Despertar del Espiritu santo
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Sermón 1 Expositivo: "Un Avivamiento de Santidad"
Texto Base: 1 Pedro 1:15–16
"Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo."
Introducción
Introducción
Vivimos en tiempos donde la iglesia enfrenta una crisis de identidad: el mundo ha infiltrado nuestros pulpitos, hogares y corazones. Pero Dios está levantando un clamor profético, como en los días de Elías, diciendo: "¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?" (1 Reyes 18:21). Un avivamiento de santidad no es una opción; es un mandato divino. Hoy exploraremos siete señales de este mover, basadas en la Palabra.
1. La Santidad es un Llamado Divino (Levítico 20:26)
1. La Santidad es un Llamado Divino (Levítico 20:26)
"Y seréis para mí santos, porque yo, Jehová, soy santo..."
Dios no negocia su estándar. La santidad no es legalismo, es separación para Él. Como Israel fue apartado de Egipto, la iglesia debe salir de la complacencia (2 Corintios 6:17). El avivamiento comienza cuando reconocemos que fuimos redimidos para reflejar Su carácter.
2. La Convición del Espíritu Santo (Juan 16:8)
2. La Convición del Espíritu Santo (Juan 16:8)
"Y cuando él [el Espíritu] venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio."
El verdadero avivamiento nace cuando el Espíritu expone el pecado. Como en Pentecostés (Hechos 2:37), los corazones son traspasados. Hoy, muchos claman: "¿Qué debo hacer?" (Hechos 16:30). Sin convicción, solo hay emocionalismo vacío.
3. Arrepentimiento Genuino (Hechos 3:19)
3. Arrepentimiento Genuino (Hechos 3:19)
"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados..."
El arrepentimiento no es remordimiento; es un giro radical. Como David en el Salmo 51, es llorar por el pecado, no por sus consecuencias. El avivamiento en Nínive (Jonás 3:5) muestra que incluso una nación puede cambiar cuando hay quebrantamiento.
4. Separación del Mundo (Romanos 12:2)
4. Separación del Mundo (Romanos 12:2)
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos..."
La santidad es confrontativa. Lot perdió todo por mezclarse con Sodoma (Génesis 19). Pero Daniel y sus amigos decidieron no contaminarse (Daniel 1:8), y Dios los honró. El avivamiento requiere valentía para ser "luz" en las tinieblas (Mateo 5:14).
5. Consagración Total (Romanos 6:13)
5. Consagración Total (Romanos 6:13)
"Ni presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos a Dios como vivos de entre los muertos."
La santidad es entrega. Como el holocausto del Antiguo Testamento (Levítico 1:9), debemos ser "consumidos" en el altar. Jesús dijo: "El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí" (Mateo 10:38).
6. Pasión por la Presencia de Dios (Salmo 42:1–2)
6. Pasión por la Presencia de Dios (Salmo 42:1–2)
"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía."
El avivamiento no es solo moralismo; es hambre de Dios. Moisés rogó: "Muéstrame tu gloria" (Éxodo 33:18). Cuando la iglesia busca Su rostro (2 Crónicas 7:14), el fuego de Su presencia quema la mundanalidad.
7. Impacto Transformador (Hechos 4:13)
7. Impacto Transformador (Hechos 4:13)
"Y al ver el denuedo de Pedro y Juan... se maravillaban, y les reconocían que habían estado con Jesús."
La santidad es contagiosa. El avivamiento en Antioquía (Hechos 11:26) hizo que los discípulos fueran llamados "cristianos" (seguidores de Cristo). Cuando vivamos como Él, el mundo verá Su poder (Mateo 5:16).
Conclusión: El Estandarte de la Santidad
Conclusión: El Estandarte de la Santidad
Isaías 59:19 dice: "Cuando el enemigo viniera como río, el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él." La santidad es esa bandera. Hoy, Dios pregunta: "¿Quién estará de mi parte?" (Éxodo 32:26).
Respuesta:
Examínate: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe" (2 Corintios 13:5).
Clama: Como el salmista: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio" (Salmo 51:10).
Comprométete: "Esforzaos por entrar por la puerta angosta" (Lucas 13:24).
El avivamiento no viene con fórmulas, sino con fidelidad. ¡Que la iglesia diga: "Heme aquí, envíame a mí!" (Isaías 6:8). Amén.
Sermón 2 Expositivo: "Volviendo al Camino Antiguo"
Texto Base: Jeremías 6:16
"Así dice el Señor: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestra alma."
