Hechos 14

Hechos 4.1-12

INTRO

En Hechos vemos varias persecusiones de los cristianos y cada grupo perseguidor tiene sus motivos para resistirse al mensaje: saduceos, fariseos, herodianos y otros grupos más y cada uno tiene sus razones. Desde un principio el mensaje no recibió la simpatía ni la aprobación de los líderes religiosos. Lucas, dice en esta parte, porque contradecía sus enseñanzas, especialmente los saduceos.

El mensaje de Pedro encontró varias respuestas, por una parte la reacción de los lídere religiosos que comprenden a todos esos grupos y por otra parte la reacción del pueblo en general.

“Mientras Pedro y Juan le hablaban a la gente, se vieron enfrentados por los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo y algunos de los saduceos.” (Hechos de los Apóstoles 4:1, NTV)

Los sacerdotes vivían en habitaciones adjuntas al templo, el capitán de la guardia era un alto rango y solo inferior al sumo sacerdote, ellos controlan la política del templo.

“y Seraías, hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, que era el supervisor del templo de Dios.” (Nehemías 11:11, NTV)

Los saduceos, una rama de los sacerdotes eran encargados de cuidar el templo, ellos sólo aceptaban la autoridad del Pentateuco como escritura sagrada.

Por lo visto Pedro y Juan predicaron de la resurrección y la dicha de esto en el futuro, además que se obtiene sólo por medio de Jesucristo y es una gloria eterna, como etarna es la separación para quienes no acepten SU perdón.

Este evento empieza la primera persecución iniciada por los saduceos, no la empiezan los romanos o alguien más. El principal obstáculo contra la misión de la iglesia primitiva ¡es interno! Aunque los saduceos son minoría, son los aristócratas, los ricos y con mucha influencia tanto en el templo como en el gobierno e intentan mantener relaciones amistodas con los romanos para así conservar su riqueza, poder, prestigio y comodidades.

El gobierno romano era tolerante, pero actuaba sin misericordia ante el desorden público, y si los discípulos siguen en las calles agitando a la gente, habrá una revolución y eso no es algo que ellos querían; por eso deciden interrumpir, terminar esto antes que crezca. Por eso intervienen pronto. Este es un buen ejemplo de cómo un grupo de hombres con tal de mantener sus intereses puede negarse a escuchar la verdad o dejar que otros la escuchen.

Además se niegan a que los discípulos enseñen como si fueran rabíes, instruyendo a la gente, primero enseñan que no se detengan en la tradición y segundo, anuncian que la resurrección de Cristo es prueba de la existencia de la resurrección.

Tanto Pedro como Juan hablan a la gente, aunque después es Pedro quien toma la batuta. Enseñan la doctrina de la resurrección que es básica en hechos.

Una de las últimas instrucciones que Pedro recibió de parte de Jesús fue: ¡Sígueme!

“…Entonces Jesús le dijo: «Sígueme».” (Juan 21:19, NTV)

Es hasta ahora que está preparado para seguir el camino del maestro incluso hasta la muerte.

“Estos líderes estaban sumamente molestos porque Pedro y Juan enseñaban a la gente que hay resurrección de los muertos por medio de Jesús.” (Hechos de los Apóstoles 4:2, NTV)

Si la doctrina de la resurrección es verdad ¡los saduceos quedan desacreditados! Hace 2 meses que lo crucificaron y ahora Pedro dice que ha resucitado. Están molestos que enseñen sin autorización.

Aunque los saduceos son los libres pensadores, en lo político son conservadores, quieren que las cosas sigan igual, bajo el imperio romano, no quieren nada que altere la paz romana, esa fue la principal razón por la que conspiraron contra Jesús.

Entre otras cosas los saduceos 1) no creen en la resurreción corporal y niegan la existencia del espíritu y de ángeles; 2) Son leales al gobierno romano; 3) Desean mantener el Statu Quo; 4) Simpatizan con la clase adinerada; 5) Se apegan sólo al Pentateuco.

Estos hombres están enojados, resentidos, motivados por el rencor y cualquier persona así se vuelve en presa fácil para ser instrumento de satanás.

“Los arrestaron y, como ya era de noche, los metieron en la cárcel hasta la mañana siguiente.” (Hechos de los Apóstoles 4:3, NTV)

Se enojan tanto que convocan una reunión urgente, pero ya es tarde, recuerden que llegaron a la oración de las 3, y con todo el alboroto ya es tarde, y la ley judía prohibía tener un juicio en la noche, por eso los meten en la cárcel, que más probablemente era un lugar en los terrenos del templo y no la cárcel pública.

