Hechos 13

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Notes
Transcript

Hechos 3.12-18

V12
De nuevo Pedro aprovecha para predicar el evangelio, su mensaje tiene una explicación y una exhortación.
V13
El título siervo hace recordar el “Siervo” de Isaías
Isaías 52:13 "Miren, mi siervo prosperará; será muy exaltado."
V14
En el AT el Mesías es el Santo
Salmo 16:10 "porque tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu santo se pudra en la tumba."
Isaías 31:1 "¡Qué aflicción les espera a los que buscan ayuda en Egipto! Al confiar en sus caballos, en sus carros de guerra y en sus conductores; y al depender de la fuerza de ejércitos humanos en lugar de buscar ayuda en el Señor, el Santo de Israel."
Y el Justo
Isaías 53:11 "Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos."
V15
Cristo es la fuente de la vida
Colosenses 3:4 "Cuando Cristo —quien es la vida de ustedes— sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria."
y de la salvación.
2 Timoteo 2:10 "Por eso estoy dispuesto a soportar cualquier cosa si esta traerá salvación y gloria eterna en Cristo Jesús a los que Dios ha elegido."
V17
Aunque el pueblo y los gobernantes estaban cegados, eso no los excusaba.
V21
Jesús volverá, pero hasta el día de la resurrección de todas las cosas en que SU reino será restablecido.
V25
Pedro les recuerda que ellos son los herederos de todo lo que Dios prometió a su pueblo, han heredado el pacto que Dios hizo con Abraham y son los primeros en experimentar los efectos de la resurrección de Jesús.
Gálatas 3:29 "Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes."
Romanos 4:12 "Y Abraham también es el padre espiritual de los que han sido circuncidados, pero sólo si tienen la misma clase de fe que tenía Abraham antes de ser circuncidado."
INTRO
V12
¿Qué hay de sorprendente en esto? ¿como si hubiérmos hecho caminar a este hombre con nuestro poder? Se maravillan, precisamente por eso, por los limitados poderes humanos. Aunque también eso da evidencia que son meros agentes, medios de a quien ellos predican: ¡Jesús!
V13
Con que heróico coraje o valor Pedro culpa a sus oyentes del más grave de todos los crímenes posibles y con una fuerza de lenguaje que no deja lugar a dudas de que dice lo que dice.
V15
¡Qué gran paradoja! mataron al autor de la vida.
V16
Con maestría usa el milagro para glorificar a su Señor y al mismo tiempo hacer sentir a sus oyentes la culpa de haber derramado Su Sangre
V17
Pedro, igual que su maestro, no quiere “romper la caña doblada”, su acusación está motivada por el amor, es necesario suavizar las heridas que fue necesario hacerles: fue por ignorancia.
Lucas 23:34 "Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados."
V18
La doctrina de un Mesías sufriente estaba en desacuerdo con las opiniones o las corrientes del judaísmo, fue difícil que los 12 la aceptaran, es hasta la resurrección que lo hacen. Pedro mismo se resistía a eso, cuando jesús les dijo que tenía que sufrir él se negó y dijo que no lo permitiría, por eso Jesús lo reprende severamente. Ahora, aquí sostiene como una verdad segura la antigua profecía, la que ha sido cumplida y los judíos la pasan inadvertida. Vemos un gran cambio de opinón después de la iluminación en pentecostés.
V20
Un largo período de tranquilidad, prosperidad,alegría.
Abarca el tiempo desde la ascensión de Cristo hasta su segunda venida.
V22
Pedro asume que, a la luz de lo que acaba de decir, se vería de inmediato que solo uno tenía título alguno para ser eseprofeta.
Escuchen con antención todo lo que él les diga, esta parte es con toda la intención de llevar a los oyentes a la obediencia de la fe.
V24
Todos los profetas señalaban a Jesús, todo lo anterior era sombra, era un anuncio de Jesús
Hebreos 9:10 "Pues ese sistema antiguo sólo consiste en alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, es decir, ordenanzas externas que permanecieron vigentes sólo hasta que se estableció un sistema mejor."
V26
Lo envió cargado de bendiciones, a fin de que se convirtieran de su maldad. Ellos esperaban un Mesías que derramara bendición externas sobre la nación en general y por medio de ella a todo el mundo; pero aprendieron otra cosa y aora anuncian la gran bendición y es que cada uno de ellos se vuelva se arrepienta de sus pecados, de sus caminos pecaminosos.