Introducción
Introducción
Hermanos, estamos en tiempos donde la iglesia ha perdido su rumbo. Como Lutero profetizó, el mensaje puro del evangelio se ha diluido en un cristianismo cómodo y centrado en el hombre. Pero Dios nos llama a regresar a las "sendas antiguas": al arrepentimiento, la santidad y la entrega radical. Hoy, confrontaremos siete verdades urgentes para volver al corazón del evangelio.
1. La Necesidad de un Examen Personal
1. La Necesidad de un Examen Personal
"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos." (2 Corintios 13:5).
David clamó: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón" (Salmo 139:23). Los puritanos vivían en constante autoexamen, odiando el pecado escondido. Hoy, muchos han reemplazado la convicción por la complacencia. ¿Cómo está tu corazón? ¿Hay orgullo, egoísmo o amor al mundo? Sin un diagnóstico honesto, no hay cura.
2. El Llamado al Arrepentimiento Genuino
2. El Llamado al Arrepentimiento Genuino
"Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados" (Hechos 3:19).
Los reformadores predicaban un arrepentimiento que transformaba vidas, no solo emociones. Juan Owen decía: "El pecado no mourá en ti si no mueres diariamente al pecado." ¿Has llorado por tu pecado como David (Salmo 51)? La iglesia primitiva se arrepentía con lágrimas; nosotros justificamos nuestros errores.
3. La Santidad como Prioridad
3. La Santidad como Prioridad
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14).
Dios es santo (Levítico 19:2), y Su pueblo debe reflejar Su carácter. Los puritanos vestían modestia, hablaban con pureza y vivían en integridad. Hoy, el mundo ha entrado en la iglesia: entretenimiento, modas impías y lenguaje corrupto. ¡Sin santidad, nuestro culto es ruido!
4. La Renuncia al Materialismo
4. La Renuncia al Materialismo
"No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo" (1 Juan 2:15).
Cristo advirtió: "¿Qué aprovechará al hombre si gana el mundo y pierde su alma?" (Marcos 8:36). Los santos de antaño vivían con lo necesario; hoy, el "evangelio de prosperidad" ha cautivado a muchos. ¿Buscas el reino de Dios o el éxito terrenal? El materialismo ahoga la semilla de la Palabra (Mateo 13:22).
5. La Devoción en la Oración Secreta
5. La Devoción en la Oración Secreta
"Tú, cuando ores, entra en tu aposento y cierra la puerta" (Mateo 6:6).
Lutero pasaba horas en oración; los puritanos madrugaban para buscar a Dios. Hoy, nuestras oraciones son rápidas y egoístas. ¿Dónde están los intercesores que claman como Jacob: "No te soltaré hasta que me bendigas" (Génesis 32:26)? Sin oración, no hay poder.
6. El Estudio Profundo de la Palabra
6. El Estudio Profundo de la Palabra
"Escudriñad las Escrituras, porque ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5:39).
Los reformadores memorizaban libros enteros de la Biblia. Hoy, muchos creyentes se alimentan de sermones de 5 minutos en redes sociales. Pablo ordenó a Timoteo: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado" (2 Timoteo 2:15). La Biblia no es un libro de frases motivacionales; ¡es fuego y espada (Hebreos 4:12)!
7. El Celio por la Pureza del Evangelio
7. El Celio por la Pureza del Evangelio
"¡Ay de mí si no predico el evangelio!" (1 Corintios 9:16).
Los puritanos predicaban contra el pecado sin temor al hombre. Sibbes decía: "El evangelio suave produce cristianos blandos." ¿Por qué callamos ante la inmoralidad, la injusticia y la apostasía? Como Elías, debemos clamar: "¿Hasta cuándo claudicaréis entre dos pensamientos?" (1 Reyes 18:21).
Conclusión: Un Llamado a la Acción
Conclusión: Un Llamado a la Acción
Jeremías 6:16 promete "descanso para el alma" al volver al camino antiguo. Hermanos, es hora de:
Examinarnos frente al espejo de Dios.
Arrepentirnos con lágrimas.
Buscar la santidad como meta.
Renunciar a los ídolos modernos.
Orar con fuego.
Estudiar la Palabra con hambre.
Defender el evangelio con celo santo.
¡Que Dios nos levante como reformadores en esta generación! "El justo será memorable para siempre" (Salmo 112:6). Amén.
