Gath Shemenim

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La tentación forma parte de la guerra espiritual en la cual el diablo y sus huestes están directamente implicados. Solo en oración podremos permanecer en pie y unidos para hacer frente al enemigo.

Notes
Transcript
Mateo 26:41 NVI
Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación.

Introducción

Cuando Jesús estaba a punto de ser entregado dijo a sus discípulos
Mateo 26:31 NVI
—Esta misma noche... todos ustedes me abandonarán, porque está escrito: »“Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño”.
Es Dios quien herirá al pastor, Jesús. Sin embargo, el no dice “dispersaré las ovejas”, sino “se dispersarán”. Serán ellos los que cederán a la presión y se separarán.
Jesús era consciente de que venia una herida infligida por Dios, de la cual el diablo sacaría provecho para desintegrar el grupo de los discípulos: por miedo, por sentimientos de culpa, por vergüenza, por frustración… ¿Cuál fue la orden de Jesús ante tal amenaza?
Mateo 26:41 NVI
Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación.
Gath shemenim (גַּת־שֶׁמְנִם, Getsemaní), la prensa o el molino de aceite, se convirtió en el escenario donde los discípulos debían enfrentar la presión de la tentación en oración… si aspiraban a permanecer unidos y en pie.

Desarrollo

La centralidad de la oración

Si queremos cumplir la misión de “cultivar una comunidad amorosa, enseñando el evangelio y capacitando discípulos”, tenemos que ser una iglesia unida, sólida en el hábito de la oración.
El Padre Nuestro no solo presenta los principios que modelan toda oración, sino que tiene un papel central en el Sermón del monte. Observe el siguiente video.
(Proyecto Biblia. (2025, febrero 3). Analizamos la oración de Jesús versículo por versículo [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=GK1GdmAfVMc
Proyectar video hasta el minuto 1:02. Luego mostrar gráfica de la división del Sermón del monte).
Como pudo apreciar en el video y en esta imagen, la oración está justo en el corazón del Sermón. Jesús comienza este Sermón invitándonos a una vida bienaventurada, dichosa, feliz, que brilla en medio de la oscuridad (Mateo 5.1-16). No obstante, nos recuerda que esto solo es posible cuando ponemos en práctica los mandamientos del Señor (Mateo 7.13-27).
Si queremos alcanzar la felicidad que produce una vida justa, en el centro debe nuestros hábitos cotidianos debe estar la oración que se centra en las prioridades de Dios. Oración que prioriza su santidad, su reino y su voluntad, pero que también atiende nuestras necesidades, el perdón y la liberación del maligno.
Así que debemos proyectarnos para que, de este año en adelante, todos en esta iglesia “Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación” Mateo 26.41

Líbranos del maligno

Al abordar la petición de Mateo 6.13, no podemos ignorar que estamos acostumbrados a leer la RVR60, la cual dice:

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal

Sin embargo, la traducción más precisa para este versículo esta representada en versiones como la NVI: “Y no nos dejes caer en (o, ceder ante la) tentación, sino líbranos del maligno”. Observemos el contexto bíblico para ver por qué esta traducción tiene incluso más sentido.
Al inicio de Mateo, se nos informa que Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado (Mt. 4.1). El Espíritu Santo fue quien puso a Jesús en las circunstancias en las que fue puesto a prueba por el diablo.
Este no es un caso aislado, la historia de Job aborda el mismo tema. Fue Dios quien sugirió el nombre de Job y permitió que el diablo pusiera a prueba a su hijo.
Lo mismo sucedió con Pedro y sus compañeros.
Lucas 22:31–32 NVI
»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe.
Satanás pidió zarandear a los apóstoles, lo mismo que hizo con Job. Jesús no libró a Pedro de la sacudida. Oró para que su fe no le faltara mientras era sacudido.
Por último, recordemos la advertencia que Jesús le hizo a la iglesia de Esmirna,
Apocalipsis 2:10 NVI
No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que el diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba y sufrirán aflicciones durante diez días.
En todos estos casos, es Dios quien nos mete en espacio donde somos puestos a prueba. Sin embargo, es igualmente importante aclarar que él no tienta a nadie.
Santiago 1:13 NVI
Que nadie al ser tentado diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie.
Es el diablo quien tienta, aunque con el expreso permiso de Dios. Por eso es importante la clausula final de Mateo 6.13: “líbranos del maligno”.
Aunque algunas biblias traducen la parte final con la frase “del mal” (RVR60), el griego τοῦ πονηροῦ (tú poneirú) se refiere a un ser personal. Como por ejemplo en,
Efesios 6:16 NVI
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno (τοῦ πονηροῦ [tu poneirú]).
Jesús nos enseña y nos invita a recordar continuamente que las tentaciones no son un asunto menor. Tras cada tentación estamos enfrentando una guerra contra el diablo y sus huestes.
1 Pedro 4:17–18 NVI
Porque es tiempo de que el juicio comience por la familia de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de los que se rebelan contra el evangelio de Dios? «Si el justo a duras penas se salva, ¿cómo quedarán el impío y el pecador?».
Ahora me dirijo a ti, quien quiera que seas, que no te has entregado a Cristo. Si nosotros vivimos en guerra, y solo podemos permanecer en pie solo por el poder de Cristo, ¿qué esperanza tienes tú, para quien Jesús no es el Señor? Si el que ha sido justificado por la fe “a duras penas se salva, ¿cómo quedarán el impío y el pecador?”
"Les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán" Juan 5.25. ¡Escuchen la voz de Jesucristo esta mañana! El los quiere despertar del sueño que conduce a la muerte. Arrepiéntanse y refúgiense en la obra de Cristo en la cruz. Él los llama a que salgan de sus tumbas, "Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación". Mateo 26.41

