La Omnisciencia de Dios
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Las perfecciones de Dios, su esencia revelada
Las perfecciones de Dios, su esencia revelada
Los atributos de Dios presentan la naturaleza de Dios.
Estos se estudian y entienden al ser considerados como un conjunto en un todo, inseparables y plenamente perfectos.
Cada atributo existe con el otro y son la revelación soberana, según lo que Dios considera adecuado que nosotros sepamos.
Imagina que, si esto es solo lo que Dios nos ha permitido conocer y ni aún esto logramos entender completamente, cuánto más grande y maravilloso es nuestro Dios.
Dios Ilimitado
Dios Ilimitado
El espacio - Dios es Omnipresente y Omnipotente
El tiempo - Dios es Eterno y Omnisciente
Lo físico y espiritual/Interno y externo - Dios es Omnisciente y Omnipotente
La línea de tiempo, Dios en la cuarta dimensión lo ve todo, lo sabe todo, tiene acceso a todo y lo envuelve todo.
Dios Santo
Dios Santo
El Dios, separado de todo, pues no hay nada que pueda compararse a él, todo lo que existe, por él fue creado y dispuesto para sí mismo.
El Santo Santo Santo, se exalta su santidad sobre otras perfecciones, porque la definición de Dios, creador de todo es lo que realmente significa que sea santo.
Al estudiar los atributos de Dios, sus perfecciones, para entenderlas mejor e intentar que queden en nuestras mentes y les tomemos sentido y peso, es fácil aplicarlas a mí, como si los atributos de Dios fueran usados en y para mí.
Dios los usa en nosotros y ello nos debemos confortar y dar paz, pero siempre el centro de todo es Dios, no tú.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Y esa debe ser nuestra respuesta al conocer a Dios, adorarle a él.
La Omnisciencia de Dios
La Omnisciencia de Dios
Conocimiento perfecto de sí mismo y de lo que ha creado
Un Dios que todo lo sabe, que todo lo entiende, que todo lo ve.
Un atributo que está ligado directamente a su omnipresencia.
Al músico principal. Salmo de David.
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Dios conoce y examina (excava hasta lo más profundo) mi corazón y mente
Pero no sólo eso, sino que Dios conoce cada cosa que yo hago, cada aspecto de mí, cada detalle
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
4 ¿No ve él mis caminos, Y cuenta todos mis pasos?
21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos.
21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas.
El sabe todo lo que hacemos, conoce lo que queremos y pensamos, entiende lo que sentimos.
Dios sabe cómo cada vivencia en tu vida te ha afectado, sabe cómo cada persona actúa y sus verdaderas motivaciones.
Así como David, nuestra respuesta frente a esto debería ser...
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
No hay nada oculto para él:
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Porque Dios es omnisciente y omnipresente, es que él sabe todo y ve todo, aunque sepa que él sabe todo pero por vergüenza quisiera hacer las cosas escondido, eso no sirve tampoco, por que él está en todo lugar.
Él ve toda la tierra y ve a todo lo creado debajo del cielo.
24 Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve cuanto hay bajo los cielos.
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Nada se puede ocultar de él, todos nosotros somo como desnudos frente a él, no hay casa que nos pueda ocultar, no hay puerta que nos pueda separar, no hay ropa que nos permita esconder nuestro verdadero ser, él todo lo ve y todo lo conoce y a él debemos dar cuentas, debemos ir delante de él día a día para dar cuentas de lo que él ya sabe y pedir perdón por nuestros pecados.
Cuando uno piensa en la omnisciencia de Dios, y nos dejamos llevar por nuestro pecado, nos puede parecer un sin sentido la oración y decir “tú ya lo sabes”.
Hermanos, no pierdan de vista la razón por la que oramos, no oramos para convencer a Dios ni para que cambie sus planes, porque eso es imposible, no oramos para que Dios conozca nuestro deseos y anhelos y que los considere, porque él ya los conoce, no oramos para que Dios amplía su conocimiento, no.
La oración es un acto de humillación y dependencia hacia Dios.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
David, frente a entender la grandeza de Dios y de su mente, y a la luz de su santidad y perfección, él se molesta con los que hacen el mal, porque él mismo no desea ser uno de ellos.
Cada uno de nosotros debería despreciar el pecado, pero difícil es cuando nosotros mismos lo amamos tanto.
¿Puedo decir lo mismo que dice David, cuando yo soy uno de los hombre que él describe?
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.
Nuestro corazón regenerado debe dar muestra de su regeneración, nuestros frutos son demostración de nuestra fe.
20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Porque Dios todo lo conoce, él sabe todo y es paciente, esperando que cada uno reconozca sus acciones y las presente a él en la humillación de la oración.
17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.
25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.
20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
No podemos engañar a Dios, si somos suyos, haremos lo suyo.
13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?
14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?
16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Si te está costando, si estás débil, pide a Dios que te ayude a ser conforme a él y que vea la profundidad de tu corazón, te tome de la mano y te guía por su camino
Como un padre que con su cálida mano, toma la mano de su hijo para guiarlo seguro de vuelta a su hogar.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Pidamos a Dios que él nos conforme a él
El Dios que todo lo sabe
El Dios que todo lo sabe
9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas;
3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija.
4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él.
5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.
6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.
7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl,
8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más.
9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
¿Qué tienen en común estos de hechos bíblicos?
¿Qué tienen en común estos de hechos bíblicos?
Dios conoce el corazón del hombre y todo lo que él hace, y confronta su pecado.
Como humanos actuamos según nuestros deseos y nos dejamos engañar por nuestra concupiscencia, engañándonos a nosotros mismos de que lo que sentimos es válido porque lo sentimos así, sigue a tu corazón te dice Satanás, mereces lo que sueñas...
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Dios es omnisciente, él lo sabe todo y conoce todo y a todos, tú incluido, total y perfectamente.
Él sabe lo que hiciste ayer, sabe lo que pensaste del hermano el otro día, él estaba ahí contigo hoy en la mañana.
Si has pecado, no creas que él no lo sabe, él no solo lo sabe, él estuvo ahí y te vio.
De la misma manera en que él estaba ahí cuando hiciste algo bueno, cuando te preocupaste por alguien y ayudaste, cuando tomaste tu Biblia, la leíste y oraste, él estaba ahí, así también como cuando lo despreciaste y no fuiste a él en la lectura ni dependiste de él en oración, él veía cómo le dabas la espalda.
Si él te conoce tan perfectamente, entonces escúchalo, porque él te conoce mejor de lo que tú te conoces a ti mismo, cada cabello de tu cabeza está contado, necio sería no escucharlo.
El mundo te dice “de los errores se aprende, prueba y aprende” el mundo te dice “¿pero qué tiene de malo?”
Ese es Satanás hablando, alimentando tu corazón pecaminoso, Dios te dice en cambio “Escúchame y sígueme, nada más”.
13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Conclusión
Conclusión
La omnisciencia de Dios no es solo razón de temor y de arrepentimiento.
Dios es un Dios todo misericordioso, amoroso, justo, perfecto inmutable, lleno de gracia, verdadero, eterno, santo...
Dios te castiga para corregirte y guiarte en lo correcto.
Pero Dios conoce también cuando te sientes mal, cuando las circunstancias son difíciles y sufres, él conoce tu dolor y lo entiende.
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hermanos, yo no confío en mí mismo, porque Dios me conoce y no confía en mí, él conoce mi corazón, mi mente y mi vida, y sabe que no soy confiable y por eso me dice “ven a mí”.
¿Por qué voy a seguir neciamente mi mente y corazón, cuando sé que no son confiables porque mi corazón engañoso aún desea el pecado?
Nuestra respuesta debería ser la misma conclusión que David:
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