Sermón 3 Expositivo: "El Hacha y el Aventador de Cristo – Un Llamado a la Purificación"
Texto Base: Mateo 3:10-12
Introducción
Introducción
Juan el Bautista no presentó a Jesús como un mero consolador pasivo, sino como un Juez y Purificador. Con imágenes vívidas—un hacha y un aventador—anunció una venida de Cristo que confrontaría el pecado y exigiría santidad. Hoy, esta verdad sigue siendo urgente. Analicemos siete aspectos de esta profecía que desafían nuestra vida espiritual.
1. El Hacha en la Raíz: Juicio Inminente (Mateo 3:10a)
1. El Hacha en la Raíz: Juicio Inminente (Mateo 3:10a)
"El hacha está puesta a la raíz de los árboles..."
El hacha simboliza el juicio divino listo para actuar. No es un instrumento de poda superficial, sino de corte radical. Dios no se conforma con hojas de religiosidad (Marcos 11:13); exige frutos de justicia (Lucas 13:6-9). La raíz representa el corazón del hombre (Proverbios 4:23). Cristo viene a examinar lo oculto: motivaciones, idolatrías, pecados arraigados. ¿Estamos listos para este escrutinio?
2. El Criterio del Fruto (Mateo 3:10b)
2. El Criterio del Fruto (Mateo 3:10b)
"...todo árbol que no da buen fruto es cortado..."
El "buen fruto" no son obras humanas, sino evidencia de vida transformada (Gálatas 5:22-23). Jesús maldijo la higuera estéril (Marcos 11:21), ilustrando que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:26). La tibieza—como la de Laodicea (Apocalipsis 3:16)—es intolerable para Dios. El fruto genuino nace de permanecer en Cristo (Juan 15:4-5).
3. El Fuego de la Condenación (Mateo 3:10c)
3. El Fuego de la Condenación (Mateo 3:10c)
"...y echado al fuego."
El fuego representa el juicio eterno (Apocalipsis 20:15). Juan advierte que no todos son hijos de Dios (Juan 8:44); algunos son "paja" destinada al fuego. Esta verdad contrarresta el universalismo moderno. Hebreos 10:31 recuerda: "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!". La misericordia de Dios se extiende hoy, pero su justicia llegará (2 Pedro 3:9-10).
4. El Aventador: Separación Definitiva (Mateo 3:12a)
4. El Aventador: Separación Definitiva (Mateo 3:12a)
"Su aventador está en su mano..."
El aventador era una pala que lanzaba grano al viento para separar trigo de paja. El Espíritu Santo es ese viento que revela la verdadera naturaleza de cada corazón (Juan 16:8). En la parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:30), Jesús enseña que la separación final será su obra, no la nuestra. Hoy es tiempo de examinarnos (2 Corintios 13:5).
5. El Granero y el Fuego Inextinguible (Mateo 3:12b)
5. El Granero y el Fuego Inextinguible (Mateo 3:12b)
"...recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja..."
Dos destinos eternos: los redimidos ("trigo") entrarán al gozo del Señor (Mateo 25:21), mientras los impenitentes ("paja") enfrentarán el lago de fuego (Apocalipsis 21:8). La imagen del "fuego inextinguible" subraya la eternidad del castigo (Marcos 9:43-48). Esta doctrina, aunque difícil, debe predicarse con fidelidad (Hechos 20:27).
6. La Urgencia del Arrepentimiento (Mateo 3:8)
6. La Urgencia del Arrepentimiento (Mateo 3:8)
"Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento."
Juan no solo anunció juicio, sino un camino de escape: arrepentimiento. Es más que remordimiento; es un cambio radical (Hechos 3:19). Como Nínive (Jonás 3:5), debemos humillarnos. Dios promete: "Si se humillare mi pueblo... yo sanaré su tierra" (2 Crónicas 7:14).
7. La Unción Necesaria para Predicar esta Verdad
7. La Unción Necesaria para Predicar esta Verdad
Juan era "voz que clama en el desierto" (Mateo 3:3). Hoy, muchos prefieren "palabras suaves" (Isaías 30:10), pero la unción genuina convence de pecado (Hechos 2:37). Pablo advirtió: "Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios" (Hechos 20:27). Necesitamos predicadores valientes como Elías (1 Reyes 18:21), no mercaderes de la fe (2 Pedro 2:3).
Conclusión: ¿Qué Harás ante el Hacha y el Aventador?
Conclusión: ¿Qué Harás ante el Hacha y el Aventador?
