El Poder y la Prioridad del Reino

Texto Central: 1 Corintios 4:20; Mateo 6:33; Hechos 8:4.

Duración: 55 Minutos. Público: Adultos y jóvenes.

Objetivo Cristocéntrico de la Clase:Que los estudiantes reconozcan que la misión del Reino no avanza por la sabiduría o el esfuerzo humano, sino por el poder del Espíritu de Cristo, y que nuestra lealtad y prioridad deben estar puestas en Su Reino global por encima de nuestros proyectos y reinos personales.

Condición Humana Caída (CHC) Abordada:Nuestra tendencia natural es a confiar en nuestros propios métodos, elocuencia y programas ("palabras persuasivas de sabiduría") para construir la iglesia. Caemos fácilmente en la trampa de edificar nuestros propios reinos (proyectos, ministerios, denominaciones) que nos den un nombre, perdiendo de vista la prioridad y el propósito central del único y verdadero Reino de Dios. Buscamos nuestros intereses y no los de Cristo Jesús.

1. Bienvenida y Conexión (5 minutos)

Oración Inicial: Un voluntario dirige una breve oración.

Actividad de Conexión (Hook): Comienza recordando la clase anterior.

"La semana pasada vimos que somos Embajadores del Reino. Hoy concluiremos viendo cómo llevamos a cabo esa misión y cuál debe ser nuestro enfoque principal. Para empezar, piensen en esto: ¿Es posible estar muy ocupado haciendo 'cosas para Dios' y aun así no estar cumpliendo la verdadera misión que Él nos dio? ¿Cómo podría pasar eso?"

2. Desarrollo del Tema (40 minutos)

Parte A: El Mensaje del Reino: Palabra y Poder (15 min)

El Método de Jesús: Pide a un voluntario que lea Mateo 9:35.

Mateo 9:35: "Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia."

Pregunta: ¿Qué dos elementos combinaba Jesús inseparablemente en su ministerio? (Palabra y Poder).

La Instrucción a los Discípulos: Pide a otro voluntario que lea Lucas 9:2 y 1 Corintios 4:20.

Lucas 9:2: "Y los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos."

1 Corintios 4:20: "Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder."

Enseñanza Cristocéntrica (Solución a la CHC): Nuestra tendencia (CHC) es confiar solo en nuestras palabras, argumentos y sabiduría. Pero el Reino de Dios es una realidad de poder que irrumpe en el mundo. No podemos representarlo solo con discursos. La solución es nuestra total dependencia del Espíritu Santo. El poder que sanaba, liberaba y transformaba vidas no era de los apóstoles, era el poder de Cristo actuando a través de ellos. Nuestra misión hoy sigue dependiendo de esa misma demostración del poder de Dios, no de nuestra elocuencia.

Parte B: El Foco del Reino: Construir Su Reino, no el Nuestro (15 min)

La Advertencia de Pablo: Pide a alguien que lea Filipenses 2:21.

Filipenses 2:21: "Porque todos buscan sus intereses personales, no lo que es de Jesucristo."

Pregunta para discusión: ¿De qué maneras podemos, incluso en la iglesia, buscar "nuestros intereses personales" en lugar de los de Cristo? (Ej: Competencia entre iglesias, enfoque en números, construir edificios impresionantes en lugar de discípulos, etc.).

La Prioridad que Jesús enseñó: Pide que lean en voz alta Mateo 6:33.

Mateo 6:33: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."

Enseñanza Cristocéntrica: La CHC es construir nuestras propias "Torres de Babel" (Génesis 11), proyectos que nos den un nombre y nos hagan sentir importantes. Construimos reinos denominacionales o personales. Cristo es la solución porque Él es el único Rey legítimo. Buscar "primeramente el Reino" significa alinear cada proyecto, cada programa y cada presupuesto con Su agenda global. La pregunta clave no es "¿Cómo hacemos crecer nuestra iglesia?", sino "¿Cómo participa nuestra iglesia en la extensión del Reino de Dios en nuestra ciudad y hasta lo último de la tierra?".

Parte C: La Dispersión del Reino: Cuando la Persecución Cumple la Misión (10 min)

El Ejemplo del Nuevo Testamento: Pide que alguien lea Hechos 8:1; 8:4.

Hechos 8:1, 4: "Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria, con excepción de los apóstoles... Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio."

Enseñanza Clave: La iglesia en Jerusalén estaba creciendo mucho, pero se habían acomodado y olvidado de la orden de ir "a Judea, a Samaria, y hasta lo último de la tierra". Se estaban enfocando en su "torre" en Jerusalén. Dios, en su soberanía, usó la persecución para dispersarlos y obligarlos a cumplir la misión que les había encomendado.

Aplicación Cristocéntrica: A veces, Dios permite que nuestras estructuras cómodas y nuestros "reinos" se sacudan o incluso se derrumben para recordarnos que la misión no se trata de nuestra comodidad o seguridad institucional, sino de la proclamación del Evangelio. La seguridad del embajador no está en el edificio de la embajada, sino en la autoridad del Rey que lo envió.

3. Conclusión y Llamado a la Acción (10 minutos)

Resumen Rápido (3 min):

La misión del Reino se cumple con la Palabra proclamada y el Poder de Dios demostrado.

Nuestra prioridad absoluta debe ser buscar y construir el Reino de Dios, no nuestros propios reinos.

A veces Dios usa las dificultades para dispersarnos y reenfocarnos en la verdadera misión.

Llamado a la Acción (5 min):

Pide a todos que reflexionen sobre las tres preguntas del texto:

¿Cuánto tiempo hace que no oigo un mensaje centrado en el Reino de Dios?

¿Cómo mi iglesia está cumpliendo la comisión de extender el Reino de Dios?

¿Cómo yo estoy cumpliendo mi papel como embajador del Reino?

Invita a que cada uno elija una de esas preguntas y escriba en una tarjeta una oración pidiéndole a Dios que cambie su perspectiva o la de su iglesia en esa área.

Oración Final (2 min):

Ora para que, como iglesia, dejen de construir torres y se enfoquen en la misión. Pide una fresca llenura del Espíritu Santo para que el mensaje sea predicado no solo con palabras, sino con demostración de poder. Ora por una pasión renovada por el Reino de Cristo por encima de todo.