- Soy yo + YO SOY

Apacentar

El verbo traducido como apacentar en Exodo 3:1 es el hebreo ra’ah

Según el diccionario Teológico del Antiguo Testamento ra’ah significa pastorear, cuidar, alimentar, guiar. No es solo dar comida, sino un concepto integral: velar por la vida y seguridad del rebano.

Describe las función de un pastor que conduce a sus ovejas a pastos verdes, las protege de peligros y se responsabiliza por su bienestar.

Se trata de servicio, responsabilidad y entrega.

Antes de guiar a un pueblo, Moisés tuvo que aprender a guiar ovejas. Así Dios nos enseña que liderar no es imponerse, sino servir. El que no sabe apacentar lo pequeño, difícilmente podrá apacentar lo grande.

La Llamada de Dios: Del Olvido a la Obediencia

Éx 3:1–4:18, He 11:23–29, Éxodo 19:5–6, Tito 3:5, Romanos 8:30, 1 Corintios 1:30, Génesis 17:7, 1º Reyes 18:36, Ezequiel 11:20, Zacarías 6:15

Dios llama a Moisés en un momento de su vida que parecía insignificante, revelándose a través de la zarza ardiente. Este pasaje ilustra cómo Dios no elige a los perfectos, sino a aquellos que están dispuestos a ser enviados. La liberación de Israel comienza con la disponibilidad de un hombre común que responde al llamado divino, destacando el valor de la obediencia en la vida del creyente.

Este sermón desafía a la congregación a buscar cómo Dios les llama en sus vidas cotidianas. Nos recuerda que muchas veces, incluso en nuestros momentos más indeseables o comunes, Dios está trabajando y preparándonos para cumplir con Su propósito. Debemos estar dispuestos a reconocer y responder a Su voz, sin dejar que nuestras dudas nos paralicen.

El sermón enseña que cada uno de nosotros tiene un propósito en el plan divino, al igual que Moisés, a pesar de nuestras inseguridades o fallos. La obediencia a Dios no solo es un acto de fe, sino también una conexión con Su llamada y un medio para evidenciar Su poder en acción.

Moisés es un tipo de Cristo, quien fue enviado para liberar a Su pueblo. Ambos, a pesar de sus luchas internas, cumplen un rol clave en la redención. En Cristo, la liberación se hace plenamente efectiva; así como Dios escuchó el clamor de Su pueblo en Egipto, también lo hace para todos los que le buscan hoy.

La verdadera disposición al llamado de Dios comienza con la elección de responder con obediencia, que transforma vidas y cosechas del cielo.

Te animaría a estudiar el significado de la expresión 'YO SOY' en el contexto de la teología hebrea y su relación con la identidad de Dios en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Considera explorar los conceptos de misión y obediencia en el contexto del liderazgo de Moisés y de Jesús. Examina los temas de liberación en Éxodo y los ecos en la obra redentora de Cristo. Usa Logos para analizar comentarios que aborden estas conexiones teológicas y narrativas.

1. Oye el Llamado de Dios

Éx 3:1–4:18

Podría surgir la pregunta sobre cómo Dios nos llama en los aspectos más cotidianos de nuestra vida, como llamó a Moisés desde la zarza ardiente. La historia de Moisés nos recuerda que no son nuestras capacidades las que definen nuestro llamado, sino nuestra disposición a responder. Tal vez Dios esté preparando algo grandioso para ti, incluso si tu situación actual parece insignificante.

2. Obedece con Firmeza

He 11:23–29

Quizás te preguntes si la fe que Moisés demostró se encuentra en ti. A través de su obediencia, Moisés guía a su pueblo hacia la libertad a pesar de los desafíos. Esta historia te anima a tener una fe comprometida que desafía las circunstancias adversas, siendo testigo de cómo Dios puede obrar poderosamente a través de nuestra fidelidad.

3. Transformados por la Obediencia

Éxodo 19:5–6; Tito 3:5; Romanos 8:30

Podrías considerar la idea de cómo la obediencia nos transforma en el 'tesoro especial' de Dios. Dios desea obrar en nuestras vidas, transformándonos por su gracia. Tal vez estas palabras sean un llamado a comprender tu valor en el Reino y a experimentar la transformación que ofrece a quienes son fieles a Su pacto.

4. Santificados por Su Gracia

1 Corintios 1:30; Génesis 17:7; 1º Reyes 18:36

Tal vez te preguntes cómo la santidad y la gracia se manifiestan en nuestra relación con Dios, como lo hicieron en Moisés y en Cristo. Quizás estas escrituras te inviten a reflexionar sobre la conexión entre obediencia y santidad, inspirándote a buscar una relación más profunda con Él y a mostrar Su carácter en tu vida diaria.

5. Testigos de Espiritualidad

Ezequiel 11:20; Zacarías 6:15

Considera si a través de nuestra respuesta al llamado divino, podemos verdaderamente ser un testigo. Dios busca un pueblo que le obedezca y refleje su santidad y amor. Quizás estés llamado a ser ese testigo, transformando tu entorno por medio del carácter visible de Dios en tus acciones y decisiones diarias.

Si te sientes presionado a conformarte con las normas de tus compañeros, recuerda que ser un discípulo de Cristo a menudo significa ser diferente. Haz un compromiso personal de compartir tu fe con al menos un compañero esta semana; podrías invitarlo a un grupo de jóvenes o a un evento de la iglesia. La obediencia a este llamado puede abrir puertas para que otros también conozcan el amor de Dios.

¿De qué manera la vida cotidiana puede ser un escenario para reconocer el llamado de Dios, tal como lo experimentó Moisés?

¿Cuáles fueron las principales inseguridades de Moisés y cómo afectaron su respuesta al llamado de Dios?

¿Qué papel juega la obediencia en la vida de un creyente según lo que se enseña en el sermón?