Cristo no vino para bendecir nuestro pecado, sino para salvarnos de él (Mateo 1:21). Hoy es día de rendir raíces de amargura (Hebreos 12:15), fornicación espiritual (Santiago 4:4) y toda hipocresía. Como David, clamemos: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio" (Salmo 51:10). El hacha está lista, el aventador en mano. ¡Que el fuego del Espíritu nos purifique ahora, antes del día del juicio!
Amén.
Sermón 4 Expositivo: "Un Llamado a la Santidad y la Purificación"
Sermón 4 Expositivo: "Un Llamado a la Santidad y la Purificación"
Texto Base: Salmo 51:10-12
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente."
Introducción
Introducción
Hermanos, hoy hablaremos sobre un tema urgente: la necesidad de un corazón quebrantado y purificado ante Dios. Muchos, incluso ministros y siervos consagrados, pueden caer en la tibieza espiritual sin darse cuenta. Pero cuando el Espíritu Santo nos confronta, debemos responder con humildad y arrepentimiento.
1. La Peligrosa Ilusión de la Autosuficiencia Espiritual
1. La Peligrosa Ilusión de la Autosuficiencia Espiritual
"Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno." (Salmo 139:23-24).
El peligro más grande no es el pecado evidente, sino la autosuficiencia espiritual. Podemos creer que, por tener conocimiento bíblico o un ministerio activo, estamos bien con Dios. Pero, como David, debemos pedirle a Dios que nos examine. Ninguno es inmune al engaño del corazón (Jeremías 17:9).
2. El Engaño de una Vida Sin Quebrantamiento
2. El Engaño de una Vida Sin Quebrantamiento
"Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña." (Gálatas 6:3).
Muchos cristianos viven bajo la falsa seguridad de que, porque conocen la gracia, no necesitan confrontar su pecado. La gracia no es un permiso para la mediocridad, sino el poder para la santidad (Tito 2:11-12). Si no permitimos que el Espíritu Santo nos quebrante, nuestras raíces de pecado seguirán creciendo.
3. La Infiltración Silenciosa del Mundo
3. La Infiltración Silenciosa del Mundo
"Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento." (Romanos 12:2).
El mundo no siempre entra en nosotros de manera violenta; a veces lo hace lentamente, a través de pequeñas concesiones: amor al confort, búsqueda de reconocimiento o entretenimiento disfrazado de adoración. Debemos preguntarnos: ¿Estoy siendo transformado o conformado?
4. El Verdadero Ayuno que Dios Desea
4. El Verdadero Ayuno que Dios Desea
"¿No es más bien el ayuno que yo escogí… que compartas tu pan con el hambriento…?" (Isaías 58:6-7).
El ayuno bíblico no es solo abstenerse de comida, sino romper cadenas de egoísmo y acercarse a Dios en oración. Usar el servicio social como excusa para evitar la disciplina espiritual es engañarnos a nosotros mismos. El ayuno sin oración es hambre; la oración sin ayuno es religiosidad vacía.
5. La Necesidad de una Rendición Total
5. La Necesidad de una Rendición Total
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios." (Romanos 12:1).
Dios no quiere solo una parte de nosotros, quiere todo. Muchos ministran, oran y dan, pero ¿están totalmente rendidos? El orgullo sutil, la comodidad y la autocomplacencia son enemigos silenciosos. Solo cuando nos postramos ante Él en humildad, experimentamos verdadera transformación.
6. La Purificación de la Adoración
6. La Purificación de la Adoración
"Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad." (Juan 4:23).
Dios está levantando un estándar en la adoración: nada de imitación del mundo, nada de espectáculo. La música en la iglesia debe exaltar a Cristo, no entretener. Pronto, lo que no sea santo será rechazado por un pueblo hambriento de Dios.
7. El Avivamiento Personal Precede al Avivamiento Colectivo
7. El Avivamiento Personal Precede al Avivamiento Colectivo
"Si se humillare mi pueblo… entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra." (2 Crónicas 7:14).
El avivamiento no comienza en el púlpito, sino en el corazón quebrantado. Si queremos ver un mover de Dios, primero debemos permitir que Él nos purifique. Dios está llamando a su pueblo a la santidad, no a la popularidad.
Conclusión
Conclusión
Hermanos, ¿estamos dispuestos a ser quebrantados? No basta con predicar; debemos vivir en santidad. No basta con cantar; debemos adorar en espíritu y verdad. Dios está limpiando su Iglesia, y debemos ser parte de esa purificación.
