Seminario Jóvenes/Familia 31/10/2025

La vida como cristianos nos demanda trabajar en nuestro carácter constantemente, de manera colectiva y personal.

Es un trabajo que parte incluso desde nuestra infancia, si estamos a cargo de niños y niñas. También parte desde el momento en que reconocemos a Cristo como nuestro salvador.

Cada etapa de la vida tiene sus propias dificultades. Algunos incluso más que otros, debido al contexto social en que están envueltos, familias disfuncionales, si crecemos dentro de hogares, etc.

Una iglesia madura, es aquella que esta dispuesta a formar su carácter a la medida de Cristo. Es aquella que cada día trabaja en ello. No solo dentro de las cuatro paredes de los templos, no solo en cada actividad que se lleva a cabo en mi congregación. Es en el trato con mis padres, en el trsto con mis colegas, en el trato con mis hijos/as, en el trato con mi vecino/a. Es reconocer cada día que me estoy formando a la medida de Cristo. (Efesios 4:13)

Lamentablemente, es el carácter que termina corrompiendo o quebrando grandes ideas colectivas.

Entonces, nos vamos centrar en las etapas de la vida:

Infancia: etapa donde los pequeños están explorando, probando límites, baja tolerancia a la frustración, aprendiendo a comunicarse, demandan atención, aprendiendo a jugar en grupo, respetar turnos

en esta etapa es importante fomentar el apego, la seguridad,