TIEMPO DE REEDIFICACIÓN: LA ESTRATEGIA DE COMBATE.

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INTRODUCCIÓN:

En el estudio anterior, hablamos de Nehemías e Israel en el trabajo de reedificación de los muros de Jerusalen.
Vimos cuatro enseñanzas que podemos aplicar a nuestras vidas en tiempo de reedificación o de restauración que vivimos como iglesia y de manera personal.
Entre ellos:
I. CUANDO QUEREMOS REEDIFICAR EL ENEMIGO SE VA A OPONER.(Nehemías 4: 1-3).
II. A NTE LOS ATAQUE RESPONDER CON CONFIANZA, DEPENDENCIA Y ORACIÓN A DIOS. (Nehemías 4:4–6).
III. CUANDO ESTAMOS REEDIFICANDO, EL ENEMIGO NO SE QUEDARÁ TRANQUILO. (Nehemías 4:7, 8, 11)
IV. ANTES LA INSISTENCIA DEL ENEMIGO, DAR UNA REPUESTA APROPIADA.(Nehemías 4:9, 12-14).
Ahora debemos considerar que, el edificar los muro para aquellos judíos, sería para nosotros el hacer la obra de Dios en la iglesia, o pensar en la reedificación de nuestra comunióon con Dios, pero, conforme la guía de Dios. ¡Así que adelante!
Los versículos 15 al 23, nos enseñan que cuando estamos reedificando los muros de nuestra iglesia, de nuestra propia vida espiritual, debemos tener una estrategia de combate como lo hizo Nehemías con el pueblo de Israel.
Dios quiere que cuando estamos reedificando, tengamos nuestra confianza puesta en Él, y no en nuestros enemigos.
Con Nehemías aprendemos que debemos tener una estrategia de combate, mientras trabajamos en la reedificación de nuestra iglesia, familia, o nuestra propia vida.
Hay CUATRO ESTRATEGIAS de combates que utilizó Nehemías que debemos aprender y aplicar mientra reedificamos.
La primera estrategia de combate que aprendemos de Nehemias es:

I. FORTALECERNOS EN DIOS.(V.15-17).

Nehemías 4:15–17 RVR60
15 Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea. 16 Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá. 17 Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.
Nehemías y el pueblo a pesar de saber que el enemigo se había propuesto destruirles, la respuesta no fue el amedrentarse, sino todo lo contrario.
¡Nehemías y los suyos se fortalecieron en el Señor!
Y lo vemos porque avanzaron en la obra en una clara demostración de que la fe es real cuando la obra es también real, y conforme a esa fe.
Vemos que:
V. 15: … nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea.
V.16: … Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas…
V.17:… Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.
Entendamos pues que la primera acción en la estrategia de combate de Nehemías, estaba el buscar fortalecerse en el Señor.
Esto es algo que debemos hacer los cristianos también considerando que siempre estamos librando una batalla espiritual.
Pablo dice a la iglesia de Éfeso.
Efesios 6:10 RVR60
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Tenmos que tener conciencia de la enseñanza que aprendemos de Nehemías y el pueblo judío:
¡Ninguna estrategia cristiana prevalece sin la gracia de Dios!
Necesitamos fortalecernos en Dios para poder soportar la batalla y así avanzar.
La fortaleza en Dios le permitió al pueblo hacer la obra que les había sido encomendada.
Nehemías 4:16–17 RVR60
16 Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá. 17 Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada.
Y aunque necesitamos fe y dependencia de Dios, eso no significa abandonarse en una especie de raro misticismo, y no hacer nada práctico; algo así como un estoico: “sólo esperar a que Dios se mueva”.
Justamente por creer que Dios está en el asunto, es preciso levantarse y andar el camino!!
¡La fe se ve por las obras!
Santiago nos enseña que:
Santiago 2:17 RVR60
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Hermanos, la verdadera fe implica movimiento por parte del que tiene fe. Ese fue el caso de Nehemías y los suyos.
Ellos, viendo el peligro en el que estaban, decidieron hacer algo al respecto, además de confiar en Dios (lo cual siempre hicieron).
V.16a: … Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas…
Vemos, que una mitad de hombres trabajaba en la obra en sí, mientras que la otra mitad disponía de las armas requeridas para la protección de todos.
Es decir, que sin abandonar el trabajo en sí, no se dejaba de lado la protección.
Ahora pensemos,
¿Cómo lo podríamos trasladar a nuestra realidad como iglesia?
Pues de la siguiente manera:
Mientras unos están en la obra del Señor (predicando, enseñando, sirviendo), otros están en oración, cubriéndonos espiritualmente (Ef. 6: 12).
Efesios 6:12 RVR60
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Esto es algo muy fácil de entender y debería debería ser siempre la norma a seguir, especialmente cuando el enemigo está más activo que otras veces y eso sucede cuando estamos haciendo la obra.
El texto sigue diciendo:
V. 16b: … y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá.
Es importante ver que detrás de unos y otros, estaban los jefes de la casa de Judá, respaldándolos con su autoridad.
Hoy en día en la Iglesia no existen estos tipos de líderes como en el pueblo de Israel, sin embargo pensemos en los hermanos que sirven en la iglesia, los diáconos, los maestros, los que coordinan comisiones, los directivos de sociedades, de ellos se espera que por su madurez, sabiduría, y llamamiento en cuanto a responsabilidad espiritual, deben servir a los demás.
Por supuesto que también la figura del pastor/anciano, está incluida aquí, y dentro del contexto de iglesia local.
Aprendemos que,”Cuando estamos trabajando en la obra del Señor y el enmigo nos ataca, los líderes, los que Dios nos ha dado autoridad espiritual en la iglesia, no solo estamos para guiar sino también para respaldar el trabajo de aquellos a quienes estamos llamados a liderar”
Ahora, La forma que adoptaron para trabajar nos enseña que cuando estamos fortalecidos en el Señor y nuestra fe está puesta en Él, nuestro trabajo no solo se circunscribe(se limita) al trabajo encomendado.
Nehemías 4:17–18 RVR60
17 Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada. 18 Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí.
Podemos ver algo interesante aquí: ¡Los que estaban directamente al servicio de la obra, disponían de armas a mano!
Tenían su espada, para nosotros en la Biblia encontramos que la espada es un simbolo de la palabra de Dios.
Hebreos 4:12 RVR60
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Mientras trabajamos en la obra del Señor, necesitamos mantener su palabra en nuestras mentes y en nuestros corazones, la mantenemos presente en nuestras vidas mientras avanzamos.
¡Necesitamos la espada del Espíritu mientras libramos la guerra espiritual día a día en nuestra vida cristiana y como iglesia!
Efesios 6:17 RVR60
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Cuando estamos involucrados directamente en hacer la obra. necesitamos también la oración aunque estemos haciendo otra cosa al mismo tiempo.
Por eso Pablo nos enseña:(1 Ts. 5: 17)
1 Tesalonicenses 5:17 RVR60
17 Orad sin cesar.
Orar sin cesar implica el discernir la presencia del Señor en todo momento, como decía Elías:
“Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy” (1 Reyes 17: 1)
Entonces, las armas que tenemos mientras hacemos la obra del Señor, fortalecidos en él, y con fe y confianza en él, sabiendo la guerra espiritual que enfrentamos son:
¡La palabra de Dios(La espada del Espíritu) y la oración!
La segunda estrategia de combate que aprendemos de Nehemias es:

II. LA COORDINACIÓN DEL CUERPO.(V.19b-23).

“…y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí 19 Y dije a los nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. 20 En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros…21 Nosotros, pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que salían las estrellas. 22 También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra. 23 Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse”:
Esta estrategia de combate es muy importante:
¡Es una estrategia de coordinación y colaboración entre los diferentes miembros del cuerpo!
Miremos algunos detalles:
Nehemías no tenía la trompeta para dar la alarma, la tenía otro, pero que no estaba lejos o inaccesible, sino que estaba junto a él.
Nehemías no podía hacerlo todo; nosotros tampoco, es por eso que es importante delegar en lo que sea posible, sabiendo que el delegado tiene la autoridad del que delega, así como la responsabilidad.
2. Discerniendo el cuerpo, vemos que Nehemías reconocía un hecho: a causa de la magnitud de la obra, estaban todos muy dispersos a lo largo de ella.
Esto mismo debemos reconocer nosotros, que a causa de la magnitud de la obra de Cristo en nuestros días, estamos todos muy ocupados y a veces a distancia los unos de los otros, por lo cual el enemigo puede atacar en un punto determinado, con alevosía, como suele hacerlo, y tomarnos por sorpresa.
3. Nehemías fue más allá de sólo reconocer el problema, planteó una solución: “En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros.”:
El toque de trompeta iba a servir para alertar a todos, y para congregarlos a la batalla allí donde el enemigo estaba atacando.
Lo mismo debería ocurrir con el cuerpo de Cristo, cuando un miembro es atacado, el resto del cuerpo debería movilizarse en ayuda de éste, es evidente que haciendo así, esto ayudará a guardar la unidad del Espíritu, como nos enseña el apostol Pablo que deberíamos hacerlo (Ef. 4: 3).
Efesios 4:3 RVR60
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
Tenemos que tener presente este principio:
¡Nadie puede hacer la guerra por sí solo!
Pero esa es una estrategia del enemigo, quiere que estemos dsipersos, y nos hace creer que podemos enfrentar la guerra espiritual solos.
Debemo recordemos que la batalla es del Señor (1 Sam. 17: 47).
1º Samuel 17:47 RVR60
47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.
Por eso mismo, Nehemías recalca a su gente que. ¡Dios iba a pelear por ellos!
Esa verdad es también para nosotros:
¡Jesús ha prometido estar con nosotros! Mateo 28:20
Mateo 28:20 RVR60
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Y Pablo enseña a la iglesia de Roma, Romanos 8:31
Romanos 8:31 RVR60
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Así que mientras peleamos reedificamos y peleamos la batalla espiritual, debemos mantenernos unidos y confiando en que es Dios quien pelea con nosotros y pelea a favor de nosotros.
Esa verdad debe estar siempre presente en nuestras vidas familia y en la iglesia.

CONCLUSIÓN:

Es claro que mientras reedificamos y enfrentamos una guerra espiritual, que es constante y activa, debemos seguir la estrategia de combate de Nehemías:
Debemos fortalecernos en el Señor.
Debemos coordinarnos como un solo cuerpo.
Si lo hacemos así tendremos la victoria en nuestras manos, porque la victoria es de nuestro Dios:
Proverbios 21:31 RVR60
31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.
Vamos a orar.
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