Ayuda en la Tentación
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Sermón Expositivo: Ayuda en la Tentación
Sermón Expositivo: Ayuda en la Tentación
Texto base: 1 Corintios 10:13
1. La realidad de la tentación
1. La realidad de la tentación
La tentación no es algo extraño ni exclusivo de algunos; es parte de la experiencia humana. Pablo afirma: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana” (1 Corintios 10:13). Reconocer que todos enfrentamos tentaciones nos libra de pensar que estamos solos en la lucha.
2. La fidelidad de Dios en medio de la prueba
2. La fidelidad de Dios en medio de la prueba
Nuestro sostén no es nuestra propia fuerza, sino la fidelidad divina. “Fiel es Dios” (1 Corintios 10:13). En medio de la tentación, podemos confiar en que Dios nunca nos abandona.
3. Límite divino en la tentación
3. Límite divino en la tentación
Dios no permite que la tentación nos supere. “…no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir” (1 Corintios 10:13). El enemigo tiene límites establecidos por Dios.
4. La provisión de la salida
4. La provisión de la salida
La tentación no es un callejón sin salida. “…sino que dará también juntamente con la tentación la salida” (1 Corintios 10:13). En cada situación, Dios prepara un camino de escape.
5. Pablo como ejemplo de lucha y liberación
5. Pablo como ejemplo de lucha y liberación
El apóstol mismo conoció la desesperación. “…fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas…” (2 Corintios 1:8). Sin embargo, experimentó la liberación divina como testimonio para nosotros.
6. Confianza en la protección continua
6. Confianza en la protección continua
Pablo declara: “Él nos libró y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará” (2 Corintios 1:10). La ayuda de Dios no es momentánea, sino constante.
7. Los recursos de Dios a disposición del creyente
7. Los recursos de Dios a disposición del creyente
Dios pone todo a nuestro favor: “…todo es vuestro… y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios” (1 Corintios 3:21–23). Nada falta para resistir.
8. Ayuda a través de hermanos en la fe
8. Ayuda a través de hermanos en la fe
Dios usa personas como instrumentos de ayuda. Pablo fue salvado en Damasco gracias a hermanos fieles (2 Corintios 11:33). La comunidad cristiana es parte del plan de Dios.
9. Bernabé: el consolador en Jerusalén
9. Bernabé: el consolador en Jerusalén
Cuando todos dudaban de Pablo, Bernabé lo tomó de la mano (Hechos 9:27). Dios levanta intercesores que nos fortalecen en la tentación.
10. Lidia: apoyo en Filipos
10. Lidia: apoyo en Filipos
La hospitalidad de Lidia dio refugio y respaldo a Pablo (Hechos 16:15). La hospitalidad cristiana es una manera de sostenernos mutuamente.
11. Jasón: firme en Tesalónica
11. Jasón: firme en Tesalónica
En medio de la persecución, Jasón arriesgó su vida por Pablo (Hechos 17:7). La lealtad de los hermanos es usada por Dios para fortalecernos.
12. Aquila y Priscila: compañeros de trabajo
12. Aquila y Priscila: compañeros de trabajo
Dios dio a Pablo amigos y colaboradores que trabajaban junto a él (Hechos 18:3). La tentación se resiste mejor en comunidad.
13. Dios dirige a través de visiones
13. Dios dirige a través de visiones
El Señor usó visiones para guiar a Pablo (Hechos 9:12; 16:9). Cuando la tentación nos confunde, Dios puede mostrarnos dirección clara.
14. Pedro y Cornelio: visión de obediencia
14. Pedro y Cornelio: visión de obediencia
Dios también usó visiones para Pedro (Hechos 10:9–20). Las revelaciones divinas nos preparan para resistir lo que viene.
15. El aguijón de Pablo explicado en visión
15. El aguijón de Pablo explicado en visión
La visión del aguijón en la carne enseñó a Pablo a depender de la gracia (2 Corintios 12:9). La debilidad es ocasión para que se manifieste el poder de Dios.
16. Promesa de visiones para el pueblo de Dios
16. Promesa de visiones para el pueblo de Dios
“…vuestros jóvenes verán visiones…” (Hechos 2:17). Dios sigue hablando en medio de las tentaciones con dirección celestial.
17. Ángeles como ministros de ayuda
17. Ángeles como ministros de ayuda
Los ángeles sirven a los herederos de la salvación (Hebreos 1:14). Dios envía ayuda celestial para librarnos del mal.