“Pero muchos de los que habían oído el mensaje lo creyeron, así que el número de creyentes ascendió a un total aproximado de cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.” (Hechos de los Apóstoles 4:4, NTV)

Llegan a 5 mil son contar mujeres y niños y esto sólo en Jerusalén, dónde está todo el poder y los medios para descubrir si es una falsedad, además, tienen todo el aliciente para examinar a fondo las cosas, pues ahí ¡son 5 mil!

La aristocracia y la estructura del poder quiere impedir la predicación, pero el mensaje ya está actuando, el número de creyentes debió ser más de 10 mil personas; Lucas dice esto, no para hablar bien de los apóstoles sino como testimonio del poder que tiene el evangelio. La fe viene por el oír.

“Al día siguiente, el Concilio —integrado por todos los gobernantes, ancianos y maestros de la ley religiosa— se reunió en Jerusalén.” (Hechos de los Apóstoles 4:5, NTV)

Los gobernantes, ancianos, maestros de la ley forma el concillio tribal, sanedrín, que eran 71 miembros en recuerdo de Moisés y su forma de organizar al pueblo.

“Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: —Reúne delante de mí a setenta hombres que sean reconocidos como ancianos y jefes de Israel. Llévalos al tabernáculo para que permanezcan junto a ti.” (Números 11:16, NTV)

Tenían la autoridad religiosa y civil hasta dónde les permitía el gobierno romano. Ellos eran el cuerpo representativo de la aristocracia sacerdotal.

Eran hombres respetados por la comunidad y participan activamente de los asuntos públicos además de los religiosos. Los maestros de la ley eran los doctores de la ley, la mayoría eran fariseos.

Lo que vemos es a unos sencillos pescadores haciendo frente a los más altos gobernantes; la misma asamblea que juzó a Jesús ahora se enfrenta a 2 de los más atrevidos discípuilos de Jesús.

El concilio veía una tormenta cerca, y no saben cómo manejar el tema por la presión popular y por el empoderamiento espirirtual de Pedro y Juan.

Estos líderes debían ser salvados por ese Jesús que habían crucificado; pero cuando la codicia, orgullo o alguna otra pasión corrompida llena al hombre, éste cierra los ojos y el corazón aun ante la evidencia más abrumadora.

“El sumo sacerdote, Anás, estaba presente junto con Caifás, Juan, Alejandro y otros parientes del sumo sacerdote.” (Hechos de los Apóstoles 4:6, NTV)

En sus inicios el sumo sacerdote debía pertenecer a la familia de Moisés y Aarón, a esa tribu no le tocó territorio como a las otras tribus, ellos dependían del apoyo de las dem´sa tribús a través de los diezmos del templo, pero todo eso cambió cuando Roma conquista la región. Ahora, son los romanos quienes nombran al sumo sacerdote y ya no tiene relación con asuntos espirituales, sino que se volvió algo comercial y con poder político. Los romanos vendían el puesto al mejor postor. Así que el sumo sacerdote además controlaba el comercio del templo, cuando Jesús limpia el templo, ellos se enojan porque atenta contra su negocio.

Los juídos seguían reconociendo a Anás como sumo sacerdote, aunque los romanos lo destituyeron el año 15 o 16 atrás. Su Yerno Anás fue reconocido oficialmente como sumo sacerdote el año 18 al 36 d. C.

Anás acumuló tanta riqueza y poder, tanto así que 5 de sus hijos fueron sumos sacerdotes y ahora es su yerno.

El sumo sacerdote oficial era Caifás, pero el verdadero poder del trono era Anás, su suegro. Caifás era sumo sacerdote cuando condenan a Jesús.

“Primero lo llevaron ante Anás, el suegro de Caifás, quien era sumo sacerdote en ese momento.” (Juan 18:13, NTV)

Pedro sabe que ese mismo grupo sentenció a Jesús a muerte, así que su vida está en riesgo y actúo con audacia, valentía, está firme en declarar la verdad con seguridad. Nadie le podía quitar su fe en Jesús, a quien vio resucitado, y sigue estando presente por medio de Su Espíritu Santo, quien sanó al inválido.

De Juan y Alejandro no se sabe nada más.

