Sentados en la ventana (Tema 2)

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Serie: Obra en Construcción
Tema 2 (Domingo)
idea: El Peligro de la Ventana Espiritual

TEXTO BASE

Hechos de los Apóstoles 20:7–12 RVR60
El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban reunidos;y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto.Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo.Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió.Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.

INTRODUCCIÓN

En una casa cuando se construye se debe organizar muchos elementos que vuelven ese lugar especial, y uno de eso son las ventanas y quiero que por un momento piensen en una ventana. Una ventana puede ser una bendición: deja entrar la luz, el aire fresco, permite ver lo que está afuera. Pero también puede ser peligrosa: si alguien se sienta en ella, corre el riesgo de caer.
En Colombia, muchos hemos visto casas campesinas con ventanas anchas donde los niños se sientan a mirar hacia afuera. La mamá siempre advierte: “¡No se sienten en la ventana, que se pueden caer!”. Es una advertencia llena de amor, porque una ventana no es lugar para sentarse, sino para mirar.
En la Biblia encontramos la historia de un joven llamado Eutico, que cometió el error de sentarse en una ventana durante una predicación de Pablo. El sueño lo venció, cayó y murió. Pero la historia no terminó allí: Pablo bajó, lo abrazó, y por la gracia de Dios, Eutico fue devuelto a la vida.

FRASE INTRODUCTORIA

Hoy quiero hablarles de la ventana espiritual. Muchos viven sentados en ella: ni dentro ni fuera, indecisos, en peligro de caer. Y por eso hoy vamos a escuhar de Dios el llamado a dejar de estar sentados en la ventana y entrar a la casa que Dios te ha preparado.

IDEA EXEGETICA DEL SERMON

Hechos de los Apóstoles 20:9 RVR60
y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto.
La palabra “ventana” en griego es θύρις (thyris), diminutivo de θύρα (thyra), “puerta”. Es decir, no era solo un hueco, sino una abertura grande en la pared, casi como una puerta pequeña.
Esto simboliza una posición intermedia: no estaba adentro disfrutando plenamente, ni afuera en la indiferencia. Estaba “entre dos lugares”, y esa indecisión lo puso en riesgo.
En la cultura del siglo I, las casas de varios pisos en Troas eran poco comunes, pero los salones de reunión se habilitaban en la parte superior. Allí, con lámparas de aceite encendidas y el calor de la multitud, el ambiente era pesado y propicio para el sueño. El joven eligió la ventana buscando aire fresco, pero su elección lo puso en peligro mortal.
¿No pasa lo mismo hoy? Muchos personas, especialmente jóvenes, buscan el aire del mundo y terminan sentados en la ventana: con un pie en la iglesia y otro en el pecado. Parece más cómodo, pero es peligroso.

DESARROLLO TEMÁTICO

I. La ventana: símbolo de indecisión espiritual
La primera lección es que la ventana representa la indecisión.
Eutico no estaba totalmente afuera, porque quería escuchar a Pablo. Pero tampoco estaba completamente adentro, porque eligió la ventana.
La Biblia es clara: no hay espacio para medias tintas en el evangelio.
Mateo 12:30 RVR60
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Muchos hoy están como Eutico:
Vienen a la iglesia, pero viven en el mundo.
Escuchan la Palabra, pero no la practican.
Les gusta el calor del culto, pero buscan el aire del mundo.
“Me fue mostrado que las victorias más señaladas y las derrotas más terribles han sido muchas veces asunto de minutos. Dios exige rapidez de acción. Las demoras, las dudas, la vacilación y la indecisión frecuentemente dan al enemigo toda clase de ventajas”. (Obreros Evangélicos, 140. ).
Amigo, no puedes vivir sentado en la ventana espiritual.
II. El sueño: símbolo de la indiferencia espiritual
El texto dice: κατενεχθεὶς ἀπὸ τοῦ ὕπνου (katenektheis apo tou hypnou) — “vencido, arrastrado por el sueño”.
El sueño aquí representa la indiferencia espiritual. Aunque el mensaje de Pablo era poderoso, el cansancio y la distracción vencieron al joven.
En el judaísmo, dormir durante una enseñanza era visto como falta de respeto y también como una señal de descuido espiritual.
Hoy muchos están en ese mismo estado: escuchan la Palabra, pero el sueño espiritual los vence. El enemigo los arrulla con entretenimiento, preocupaciones, o indiferencia.
El sueño espiritual es tan peligroso como la ventana misma.
III. La caída: símbolo de la muerte espiritual
Eutico cayó desde el tercer piso. No fue un pequeño tropiezo, sino una caída mortal.
La Biblia nos enseña que quien juega con la indecisión y la indiferencia terminará cayendo.
1 Corintios 10:12 RVR60
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Muchos que empezaron bien, hoy están lejos, porque nunca dejaron la ventana. Al final, la ventana siempre conduce a la caída.
Se han colocado faros de advertencia a cada lado del camino de la vida para impedir que los hombres se acerquen al terreno peligroso y prohibido; pero, a pesar de esto, son muchedumbres los que eligen la senda fatal, contra los dictados de la razón, sin tener en cuenta la ley de Dios, y en abierto desafío de su venganza.  (El Hogar Cristiano pág. 50.1).
Si sigues sentado en la ventana, tarde o temprano caerás.
IV. El abrazo de la gracia
Hechos de los Apóstoles 20:10 RVR60
Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo.
La palabra griega συμπεριλαβών (symperilabōn) significa “rodear con los brazos fuertemente”.
Aunque el joven cayó, la gracia lo levantó. La caída no fue el final, porque Cristo tenía un plan de restauración.
Hoy puede que hayas caído de la ventana espiritual, pero la gracia de Cristo es más grande que tu caída. Él viene, te abraza y te devuelve la vida.
El puede levantarlos del abismo del pecado para que puedan ser reconocidos como hijos de Dios, herederos con Cristo de una herencia inmortal. Para que puedan tener la vida que se mide con la vida de Dios (The Review and Herald, 11 de abril de 1912).
Cristo no solo evita caídas, también restaura a los que han caído.
V. La lección final: no vuelvas a la ventana
La Biblia no nos dice dónde se sentó Eutico después de ser resucitado, pero podemos imaginar que ya no volvió a la ventana.
Una experiencia con la gracia de Cristo nos invita a dejar las zonas de riesgo y vivir dentro de la seguridad de Su casa.
Si hoy Dios te ha mostrado que vives en la ventana, decide moverte. No basta con ser simpatizante del evangelio: debes ser discípulo de Cristo.

CONCLUSIÓN

Queridos hermanos, la ventana nos deja tres lecciones claras:
La ventana es la indecisión.
El sueño es la indiferencia.
La caída es la consecuencia inevitable.
Pero el abrazo de Cristo es la esperanza gloriosa.
Hoy Dios te dice: “No te sientes en la ventana. Ven adentro, a mi casa, a mi mesa. Y si ya caíste, déjate abrazar por mi gracia.”

LLAMADO

Amigo, ¿dónde estás hoy? ¿Adentro, afuera o en la ventana? Si estás en la ventana, corre peligro tu vida espiritual. No sigas indeciso. No te arrulles con el sueño de la indiferencia. No esperes a caer para recién buscar ayuda.
Hoy, Jesús quiere abrazarte antes de la caída, o levantarte si ya caíste. Él te invita a dejar la ventana y entrar plenamente en Su casa, Su iglesia, Su salvación.
¿Quieres hoy dejar la ventana y entregarle tu vida por completo a Cristo? ¿Quieres levantarte de la caída y ser restaurado por la gracia de Jesús?
Si ese es tu deseo, abre tu corazón. Cristo está aquí para levantarte, restaurarte y darte vida eterna.
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