18. Ángeles en la vida de Jesús y la iglesia
18. Ángeles en la vida de Jesús y la iglesia
Ministraron a Cristo (Lucas 22:43) y libraron a Pedro de la cárcel (Hechos 12:7). Si fueron enviados a ellos, también a nosotros.
19. El Señor mismo como nuestro auxilio
19. El Señor mismo como nuestro auxilio
Dios mismo es nuestro pronto auxilio (Salmo 46:1). No siempre manda a otros; a veces Él mismo se presenta para sostenernos.
20. Promesa de su presencia constante
20. Promesa de su presencia constante
“No te dejaré ni te desampararé” (Hebreos 13:5). La mayor fortaleza contra la tentación es la certeza de Su presencia.
21. Esteban y la visión del Señor
21. Esteban y la visión del Señor
Mientras moría, Esteban vio a Jesús de pie a la diestra de Dios (Hechos 7:55–56). Aun en la tentación final de la muerte, Cristo fortalece.
22. El Señor fortaleciendo a Pablo en la cárcel
22. El Señor fortaleciendo a Pablo en la cárcel
En Corinto y en prisión, el Señor se apareció a Pablo (Hechos 18:9; 23:11). Cuando la tentación es más fuerte, la gracia se hace más visible.
23. Recursos en la creación para sostener al creyente
23. Recursos en la creación para sostener al creyente
Dios usó cuervos, osos y peces para ayudar a Sus siervos (1 Reyes 17:4; 2 Reyes 2:24; Mateo 17:27). Todo en la creación está bajo Su control para nuestra protección.
24. Victoria final en Cristo
24. Victoria final en Cristo
Nada nos podrá separar del amor de Dios (Romanos 8:37–39). La tentación no tiene la última palabra; en Cristo somos más que vencedores.
📌 Conclusión:
La tentación es inevitable, pero la derrota no lo es. Dios ha prometido límite, salida y victoria en cada prueba. Nos da hermanos, visiones, ángeles, recursos naturales y, sobre todo, Su propia presencia. En Cristo siempre hay salida.
Introducción a la Teología Bíblica 3.2.2. Pruebas, tentaciones y paciencia (1:2–4; 1:12–16; 5:7–11)
3.2.2. Pruebas, tentaciones y paciencia ( 1:2–4; 1:12–16; 5:7–11)
El primer tema secundario que aparece en Santiago tiene que ver con pruebas, tentaciones y paciencia. En
Sermón Expositivo: Aferrándose Firmemente a la Mano de Dios
Sermón Expositivo: Aferrándose Firmemente a la Mano de Dios
Texto base:
Texto base:
1 Corintios 10:13 – “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.”
1 Pedro 2:2 – “Desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación.”
1. La realidad de la tentación
1. La realidad de la tentación
La tentación es una experiencia común a todos los seres humanos. Nadie está exento de ella. La Escritura declara que es algo “común a los hombres” (1 Co. 10:13). Reconocer esta realidad nos ayuda a no sentirnos solos o condenados cuando somos probados.
2. La fidelidad de Dios en la tentación
2. La fidelidad de Dios en la tentación
En medio de nuestras luchas, Dios permanece fiel. Él no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar. Su fidelidad es nuestro refugio. (2 Tesalonicenses 3:3).
3. La promesa de escape
3. La promesa de escape
Dios no solo permite la tentación, sino que también provee la salida. La vía de escape es siempre una realidad disponible para el creyente que confía en Él. (Salmos 34:19).
4. La necesidad de depender de la Palabra
4. La necesidad de depender de la Palabra
Así como un niño necesita leche para crecer, el creyente necesita la Palabra de Dios para madurar espiritualmente (1 Pe. 2:2). Sin alimento espiritual, la fe se debilita.
5. El peligro de una vida distraída
5. El peligro de una vida distraída
Muchos creyentes caen porque se envuelven demasiado en lo cotidiano: trabajo, familia, actividades. Aunque son buenas cosas, si desplazan a Dios, nos vuelven vulnerables (Mateo 6:33).
6. La rutina espiritual constante
6. La rutina espiritual constante
Para aferrarse a Dios es necesario mantener una rutina espiritual firme: oración, lectura de la Biblia y comunión con los hermanos en la fe (Hechos 2:42).