Dividirnos es un lujo

El Padre nuestro es una invitación implícita a vivir nuestra fe en comunidad. Tome en cuenta los plurales: “Padre nuestro”, “danos hoy nuestro pan”, “perdónanos… como nosotros hemos perdonado”, “no nos dejes caer… líbranos”.
Si Jesús incentiva la comunidad, la contra propuesta del maligno será dividirnos. La división lleva a la destrucción. El mismo Jesús enseña que,
Mateo 12:25–26 NVI
Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado; toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. Y si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino?
¡Ni aún Satanás se divide contra sí mismo! ¡Hasta los demonios trabajan en unidad! Saben que la división significa el fin, la derrota, la desolación de su reino.
Iglesia, en esta guerra contra el diablo, debemos andar en unidad de corazón y estar alerta contra todo lo que amenace tal unidad. En especial, la falta de perdón.
El perdón en Mateo
¿Por qué hago hincapié en esto? Observe los versículos que rodean Mateo 6.13. Son como las dos tapas de un sandwich.
Mateo 6:12–15 NVI
Perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”. »Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre perdonará a ustedes las suyas.
¿Se percató como Jesús, tan pronto aborda la petición de ser libres del diablo, regresa de inmediato al tema del perdón? El tema de ser libre de la tentación, en Mateo, está cercado por el tema del perdón a los demás.
Jesús está tratando de construir una comunidad que ora y vive junta para resistir a Satanás. Sabe muy bien que una de las amenazas más grandes que está por enfrentar la iglesia es la división que resulta de la falta de perdón entre ellos. Por eso Mateo, que es el evangelio que más se enfoca en la iglesia, hace tanto énfasis perdón. Le presentaré 4 particularidades de Mateo que refuerzan este punto.
Primero, de los cuatro evangelios, Mateo es el único que menciona textualmente a la “iglesia”, y lo hace en dos pasajes que están relacionados con la edificación de la comunidad, la guerra contra el infierno y el perdón.
En el primero menciona que él mismo edificará su asamblea (definición de iglesia) y que “las puertas de los dominios de la muerte” no prevalecerán contra ella (Mateo 16.18). Se menciona a la iglesia en un contexto de edificación de la comunidad y guerra espiritual. Parecido a Mateo 6.12-15.
La segunda vez que menciona la iglesia es en el contexto de un proceso en el cual se señala el pecado con el fin de alcanzar la restauración y el perdón del pecador (Mateo 18.15-17). Nuevamente, es un proceso de guerra contra el pecado y edificación de la comunidad.
Segundo, la sección inicial del cuerpo del Sermón del monte (Mateo 5.21-48), contiene seis temas en los que se interpreta la ley. Todos comienzan diciendo “Ustedes han oído que se dijo… Pero yo les digo” (Mt. 5.21-22, 27-28, 31-32, 33-34, 38-39, 43-44).
Las dos tapas del sandwich que rodean estas seis interpretaciones son: el homicidio (Mateo 5.21-26) y el amor a los enemigos (Mateo 5.43-48).
En el tema del homicidio, Jesús dice que somos culpables de asesinato y reos del infierno si tan siquiera insultamos a nuestros hermanos en nuestro corazón. Es algo tan serio que es mejor dejar de lado la ofrenda hasta que haya reconciliación.
En el segundo, Jesús nos llama a amar a nuestros enemigos al punto de bendecirlos y saludarlos de corazón. ¿Qué cree, entonces, que opina Jesús sobre los hermanos que no le quieren ver la cara al otro y lo saluda de compromiso?
En tercer lugar, Mateo 18 aborda profundamente el tema del pecado, la restauración y el perdón, como ya vimos brevemente. Además del tema de confrontación, restauración y perdón del pecado, incluye una parábola que solo aparece en Mateo: La parábola del siervo despiadado (Mateo 18.23-35). Un hombre que pidió misericordia por una deuda imposible de pagar ante el rey, pero se negaba a perdonar a un consiervo suyo que podía restituirle la deuda. Esta parábola también es un sandwich.
La tapa de arriba del sandwich es la pregunta de Pedro y la respuesta inmediata del Señor Mateo 18:21–22 "Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".
La tapa de abajo del sandwich es la explicación de Jesús sobre la parábola. Mateo 18:35 "»Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano»."
En ese sentido, Mateo 18 toma los últimos versículos del Padre Nuestro que tratan el tema del perdón, y lo expande casi 12 veces su tamaño: de 3 a 35.
Por último, Mateo es el único de los 4 evangelios que cita dos veces Oseas 6.6Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios” (Mateo 9.13, Mateo 12.7). Es un detalle aparentemente insignificante, pero que cobra gran importancia cuando tenemos en consideración todo lo anterior.
Aunque estamos orando para no sucumbir a las tentaciones del diablo, existe siempre la posibilidad de caer. Ninguno de nosotros está exento de esta lamentable realidad.
Si el que cae, sea un líder o una persona recién convertida, no encuentra una comunidad abierta a brindar restauración y perdón, si el que peca no encuentra un hermano, una hermana que lo perdone y le extienda la mano; si las relaciones permanecen rotas, Dios y el diablo conocen el resultado final: "Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado; toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie" Mateo 12.25.
Sabemos que Santiago 5 declara que “La oración del justo es poderosa y eficaz”, pero deténgase a considerar lo que dice justo antes:
Santiago 5:16 NVI
...confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.

Conclusión

Comentando el Padre Nuestro, Frederick Bruner afirmó:

“El Padrenuestro se extiende desde el Padre al comienzo hasta el diablo al final, del cielo al infierno...”

La humanidad nos encontramos en el medio de una guerra entre el cielo y el infierno. La estrategia del diablo es clara: hacernos caer y dividirnos.
¡La tentación a fragmentarnos por causa del pecado es grande! Podemos desanimarnos y alejarnos de la iglesia por la vergüenza, o indignarnos con el hermano que cayó y separarnos de él o ella. ¡La tentación a fragmentarnos es grande, y el diablo quiere que cedamos a la tentación para que no le hagamos frente y nos rindamos!
Por eso Jesús vuelve a encontrarse con nosotros en Getsemaní, el molino de aceite, el lugar donde converge la oración y la tentación. Aquí nos repite la misma orden de hace casi dos mil años:
Permanezcan despiertos y oren para que no caigan en tentación”
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