PREDICA LA PALABRA
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 2 viewsNotes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hoy vamos a completar nuestra serie de reflexiones para permanecer en la sana doctrina de la Santa Biblia, para no ser arrastrados por falsas doctrinas. En estos tiempos han surgido filosofías perversas traídas por falsos maestros, que tratan de seducir a nuestros jóvenes y niños, a través de la internet y otros medios. también son tiempos peligrosos por la proliferación de drogas alucinógenas que ofrecen escape ante la desesperanza. Es decir, la maldad se ha multiplicado y amenaza a la familia y a las futuras generaciones.
Sin embargo, en vez de atemorizarnos, podemos encontrar fortaleza espiritual cuando nos enfocamos en:
recordar que solo Dios es nuestro amparo y fortaleza (Sal. 46:1-3.)
valorar más el tesoro que tenemos en Cristo. (Rom. 8:35-39)
poner primero el reino de Dios en vez de lo material (Mateo 6:33)
darnos cuenta cuán frágiles somos (2 Cor. 1:8-9)
En medio de la dificultad, nuestra confianza en Dios obra positivamente en los demás. Recordemos como la de fe de un hombre, de Pablo animó a una tripulación de 276 personas, llena de temor en medio de la tormenta.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Nuestra alma se fortalece con el anhelo del pronto regreso de Jesucristo. (1 Tesalonicenses 1:10). Tengamos presente que por más densa sea la oscuridad, siempre la luz de la esperanza ha de brillar, pues el Espíritu Santo nos guía. Juan 1:5 – “La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.”. Aun cuando haya peligros en el horizonte, pongamos nuestra esperanza en Dios.
La total confianza en Dios sostuvo al apóstol Pablo en sus días más difíciles. Poco tiempo antes de ser martirizado, alrededor del año 68 d.C. el apóstol Pablo escribe esta su última carta, y se dirige a Timoteo, desde su celda en la tenebrosa prisión Mamertina de Roma.
Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
1. EL FIEL DISCIPULO TIMOTEO
1. EL FIEL DISCIPULO TIMOTEO
Luego de varios domingos hablando sobre Pablo y Timoteo, creo que ya tenemos una idea clara de quien era Timoteo, discípulo de Pablo. En su carta Pablo le reconoce como un fiel creyente.
Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.
Timoteo había sido testigo de esos tiempos difíciles del, pues había acompañado al apóstol Pablo durante el segundo, tercero viaje misionero y continuó siendo un colaborador cercano en los viajes posteriores y otras actividades.
Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
En su niñez Timoteo había sido instruido bien por su madre Eunice y su abuela Loida. en las sagradas escrituras del AT, según tenían por costumbre hacerlo las familias judías, a pesar de que el padre de Timoteo era un gentil griego.
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
El llamado de Pablo a Timoteo, y también a cada uno de nosotros es a persistir, a permanecer fiel a las Sagradas Escrituras.
2. PREDICA LA PALABRA
2. PREDICA LA PALABRA
Además de todo, viendo la premura de este tiempo final en su vida, Pablo le escribe con ternura y urgencia a su amado hijo en la fe, para que proclame la Palabra.
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
También nosotros, hermano, hermana, tenemos ese encargo de cumplir la Gran Comisión, predicando su Palabra en todo tiempo, con nuestra voz y con nuestros actos. Es urgente entregar el mensaje de Cristo a un mundo que lo necesita. Hay millones que van rumbo a las prisiones eternas y sin embargo hay muchos en nuestras iglesias que están muy cómodos y no se animan a participar en esa noble tarea.
Peor aún, otros buscan mensajes que les agraden, fábulas que les intriguen, como quien va a un espectáculo buscando entretenimiento superficial, emocional, antes que recibir una lección que les mejore como personas. Aún el filósofo romano Séneca del Siglo I, dice así de tales personas: “aquellos vienen al teatro a oír lo que deleitará a sus oídos, no para aprender lo que les hará bien”.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
El llamado de Pablo es a que proclamemos el mensaje de salvación. Y el proclamador no es un pregonero común, sino un embajador de Cristo que ruega sentidamente al inconverso para que venga a Cristo. Este es un pedido solemne y muy sentido, poniendo como testigos a Dios Padre y Dios Hijo, con la presencia del Espíritu Santo.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
En una oportunidad le preguntaron a Billy Graham: —¿Cómo se ve usted como evangelista?—Soy sólo un mensajero—respondió—. Recibí un telegrama, y me piden que lo entregue. Es como si me encomendaran proclamar ese mensaje. Lo hago, y me voy.
3. SEAMOS SOBRIOS EN TODO
3. SEAMOS SOBRIOS EN TODO
La siguiente recomendación que le hace Pablo a Timoteo es de que sea sobrio, es decir prudente ante tantas atracciones de este mundo, tener dominio propio, resistir las dificultades, difundir el Evangelio y desempeñar fielmente el propósito que Dios le ha encomendado.
Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
Cada uno de nosotros debe tener presente que nuestra hora de partir con Cristo está cerca, sea por la edad, o porque su segunda venida es inminente. En el caso de Pablo, él estaba consciente que el pronto partiría para reunirse con Cristo.
Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Cada uno de nosotros debe esperar recibir esa corona de justicia. ¡Ojalá cada uno de los creyentes, y especialmente los siervos de Dios, pudiésemos expresar lo mismo que Pablo, con todo gozo y confianza, al término de nuestros días en este mundo!
4. COLABORADORES, DESERTORES Y OPOSITORES
4. COLABORADORES, DESERTORES Y OPOSITORES
A pesar de su situación precaria en la prisión, aún pudo disponer el envío de sus colaboradores para que la obra de Dios se extienda.
Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Éfeso.
Galacia - norte de la actual Turquía. Dalmacia - actual Albania frente a Italia. Éfeso - oeste de Turquía. Es decir el evangelio había llegado a partes distantes del imperio romano. Aun hay referencias históricas de que Pablo llegó a viajar hasta España. El había expresado ese plan en en Romanos 15:24.
Pablo pide a Timoteo que traiga a Juan Marcos, sobrino de Bernabé, quien había desertado en el primer viaje misionero. Sin embargo, el apóstol no le guardaba resentimiento, a pesar que al inicio pareció ser poco confiable para el ministerio. Pero ahora lo acoge y anima como siervo de Dios. Aun tenemos una segunda oportunidad, si al comienzo no hemos sido diligentes.
Pero lo que mas le duele a Pablo, es que Demas se haya marchado siguiendo la atracción del mundo. “En esta oscura y fría prisión me siento solo y únicamente me visita Lucas, el medico amado”, es lo que parece decir el anciano apóstol Pablo.
El caso de Demas merece mas atención. En su carta a Filemón, Pablo se refiere a Demas como su colaborador, quien le asistió durante su primer encarcelamiento en Roma. Cinco años más tarde, el mismo Apóstol ve con tristeza que ha sido abandonado por Demas. Es probable que la presión de la persecución haya afligido a Demas, o tal vez sintió nostalgia y regresó a Tesalónica. Tal vez prefirió dejarlo todo y empezar otra vida. Su primer amor se había enfriado y amó más las cosas de este mundo.
¿Cuántos cristianos se han dejado llevar por ese sentimiento de dejarlo todo? Aun mas, otros se han alejado y se han vuelto enemigos de Cristo. Queda la pregunta si se habrían convertido a Cristo de todo su corazón, o solo actuaron por emoción.
Aún peor que el abandono de Demas, otros como Alejandro e Himeneo, habían sido arrastrados por falsas doctrinas, y se habían opuesto abiertamente a Pablo. Ellos habían “naufragado en la fe” (1 Ti. 1:20).
Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.
¿Por qué se opondría Alejandro? El diccionario bíblico dice que este Alejandro era fundidor y forjador de cobre. Es probable que este sujeto, para congraciarse con los oficiales del emperador y por cobardía para confesar la fe junto al encadenado apóstol, no sólo se opusiera a la predicación del Evangelio, sino que hubiese tomado parte, como acusador en contra de Pablo, cuando éste fue llamado a comparecer ante el tribunal de César.
5. LA HORA FINAL DE PABLO
5. LA HORA FINAL DE PABLO
En la hora más difícil Pablo sintió el dolor del abandono, lo mismo que a Jesús.
Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Pablo llama “su defensa” a esta primera comparecencia suya ante el tribunal de César, y usa la ocasión para proclamar el Evangelio, ya que por esa causa precisamente era llevado ante el emperador.
Ahora el apóstol tiene la mirada puesta en el reino celestial, donde está sentado Cristo a la diestra del Padre; por eso, no le causa ninguna preocupación el reino terrenal, en cuyo trono se sienta el tirano Nerón. Su mirada está puesta en el galardón.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Dios pide que prediquemos su Palabra en todo tiempo. Hay urgencia de entregar su mensaje a un mundo que lo necesita.
La necesidad apremia, porque la maldad es cada vez mayor. Incluso ya se ha filtrado a las iglesias y vemos hombres que solo desean sacar ventaja material.
Este es un pedido solemne y muy sentido, poniendo como testigos a Dios Padre y Dios Hijo, con la presencia del Espíritu Santo. ¿Recibo yo así este pedido? ¿Y tú, hermano, hermana?
El proclamador no es un pregonero común, sino un embajador de Cristo, que ruega sentidamente al inconverso para que venga a Cristo.
Las noticias que nos llegan de África, Medio Oriente y Asia no son muy alentadoras. Pero también en nuestra América, el mensaje de la cruz es tropezadero para el narcoterrorismo y gobernantes abiertamente ateos y a otros radicalizados por filosofías de muerte.
Y qué si por causa de ello voy a pasar persecuciones. Si a Cristo persiguieron, ¿porque no a mí? Tengamos presente el mensaje del apóstol Pablo.
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Contra toda oposición del mundo. el Señor hará cumplir sus propósitos. El no desamparará a los suyos.
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.
OREMOS
