De la gloria al Pesebre No.3

Introducción

Iniciamos nuestra serie "De la gloria al Pesebre" iniciamos considerando la divinidad de Cristo y luego consideramos su encarnación.

Hoy llegamos por fin al pesebre, el acontecimiento mas trascendental de la historia humana. "Dios fue manifestado en Carne". Nunca hubo un nacimiento mas maravilloso que este que celebramos en Navidad y es un acontecimiento sin precedentes porque abrió las puertas de la vida eterna para toda la humanidad.

Lucas es el evangelista que nos narra de una forma precisa y sobria la historia de Navidad. Leamos:

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 2

1Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 3E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 4Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Oremos.

Te bendecimos y te damos gracias, Señor Jesucristo, Señor y Dios nuestro, Creador y Redentor de la raza humana, por tu amor sobremanera grande al querer que el hombre que habías creado de manera maravillosa, fuera redimido de manera aún más maravillosa. Porque fue cuando todavía éramos enemigos tuyos, y la muerte había tiranizado por mucho tiempo a toda la raza humana, que tú recordaste tus ricas misericordias, y desde el lugar de tu habitación en la gloria, contemplaste este valle de lágrimas y de miseria.

Fue después de haber visto que la aflicción de tu pueblo era grande en la tierra, y que la carga de los hijos de Adán era muy difícil de llevar, que, conmovido interiormente por la ternura de tu bondad, te pusiste a pensar a favor nuestro en la redención y en la paz.

Porque, cuando la plenitud del tiempo llegó, tú mismo, la Aurora de lo alto, vino a visitarnos, y cumplió los deseos de los profetas, revistiéndose de nuestra propia carne, y apareciendo entre los hombres como verdadero Dios y verdadero hombre. Oh dulcísimo Jesús, brillantez de la gloria eterna, mientras más bajo te hiciste al asumir nuestra naturaleza, más exaltado nos pareces en tu bondad; mientras más vil te hiciste por nosotros, más amado has llegado a ser para nosotros.

Amen.

Al leer estos versículos de Lucas observamos: primero el Tiempo del nacimiento de Cristo, luego el el lugar y por último la manera en que nació. Vamos a considerar estos tres eventos en orden bajo tres encabezados que nos permitirán considerar tres lecciones sobre Dios que nos recuerda la Navidad: la soberanía de Dios, La providencia de Dios y la humillación de Dios.

1. La soberanía de Dios (El tiempo en el que nació Jesus)

Aconteció en aquellos días....

Navidad es una realidad histórica, ocurrió en un espació y en un tiempo determinado, lo podemos indagar en los registros históricos, Lucas quieres que Teofilo pueda ubicarse en un tiempo y en un lugar determinado. ¿Cuando sucedió?

Cuando se promulgó un edicto: (Todo el mundo debía ser empadronado, censo, contados todos en el Imperio Romano).

Este censo decretado por Augusto Cesar y que fue administrado por Cirenio gobernador de Siria. La fecha según los historiadores es el Año 5 A.C. antes de la Muerte de Herodes en Abril del año 4. el censo era la manera de saber cuanta gente había, para imponer más impuestos y como estrategia militar para llamar mas hombres a la guerra.

Todo Judío estaba incluido en este edicto, ellos estaban bajo el poder del imperio Romano, Israel no era una nación independiente, ellos estarían pensando que Dios había olvidado sus promesas, Recordemos desde Genesis decía::

“No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.” (Génesis 49.10)

Fue en este tiempo, cuando la esperanza de los creyentes estaba deshaciéndose en angustia por la tiranía de la Pax Romana que Dios nos trajo un salvador.

Dios estaba guiando la historia para traer un redentor a su pueblo, en medio de un reino dividido y en medio de la disciplina de Dios en el tiempo de los profetas, Dios había mostrado a Daniel cuantos imperios vendrían y como sería el ultimo imperio que daría lugar a la entrada del Mesías:

“Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.” (Daniel 2.40)

Ya había pasado Babilonia, Persia, Grecia y ahora estaba el peor y mas sangriento de todos: Roma ... A pesar de la mucha educación, filosofía, arquitectura y ciencia acumulada durante 4 imperios, Roma tenía pies de barro, su sabiduría lo aparto de la razón:

1 Corintios 1.21 RVR60

Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

Fue en este tiempo, en que el Mesías apareció para intervenir en la historia y traer esperanza. Dios soberanamente había decretado esto y estaba ordenando todas las cosas para traer a su hijo al mundo.

