LEVANTA TU ALTAR
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LEVANTA TU ALTAR CON PIEDRAS
«Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre, edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová…» (1ª Reyes 18:31–32).
INTRODUCCIÓN: El altar destruido representaba que el pueblo de Israel se había olvidado de Dios (1ª Reyes 18:30); y que por ende no tenían ya comunión con Él.
El profeta Elías, retador de los falsos profetas de Baal y de Asera, reconoció que el altar tenía que ser levantado. Haciéndolo así Dios contestaría y defendería la causa de sus hijos. Ese altar de la adoración y de la comunión tenía que ser levantado.
Como consecuencia, Jahveh envió fuego que consumió el altar, lo que estaba sobre el altar, debajo del altar y alrededor del altar (1 Reyes 18:38). Esa manifestación milagrosa de la presencia de Jahveh llevó al pueblo a testificar: «¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!» (1 Reyes 18:39). Dios se coronó campeón de ese encuentro: Jahveh versusBaal.
Nosotros también necesitamos levantar en nuestros corazones el altar de la oración, la comunión y la adoración. Cuando el mismo se levante con las doce piedras, veremos el fuego de Dios descender y quemarnos con su presencia.
I. La primera piedra es la de RUBÉN (Génesis 29:32).
1. Su nombre significa «ha mirado jehova mi afliccion». Leemos: «Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.»
al pueblo se le habia alvidado que cuando estaban en afliccion en egipto Jehova es quien les libro.
2. Dios escucha nuestras oraciones. Se identifica con nuestra aflicción.
3. En el altar que levantemos para Dios, pongamos la piedra de la atención divinasobre la aflicción.
II. La segunda piedra es la de SIMEÓN (Génesis 29:33).
1. Su nombre significa «oyendo». Leemos: «Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.»
2. Dios oye nuestra oración cuando somos menospreciados por los demás.
que es lo que nos a afectado tanto que descuidemos nuestro altar
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra del oído divino sobre el menosprecio.
III. La tercera piedra es la de LEVÍ (Génesis 29:34).
1. Su nombre significa «unión», «se aficionará» y «juntado». Leemos: «Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.»
2. En nuestras vidas Dios quiere que haya unidad, compañerismo, que estemos juntos.
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la unión sobre la división.
IV. La cuarta piedra es la de JUDÁ (Génesis 29:35).
1. Su nombre significa «alabo», «alabanza». Leemos: «Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová, por esto llamó su nombre Judá…»
2. En medio de pruebas y dificultades hay que alabar a Dios.
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la alabanza sobre el desánimo.
V. La quinta piedra es la de DAN (Génesis 30:6).
1. Su nombre significa «juzgado», «me ha hecho justicia».Leemos: «Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto, llamó su nombre Dan» (hijo de Bilha).
2. Dios hará justicia a nuestra causa. En Jesucristo hemos sido hechos justicia (2 Corintios 5:21); y por Él somos justificados (Romanos 5:1).
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la justicia divina sobre la injusticia.
levantate sabiendo que eres justificado por cristo jesus
VI. La sexta piedra es la de NEFTALÍ (Génesis 30:8).
1. Su nombre significa «mi luchar», «lucha», «contienda».Leemos: «Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y vencido. Y llamó su nombre Neftalí» (hijo de Bilha).
2. En las luchas y las pruebas Dios nos da la victoria (Juan 16:33; 2 Timoteo 1:7; Filipenses 4:13).
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la lucha sobre las contiendas.
VII. La séptima piedra es la de GAD (Génesis 30:11).
1. Su nombre significa «fortuna», «buena ventura», «enhorabuena».Leemos: «Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad» (hijo de Zilpa).
2. En Jesús de Nazaret somos bienaventurados, bendecidos… estamos felices.
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la bendiciónsobre la prueba.
VIII. La octava piedra es la de ASER (Génesis 30:13).
1. Su nombre significa «feliz», «feliz de mí», «me felicitarán».Leemos: «Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser» (hijo de Zilpa).
2. Dios quiere que seamos felices. Que vivamos alegres. Jesucristo en el alma produce gozo.
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la felicidad sobre la tristeza.
IX. La novena piedra es la de ISACAR (Génesis 30:18).
1. Su nombre significa «recompensa», «premio». Leemos: «Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar.»
2. El creyente espera sus recompensas de Dios (Salmo 37:4; Mateo 6:33).
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la recompensasobre el servicio realizado.
X. La décima piedra es la de ZABULÓN (Génesis 30:20).
1. Su nombre significa «morada», «me apreciará». Leemos: «Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón.»
2. El salmista David dijo: «Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida» (Salmo 27:4). La asistencia al templo debe ser una prioridad y una responsabilidad.
3. En el altar que levantemos a Dios, pongamos la piedra de la reunión congregacional sobre la soledad.
XI. La undécima piedra es la de JOSÉ (Génesis 30:23–24).
1. Su nombre significa «él añade», «añada». Leemos: «Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo.»
2. Busquemos siempre el recibir más de Dios. No seamos conformes con las bendiciones, pidamos a Dios más.
3. En el altar que edifiquemos a Dios pongamos la piedra de la añadidura(Mateo 6:33) sobre la necesidad.
XII. La duodécima piedra es la de BENJAMÍN (Génesis 35:18).
1. Su nombre significa «hijo de mi mano derecha». Leemos: «Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoní; mas su padre lo llamó Benjamín.»
2. El nombre dado por Raquel fue Benoní («hijo de mi tristeza»). En estos dos nombres se da una tipología de Jesucristo. Como Benoní es el Varón de Dolores (Isaías 53:3). Como Benjamín es el Cristo glorificado, exaltado y entronizado (Hechos 2:33; Romanos 8:34; 1 Pedro 3:22).
3. En el altar que edifiquemos a Dios pongamos la piedra de la intercesión de Jesucristo sobre la tristeza.
CONCLUSIÓN: Ahora que hemos levantado este altar de piedras, pidamos a Dios que nos envíe el fuego de su Espíritu Santo, y que consuma todo para Su gloria y Su honra.
