Jusus y los Niños

Bautismo   •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 1,219 views

Jesus bendice a los niños

Notes
Transcript
Handout

Introducción:

Cuando ves a una persona que no se deja llevar por sus emociones enojada, es difícil borrar de la mente esta escena. Jorge mi papá era un hombre muy ecuánime por el cual tenia un profundo amor y respeto. Solo dos veces en mi vida lo vi enojado o indignado contra mi y en esas dos veces me dejo claro dos lecciones que nunca he olvidado: la primera que yo no era el centro de atención de la familia y la segunda, que me amaba entrañablemente.
En el texto que vamos a considerar esta mañana, tenemos una historia memorable que fue narrada por Mateo, Marcos y Lucas, quienes recordaron el día en que Jesus se indigno con sus discípulos y les enseño una profunda lección sobre él y su reino.
Vamos a considerar: 1. Lo que Indigno a Jesus 2. Lo que nos enseña de Jesus 3. La enseñanza de Jesus. Espero que este sermón nos llene de consuelo a todos y sea memorable para los padres que hoy traerán por fe a sus hijos a Jesús.

1. Lo que Indigno a Jesus

Marcos en los primeros 8 capítulos de su evangelio ha estado respondiendo a la Pregunta ¿Quien es Jesus? la conclusión esta en el 8:29 "Tu eres el Cristo, el hijo del Dios viviente"; Luego del capitulo 8 al 16 responde a la pregunta ¿que clase de Jesus es este? inicia con las palabras de Jesus anunciando su muerte, Marcos nos muestra que él es el mesías, el salvador que fue rechazado por su pueblo; las enseñanzas de Jesus eran del todo opuestas al punto de vista del mundo, vemos a los apóstoles escandalizados con su enseñanza sobre el matrimonio, luego los vemos escandalizados con su enseñanza sobre los bienes, y como un sandwich tenemos su indignación con ellos por rechazar a los niños. Ellos ya le habían escuchado decir: 9:33-37 "El que reciba a un niño como este, me recibe a mi" y al parecer ellos eran tardos para aprender las lecciones del reino, igual que nosotros.
Isaías 55.8–9 RVR60
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Este es un punto a favor de la inspiración de la escritura, y de lo fidedigno del testimonio apostólico. Nadie quiere publicar una selfie donde sale mal; los tres evangelios dan testimonio de cuan endurecidos eran sus corazones y cuan grande fue la paciencia, la misericordia y la compasión del Señor para ellos.
Veamos lo que paso y porque Jesus se indigno con ellos:
Marcos 10.13 RVR60
Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
Esto ocurrió en Judea, al otro lado del Jordan. Los padres y es posible que sus parientes cercanos, estaban llevando a sus niños a Jesus, Lucas 18.15 sugiere que habían niños de brazos entre ellos.
El propósito al llevarles era para que los tocara. Marcos infiere que sus lectores saben a que se refiere. No era un rito mágico, no era que al tocarlos ocurría alguna cosa especial misteriosa, tocar es sinónimo de bendecir y el la ación de Jesus lo aclara: 16Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
En el A.T. vemos un ejemplo de esto: “Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,” (Génesis 48.14–15, RVR60)
Esto que los patriarcas hacían fue un patrón que siguió el pueblo de Israel, hasta el tiempo de Jesus era común ver a los sacerdotes en el día de la expiación, imponiendo manos sobre los niños, intercediendo por ellos, para que no se apartara del camino de la justicia y para que crecieran con una plena comprensión del conocimiento de la ley.
Estos padres estaban de alguna manera reconociendo a Jesus como un sacerdote que podía bendecir a sus hijos. Jesus responde a la fe de estos padres e intercede por sus hijos. Estos padres piadosos anhelaban la bendición de Dios sobre sus hijos y los estaban guiando a la persona correcta, a la fuente de quien fluyen todas las bendiciones del pacto de Dios con su pueblo.
Mientras estas personas querían presentar a sus hijos a Jesus, sus discípulos los reprendían, exigiéndoles que no molestaran al Señor. No conocemos lo que les motivo a hacer esto, pero por el contexto vemos que ellos se sentían superiores, eran orgullosos, los vemos disputando el primer lugar en el reino, se peleaban por quien era el mayor entre ellos; así que como se sentían tan importantes, pensaron que ellos y su maestro no tenía porque perder el tiempo con gente tan poco importante como los niños.
Pero esto indigno al Señor, él no les da las gracias, él no les habla apaciblemente como si esto no importara, el se enoja. Teneos un ejemplo del uso de la palabra indignó en (Mar 10.41) “Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.
Mientras que los diez discípulos sintieron indignación por su celo pecaminoso al querer lo que los dos hermanos estaban pidiendo. Jesus esta sintiendo celo, enojo e indignación santos, por la gloria del Padre que esta siendo manchada por la actitud de sus discípulos.
Dios se deleita en salvar y es algo muy grave impedir que alguien venga a Cristo, él es el único camino de salvación para todo hombre, adulto o niño. Dios envió a Jesus para salvar a los pecadores para su gloria y los discípulos estaban estorbando el camino de aquellos que estaban siendo traídos a los pies del salvador. Todo hombre en Adan necesita salvación, sea niño o adulto y solo Cristo Salva y se deleita en salvar y se indigna cuando un pecador es estorbado para venir a él.
¿Cuantos de nosotros hemos sido un estorbo, un tropiezo para que otros se acerquen a Cristo? tal vez con nuestro ejemplo, con nuestra profesión de fe falsa, con nuestra incredulidad a la palabra de Dios. Tal vez pienses que con tu frialdad en tu devoción a Dios no estas haciendo ningún mal, pero con tu hipocresía estas estorbando el camino para que otros vengan al Señor.
Dice Spurgeon: ¡Señor, sálvame de ser un participante en los pecados de otros hombres, y especialmente de ser en alguna medida la causa de la destrucción de otro hombre! ¡Oh estar limpio de la sangre de todos los hombres! Dios no quiera que seamos cómplices en el asesinato de las almas...
Que Dios nos ayude, a evitar este gran pecado de impedir que otros vengan a Cristo. Esto es algo que indigno a Jesus. Es algo que no da gloria a Dios, quien se deleita en salvar. He aquí el encargo de Dios para su profeta:
Ezequiel 33.11 RVR60
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
Jesus en su indignación reprende a los discípulos, por estorbar a estos pares que traían sus hijos a él. Ya vimos la indignación de Jesus, veamos ahora:

2. Lo que nos enseña de Jesus

Para el tiempo de Jesus, los niños y las mujeres no gozaban de mucha estimación por parte de la sociedad Judía. No eran considerados personas importantes, ellos debían mantenerse lejos de la vista de los adultos. Entender esto es difícil, vivimos en una sociedad que se ha ido al otro extremo, al punto de convertir a los niños en ídolos. La idolatría se manifiesta en la firma en que son tratados, es decir: como pequeños dioses que hay que tener a como de lugar (hasta las parejas homosexuales desean uno), la gente quiere uno para servirles, para ofrecerles ofrenda y para aprender de ellos. Aun en las iglesias hay gente que piensa que los niños puede ir solos a Jesus, los dejan con una cuidadora pretendiendo que ellos se educan solos, aprenden solos, que no necesitan atención y ni disciplina, creen que son pequeños ídolos a quien deben servir, no pequeños pecadores que necesitan ser redimidos y guiados a Cristo - es el extremo de lo que pensaba la sociedad Judía, que los veía como gente insignificante.
De hecho para la gente de nuestra sociedad es difícil aceptar la enseñanza de Jesus en cuanto al cuidado y responsabilidad que demandan los niños. Somos como los discípulos, tardos de corazón para entender que ellos son pecadores, que necesitan atención diaria, disciplina y enseñanza diaria en la fe. No hacerlo es impedirles venir a Cristo.
Si eres negligente con respecto a instruir a tus hijos en el camino de la santidad, ¿será el diablo indulgente en cuanto a instruirlos en la senda de la maldad? No; si no les enseñas a orar, él les enseñará a maldecir, jurar y mentir. Si no se cultiva un terreno crecerá la maleza. JOHN FLAVEL
Recuerden que los niños nacen con una marcada predisposición al mal, y por lo tanto, si se les deja elegir a voluntad, es innegable que elegirán mal. La madre no puede decir cómo será su tierno infante—alto o bajo, débil o fuerte, sabio o necio. Podría ser cualquiera de estas cosas o ninguna—todo es incierto. Pero una cosa que la madre sí puede decir con certeza es que tendrá un corazón corrupto y pecador. Es natural que nosotros hagamos el mal … Nuestros corazones son como la tierra que hollamos; si se la deja, es seguro que producirá malas hierbas. J. C. Ryle
Jesus nos llama a no impedir o no estorbar el que los niños se acerquen a él, mostrando su gran interés en estos pequeños. Jesus lleva a estos niños a sus brazos y uno a uno los bendice, es una escena maravillosa. Aprendemos que Jesus esta interesado en los niños y ellos nos deben importar.
Jesus aun siendo un soltero, no ve a los niños como un estorbo, sino que los ve como parte importante en su ministerio. No son el todo de su ministerio, pero son importantes; no son lo mas importante para él, pero son muy importantes para él.
El les presta atención y les dedica tiempo. Algunos pueden pesar que los niños son demasiado pequeños para entender el mensaje del evangelio y que Jesus es una persona demasiado importante para que los niños lo molesten en su iglesia; algunos pensarán que el ocuparse de los niños les retrasara en sus deberes importantes.
Para los discípulos, estos niños retrasaban el avance del reino, ellos como gente importante no tienen tiempo para estos pequeños que ejercen poco poder. Pero Jesus no piensa así, para él los niños no son un tropiezo para el avance de su causa, para el avance de los propósitos de Dios en la historia, los niños hacen parte de sus propósitos eternos.
Marcos quiere mostrarnos que clase de persona es Jesus. Jesus es la imagen misma de la sustancia de Dios, ¿como es Dios? la respuesta es que el Dios infinito, eterno, trascendente, creador de todo lo que existe, tiene tiempo para los niños, el detiene su agenda, los toma en sus brazos uno por uno y los bendice, mostrando la increíble condescendencia de Dios y la ternura de su paternidad.
Si los niños son importantes para Dios, lo deben ser para su iglesia. Es por esto que los niños participan del nuestro culto, no los vemos en esta iglesia como estorbo, ellos deben ser traídos a la iglesia y deben ser expuestos a la bendita palabra de Jesus para que encuentren en él salvación de sus pecados y vida eterna.
Como iglesia anhelamos que todo niño que aquí viene entienda el evangelio, es por esto que tenemos una escuela dominical especial para enseñarles y ministrar a sus necesidades. Es muy triste ver Padres que no ven la importancia de traer a los niños a Jesus, de involucrarlos en la iglesia. Hemos pensado que quizás sea por falta de disciplina y no de interés en ustedes, así que este año queremos ayudarles a disciplinarse si es que este es el caso, moviendo nuestro culto familiar primero para obligarnos a participar de la escuela. Si el caso es que no tienes interés, pues mira que Jesus esta indignado contra ti, arrepiéntete; es grave falta no enseñar cada día a tu hijo la palabra y no traerlo a la iglesia para que se acerque a Jesus "Jesus esta en la iglesia" donde dos o tres se reúnen en su nombre.
Creemos que Dios puede obrar por medio de su gracia impartida en la predicación publica de la palabra y los sacramentos. Queremos por esto exponerles a los medios de gracia, entendiendo que ellos son almas que necesitan ser redimidas. Dios puede recordarles por el E.S. aquellas cosas que aprendieron de sus padres y en la iglesia y salvarles. Oramos, para que se tomen en serio a Jesus hermanos y entiendan que sus hijos tienen la necesidad de ser llevados a los pies de Cristo.
El enfoque de los padres no debe estar en como hacer a los hijos mas felices y entretenerlos para que no molesten, mas bien su propósito debe ser ministrar a sus hijos, guiándoles a Jesus.
Así que aprendemos que Dios esta interesado y recibe a los niños, con toda su debilidad, sentimentalismo, capricho y necedad, todo niño que es traído a él, será escuchado, recibido y bendecido (Niños Dios escucha sus oraciones y muchas veces actuara en favor de ustedes, tenemos el caso de Agar quien fue guiada a una fuente de Agua por el lloro de su hijo Ismael a quien Dios escucho)... y esto es increíble para nosotros los adultos, si Dios recibe estos niños y tiene tiempo para ellos, también lo tiene para cualquiera de sus hijos que viene a él. Dios nos escucha, cada uno de sus hijos es importante para él, no importa cuan insignificante seamos, nos sintamos o le parezcamos otros.
Este es el corazón de Dios y de hecho es increíble que el Dios trasciende se halla humillado y nos halla hablado en la persona de Cristo y lo halla hecho en palabras humanas que podamos entenderle en su palabra.
Ya vimos lo que Marcos nos enseña sobre aquello que indigna a Jesus, lo que aprendemos de Jesus en su indignación, ahora veamos:

3. La enseñanza de Jesus

La enseñanza de Jesus en medio de su indignación tiene que ver con el reino de Dios, hace dos referencias al reino en los versículos 14 y 15. Hay dos cosas que debemos conocer sobre el reino:
A. El Reino pertenece a los Niños (Es ofrecido a ellos)
¿porque debemos permitir que los niños se acerque a ti? Jesus responde, Por que el reino es de los tales (de los que son como estos). En otras palabras, porque el reino le es ofrecido a todos los que son traídos a mi por sus padres.
Dicho en Palabras de Pedro: “Porque la promesa (Perdón de pecados y vida eterna por la fe en Cristo) es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame.” (Hechos de los Apóstoles 2.39)
Esta declaración implica:
Que todos los que son traídos a él como estos niños, pertenecen al reino de Dios, es decir que pertenecen a la esfera de dominio de su reino, donde es administrada su ley, su autoridad y su gracia por medio de la palabra. Es en esta esfera donde el gobierno de Dios es reconocido, donde la bendición de Dios puede ser encontrada en Cristo, por la administración fiel de su palabra y de los sacramentos.
Como presbiterianos creemos que este texto es fundamental en la lógica del bautismo infantil, no porque lo enseña explícitamente, sino porque se infiere lógicamente, pues, si de de estos niños es el reino ¿porque negarle la señal de entrada al lugar donde las bendiciones del evangelio se pueden encontrar? Creemos que primeramente a nuestros hijos Dios les ofrece el reino, la promesa de Dios fue firme para la descendencia de Abraham en al A.T. y para la descendencia de todos los que como Abraham creen en Cristo: “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros” (Romanos 4.16, RVR60)
Así que como a los hijos de Abraham se les ofreció el reino mediante la circuncisión, también nuestros hijos deben recibir el bautismo que promete salvación y vida eterna a todo aquel que cree.
Esta declaración implica que solo un grupo especifico de niños pertenece al reino. Aquellos que son llevados por sus padres a él para ser bendecidos, el reino es de tales niños que como estos, son traídos por padres que creen que al acercarlos a Cristo, recibirán una bendición - a esa clase de infantes es a quienes Jesus bendice y a quienes son dirigidas estas palabras. Por esta razón nuestra confesión de fe afirma: "Los niños elegidos que mueren en la infancia, son regenerados y salvados por Cristo mediante el Espíritu, quien obra cuando, donde y como le agrade.

La iglesia visible, que bajo el evangelio también es católica o universal (no está confinada a un país, como lo estaba bajo la ley), consiste de todos aquellos, en todo el mundo, que profesan la verdadera religión,494 juntamente con sus hijos;495 y es el reino del Señor Jesucristo,496 la casa y familia de Dios,497 fuera de la cual no hay posibilidad ordinaria de salvación.498

Calvino dijo: "Que Jesús abrazó a los niños era un testimonio de que Cristo los contaba en su rebaño."
Este pasaje nos muestra que los hijos de los creyentes tenían parte en el pacto de gracia y que la verdad respalda nuestra práctica Del bautismo.
No bautizamos a los niños porque es lindo. No bautizamos a los niños porque es un dulce ritual o ceremonia. No lo hacemos porque así lo hicieron en la Iglesia Católica Romana y no hemos conseguido Reformar lo suficiente la iglesia. Lo hacemos porque:
creemos que las Escrituras establecen este principio, que los hijos de padres creyentes son parte del reino del Señor Jesucristo. Este pasaje sustenta esa verdad.
Lo hacemos porque creemos que el pacto de gracia tiene dos signos, uno de unión, uno de comunión, y que todos los miembros del pacto de gracia deben tener el signo de unión aplicado a ellos y ese signo es el bautismo.
Y lo hacemos porque el Apóstol Pablo y el Apóstol Pedro aclaran que el bautismo ha reemplazado a la circuncisión como señal y sello de la justicia que es por la fe. Esas son razones muy simples, razones bíblicas muy directas. Por eso bautizamos a los niños.
No creemos que esto asegure que serán salvos o regenerados, sino porque son nuestros hijos y según la biblia es nuestro deber hacerlos participes de Cristo y el Señor les ofrece una bendición extraordinaria, muchos de ellos van a ser la próxima generación de creyentes y el Señor responderá la oración de sus padres.
Este pasaje implica que los Padres creyentes llevaran a sus hijos a Jesus. Les enseñaran la escritura, les enseñaran a apreciar al iglesia del Señor a amar su palabra a respetar la predicación y ser reflexivos en cuanto a ella, les enseñaran a entonar los himnos que confesamos cada domingo y a orarán por ellos.
Cada padre creyente debe ser motivado con el testimonio de estos padres, a interesarse en la salvación de sus pequeños y los entrena en el temor de Dios. Si no lo estas haciendo debes hacerlo y es lo que esperamos de Alex y Camilo. Pero tambien los que no tienen hijos, deben imitar a Jesus quien siendo soltero los recibió y les bendijo.
Como Iglesia, debemos comprometernos a recibir a los pequeños y preocuparnos por nutrirles y amonestarles en el Señor. Aun nuestra actitud en el culto es algo que los infantes ven y aprenden. Ellos están viendo la seriedad con la que te tomamos a Dios y su adoración. Todos, debemos ayudar a los padres en su labor, orando por ellos, no es tarea fácil y requiere de la gracia de Dios.
Los niños serán los futuros adoradores de la iglesia. Y debe ser el deseo de todos nosotros y nuestra oración que ellos abracen las promesas que les son prometidas en el bautismo "Si creen en el Señor, serán salvos" y esto es lo que nos recuerda el versículo 15, una cosa es que el reino nos sea ofrecido y otra es que lo recibamos. Jesus nos enseña que de los hijos de los creyentes es reino y también nos enseña que:
B. El reino debe ser recibido or ellos y por todos nosotros, como lo recibe un Niño
Marcos 10.15 RVR60
De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
No es que los niños sean un ejemplo de humildad (de hecho nacen con mucho orgullo), no es que tengamos que ser algo o hacer algo para entrar en el reino. No podemos decir: Mira Señor soy tan humilde y manso como un niño, déjame entrar.
Estos niños que sirven de ejemplo para su enseñanza fueron siendo traídos a él y entonces Jesus los sentó a sus pies y los bendijo. Estos Niños son completamente pasivos. Ellos no podían hacer nada para entrar en el reino.
Jesus espera que nos hagamos como ellos, que nos hagamos conscientes de nuestra profunda incapacidad y necesidad de ser bendecidos por Jesus. Pues somos pecadores, malditos y merecedores del justo juicio de Dios. Si como eres, vienes a Cristo, totalmente desposeído como un niño, sin nada que ofrecer como un niño, entonces puedes recibir el reino. Esta orden es para los niños y para los adultos. Es un llamado confiar en Cristo y nada más, a rogar por su bendición, a pedirle que nos revista de su Justicia y quite nuestra maldad.
Un anciano entendió bien el texto, cuando le dijo a Spurgeon de que manera había orado a Dios por salvación:
"Nada traigo en mis manos, Simplemente a Tu cruz me aferro; Desnudo, busco en Ti vestido; Desvalido, vengo a Ti por gracia; Negro, ('Sumamente negro,' dijo el anciano) Vuelo a la fuente: Lávame, Salvador, o muero.'"
Y Jesús te está diciendo a ti ya mí esta noche, a menos que venga así ... como un niño inútil que debe ser traído por el E.S. a él, que debe ser sostenido en sus rodillas y que necesita ser bendecido, guiado, liderado, gobernado y amado, no puedes entrara en el reino.
Si hoy tu vienes con nada mas que tu pecado a Cristo, con tu necedad y con tu maldad, si vienes así suplicando por su bendición, el dice: "No te echaré fuera".
Oremos
Padre de misericordia, te pedimos hoy que en Cristo nos bendigas, danos Padre esta clase de bendición que diste a estos niños, fortalecemos de manera que no nos apartemos del camino de la justicia y danos la gracia de crecer en tu temor. Gracias por tus promesas, consuelo y por la seguridad que nos ofreces hoy, de que cualquier pecador que venga a ti para rogar por tu favor, tu lo lo echaras fuera, todos aquellos que tu Espíritu traiga vendrán a ti y tu no los rechazas. Concedenos el poder estar seguros cada día del amor con el que nos haz amado. Te lo pedimos en Cristo Jesus. Amen.
----
Ceremonia de Bautismo
Alex, Giovanna taren a Emilio
Camilo y Natalia traen a Paulo
Amados hermanos: Nuestro Señor Jesucristo, al ascender a los cielos, ordenó: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas /as cosas que os he mandado" (Mt 28,19-20).
Según esta ordenanza, Jesús ha relacionado muy estrechamente la administración del Bautismo con la predicación del Evangelio de su Reino, para asegurar a todos los que creen en El que, así como las impurezas del cuerpo son quitadas por el agua, su vida pecaminosa es purificada y regenerada por su sangre y por su Espíritu.
Por este Bautismo participamos del privilegio de que el trino Dios nos dé su nombre y nos coloque en la esfera de su redención. Es el Padre quien nos adopta como sus hijos y herederos. Es el Hijo quien ha pagado enteramente por todos nuestros pecados con el derramamiento de su sangre en la cruz, haciéndonos justos ante Dios. Y es el Espíritu Santo quien nos hace partícipes de lo que en Cristo poseemos, renovándonos y capacitándonos al mismo tiempo para el servicio del Señor.
El Bautismo, que recibimos una sola vez, conserva su validez durante toda nuestra vida. Por este sello divino, Cristo el Señor nos conduce a un arrepentimiento creciente y profundo; hace que nuestra mirada se centre cada vez más en Él -- única fuente de nuestra purificación y bienaventuranza --; y nos amonesta para que, abandonando nuestros caminos pecaminosos, y con abnegación continua, permanezcamos de esta manera en Él y en su amor.
Tampoco debemos dudar de su gracia, ni permanecer en el pecado cuando, debido a nuestra flaqueza, caemos en él pues Dios ha establecido un pacto eterno con nosotros.
Así como en la antigua dispensación los niños eran circuncidados, también en la nueva se administra el Bautismo a los hijos de los creyentes; pues nuestro Señor es tan rico en su misericordia, que incluye también a los niños en el pacto de la gracia, como dijo a Abraham: "Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti" (Gn 17,7).
Por eso nuestro Señor Jesucristo, que derramó su sangre también por los hijos de los creyentes, tomando a los niños en sus brazos, los bendecía como vimos hoy. (Mt 19,13-15).
De ahí que pese sobre los padres la responsabilidad de educar a sus hijos en el temor del Señor, y serles ejemplo en el camino de la vida eterna.
Oración
Padre nuestro que estás en el cielo, Padre del Hijo unigénito y amado, nuestro Hermano mayor; Padre de los espíritus de los ángeles y de los hombres; tú, oh glorioso Señor, eres nuestro Padre, nuestro Redentor; tu nombre es desde la eternidad. Tu muy bendita y eterna paternidad es el patrón y el origen de la nuestra, porque al hacernos conforme a tu imagen, nos coronaste también con la dignidad y los gozos de la paternidad. Mira, pues, ahora con simpatía vivificante a estos padres, que han traído aquí a sus hijos para que sean dedicados a tu servicio y sean hechos herederos de la salvación. A pesar de haber pecado, y a pesar de que sus hijo ha nacido en pecado, se han arrepentido y buscan la expiación de la cruz y la renovación del Espíritu Santo para ellos mismos y para sus hijos.
Haz que su compromiso en estos votos bautismales sea hecho de manera inteligente y con sinceridad perfecta. Y concédeles siempre, hasta el fin, la cooperación vivificante, guiadora y capacitadora del Espíritu Santo en todos sus esfuerzos por cumplir estos votos en cuanto a la instrucción religiosa y la disciplina de su hijo.
Exhortación a los padres o testigos
Hermanos, ya hemos oído que el Bautismo es una ordenanza de Dios para sellar su pacto con nosotros y nuestra simiente, por lo cual debemos usarlo con ese fin, y no por costumbre o superstición.
Respondan, sinceramente a estas preguntas, a fin de que todos sepamos que ustedes están dispuestos a los siguiente:
Si bien nuestros hijos son concebidos y nacen en pecado, y por tanto sometidos a toda suerte de miseria, aún más, a la condenación misma, ¿reconocen que en Cristo son santificados, y que por tanto, y como miembros de Su Iglesia, deben ser bautizados?
¿Confiesan que la doctrina contenida en el Antiguo y el Nuevo Testamentos, y en los artículos de la fe cristiana, enseñada en esta iglesia, es la verdadera y completa doctrina de salvación?
¿Prometen y resuelven enseñar a este niño, cuando haya llegado a uso de razón, la doctrina que creemos?
300 citas para predicadores de la iglesia temprana Cuiden más a los niños que a su herencia

Nos ocupamos de nuestras posesiones para dárselas a nuestros hijos, pero de los mismos niños no nos hacemos cargo en absoluto. ¡Qué absurdo es esto! Forma el alma de tu hijo correctamente, y todo lo demás será dado por añadidura. Si su formación no es buena, no va a obtener ninguna ventaja de su riqueza, pero si se forma en el bien no sufrirá daño aunque viva en la pobreza. ¿Quieres que siga siendo rico? Enséñale a ser bueno, y será capaz de adquirir riqueza, o al menos, no le irá peor que los que la poseen. Pero si es malvado, aunque le des riqueza sin límites, no dejas a nadie capaz de ocuparse de ella, o sea que le dejas algo peor que lo de aquellos que han quedado en la pobreza extrema.

JUAN CRISÓSTOMO

Paulo - Emilio, te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Oración de gracias
Señor aunque estos niños heredaron de sus padres la culpa y la contaminación de una naturaleza mala, permite que sean renovados conforme a la imagen de Dios en la justicia y santidad de la verdad. Así como nacieron de la carne, puedan volver a nacer del Espíritu Santo. Y así como han traído la imagen de lo terrenal, puedan también traer la imagen de lo celestial, y crecer como el niño Jesús, y fortalecerse en espíritu y ser llenos de sabiduría; y que la gracia de Dios sea sobre ellos hasta que entren en posesión de cada una de las gracias cristianas y llegue a ser un varones perfectos, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Permite que te sirvan a ti y a su generación en todos los días de su vida en la tierra, y entonces, cuando venga el fin, puedan ocupar alegremente su lugar junto al Hermano mayor en un círculo familiar inquebrantable en la gran casa del Padre. Te pedimos esto por estos niños, y por todos nuestros hijos e hijas, mediante tu perfecto Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Amén.
Bendición.
Gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con todos vosotros. Amén.
-----
Related Media
See more
Related Sermons
See more