Recordemos que en este momento Israel estaba siendo gobernada por Herodes, un Idumeo descendiente de Esau quien persiguió a Jacob. Y la historia de Jacob ahora se consuma en la cruz.

Fue en el tiempo Justo, en medio de gran opresión, en medio de un censo para cargar más al pueblo de Israel, en medio de la noche mas oscura de la humanidad, la que Dios decidió traer gran luz.

Aprendemos que:

Los tiempos están en las manos de Dios: “En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.” (Salmo 31.15,)

En Israel nadie podría decir, este es nuestro tiempo, la liberación vendrá, el reino de Dios va avanzar como nunca, la gracia salvadora prometida a Abraham alcanzara a las naciones, no podían decirlo con certeza, pero así era.

Al contemplar la manera soberana en que Dios controla los tiempos, no tenemos que estar ansiosos, tenemos un Dios soberano en cuya mano están nuestros tiempos. Podemos confiar en Dios siempre, el gobierna el curso de la historia para el beneficio de su pueblo. Dios sabe cuando enviar alivio.

Dios gobierna sobre nosotros. El destino de la iglesia esta en su mano, las puertas del Ades no prevalecerán contra nosotros y todas las cosas aun cuando no lo entendamos hoy, están ayudándonos a Bien, todo esta colaborando para traernos salvación completa, permanente y eterna.

Cuando temamos, recordemos que Dios en su tiempo nos trajo ya un salvador. Navidad nos recuerda la Soberanía de Dios y:

2. La Providencia de Dios (El lugar donde Jesus Nació)

Jesús no nació en Nazaret, el lugar donde vivían sus padres, sino en Belen, la Ciudad de David: “Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir corriendo a Belén su ciudad, porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual.” (1º Samuel 20.6), Este era lugar de pastores, “Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.” (1º Samuel 17.15)

Dios había decretado que nacería en Belen:

Miqueas 5.2 RVR60

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Y así ocurrió. Todos los decretos de Dios se llevaran a cavo en el tiempo. de manera exacta.

Era improbable que esta familia pobre y en cinta se moviera a Belen que esta a 140 Kilómetros de Nazaret, así que Dios permitió un imperio, permitió que el corazón de Cesar se endureciera más mas contar la gente y pedir mas impuestos, para presionar a María y a José a ir a Belen. Toda la familia debía ir a empadronarse para los censos Romanos. Para este entonces José y María ya eran esposos.

Dios el Padre decidió que su hijo nacería en Belen, el hijo quizo deliberadamente escoger nacer en la ciudad de David. Así fue ordenado y así sucedió.

Dios guía el corazón de los reyes y traza el curso de la historia como el quiere, aunque los hombres actúan libremente, Dios esta en control y hace lo que quiere.

María y Jose, tuvieron que salir de Nazaret a Belen por decreto de Cesar pero por decreto ultimo de Dios, ellos como personas piadosas, nunca pensaron en rechazar la orden del emperador en un asunto que no era contrario a la voluntad de Dios.

Pero notemos que Ni el emperador, ni su gobernador imaginaban que ellos estaban cumpliendo los propósitos de Dios para la historia humana, ellos estaban colaborando para traer el reino de Dios a la tierra, un reino que acabará para siempre con su imperio y su idolatría.

Miqueas 5.2 RVR60

Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.

Hermanos, ¿no es alentador esto?

Dios gobierna providencialmente todo, nada ocurre sin su voluntad. No debemos inquietarnos por la conducta de los gobernantes de las naciones. La reforma tributaria, las decisiones libres de nuestros gobernantes, están bajo el control soberano de Dios. Ningún rey con todo su poder pueda actuar independiente de Dios, todos llevaran a cavo la voluntad de Dios, a pesar de que son agentes libres.

Eclesiastés 5.8 RVR60

Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.

Todas nuestras circunstancias están siendo guiadas y diseñadas por una mano mas alta, la de nuestro Dios y Rey.

Vivamos con los ojos de la fe, no vivamos por vista. Seamos consciente de la mano que lo guía todo, lo gobierna todo para la alabanza de su gloria. Cuando tu alma se inquiete, recuérdale quien es Dios:

Salmo 42.5 RVR60

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Dios guía dirige y gobierna todas las cosas y cumplirá su propósito eterno de traer su reino a la tierra de manera plena y gloriosa. Tenemos un Dios bueno bondadoso y sabio que hace lo que quiere para su gloria y para nuestro beneficio.

Navidad nos recuerda la soberanía, la providencia de Dios y....

3. La humillación de Dios (La manera en que Jesus Nació)

Todos esperamos que nuestros hijos, nazcan en las mejores condiciones, aun la sociedad recibe a los niños con regalos, shower, etc.

¿como nació Jesus?

“No había lugar para ellos en el mesón”.

No se debió a que el mesonero fuese cruel o inhospitalario, sino porque el mesón ya estaba lleno.

Miren este contraste:

“Salve, muy favorecida, el Señor es contigo” “No había lugar para ellos en el mesón”

“Será grande y será llamado el Hijo del Altísimo”. “Lo acostó en un pesebre”.

Sabemos que Dios guía deliberadamente todo y hace lo que quiere, vemos en Navidad como Dios decidió deliberadamente humillase.

Dios pudo haber guiado la historia para que su amado hijo naciera en un palacio, con poder, pompa y gloria; Hubiera sido un gran naciemiento.

Pero Dios el hijo, quizo tomar nuestro lugar, nuestra miseria, y literalmente se despojó de su gloria y tomo el lugar de un hombre miserable. Este amor sobrepasa todo entendimiento. Dios al que todos los Angeles servían y se inclinaban, ahora esta naciendo en un establo de Belen, esta siendo puesto, no en una cuna, sino en un comedero de animales.

Jesus, durante toda su vida se hizo pobre para enriquecemos:

2 Corintios 8.9 RVR60

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

A nadie le gustaría nacer en estas condiciones, nos quejaríamos su durmiéramos en el piso y mas si eres una mujer y estas por dar a luz un hijo, nos pensamos merecedores de algo de comodidad, no pensamos merecedores de un regalo y una buena comida de Navidad.

Pero la noche de navidad nos recuerda cual es nuestra verdadera condición y lo en verdad merecemos "miseria y miseria eterna". Tal fue el amor de Dios que se hizo hombre para humillarse al tomar nuestra miserable condición. Johann Heermann escribió:

Por mí, querido Jesús, fue tu encarnación,

tu mortal dolor y la ofrenda de tu vida;

tu muerte de angustia y tu amarga pasión,

todo, por mi salvación.

Así de arruinados estamos los hombres, aunque ostentemos tener algo de comodidad, paz, seguridad y riqueza, sin Cristo esta es nuestra verdadera realidad:

“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3.17, RVR60)

Si Jesus esta fuera de la vida de un hombre, esta es su verdadera condición, privación y desolación. Pero la noticia increíble de Navidad es que el Se hizo pobre para enriquecemos:

“Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.” (Apocalipsis 3.18, RVR60)

Dios el hijo deliberadamente tomo nuestra miseria y se humillo hasta la muerte y muerte de cruz, para que fuésemos justificados y seamos revestidos de su gloria.

¡¡¡ Que gracia, que increíble amor ¡¡¡ Dios el hijo condescendió por amor a nosotros.

Y que poder, que aun en su humillación, venció los poderes de pecado, y las tinieblas, venció en debilidad, para mostrara su gloria.

Cuando Dios nos llama a humillarnos, nos muestra primero su humillación. BERNARDO DE CLARAVAL (1090–1153) dijo: ¿Qué es más deplorable, más aborrecible, más digno de un castigo grave, que después de haber visto al Dios del cielo hacerse un niño, el hombre continúe esforzándose por glorificarse a sí mismo en la tierra? Si la Majestad se aniquiló a sí misma de ese modo, es una insolencia intolerable que un gusano de la tierra se hinche y se infatúe.

Navidad nos recuerda la soberanía de Dios, la providencia de Dios y la humillación de Dios.

Por tanto...

Navidad nos recuerda la GLORIA DEL EVANGELIO.

Dios planeo desde la eternidad salvar a su pueblo, este plan fue ejecutado en el tiempo y este plan consistía en la humillación de Dios para rescatar a los suyos.