COn gran habilidad divina, basados en hecho que no pueden negar, el apóstol les hace ver su culpa, luego conforta sus mentes con la seguridad de que tendrán perdón si se vuelven al Señor, y en cuanto lo hagan aseguran un futuro glorioso, que culminará con el regreso personal de Cristo desde los cielos a donde ha ascendido.
INTRO
Pedro habla primero de la autoridad que hizo sano al cojo ,que no fue por la piedad de ellos sino que era el poder del Dios de Israel quien glorificó a su siervo jesús, el mismo que lo sjudios jabían entregado y negado. Est Jesús es ahora un poder viviente en medio de ellos.
En esta parte hay todas las característiasc de la predicación que se repetiría en la iglesia primitiva: 1, los judíos mataron a quien el Dios de sus paadres había enviado; 2, eran culpables; 3, la inocencia de Jesús fue reconocida por Pilato; 4, el sufrimiento cumplió las profecías; 5, la pasión de Jesús barió e hizo testimonio de la gloria y el triunfo; 6, La resurrección exite una evaluación nueva de la muerte de Jesús.
El propósito era persudaris a los judios no cnvertidos de que Jesús, el carpintero de Nazaret que ellos habían crucificado era de veras el Mesías prometido en el AT.
V13
Además aquí vemos los títulos mesiánicos que se aplican a jesús: Siervo de Dios, Santo y Justo, el profeta Isaías es el primero que habla del Siervo y proclama su sufrimiento y su triunfo.
Isaías 42:1 "»Miren a mi siervo, al que yo fortalezco; él es mi elegido, quien me complace. He puesto mi Espíritu sobre él; él hará justicia a las naciones."
Isaías 50:10 "Entre ustedes, ¿quién teme al Señor y obedece a su siervo? Si caminan en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíen en el Señor y dependan de su Dios."
Cuando ellos usaban el término Siervo de Dios, no sólo como un puesto de honor, sino más bien apuntaban directamente al Siervo de Isaías, varón de dolores en favor de los demás, en referencia al valor y misterio del sufrimiento que se ve en la pasión y muerte de Jesús.
Cuando Pedro dice que el Dios de Abraham, Isaac y de Jacob pareciera que dirá que ÉL hizo el milagro, pero después lo asocia con el Nombre de Jesús, así que para PEdro no hay duda que está identificando a Jesús como el Señor de los judíos.
V17
Pedro no quiere condenar a quienes le escuchan, los quiere salvar. Actuaron por ignorancia, y sin darse cuenta contribuyeron a que se cumplierna las profecías de un Mesías sufriente
Isaías 53:2 "Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde; como raíz en tierra seca. No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto, nada que nos atrajera hacia él."
El mismo Señor Jesus lo dijo
Lucas 23:34 "Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados."
No comprendían verdaderamente lo que estban haciendo. Claro que esa ignorancia no basta para excuplarles de todo epcado, pues todos eran pecadores. Eran ignorantes pero culpables, porque Jesús de muchas maneras probó que su misión era divina.
Peedrp exorta al arrepemtimiento y a la fe en Jesus como SalvDOR y Señor.
V19
Las 2 palabras qeu sobresalen es: arrepiéntanse y vuelvan a Dios. Arrepentirse podría significar cambiar la manera de pensar y es más fácil cambiar de idea que cambiar de modo de vida; pero este cambio de mentalidad ha de dar por resultado el rechazo del viejo camino y caminar en uno nuevo. El cambio de mentalidad y de dirección da como resultado el perdón de sus epcados que terminca con un nuevo estado de reconciliación con Dios, con Jesús como Salvador y esrablecer la soberanía de Dios.
V25
En el fin del discurso Pedro regresa al pacto de Dios con Abraham, hasta el comienzo de la participación de nuevo de Dios en el destino de la raza humana para su bienestar. L
La promesa hecha a Abraham ya ha comenzado a cumplirse y es necesraio que los judíos se conviertan para poder participar en esa b endicón prometida a la descendencia de Abraham.
V12
No querían que sus compatriotas los admiraran, sino que reconocieran a su salvador.
V13
Pedro insiste que tanto él como Juan son verdaderos israelitas, intenta ganar a su pueblo para Cristo.
EL Dios de sus antepasados glorificó a Jesús como lo predijo Isaías:
Isaías 52:13 "Miren, mi siervo prosperará; será muy exaltado."
Isaías 53:11–12 "Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque él cargará con todos los pecados de ellos. Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores."
Seguramente los descendientes de Abraham,Isaac y Jacob no repudiarían a quien Dios había glorificado ¡pero lo hicieron!
Juan 19:12 "Entonces Pilato trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes judíos gritaron: «Si pones en libertad a ese hombre, no eres “amigo del César”. Todo el que se proclama a sí mismo rey está en rebeldía contra el César»."
¿ Seguirían repudiándolo?
V15
Mataron al autor de la vida! Esta es una predicación dura. Mataron al divino creador y guardían d e la vida, Pedro les está diciendo: Lo que se le pedía hacer al hombre y no podía, o sea ¡cumplir la ley de Dios! Dios vino y lo hizo por nosotros. Vino como hombre para hacerlo, la obra de salvación es una obra divina y quien vivió y murió para nuestra esalvación es divino.
V16
El nombre de Jesús es la revelación de Su gracia y poder y estaban allí presentes para fortalecer a ese paralítico antes que el hombre hubiera llegado a creer.
V17
Ignorancia no es inocencia, ellos no tienen excusa. Pedro los lleva al concepto de que Dios en su gracia utilizó el cato malvado que ellos cometieron para SU propósito y que el Señor de gracia estaba listao para perdonar sus pecados.
Dios no les ordenó que actuaran como lo hicieron, ni lo dispuso, tmapoco motivó la ignorancia en ellos, sino que mediante sus actos necios, Dios llevó a a cabo lo que tenía que ocurrir porque su Palabra así lo había profetizado.
El sufrimiento del Mesías de Dios no fue un accidenrte o un error trágico, fue la forma que Dios dispuso para liberar a todos los pecadores del sufrimiento enterno.
V19
Arrepiéntanse y vuelvan a Dios así la limpieza de pecados que logró para todos, será suya también.
V20
Los tiempos de refrigerio o de consuelo son esos en los que los pecados sob borrados y hay paz con Dios. ese tiempo de consuelo es el día de la salvación, cuando el epcador es llevado a la fe en el Salvador.
V21
Pedro también piensa en el tiempo de consuelo final y del envío de Jesucristo por segunda vez
El cristo que vino como bebé , que llega a los corazones de los pecadores y los hace santos, vendrá otea vez en el día que Dios ha degterminado. Así coo los cielos lo recibieron visiblemente, su regreso será así, visiblemente.
Hechos de los Apóstoles 1:11 "«Hombres de Galilea —les dijeron—, ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse!»."
COn su regreso las consecuencias de la caída serán revertidas y loa creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad.
Romanos 8:21 "la creación espera el día en que se unirá junto con los hijos de Dios a la gloriosa libertad de la muerte y la descomposición."
Años después Pedro lo díría así:
2 Pedro 3:13 "Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios."
La curación del paralítico fue una anticipación de lo que Dios hará cuando el tiempo que ha designado se cumpla.
V22-23
Jesús es el profeta a quien israel iba a escuchar y obedecer, Jesús vino a Israel, es mediador entre Dios y el hombre y libertados de su pueblo, parecido a lo que hizo Moisés.
V23
Las conseciuencias de no escucharlo son claras, dond ese comnbina 2 advertencias del at
Deuteronomio 18:19 "Yo mismo trataré con cualquiera que no preste atención a los mensajes que el profeta proclame en mi nombre."
Levítico 23:29 "Los que no se nieguen a sí mismos en ese día serán excluidos del pueblo de Dios;"
Rechazar a Jesucirto con incredulidad es eternamente fatal.
V24
Cristo está señalado por todos los profetsa, es el descendiente prometido a de abraham. Sería trágico si ese pueblo sigue negando su herencia y rechazando sus derechos de nacimiento, Cristo vino para ser bendición a todas las familias de la tierra ¿cómo puede su propio pueblo rechazar estas bendiciones?
V26
El evangelio de salvación fue ofrecido primero a los judíos, así fue con Jesús, y ahora sigue ocurriendo allí en Jerusalén con la predicación de Pedro.
V16

3:16. La sanidad del cojo vino como resultado de su fe en el nombre de Jesús. La fe también fue evidente en muchos a quienes Jesús sanó (e.g.

3:12 «Al ver esto Pedro…» Ellos vieron el asombro y la curiosidad de la multitud y aprovecharon (ver

Vv. 12—18. Nótese la diferencia en el modo de hacer los milagros. Nuestro Señor siempre habla como teniendo poder omnipotente, sin vacilar jamás para recibir la honra más grande que le fue conferida por sus milagros divinos. Pero los apóstoles referían todo al Señor y se negaban a recibir honra, salvo como sus instrumentos sin méritos. Esto muestra que Jesús era uno con el Padre, e igual con Él; mientras los apóstoles sabían que eran hombres débiles y pecadores, dependientes en todo de Jesús, cuyo poder era el que curaba. Los hombres útiles deben ser muy humildes. No a nosotros, oh Señor, no a nosotros, sino a tu nombre gloria. Toda corona debe ser puesta a los pies de Cristo. —El apóstol muestra a los judíos la enormidad de su delito, pero sin querer enojarlos ni desesperarlos. Con toda seguridad los que rechazan, rehusan o niegan a Cristo lo hacen por ignorancia, pero eso no se puede presentar como excusa en ningún caso.

Vv. 19—21. La absoluta necesidad del arrepentimiento debe cargarse solemnemente en la conciencia de todos los que desean que sus pecados sean borrados y que puedan tener parte en el refrigerio que nada puede dar, sino el sentido del amor perdonador de Cristo. Bienaventurados los que han sentido esto. No era necesario que el Espíritu Santo diera a conocer los tiempos y las sazones de esta dispensación. Estos temas aún quedan oscuros, pero cuando los pecadores tengan convicción de sus pecados, clamarán perdón al Señor; y al penitente convertido y creyente le llegarán tiempos de refrigerio de la presencia del Señor. En un estado de tribulación y prueba el glorioso Redentor estará fuera de la vista, porque debemos vivir por fe en Él.

Vv. 22—26. He aquí un discurso fuerte para advertir a los judíos las consecuencias temibles de su incredulidad, con las mismas palabras de Moisés, su profeta preferido, dado el celo fingido de quienes estaban listos para rechazar el cristianismo y tratar de destruirlo. Cristo vino al mundo a traer una bendición consigo y envió a su Espíritu para que fuera la gran bendición. Cristo vino a bendecirnos convirtiéndonos de nuestras iniquidades y salvándonos de nuestros pecados. Por naturaleza nosotros nos aferramos al pecado; el designio de la gracia divina es hacernos volver de eso para que no sólo podamos abandonarlo, sino odiarlo. Que nadie piense que puede ser feliz continuando en pecado cuando Dios declara que la bendición está en apartarse de toda la iniquidad. Que nadie piense que entiende o cree el evangelio si sólo busca liberación del castigo del pecado, pero no espera felicidad al ser liberado del pecado mismo. Nadie espere ser apartado de su pecado a no ser que crea en Cristo el Hijo de Dios, y lo reciba como sabiduría, justicia, santificación y redención.

Un pueblo nuevo (Hechos) LA EXPLICACION DE PEDRO 3:12–26

LA EXPLICACION DE PEDRO 3:12–26

Pedro tomó la palabra una vez más con el fin de explicar el milagro. Aunque su mensaje contiene las verdades aplicables a los judíos fieles conforme había sido revelado en el Antiguo Testamento, esta vez incluye el aspecto que la iglesia había comenzado a predicar a toda la nación de Israel.

Empezando por dar respuesta a la inquietud de los presentes, Pedro les enseñó que este hecho sobrenatural había ocurrido para autenticar la persona del Señor Jesucristo. Confirmó que Jesús, a quien ellos habían desechado y crucificado, era en realidad el Mesías. La única manera de recibir las bendiciones que Dios les había prometido sería confiando en El.

La Explicación del Rechazo 3:12–18

Para ampliar su explicación del milagro, Pedro afirmó que el poder no era de ellos (3:12), sino de Dios, que quería probar que Jesús era el Mesías (3:13–26). Reconoció que no tenían suficientes méritos ni autoridad para hacer semejante curación; sino que esta era una evidencia de que Dios les estaba utilizando para exaltar a Su Hijo. Dos veces Pedro repitió esta explicación:

3:13 “…el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús”.

3:16 “Y por la fe en su nombre… le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad”.

Al lado de la confirmación de la persona y obra de Cristo, Pedro hace énfasis en el rechazo de parte de Israel. Observe cuántas veces les acusa en estos versículos. Une el pronombre “vosotros” con varios verbos de negación y violencia efectuada contra el Señor Jesucristo. No habían sido los paganos quienes lo habían ignorado, sino Su propio pueblo.

A pesar se esta actitud inconcebible de parte de ellos, el programa de Dios aun permanecía inalterable. El sabía que lo habían hecho por ignorancia, pero esto de ninguna manera había tomado a Dios por sorpresa. Esta actitud estaba contemplada en Su plan desde el principio; lo había predicho por medio de los profetas y ahora se había cumplido (17–18): que el Mesías tendría que padecer y morir a manos de ellos (

Hechos I B. Pedro explica el milagro (3:11–16)

B. Pedro explica el milagro (3:11–16)

11Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. 12Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? 13El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. 14Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 16Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.

Mientras el paralítico sanado se aferraba a los apóstoles—quizás por temor o inseguridad—, la concurrencia se agolpaba más y más para investigar el suceso. El pórtico (que quizás para completar el pensamiento deberíamos decir que consistía de una doble fila de columnas de mármol con techo de cedro) era muy conocido por Pedro, especialmente por la asistencia a las fiestas (comp.

Versículos 12–26

Sermón que predicó Pedro en esta ocasión. Viendo esto Pedro (v. 12). Cuando vio Pedro que el pueblo se reunía en torno de ellos, aprovechó la oportunidad para predicarles a Cristo. Al ver que la gente estaba impresionada por el milagro, se apresuró a sembrar la semilla del Evangelio en tierra que estaba preparada para recibirla y, con toda humildad, atrajo hacia Jesucristo la atención que la gente estaba prestándoles a ellos.

1. No se atribuye a sí mismo el honor del milagro. Se dirige a ellos llamándoles «varones israelitas», a quienes pertenecían no sólo la Ley y las promesas, sino también el Evangelio y sus efectos. Dos cosas les pregunta: (A) «¿Por qué os maravilláis de esto?» Era, sí, algo maravilloso, pero mucho menos que lo que Cristo había hecho unos pocos meses antes, al resucitar a Lázaro de los muertos. A los necios les parece extraordinario lo que les habría resultado ordinario en otras ocasiones si hubiesen prestado la atención necesaria. (B) «¿Por qué ponéis los ojos en nosotros?» Es cierto que habían hecho andar (v. 12b) al cojo, pero no lo habían hecho por su propio poder o piedad, sino que aquel poder procedía totalmente de Cristo y no lo habían obtenido por ser más santos que los demás, pues eran también hombres pecadores (comp. con 10:26). Los instrumentos de Dios no deben ser convertidos en ídolos de la gente. Lo que es de alabar en Pedro y Juan es precisamente que no se atribuyeron a sí mismos el honor de este milagro, sino que lo transmitieron fielmente a Cristo. La utilidad de un siervo de Dios está en razón directa de su humildad.

2. Les predica a Cristo.

(A) Les muestra primero que Cristo era el Mesías prometido a los padres, a los primeros antepasados del pueblo de Israel (v. 13). El Dios de los patriarcas de Israel había glorificado así a su Siervo Jesús. Que el griego paida—nota del traductor—ha de verterse aquí por «Siervo» y no por «Hijo» se muestra en la implícita referencia de Pedro al cántico del Siervo de Jehová en

Juan hasta Hechos (Tomo 7) 2. La multitud (3:11–16)

2. La multitud (3:11–16)

La gratitud del hombre que había sido sanado era tan grande que tenía asidos a Pedro y a Juan (11); es decir, se aferró a Pedro y a Juan, expresándoles su agradecimiento. Mientras tanto, la gente acudía corriendo para ver lo sucedido. La curiosidad es una de las principales características de una multitud. Los que vinieron se juntaron en el pórtico de Salomón. Se trataba de un camino peristilo al lado del muro oriental del área del templo. Todavía puede verse un sendero similar sobre el muro interior (occidental). El pórtico oriental era llamado de Salomón porque entonces corría la tradición de que había sido edificado por el rey de ese nombre a mediados de la décima centuria A.C. Josefo escribió acerca de ese peristilo oriental (o su fundamento): “Esta era obra del rey Salomón, que primero construyó la totalidad del templo.” (Véase el diagrama A).

Pedro respondió a la atónita multitud con una pregunta: ¿Por qué os maravilláis de esto? (12). Los discípulos no habían realizado ese milagro por su propio poder o piedad sino por medio del Dios de nuestros padres (13). El Dios de los creyentes cristianos es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. De esa manera Pedro vinculó el movimiento nuevo al Antiguo Testamento.

Algunos se han preocupado por el cambio de Hijo Jesús a “siervo Jesús” (cf. VM., ASV, NASV, RSV, NEB). Pero la palabra griega en cuestión es pais. Arndt y Gingrich notan que el término fue empleado en los tiempos antiguos para expresar distintas relaciones. Desde el punto de vista de la edad significaba “muchacho” o “joven”; en cuanto a descendencia, “hijo”; en cuanto a relación social, “siervo” o “esclavo”. En cuanto a Cristo y su relación con Dios, ellos dicen: “Con esta conexión tiene el sentido de siervo, por causa de su identificación con el ‘siervo de Dios’ de ciertos pasajes del Antiguo Testamento con el Mesías.” El llamado “Cántico del Siervo” de Isaías refleja ese carácter (cf.

Comentario Al Nuevo Testamento EL CRIMEN DE LA CRUZ (Hechos 3:11–16)

Mientras el que había sido cojo seguía agarrado a Pedro y Juan, llegó corriendo toda la gente, alucinada, adonde ellos estaban, que era el pórtico de Salomón.

Cuando Pedro los vio, se puso a decirles:

—¡Israelitas! ¿Qué es lo que os sorprende tanto? ¿Y por qué os quedáis ahí mirándonos, como si hubiéramos hecho que este pudiera andar gracias a nuestro poder o a nuestra religiosidad? Esto ha sido posible porque el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su Siervo Jesús, a Quien vosotros repudiasteis y entregasteis a Pilato, aunque él había decidido soltarle. Así renegasteis del Santo y del Justo, pidiendo que se pusiera en libertad, en vez de a Él, a un asesino. Vosotros sois culpables de la muerte del Que ha abierto el camino de la vida; pero Dios le ha resucitado, y nosotros somos testigos de ello. Es el Nombre de Jesús y la fe en ese Nombre lo que le ha dado nuevas fuerzas a este hombre al que estáis viendo y conocéis. La fe que inspira ese Nombre es lo que le ha dado a este hombre la perfecta salud que todos podéis comprobar.

En este pasaje resuenan tres de las notas características de la predicación cristiana original:

(i) Los primeros predicadores cristianos siempre subrayaban el hecho fundamental de que la Crucifixión fue el mayor crimen de la Historia humana. Siempre que la mencionan, había en sus voces un tono de horror. Jesús fue el Santo y el Justo, a Quien debería haber bastado ver para amar. El mismo gobernador romano se dio cuenta de que aquella crucifixión era una injusticia flagrante. Se escogió para la libertad a un violento criminal, y se mandó a la cruz al Que no había hecho más que el bien. Los primeros predicadores trataban de impactar los corazones de sus oyentes para que reconocieran el horrible crimen de la Cruz. Es como si dijeran: «¡Fijaos en lo que puede hacer e hizo el pecado!».

(ii) Los primeros predicadores siempre hacían hincapié en la vindicación de la Resurrección: en ella, Dios había dado su aprobación a la obra de Jesucristo. Es un hecho que, sin la Resurrección, la Iglesia no habría existido. La Resurrección era la prueba de que Jesucristo es indestructible y Señor de la vida y de la muerte. Era la prueba definitiva de que la obra de Cristo era la obra de Dios y, por tanto, nada podría hacerla fracasar.

(iii) Los primeros predicadores siempre insistían en el poder del Señor Resucitado. Nunca se presentaban a sí mismos como la fuente, sino sólo como canales del poder. Eran conscientes de sus limitaciones; pero también de que no había límites a lo que el Señor Resucitado podía hacer con y por medio de ellos. Ahí radica el secreto de la vida cristiana. Mientras el cristiano no piensa más que en lo que él puede hacer y ser, no cosecha más que fracaso y temor; pero cuando piensa en «no yo, sino Cristo en mí», tiene paz y poder.

Comentario Al Nuevo Testamento LAS NOTAS DE LA PREDICACIÓN (Hechos 3:17–26)

En este breve pasaje resuenan casi todas las notas de la predicación cristiana original:

(i) Empieza con una nota de misericordia y de advertencia combinadas. Fue la ignorancia la causa de que los judíos perpetraran el horrible crimen de la Crucifixión; pero la ignorancia ya no se puede justificar, y no puede ser excusa para seguir rechazando a Jesucristo. Esta nota de la aterradora responsabilidad del conocimiento resuena en todo el Nuevo Testamento. «Si fuerais ciegos, no tendríais culpa; pero como decís: “Vemos”, vuestra culpabilidad se mantiene» (

12. Respondió (apekrinato). Primer aoristo de indicativo, voz media. El pueblo se veía atónito, y Pedro respondió a esto. Varones israelitas (Andres Israëleitai). El nombre del pacto, y por ello con tono conciliador, la raza de Israel (

Comentario Contextual Lexham del Nuevo Testamento Predicando en el pórtico de Salomón (3:11–26)

3:12 Pedro aprovecha la audiencia israelita atenta en el pórtico (3:11) y predica a Jesús, comienza con preguntas “por qué”: “¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?”.

3:13 Pedro responde las preguntas que le hizo a la multitud en 3:12: es a través de Jesús a quien rechazaron y a quien el Dios de sus antepasados glorificó que el hombre fue sanado.

3:14 Comenzando con la conjunción adversativa “pero”, Pedro contrasta la decisión de Pilato de liberar a Jesús en 3:13 con el rechazo de los israelitas de Jesús en favor de un asesino.

3:15 Pedro describe el rechazo de Israel a Jesús (3:14) en términos claros y concretos, y luego la acción de Dios en Jesús: Israel mató la fuente de vida, pero Dios lo resucitó. Pedro y Juan son testigos de esto.

3:16 Este versículo es una respuesta directa a cómo y por quién fue restaurado el cojo (3:12): Pedro y Juan restauraron por completo a este hombre, a quien los israelitas saben que nació cojo, a simple vista por la fe en el nombre de Jesús, a quien mataron los israelitas (3:14–15).

3:17 Este versículo marca un cambio de la acusación de Pedro a Israel por rechazar y asesinar a Jesús por cuyo nombre sanaron al cojo (3:13–16) para mitigar las acciones de Israel: ustedes y nuestros líderes actuaron en ignorancia.

3:18 Este versículo contextualiza el rechazo de Israel a Jesús dentro del marco más amplio del plan de Dios. Israel no solo actuó en ignorancia (3:17), sino que el Mesías de Dios tuvo que sufrir como Dios predijo a través de los profetas de Dios.

3:19 Este versículo es la respuesta de Israel a las palabras de Pedro (3:17–18): arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que Dios pueda borrar los pecados de Israel. Implica que Israel se ha alejado de Dios en su rechazo de Jesús.

3:20 Pedro describe lo que sucederá si Israel se arrepiente de su rechazo a Jesús (3:19): Yahweh marcará el comienzo de los momentos de refrigerio y enviará a Jesucristo a ellos.

3:21 Aunque Pedro dijo que Yahweh enviará a Jesucristo a Israel si se arrepiente (3:19–20), este versículo afirma que el Mesías permanecerá en el cielo hasta que ocurra una restauración universal, como se profetizó.

3:22 El santo profeta mencionado en 3:21 se revela como Moisés: Moisés profetizó que Yahweh levantaría un profeta israelita para Israel, e Israel debe escucharlo a él.

3:23 Pedro describe las consecuencias de no escuchar al profeta como Moisés (3:22): cualquiera que no escuche al profeta de Israel como Moisés será completamente cortado.

3:24 Todo lo que Pedro ha hablado (3:13–23) fue predicho por los profetas de Israel.

3:25 Pedro conecta a los israelitas con los profetas que predijeron el rechazo de Israel del Mesías de Dios y su resurrección (3:24): los israelitas son descendientes de los profetas y partes del pacto abrahámico.

3:26 Este versículo vincula a Jesús con el pacto abrahámico, a través del cual Dios prometió bendecir a los descendientes de Abraham (3:25): Dios levantó a Jesús para cumplir el pacto de Dios con Abraham, para bendecir a Israel mediante el arrepentimiento.

Hechos a. La explicación (3:11–16)

12. Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: “Varones israelitas, ¿por qué se maravillan de esto? ¿o por qué nos miran como si por nuestro propio poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?”

Pedro tiene un auditorio listo para escuchar su explicación. La gente está asombrada por el milagro que acaba de ocurrir. No hay escepticismo; la mofa que se escuchó el día de Pentecostés ahora está ausente (c.f. 2:13). Por todo esto, Pedro tiene una oportunidad excepcional de proclamar el evangelio. Como en su sermón en Pentecostés, primero explica las circunstancias en que ha ocurrido el milagro, luego pone al corriente a sus oyentes con la muerte y resurrección de Jesucristo, y finalmente los llama a arrepentirse mediante la fe.

a. “Varones israelitas”. Pedro vuelve a usar la forma familiar que usó en su sermón de Pentecostés para comenzar su sermón (2:22) porque está hablando a ciudadanos judíos que conocen el Antiguo Testamento y que no ignoran de los milagros realizados por Jesús. Les habla como el pueblo de Dios y les dice que no deben sorprenderse por el milagro que ven en el paralítico. Por implicación, les recuerda las obras de Jesús de Nazaret, cuyo poder continúa actuando en sus seguidores inmediatos.

b. “¿Por qué nos miran como si por nuestro propio poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?” Pedro reprueba a su auditorio judío y los amonesta que no miren lo que los hombres hacen sino al poder de Dios. Lucas establece un paralelo con el pueblo de Listra, quienes creyeron que Pablo y Bernabé eran dioses después que sanaron a un paralítico (14:8–18). Por supuesto, la gente de Jerusalén no pretendía adorar a Pedro y a Juan, pero sí creían que ellos tenían un poder en ellos mismos que les había permitido hacer caminar al hombre cojo. Pedro les dice que no deben ver lo que los hombres hacen, sino la gloria de Dios.

13. “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y negaron delante de Pilato, aunque éste había resuelto ponerle en libertad”.

Lucas presenta sólo un extracto del sermón de Pedro. De todos modos, lo que dice muestra claramente que Pedro apela a los motivos religiosos de sus oyentes. Después de dirigirse a ellos como: “Varones israelitas”, hace notar que Dios es el Dios de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Al decir esto, Pedro está tocando una parte básica del fundamento religioso de Israel. Dios se reveló a sí mismo a los antepasados de los cuales Abraham, Isaac y Jacob son las tres primeras generaciones. Aquí encontramos las mismas palabras que Dios habló a Moisés desde la zarza ardiendo: “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob” (

3:12. A menudo, los judíos pensaban que los magos hacían milagros (p. ej., provocaban la lluvia) por su gran piedad, lo que requería que Dios les prestara atención. Lucas enfatiza que los *apóstoles son personas comunes, llenas del *Espíritu de Dios (

La explicación teológica (3:11–26)

Para los habituales asistentes al Templo de Jerusalén, hubo una señal visible que nadie podía negar ni ocultar. Un milagro de esa naturaleza, cuyo receptor había sido un pordiosero a quien todos conocían, no se podía desconocer; menos aún se podía pretender que se trataba de una simple histeria colectiva. Fue una señal tan visible y pública que incluso las autoridades judías no se animaron a desconocerla ni negarla (ver 4:14).

Al explicar lo que había ocurrido, Pedro mencionó dos asuntos que todos los presentes conocían muy bien debido a su formación religiosa como judíos: el pacto de Dios con sus antepasados y la promesa de la venida del Mesías. Subrayó que el profeta galileo que ellos habían crucificado días atrás era nada menos que el Mesías que los judíos aguardaban con creciente expectativa. Puntualizó que ese milagro de sanidad no era una simple acción de seres humanos, ni el resultado de la vida piadosa de dos pescadores galileos. Según Pedro, quien lo había sanado era nada menos que Jesús, el profeta galileo crucificado que había resucitado y estaba presente validando el testimonio de la comunidad de discípulos.

Finalmente, como lo había hecho en otro momento (2:38), Pedro hizo un llamado al arrepentimiento y a la conversión como requisito previo para el perdón de pecados. Ese llamado constituía uno de los ejes centrales de la predicación pública de los apóstoles, conocida también como kerigma. Es el llamado que tienen que hacer los discípulos de todas las épocas, pues se trata de un aspecto fundamental del evangelio que no puede ser negociado ni rebajado bajo ninguna circunstancia. No hacerlo es negar el mensaje liberador del evangelio.

Dinámicos en Cristo: Estudio expositivo del Libro de los Hechos Capítulos 1–12 Acusación: Jesús, el Hijo de Dios (Hechos 3:11–16)

Acusación: Jesús, el Hijo de Dios (

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