El arrepentimiento trae restauración

Contexto

el profeta Joel profetizo en Juda desde el 835 al 796 a.c.

En el reino del norte, Israel mientras reinaba Jehu la malvada Atalia usurpo el trono. Por otro lado en Juda habia ascendido al trono Joas pero era pequeño, y claramente no podia gobernar sin otras personas

Dentro de este ambiente no solo en Israel se habian apartado de Dios y su ley, tambien Juda habia caido en transgresiones que ofendieron a Dios

Dios utilizo una plaga de langostas para disciplinar a la nacion, y es en medio de este escenario donde vemos a Joel haciendo un llamado al pueblo a arrepentirse antes que viniera un juicio aun mayor

El práctica de pecado es castigada por Dios

Podemos hacer una distincion cuando pecamos por omisión y comisión, sin duda que transgredir la ley de Dios en forma explicita era una ofensa para Dios, aunque pecando por descuido tambien es una manera de ofender a Dios.

Esta actitud no fue tolerada por Dios en su relacion con su pueblo, envía entonces una gran destrucción a su tierra.

Dios concede la oportunidad de arrepentirse

Dios en su amplia misericordia, siempre tiende a darnos oportunidades para humillarnos, arrepentirnos ante Él y esperar su perdon

Este llamado tambien es hecho a Juda, era necesario un cambio de actitud, volverse a Dios, no solo rasgar sus vestidos sino mas aun, su corazon.

En una manera de mostrar un profundo dolor o remordimiento, las personas acstumbraban a rasgar sus ropas, pero Dios no queria una demostracion exterior como una penitencia, mas bien quería un cambio y arrepentimiento interno.

1º Samuel 16:7 "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón."

del pecado al arrepentimiento, del castigo a la bendición

Dios promete restaurar, traera de regreso todo lo que se había dañado, los años de destrucción seran restituidos, por lo tanto el llamado ahora es a alegrarnos, gozarnos, porque Dios hará grandes cosas.