Dios nos mostra en Navidad que los tiempos estan en su manos, que en su providencia esta guiando todas las cosas para que le conozcamos y le adoremos, su deseo es salvar, su deseo es tener compasión y misericordia.

Navidad nos recuerda que Dios, el soberano Dios, el que controna y domina todo se acordó de nuestra miseria y nos ha dado un poderoso salvador.

Jesus es la única esperanza para todo hombre en Adan. Todo otro regalo decepcionará. Si tu esperanza está en Él, no sólo en el Bebé que nació en el pesebre, sino en el poderoso Cristo resucitado de entre los muertos y que vendrán en poder y gloria a reinar, puedo asegurarle que nunca te decepcionará en este mundo o en el venidero.

Dice Spurgeon:

¡Qué sabiduría es manifestada en el plan de redención en el cual el Dios encarnado es el centro! ¡Qué amor es allí revelado! ¡Qué poder es el que trajo el Ser divino desde la gloria al pesebre! ¡Solo la omnipotencia podría haber hecho una maravilla tan grande! ¡Qué fidelidad a las antiguas promesas! ¡Qué veracidad en guardar el pacto! ¡Qué gracia, y aun así, qué justicia! Pues fue en la persona del niño recién nacido que la ley debía ser cumplida, y en su precioso cuerpo de la venganza hallar recompensa por las injurias hechas a la divina justicia. Todos los atributos de Dios fueron en ese pequeño niño maravillosamente exhibidos y velados.

Dios nos mostró en Navidad que los tiempos están en su manos, que en su providencia esta guiando todas las cosas para que le conozcamos y le adoremos, su deseo es salvar, su deseo es tener compasión y misericordia.

Como vuelve a Decir Spurgeon:

Ya no podemos pensar que Dios está sentado en lo alto, indiferente a los deseos y dolores de los hombres, pues Dios nos ha visitado y ha descendido a la humildad de nuestro estado. Ya no necesitamos lamentarnos de que nunca podremos participar en la gloria y pureza de Dios, pues si Dios en gloria descendió a su criatura pecaminosa, es ciertamente menos difícil llevar a esa criatura lavada con la sangre y purificada por el camino celestial, que el redimido pueda sentarse sobre su trono. Ya no soñemos en sombría tristeza de que no podemos acercarnos a Dios a fin de que él pueda realmente oír nuestras oraciones y lamentarse de nuestras necesidades, viendo que Jesús se hizo hueso de nuestros huesos y carne de nuestra carne, nacido como un bebé así como nosotros nacemos, viviendo como un hombre así como nosotros debemos vivir, cargando las mismas dolencias y tristezas, y doblando su cabeza a la misma muerte.

En Navidad la soberanía de Dios, la providencia de Dios y la humillación de Dios nos recuerda que Jesus es todo lo que necesitamos. Dice Calvino:

“Al ver la salvación en plenitud,

cada una de sus partes

se halla en Cristo;

debemos, pues, ser cautelosos,

no sea que derivemos una ínfima gota

de algún otro lugar.

Pues si buscamos salvación, el mismo nombre de Jesus

nos enseña

que él la posee.

Si buscamos otros dones del Espíritu,

en su unción se encuentran;

Fortaleza en su dominio;

en su concepción, pureza;

y dulzura en su nacimiento,

donde en todo aspecto fue como nosotros,

para aprender a sentir nuestro dolor:

Si buscaos redención, se halla en su pasión;

Si absolución, se encuentra en su condena;

y en su propia cruz hay libertad de la maldición.

Si satisfacción del pecado,

en su sacrificio lo hallaremos;

y en su sangre la purificación.

Si queremos reconciliación,

por ella él descendió al infierno.

Para vencer el pecado hay que saber

que en su tumba fue enterrado.

Su resurrección nos trae nueva vida,

y la inmortalidad a ese don viene unida.

Y si hallar también anhelamos

herencia en el reino celestial

por su entrada allí ya está asegurada,

junto con nuestra protección, seguridad,

su abundante bendición:

todo esto fluye de se trono real.

La suma de todo es esto:

aquellos que buscan

tal tesoro de bendición de todo especie

en nadie más pueden halarlas,

sino en él;

pues todas se nos conceden solo en Cristo”.

oremos.