerdotes que descienden de Aarón, pero por otro, llega como “reemplazo” para algo que se acabó y es sustituido por “otro” de la misma naturaleza y especie para llevar a cabo la misma función.

Como cuando el Señor Jesucristo dice que vendrá “Otro” Consolador, es decir, el Espíritu Santo, que vendría en lugar de Jesucristo. Jn 14.16-18

Juan 14:16–18 NBLA

16 »Entonces Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre; 17 es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni lo ve ni lo conoce, pero ustedes sí lo conocen porque mora con ustedes y estará en ustedes. 18 »No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes.

En este sentido, Ambos son de la misma escencia y naturaleza, y el Espíritu Santo está tomando la misión de Cristo, quien ascenderá al cielo y el Espíritu Santo vendrá a morar en cada creyente.

Se ven entonces, 2 órdenes sacerdotales; la orden de Leví, encabezada por el Sumo Sacerdote Aarón; y la orden de Melquisedec, quien como primer representante lleva ese nombre pero perfeccionada por Cristo.

II. Los Requisitos del Sacerdocio

Mientras que los requisitos para el Sacerdocio Levítico eran físicos, para el Sacerdocio según el orden del melquisedec son de otra índole.

Éxodo 28:1 NBLA

1 »Entonces harás que se acerque a ti, de entre los israelitas, tu hermano Aarón, y con él sus hijos, para que me sirva como sacerdote: Aarón, con Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.

Éxodo 29:9 NBLA

9 »Les ceñirás los cinturones a Aarón y a sus hijos, y les atarás las mitras, y tendrán el sacerdocio por estatuto perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.

Éxodo 29:21 NBLA

21 »Después tomarás de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y lo rociarás sobre Aarón y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos. Quedarán consagrados él y sus vestiduras, y también sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él.

El “Otro Sacerdocio” es a semejanza de Melquisedec, con los requisitos que tuvo Melquisedec:

Hebreos 7:2–3 NBLA

2 y Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos. El nombre Melquisedec significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz. 3 Sin tener padre, ni madre, y sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.

Rey de Salem (de paz)

Sacerdote del Dios Altísimo (intercesor)

Rey de justicia (Una vida perfecta)

Sin genealogía (No creado)

Eterno (Vive para siempre)

Semejante al Hijo de Dios (Tipo)

Permanece Sacerdote a perpetuidad (Un oficio permanente)

Vemos a Cristo, representado por el “tipo” Melquisedec, o propiamente una figura pre-encarnada de lo que iba a ser el Señor Jesucristo.

Este “Otro Sacerdote” ha llegado a serlo, no por requisitos físicos (familiares) sino según:

III. El poder de una Vida Indestructible

Hebreos 7:16–17 NBLA

16 que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible. 17 Pues de Cristo se da testimonio: «Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec».

Notemos esto, la vida de Cristo ha sido la más importante en la humanidad y ha tenido al mayor relevancia para todos en todo tiempo.

El nacimiento de Cristo fue la “buena noticia” para la humanidad que acababa de ser maldecida. Anunciado desde (Gn 3.15)

Génesis 3:15 NBLA

15 »Pondré enemistad Entre tú y la mujer, Y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, Y tú lo herirás en el talón».

Reafirmada con una promesa de bendición a Abraham para todas las naciones (Gn 22.18)

Génesis 22:18 NBLA

18 »En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque tú has obedecido Mi voz»

Isaías anunció un Hijo que será Rey “príncipe de paz” Dios poderoso… (Is 9.6)

Isaías 9:6 NBLA

6 Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías anunció que “el Siervo del Señor” sería quebrantado para justificar a muchos, pero saldría victorioso al derramar su alma, y será exaltado (Is 53.10-12)

Isaías 53:10–12 NBLA

10 Pero quiso el Señor Quebrantarlo, sometiéndolo a padecimiento. Cuando Él se entregue a Sí mismo como ofrenda de expiación, Verá a Su descendencia, Prolongará Sus días, Y la voluntad del Señor en Su mano prosperará. 11 Debido a la angustia de Su alma, Él lo verá y quedará satisfecho. Por Su conocimiento, el Justo, Mi Siervo, justificará a muchos, Y cargará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, Yo le daré parte con los grandes Y con los fuertes repartirá despojos, Porque derramó Su alma hasta la muerte Y con los transgresores fue contado; Llevó el pecado de muchos, E intercedió por los transgresores.