7. El descuido que enfría el corazón
7. El descuido que enfría el corazón
Cuando dejamos de buscar a Dios, el corazón se enfría y surgen pensamientos negativos. El enemigo aprovecha el descuido espiritual para debilitarnos (Hebreos 2:1).
8. La paciencia de Dios
8. La paciencia de Dios
Dios es paciente con nosotros. Aun cuando nos alejamos, Él espera con brazos abiertos para restaurarnos. (2 Pedro 3:9).
9. La fidelidad de Dios frente a nuestra infidelidad
9. La fidelidad de Dios frente a nuestra infidelidad
Aunque no siempre somos fieles, Dios sigue siéndolo. Él no cambia ni abandona a los suyos (2 Timoteo 2:13).
10. La fuerza suficiente para resistir
10. La fuerza suficiente para resistir
En Cristo tenemos la fuerza necesaria para soportar cualquier tentación. La gracia de Dios nos capacita para decir “no” al pecado (Tito 2:11-12).
11. La tentación de la mente negativa
11. La tentación de la mente negativa
El desánimo, la duda y los pensamientos oscuros son tentaciones sutiles. Debemos combatirlos con la verdad de la Palabra (Filipenses 4:8).
12. El alimento constante de la Palabra
12. El alimento constante de la Palabra
Así como comemos cada día, debemos alimentarnos de la Escritura. Esto fortalece el espíritu y nos da discernimiento en medio de las pruebas (Josué 1:8).
13. La confianza en Dios en toda circunstancia
13. La confianza en Dios en toda circunstancia
Dios siempre está disponible. En la abundancia o en la necesidad, Él sigue siendo fiel. (Filipenses 4:12-13).
14. El clamor en la angustia
14. El clamor en la angustia
El Salmo 50:15 nos invita a clamar a Dios en el día de angustia. Él promete librarnos y recibir la gloria por nuestra victoria.
15. La diligencia en la fe
15. La diligencia en la fe
Pedro exhorta a ser diligentes en nuestro llamado y elección (2 Pe. 1:10-11). La fe no es pasiva, requiere esfuerzo constante.
16. La promesa de no tropezar
16. La promesa de no tropezar
Quien permanece en la Palabra y en comunión con Dios recibe la promesa de no caer fácilmente en la tentación. La perseverancia es clave (Judas 24).
17. La mirada en la eternidad
17. La mirada en la eternidad
El creyente fiel tiene asegurada la entrada al reino eterno de Cristo (2 Pe. 1:11). Aferrarse a Dios nos prepara para esa gloriosa meta.
18. El valor de pedir ayuda
18. El valor de pedir ayuda
Dios quiere que lo invoquemos. No debemos depender de nuestras fuerzas, sino pedir socorro a Aquel que puede librarnos (Hebreos 4:16).
19. La consistencia en la fe
19. La consistencia en la fe
La fe no es un evento aislado, es un caminar diario. La consistencia nos guarda de tropezar (Colosenses 2:6-7).
20. La disciplina espiritual
20. La disciplina espiritual
La práctica de la oración, la lectura bíblica y la obediencia producen firmeza espiritual. Sin disciplina no hay victoria (1 Timoteo 4:7-8).
21. La Biblia como voz de Dios
21. La Biblia como voz de Dios
Cada pasaje leído es Dios mismo hablándonos. En Su Palabra encontramos consejo, corrección y fortaleza (2 Timoteo 3:16-17).
22. La gratitud como protección
22. La gratitud como protección
Un corazón agradecido se aferra más a Dios. La gratitud en oración fortalece nuestra fe (1 Tesalonicenses 5:18).
23. El poder de la oración sincera
23. El poder de la oración sincera
Orar en todo momento, especialmente en debilidad, nos conecta al poder de Dios que renueva y levanta (Filipenses 4:6-7).
24. La seguridad en la gracia de Dios
24. La seguridad en la gracia de Dios
Finalmente, aferrarse a la mano de Dios significa reconocer que dependemos de Su gracia. Él nos sostiene y nos guía de regreso a Su voluntad (Salmos 73:23-24).
🙏 Oración final:
Padre celestial, gracias por tu fidelidad en medio de nuestras tentaciones. Ayúdanos a aferrarnos a tu mano cada día, a no descuidar nuestra fe y a vivir confiados en tu Palabra. Perdona nuestro descuido y danos fuerzas para permanecer firmes hasta la eternidad. En el nombre de Jesús, amén.