Que hoy sea el día en que digamos: "Señor, no retrocederé. Llévame hasta el final, hasta que tu fuego me purifique y tu gloria me cubra." Amén.
Sermón 5 Expositivo: "Dios Hará Algo Nuevo en la Música y en Su Pueblo"
Texto Base: Hebreos 12:14; 2 Crónicas 7:14; Hebreos 12:27
Introducción
Introducción
En un mundo donde la música y la adoración a menudo se diluyen con fines comerciales o superficiales, Dios está levantando un clamor por pureza y santidad. Como profetizó Isaías: "He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz" (Isaías 43:19). Este mensaje no es solo sobre música, sino sobre un avivamiento de santidad que transformará corazones, iglesias y naciones.
1. La Purificación de la Música como Señal de Avivamiento
1. La Purificación de la Música como Señal de Avivamiento
"Cantad a Jehová cántico nuevo..." (Salmo 96:1).
Dios está removiendo la frivolidad de la alabanza. Como el salmista David, quienes ministran serán "varones según mi corazón" (Hechos 13:22). El testimonio de músicos que ahora escriben "de rodillas" confirma que el Espíritu Santo está restaurando la adoración como sacrificio agradable (Romanos 12:1).
2. La Santidad: Requisito para Ver a Dios
2. La Santidad: Requisito para Ver a Dios
"Seguid... la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14).
Este avivamiento no será emocional, sino radical. Cristo no negoció con el pecado (Juan 8:11), y su Iglesia debe reflejar "gloria sin mancha" (Efesios 5:27). La santidad bíblica no es legalismo, es separación para Dios (2 Corintios 6:17).
3. Arrepentimiento Verdadero: Más que Lágrimas
3. Arrepentimiento Verdadero: Más que Lágrimas
"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar..." (1 Juan 1:9).
Dios demanda quebrantamiento, no rituales. Como en Ninevé (Jonás 3:5), el arrepentimiento genuino implica aborrecer el pecado (Proverbios 28:13). El altar no es un trámite; es un encuentro que transforma (Lucas 3:8).
4. El Espíritu Santo: Convictor y Transformador
4. El Espíritu Santo: Convictor y Transformador
"Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado..." (Juan 16:8).
El avivamiento será precedido por convicción profunda. No bastará con "orar una vez"; el Espíritu revelará la "extrema pecaminosidad del pecado" (Romanos 7:13) y la "gracia que santifica" (Tito 2:11-12).
5. Separación del Mundo: Un Llamado Radical
5. Separación del Mundo: Un Llamado Radical
"No améis al mundo..." (1 Juan 2:15).
Cristo lloró por Jerusalén (Mateo 23:37), no por los sistemas corruptos. Su pueblo debe salir de Babilonia (Apocalipsis 18:4), rechazando comodidad, avaricia y amistades impías (Santiago 4:4).
6. La Oración y la Humillación: Claves del Avivamiento
6. La Oración y la Humillación: Claves del Avivamiento
"Si se humilla mi pueblo... yo sanaré su tierra" (2 Crónicas 7:14).
Dios responde a corazones quebrantados (Salmo 51:17). Como en Pentecostés (Hechos 2), el fuego del avivamiento cae donde hay unánime oración (Hechos 1:14).
7. Lo Inconmovible en Medio del Caos
7. Lo Inconmovible en Medio del Caos
"Conmoveré cielo y tierra... para que permanezca lo inconmovible" (Hebreos 12:27).
Familias, iglesias y gobiernos serán sacudidos, pero el Reino de Dios permanece (Daniel 2:44). Los santos "no temerán" (Salmo 46:2), porque su fundamento es Cristo (1 Corintios 3:11).
Conclusión y Aplicación
Conclusión y Aplicación
El llamado es claro: "Prepárate para encontrarte con tu Dios" (Amós 4:12).
Examina tu adoración: ¿Es para Dios o para el entretenimiento?
Busca santidad: Rechaza todo pecado "como a víbora" (Hechos 28:6).
Persevera en oración: El avivamiento empieza en tu "aposento secreto" (Mateo 6:6).
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Apocalipsis 3:22). ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!
Oración Final: "Señor, conmueve nuestro corazón como a David. Purifica nuestra alabanza, quebranta nuestro orgullo y prepáranos para tu gloria. En el nombre de Jesús, ¡Amén!"