A. El poder (dúnamis de Cristo)

Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento - Kittel δύναμαι, δυνατός, δυνατέω, ἀδύνατος, ἀδυνατέω, δύναμις, <1032,UT

Las palabras de esta familia tienen todas el sentido básico de

Jesucristo tiene el poder (la capacidad) de permanecer para siempre, a diferencia de los sacerdotes que morían y dejaban inconclusa su obra, y aún ellos mismos presentaban ofrendas y sacrificios por ellos mismos para ser justificados.

Él Señor Jesucristo fue al extremo de entregar Su vida como “ofrenda de expiación” para que el Señor quedara satisfecho por ser esta una vida santa y digna que paga por el pecado. (tiene la capacidad)

Con esto vemos el poder de esta vida, que posee la “calidad superior” para poder ser entregada a Dios como una “ofrenda perfecta” pues es justa, íntegra, y llena de buenos frutos, por la capacidad que tiene para hacer la obra de Dios.

Incluso, las obras de Cristo, pueden ser bien llamadas: “dúnamis” los milagros son la expresión de Su poder, la liberación de los pecadores y los que están en ataduras, refleja el poder de Cristo en acción y, por último, la máxima de ellas es la Resurrección.

2 Corintios 13:3–4 NBLA

3 puesto que ustedes buscan una prueba del Cristo que habla en mí. El cual no es débil para con ustedes, sino poderoso en ustedes. 4 Porque ciertamente Él fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en Él, sin embargo, viviremos con Él por el poder de Dios para con ustedes.

Romanos 1:4 NBLA

4 y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.

Así como podemos entender que Jesucristo llegó a la humanidad y mostró esa fragilidad en todos sentidos, para identificarse con Su pueblo, así, de esta manera, con Su resurrección, Él contrasta esta debilidad para manifestar Su poder, Su vida “Indestructible.”

B. Una Vida (La Escencia de Cristo)

Si bien la vida es definida como ese “aliento” que ha dado Dios a los seres para que existan con una mente, a diferencia del reino animal y las plantas.

La vida, en ese sentido es el mayor bien del que podemos disfrutar. Y la debemos ver como ese aliento que fluye constantemente en nosotros, hasta que el Señor determine que debe dejar de fluir, para que, al pasar por la muerte, será eterna.

Y con todo esto, la vida, nuestra vida es corta, frágil, corruptible, limitada, a veces inútil, y hasta frustrante, porque en la muerte vemos el castigo irremediable por el pecado, del cual, todos hemos participado y estamos sentenciados.

Mientras que la vida de nuestro Señor Jesucristo es diferente en calidad y escencia, pues no es solamente este aliento, sino que Él es el mismo ser del que procede este aliento.

Él tiene la vida, porque Él es la vida

Juan 5:26 NBLA

26 »Porque como el Padre tiene vida en Él mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en Él mismo;

Juan 14:6 NBLA

6 Jesús le dijo*: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.

Juan 10:17–18 NBLA

17 »Por eso el Padre me ama, porque Yo doy Mi vida para tomarla de nuevo. 18 »Nadie me la quita, sino que Yo la doy de Mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de Mi Padre».

C. Indestructible (Eterna)

La certeza que un creyente puede tener en la vida eterna, es en que Cristo Vive.

Aunque Cristo murió, como dijimos, por el castigo del pecado (no de Él, sino del nuestro) Él resucitó, volvió a tomar la vida que tenía en gloria, fue resucitado por el poder de Dios.

Esta es una vida, simplemente “indestructible” que no se puede “deshechar” y que continuará eternamente.

A diferencia de los sacerdotes débiles, corruptos, limitados y mortales, Cristo se levanta como un Titán para sostener la esperanza de los creyentes por medio de esta “vida indestructible. ”

Hebreos 7:23 NBLA

23 Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar,

En base a lo que Cristo es y nos enseña, vemos la vida como lo que realmente es… “un soplo, neblina, un abrir y cerrar de ojos”

Filipenses 3:7–11 NBLA

7 Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, 9 y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, 10 y conocerlo a Él, el poder de Su resurrección y la participación en Sus padecimientos, llegando a ser como Él en Su muerte, 11 a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos.