Sumisión de la Mujer - Parte 2

Efesios  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 950 views

La sujeción de la Mujer a su propio marido

Notes
Transcript

Introducción:

Efesios 5.21–24 RVR60
Someteos unos a otros en el temor de Dios.Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Seguimos hoy con nuestra serie de sermones expositivos del libro de Efesios, estamos considerando las implicaciones de la vida Cristiana a la luz de lo que Dios ha hecho a favor de su pueblo. Hemos visto que como Dios nos ha hecho un pueblo, estamos llamados a vivir en unidad, como nos ha apartado del mundo para él, estamos llamados a vivir en santidad imitándole como hijos amados, nos ha llamado de las tinieblas a la luz y por lo tanto hemos de nadar como hijos de luz, sabiamente y por cuanto nos dado su Espíritu debemos vivir llenos, bajo el control del E.S. y una vida llena del E.S. que va madurando en la fe se manifestará en que hablaremos palabras edificantes, estaremos alabando a Dios en nuestro corazón, cantaremos de gozo, daremos gracias por todo y nos sujetaremos unos a otros en el temor del Señor o como lo ordenó el Señor.
Una persona llena del Espíritu, vivirá en sumisión voluntaria, sirviendo a aquellos que debe servir y según el grado de autoridad que le ha sido dado, servirá al Señor quien es su cabeza.
Es importante recordar que la sujeción mutua no implica que el padre se somete a sus hijos y los esposos a sus esposas... Pablo no esta hablando de igualitarismo en las relaciones. Unos a otros no implica tu te sujetas a mi y yo a ti, ejemplo del uso de la frase unos a otros: “Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.” (Apocalipsis 6.4) - Cada uno debe servir a aquellos que esta llamado a servir de buena voluntad y cada uno según el Señor le dio responsabilidades, debe debe cumplirlas en el Señor para el beneficio de aquellos que están bajo su cargo.
Por lo tanto el sometimiento implica obediencia y cumplimiento de ciertas responsabilidades aun cuando tengamos autoridad. Así que:
Los esposos deben sujetarse al Señor: protegiendo, amando, proveyendo a sus esposas, dando la vida por ellas según les ordena el Señor, en sumisión a él y las mujeres deben servir y respetar a sus maridos.
Los Padres según ordeno el Señor y en sumisión y servicio a él, deben criar a sus hijos en la amonestación del Señor y los hijos deben obedecer, respetar y servir a sus padres.
Los pastores deben sujetarse a un cuerpo de ancianos, y todos ellos al Señor, la iglesia debe someterse a sus pastores. He. 13:17: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos”.
Solo unan persona llena del E.S. podrá vivir dando gloria a Dios en sus relaciones. Una persona egocéntrica, llevada por la carne, por vino, siempre distorsiona esta enseñanza. Por lo que Pablo advierte la manera en que hemos de guardar el principio de la sujeción de manera que nos sometamos a la dirección del E.S. Abandonando nuestra ideas mundanas de machismo, feminismo, etc.
La semana pasada consideramos la manera en que las mujeres Cristianas deben aplicar este principio del evangelio con sus propios maridos.
Iniciamos con el primer punto del texto y dimos una amplia explicación del mandamiento, lo que significa y lo que no significa someterse.
Vimos que este mandamiento no significaba que la mujer debía ver a su marido como autoridad absoluta, o que la mujer sea esclava de su esposo, o que el esposo debe someterla o que ella no pueda opinar o que la mujer sea inferior o que ella depende espiritualmente del marido yo tenga que obedecerle en todo.
Vimos que la sumisión si significa que la esposa coloca todos sus talentos, habilidades, recursos, y energía a disposición de su marido.Que la esposa cede voluntariamente y utiliza todas sus habilidades bajo la dirección de su esposo para el bien de él y de la familia. Que se considera como parte del equipo de su marido y no un contrincante que lucha contra él y procura sobrepasarlo. Que ella no es un ser independiente que va por su propio camino, sino compañera de equipo de su esposo, que lucha por los mismos logros. Ella tiene ideas, opiniones, deseos, pedidos y percepciones y con amor se los hace conocer, pero sabe que en todo buen equipo alguien tiene que tomar las decisiones finales. Sabe que los miembros del equipo deben apoyar al capitán, a sus planes y decisiones, o no habrá progreso sino, por lo contrario, habrá confusión y frustración.
Este es el rol que Dios le dio a la mujer "ella es Seguidora - ayuda idónea" y este rol lo tiene antes de la caída. Este rol continua con mayor razón después de la caída, para la protección y bendición de ella, su familia, la iglesia y la nación.
En la familia que Dios diseño para su gloria y para nuestro beneficio:
"hay un hombre guiando y dirigiendo, y a su lado una mujer complementándolo, siéndole de ayuda idónea; amándose mutuamente, reverenciándose, respetándose, honrándose el uno al otro, pero nunca confundiendo sus roles y su llamado".
Quiera Dios en su gracia capacitarnos no solamente a ver la enseñanza, sino a someternos a ella, y de esa manera honrar y glorificar su nombre.
Oremos.
Así que ya vimos el mandamiento de Pablo, veamos hoy la manera en que se debe obedecer el mandamiento - la razón teológica para obedecer el mandamiento y la implicación practica del mandamiento.

2. La manera de obedecer el Mandamiento "Como al Señor"

Martin Loid Jones parafrasea este texto así: 'Casadas, sométanse a sus propios maridos porque esto es parte de su deber para con el Señor, porque eso es una expresión de su sumisión al Señor'. O bien, 'Casadas, sométanse a sus propios maridos; háganlo de esta manera, háganlo como parte de su sumisión al Señor'.
Negativamente: cundo una mujer rehusa someterse a su marido, se está rebelando contra su Señor.
Positivamente: cuando ella se somete a su marido gozosa y voluntariamente, es una muestra de su agradecimiento y obediencia a su Señor.
Jesús dijo: «Si me amáis, guardad mis mandamientos» (Jn 14.15), y uno de sus mandamientos a las esposas es: «Estén sujetas a sus propios maridos…» (Ef 5.22).
Hermana, el Señor espera que cumplas con este deber en el poder del E.S. llena con la palabra de Cristo, saturada del evangelio de Cristo - Una mujer que no ha sido alcanzada por la gracia o que no esta profundizando en las implicaciones de su salvación por la escritura, le costara la sumisión. Solo si es humillada y fortalecida por el E.S. podrá vivir así y hacerlo como para el Señor.
Una mujer que ha experimentado la gracia y el perdón de Cristo, estará ansiosa por agradar al Señor, entonces vivirá en sumisión a su propio marido.
Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” (2 Corintios 5.14–15, LBLA)
La sujeción es una manera en que la mujer cristiana puede mostrar al mundo claramente que ella es una mujer apartada por su Señor, comprada con precio de Sangre y que sirve a los intereses de su creador y salvador. Una mujer sumisa es un testimonio vivo de un Dios real que transforma y hace libres a los hombres.
Si el evangelio es la motivación para la sujeción, se debe entender que debe ser una sujeción gozosa, no servil, resignada o de mala gana, Pues antes que a su marido, ella esta dando obediencia a su Señor y Salvador.
Las Escrituras declaran que la esposa, según Dios, «con voluntad trabaja con sus manos» (Pr 31.13), y se siente satisfecha al utilizar todos los recursos que Dios le ha dado para suplir las necesidades de su marido y de su familia.
Efesios 5.33 en la Versión Ampliada del Nuevo Testamento parafrasea Respeto, como la actitud que debe tener una esposa al considerar, honrar, preferir, estimar, alabar y admirar a su esposo.
Esta es pues la manera en que la mujer se somete, movida por su amor a Cristo, animada por su increíble amor y sostenida por su gracia. Esto es una sujeción como al Señor.

¿como se ve esto en la practica, como una mujer puede motivada por el amor y la gracia, someterse a su marido?

Dr. Wayne Mack nos ofrece algunas maneras practicas en que la mujer puede honrar a su Señor en su sumisión a su marido:
Haciendo que su hogar sea un lugar seguro: un lugar de aliento, comodidad, comprensión y refugio (Pr 31.11, 20). No haga bromas acerca de él ni comentarios hirientes, tampoco le recuerde constantemente sus faltas, errores y fracasos. Corríjalo solamente si es absolutamente necesario y evite el peligro de dejar que el hogar esté desordenado y lleno de confusión. También evite el peligro de hacer del hogar una sala de exposición donde todo debe siempre estar en su lugar y sin ninguna mancha. Los maridos quieren vivir en sus hogares, y no en una sala de exhibición. Es en resumen la mujer de Proverbios 31 que leímos ahora.
Una nota para resaltar: esta es una mujer real, un hombre inspirado por el E.S. luego de recordar l consejo de su madre y después de observar a su mujer con los ojos de la gracia, se dio cuenta de tesoro que tenía en casa, del don que Dios le dio y quiso escribirle un acróstico con el alfabeto griego, para enumerar las cualidades que veía en su mujer.
Entonces esta descripción no esta puesta aquí para que los hombres la usen como una herramienta para desanimar a sus esposas, mas bien, debería motivarnos a seguir el ejemplo del sabio y buscar maneras de motivar y animar la tarea de nuestras esposas, alentarlas al ver la forma en que el E.S. esta obrando en ellas para su gloria.
Entonces hermanas, este texto no es para desanimarte, no es para que pienses: "¡Yo no puedo estar a la altura de esta mujer!" - Mas bien es un recordatorio para los esposos acerca de su responsabilidad de animarte en las áreas en las que Dios, por Su gracia, está trabajando en tu corazón.
Siendo confiable y formal (Pr 31.11–12). Este hombre puede decir de ella, "Mi corazón confía en ti. Tú eres digna de confianza. Un hombre puede afirmar esto de su esposa creyente.
Manteniendo una buena actitud (Pr 31.26, 28–29; Stg 3.13–18; Fil 4.4). Ella tiene una actitud bondadosa que provoca que sus hijos y esposo la alaben.
Dialogando abierta y honestamente, en amor (Ef 4.25). Pablo nos dice que esta es la manera en que los cristianos se dirigen el uno al otro, así que una esposa que es sumisa discute las cosas de una manera amorosa, abierta y honesta.
Estando satisfecha con su posición, sus posesiones, sus tareas (Fil 4.6–13; He 13.5, 16). Un anciana de una iglesia cuenta que una mujer acudió a ella frustrada por su marido porque trabajaba todo el tiempo y no estaba mucho en la casa. Esta anciana piadosa le dijo: "Si tu marido aceptara un trabajo que le demande menos tiempo, de manera que pueda estar contigo y tus hijos ¿estarías dispuesta a vivir con menos ingresos?, la Señora le dijo: NO. Muchas mujeres ponen a sus esposos en esta situación, dame lo que me estas dando y dame también mas tiempo. Cuidado.
Siendo sufrida, perdonadora y paciente (Ef 4.2, 31–32; Col 3.12–14). Los matrimonios comienzan a desmoronarse por falta de perdón. Deben llevar cuentas cortas.
Mostrando interés en sus problemas y asuntos (Fil 2.3–4).
Siendo miembro laboriosa, frugal, diligente, ambiciosa y creativa del equipo (Pr 31.10–31). Salmo 128: 3? "Tu mujer será como una vid fructífera dentro de tu casa". Ella es productiva para su marido y su familia.
Ofreciendo sugerencias, consejo y corrección cuando es necesario, en amor (Pr 31.26).
Manteniéndose hermosa, especialmente en su ser interior (1 Pe 3.3–5). Pedro habla de una mujer cristiana piadosa que cultiva la belleza interior.
Manteniendo una vida espiritual buena (1 Pe 3.1–2, 7). Busca a Dios y su gloria por encima de todo. Es una mujer que entiende que el matrimonio no se trata de ella sino de de la gloria de Dios.
Cooperando con su esposo en la crianza de los hijos (Ef 6.20; Pr 31.26–28; 1 Ti 5.13, 14).
Promoviendo lealtad a él en los hijos. Las actitudes de la esposa hacia su marido son adoptadas rápidamente por los hijos. Una falta de respeto o confianza en su liderazgo, quejas acerca de lo que ha hecho o ha dejado de hacer ejercerán una influencia debilitante sobre los hijos. Ella, con sus hijos o cualquier otra persona, debe evitar tomar una posición en contra de su esposo . Debe apoyarle y cooperar con él en la disciplina. Toda diferencia de opinión acerca de la disciplina debe dialogarse lejos de los hijos.
Siendo agradecida. El aprecio debe expresarse libremente y en variadas formas (Ro 13.7). Todos los cristianos deben cultivar una actitud de agradecimiento. Debemos ser personas agradecidas, y una esposa que está apoyando y sirviendo a su marido expresará gratitud.
Mostrando confianza en sus decisiones. Desdén, falta de confianza, ansiedad, u oposición fuerte a sus decisiones puede hacer que él se torne indeciso, defensivo o que no acepte ninguna innovación. Si la esposa duda de la sabiduría de alguna decisión importante, debe hacérselo saber sin amenazas, y descontar que hay algunos hechos o factores que ella desconoce y que en verdad él desea lo mejor para todos (1 Co 13.4–8). Sus esposos comete errores y a veces será difícil seguirlos, pero Jesus que no comete errores te dice que debes hacerlo, así que sigue a Cristo. Muestra confianza en tu marido.
Una hermana dice que cuando piensa en respetar a su marido, piensa en tres áreas: pensamiento, palabra y obra; y ofrece estas preguntas a las mujeres cristianas:
Pensamientos: "¿Qué pensamientos saltan a mi mente cuando pienso en mi esposo?" Estos pensamientos: ¿Están honrando a él?" dice ella: Eso es lo que Pablo está pidiendo a una mujer cristiana cuando habla de respetar a su marido, debemos tener pensamientos de honor hacia él.
Palabras: ¿Cómo hablo con mi marido cuando estamos solos? ¿Cómo hablo con mi esposo frente a los niños? ¿Cómo hablo con mi marido en público? ¿Cómo hablo de mi marido a los demás? "
Obra: "¿Muestro mi respeto de mi marido a través de mis acciones? ¿Cómo le demuestro afecto físico? ¿Escucho cuando me habla, en público y en privado? ¿O mis acciones comunican una falta de respeto, desatención o incluso indiferencia, interrumpiéndolo cuando habla, desviando la vista cuando habla, olvidando o incluso fallando en hacer las cosas que ha pedido?
Hermana aquí hay una tarea para ti, preguntaste estas cosas cuando estas en casa y también considera de que manera especifica puedes dar honor a tu marido, habla con él sobre esto y de repente vas a encontrara que aquello que tu piensas que le dará honor, en verdad es algo que él no considere tan importante en tu lista.
Hermano, debes sentirte agradecido con Dios, si tu esposa quiere parecerse más al Señor, mostrándote mas respeto. Después de haber visto el mandamiento y la manera de obedecerlo, examinemos ahora:

3. Las Razones para obedecer el Mandamiento "El marido es cabeza, como Cristo de la Iglesia que es su cuerpo y el es su Salvador"

Dios no solo nos da ordenes, sino que nos motiva a obedecerle con razones profundas y si que es profunda la razón que le da a la mujer para someterse a su marido.
Esta razón tiene que ver con la doctrina de la unión de la iglesia con Cristo - Mi hermanos, es imposible separar la doctrina de la practica, un correcto entendimiento de Dios y sus obras siempre será fundamento de nuestra obediencia. Nuestar fe tiene que ver con razones teológicas profundas que satisfacen la mente. Dios no exige un tipo de obediencia ciega y mística.
Pablo nos recuerda lo que dijo en en el capitulo 1 y lo aplica en la relación del matrimonio como una implicación practica:
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Efesios 1.22–23)
Para Dios, la institución del matrimonio tiene un peso increíble que trasciende a las personas que lo componen.
El matrimonio no se trata solo de dos personas, se trata de una señal gloriosa que apunta a la relación que Cristo tiene con su Iglesia. Esta institución señala algo mas grade y glorioso que la unión pactual entre un hombre y una mujer.
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” (Efesios 5.23–24, RVR60)
En un matrimonio esta en juego algo mas importante que la felicidad de dos personas o la felicidad de una familia. Lo que esta en juego es el la gloria de evangelio que representa. Esta es una carga para el esposo y la esposa. Entonces:
El Hombre es cabeza de la mujer, como Cristo de la iglesia - esto tiene implicaciones profundas para el marido que luego veremos detenidamente. PeroPablo esta hablando aquí a la mujer, es así como ella debe verse en relación a su marido:
Debe verse como alguien que esta siendo salvada como Cristo es el salvador de la Iglesia.
Que significa esto:
La palabra salvador aquí no tiene que ver con la redención, “Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.” (1 Timoteo 4.10, RVR60); el significado en estos dos contextos es salvación en termino de alguien que esta preservando, protegido, así Dios en un sentido es salvador de todos los hombres, pero mayormente se ocupa de los que creen.
La mujer esta siendo llamada a ponerse bajo el cuidado, la protección, el sustento y la dirección de su marido. Porque esta ya es su responsabilidad como cabeza, como representante y figura del papel de Cristo con la iglesia dentro del matrimonio. Así que el marido debe sustentar y cuidar a la esposa y ella debe ponerse bajo su cuidado voluntariamente como la iglesia a Cristo.
Debe verse como el cuerpo que sustenta orgánicamente una cabeza
La mujer es el complemento del marido o la ayuda idónea, para esto fue creada, el hombre no puede sin el cuerpo y el cuerpo no puede ser sin la cabeza "Complementarismo" no "igualitarismo" el cuerpo es una unidad vital y esta unido orgánicamente de manera que una parte no puede existir sin el todo.
Recordemos lo glorioso de esta enseñanza para el creyente. Esta doctrina nos asegura que Cristo no esta completo sin su iglesia y por tanto nuestra esperanza es segura, si el resucito y esta a la diestra del Padre, nosotros también resucitaremos y estaremos para siempre con el en gloria. Cristo de manera voluntaria se humillo para ser nuestro, de manera que el ya no pudiera ser sin nosotros.
Esta es lo que se debe reflejar por gracia en el matrimonio. Es el amor de Cristo lo que me motiva cada vez que tengo diferencias con mi esposa a solucionarlas, pues es imposible que yo pueda ser sin ella, sería una blasfemia practica del evangelio. Yo no quisiera nunca amenazar con separarme, mas bien procuro en el Señor hacerle ver a mi esposa que no puedo ser sin ella.
Nuestro hogar debe procurar siempre esta unidad, por aquello que representa.
Deben verse como el cuerpo que es gobernado por la cabeza
Esto implica que jamás ustedes deben tomar acciones independientes de sus maridos. Así como un cuerpo es el instrumento mediante el cual expresamos lo que determinamos, así debes tu ponerte bajo el liderazgo de tu esposo.
Si un cuerpo actúa independiente de la cabeza, esto sería una enfermedad parecida a la epilepsia. La mente no quiere actuar así pero el cuerpo convulsiona, así se ve un hogar donde la mujer actúa independiente de su marido, un hogar quebrantado, desarmonioso, monstruos.
Su tu cuerpo no funciona, no reacciona y tu mente quiere movilizarse, esto también es otra enfermedad, parálisis. Un cuerpo con parálisis necesita mucha atención de otros, se puede llenar de llagas y puede morir si otros no colaboran. Así se ve un matrimonio con una esposa rebelde que no quiere someterse.
Hermana no actúes ni independiente, ni antes que tu marido, no dejes de actuar cuando lo requiera tu marido. Recuerda que él es la cabeza y es quien debe llevar las riendas del hogar y que es delante de Dios responsable por esto.
La iniciativa y el liderazgo debe ser en ultima instancia de tu esposo y toda acción en el hogar debe ser coordinada, para la gloria de Cristo y del evangelio. Esto no es esclavitud, es vivir como la iglesia vive con su Señor, es manifestar el Espíritu de Cristo al mundo.
Hermanas, yo se que les es difícil someterse a un pecador, pero también a sus esposos le será dicil amar, cuidar, proteger, sostener, dirigir y dar su vida por una pecadora. ¿quien dijo que era fácil? Pero así diseño Dios el matrimonio para que el mundo pueda ver una muestra de su amor y de su increíble gracia. Espero que las razones para obedecer te sean satisfactorias.
Después de haber visto el mandamiento, la manera de obedecerlo y las razones, terminemos considerando:

4. Lo que implica obedecer el Mandamiento "En Todo - como la Iglesia a Cristo"

Si haz de someterte como la iglesia Cristo, esto implica que debes someterte en TODO.
No es algo que debes hacer dependiendo de la situación u algunas veces, o en algunas cosas. No es posible ser selectiva. no puedes elegir a tu gusto las cosas en las que debes seguir a tu marido.
La sujeción es en todo, extensiva, pero no dice que debe ser ilimitada.
No estas llamada a obedecer a tu marido cuando sus acciones son claramente una violación de la ley de Dios. Recuerda que ante todo su autoridad es una que le fueñ delegada, no es una autoridad absoluta. Es aquí donde las mujeres deben practicar lo que Pablo dijo antes: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” (Efesios 5.17, RVR60). Muchas veces puedes encontrarte contradiciendo a tu marido por tus opiniones personales en algo que no es en si mismo pecaminoso. Así que debes ser sabia en la escritura, para no causar divisiones y problemas innecesariamente.
Si tu marido te pide hacer algo que quebranta un mandamiento, debes ser sumisa y con la mejor actitud debes hacerle ver tu llamado a someterte a Dios antes que a los hombres y hacerle saber que estas dispuesta a seguirle en todo pero no en su rebelión contra Dios. Entonces una actitud sumisa, explica con bondad, caridad y claridad sus razones para desobedecer; Pero aun así debes hacerle saber con tu boca y tus acciones que estas dispuesta a seguirlo y darle toda tu lealtad. Lo importante hermana es que entiendas que no estas llamada a someterte a tu esposo al punto de que este sometimiento interfiera en tu relación de amor y obediencia a Cristo.
Las esposa tampoco debe seguir al marido si esta mentalmente desequilibrado, con demencia o alzaimer. Debe ayudarle, servirle y y honrarlo, pero no seguirlo en su locura.
Si su marido es un adultero, la escritura te deja en libertad para separarte, pues él a roto el pacto y la unidad del matrimonio. Una mujer no esta obligada de por vida a someterse a un hombre adultero o abusivo. Dios ha puesto reyes y las leyes protegen la dignidad de la mujer, una mujer abusada esta en libertad de denunciar a su marido ante las autoridades.
En conclusión, las mujeres esta llamada por amor a Cristo a ir a los limites de la sujeción y solo detenerse cuando los principios de Dios son quebrantados.
Cuando estés tentada a no someterte a tu marido, hazte esta pregunta:
¿Puedo presentarme con esta actitud y en esta condición ante la presencia del Señor quien a pesar de mí y a pesar de mi vileza y mi pecaminosidad descendió del cielo y fue a la cruz del Calvario y se entregó a sí mismo y dio su vida por mí?
Si puede presentarse ante él todo está bien; nada tengo que decirle. Pero si en su presencia se siente condenada por causa de su actitud, por causa de cualquier aspecto de su relación, vaya y ponga sus cosas en orden. De modo que cuando vuelva a él, lo haga con conciencia tranquila, con espíritu abierto y capaz de regocijarse en su santa presencia.
Lal sumisión es un asunto cristiano; es semejante a la relación de la iglesia a Cristo, del cuerpo a la cabeza.
Mientras lo consideremos en estos términos no habrá problemas; será un privilegio, es algo a lo cual Dios mirará con placer y deleite. 'Mujeres, estad sujetas'—'un espíritu afable y apacible, que es de gran estima delante de Dios'. Y por mucho que deba sufrir aquí, su recompensa en el cielo será muy grande.
Marido, tú eres el siguiente.
Oremos.
Señor Dios, concede a las mujeres cristianas de esta congregación gran paciencia con nosotros, hombres pecadores que les han fallado, que no les han servido como debemos servir, pero a quienes sin embargo han decidido entregar sus vidas. Sabemos que sería un testimonio dramático de nuestra comunidad para el evangelio si simplemente nos amábamos unos a otros en nuestras familias de la manera en que nos llaman al amor. Pero es amor costoso y amor caro, y no tenemos el poder de hacerlo por nuestra cuenta. Así que da lo que tú mandas, y ordena lo que quieras. Danos la capacidad de oír esta palabra y ponerla en práctica, para nuestro bien eterno y para tu gloria eterna. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Related Media
See more
Related Sermons
See more