“Hicieron entrar a los dos discípulos y les preguntaron: —¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho esto?” (Hechos de los Apóstoles 4:7, NTV)

El concilio se reunía en forma de semicírculo y el acusado era puesto enmedio, esta es la primera de 4 veces que los discípulos van a comparecer ante ese concilio. Por el verso 9, tal parece que el recién sanado también está con ellos en la cárcel y en este “juicio”.

Con esa pregunta reconocen que ha habido un milagro, pero no preguntan en forma amistosa o de forma sincera, están tan enojados que ni siquiera se atreven a usar la palabra sanidad y la cambian por “esto”.

En otras palabras lo que preguntan es ¿quién les dio permiso de hacer esto? Quizá van a insinuar que la sanidad fue por poderes mágicos, ya habían intentado esa estrategia con Jesús:

“pero algunos dijeron: «Con razón puede expulsar demonios. Él recibe su poder de Satanás, el príncipe de los demonios».” (Lucas 11:15, NTV)

No pueden negar el milagro, por eso lo intentan desacreditar cuestionando la fuente de poder.

Al mismo tiempo que con esa pregunta dan pie para que se siga hablando del nombre que quieren evitar.

No pueden entender cómo una persona que murió en una cruz tiene poder para hacer milagros que no se pueden negar; y ese es precisamente el argumento de Pedro, es verdad murió en una cruz, pero ¡resucitó! por eso Su Nombre tiene poder para hacer milagros.

“Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: —Gobernantes y ancianos de nuestro pueblo, ¿nos interrogan hoy por haber hecho una buena obra a un inválido? ¿Quieren saber cómo fue sanado?” (Hechos de los Apóstoles 4:8–9, NTV)

Lucas afirma que Pedro respondió lleno del Espíritu Santo quien lo capacitó para responder con sabiduría de manera que se sorprenden de la respuesta. Pedro sospecha que ellos no quieren la verdad, sino que buscan algun motivo para impedir que sigan predicando.

Pedro que hace 8 semanas negó conocer a Jesús, ahora confronta a las autoridades más altas de la nación, el Espíritu Santo actúa por medio de ellos como el Señor Jesús les prometió.

“»Cuando sean sometidos a juicio en las sinagogas y delante de gobernantes y autoridades, no se preocupen por cómo defenderse o qué decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que hay que decir».” (Lucas 12:11–12, NTV)

El secreto del poder revelado en Hechos es el Espíritu Santo, así es como Pedro les recuerda que el hombre sanó y cuando menos deben averigüar qué significa todo esto, pero eso demuestra que a quienes ellos menospreciaron ¡ha resucitado!

En lugar de cuestionar deberían estar celebrando y alabando a Dios.

“Déjenme decirles claramente tanto a ustedes como a todo el pueblo de Israel que fue sanado por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret, el hombre a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios levantó de los muertos.” (Hechos de los Apóstoles 4:10, NTV)

Ustedes lo rechazaron ¡pero Dios lo aprobó!

Pedro habla como si estuviera dando un testimonio judicial frente a toda la nación, pero no se intimida y responde directamente.

Además ¿qué clase de persona ve algo malo en la sanidad de un paralítico? ¿qué harán ahora con Jesús a quien crucificaron pero Dios levantó de los muertos? pues es en Su Nombre que se hizo este milagro. No fue brujería, ni idolatría, sino sólo el Poder y la Gracia de Jesús.

Toda la gloria y honor del milagro se atribuye a Jesús. Y así, el prisionero del concilio en la silla de los acusados se vuelve el acusador de Dios para ellos.

“Pues es Jesús a quien se refieren las Escrituras cuando dicen: “La piedra que ustedes, los constructores, rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal”.” (Hechos de los Apóstoles 4:11, NTV)

La piedra que se ponía en el centro del arco al terminarlo se le llamó piedra principal y es la última piedra que se coloca en la construcción que es sostenida por una cimbra.

También puede referirse a la piedra que determinaba las líneas del edificio entero en la arquitectura antigua. Sin ella o si se colocaba mal, no se podría hacer una buena construcción.

Al decir que Jesús es esa piedra, era declarar que sin ÉL la fe de Israel no se puede sostener; rechazarlo es rechzar el cumplimiento de las promesas de Dios. Jesús mismo citó ese salmo al referirse al concilio:

“La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal.” (Salmo 118:22, NTV)

“Jesús los miró y les dijo: —Entonces, ¿a qué se refiere la siguiente Escritura: “La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal”?” (Lucas 20:17, NTV)

Jesús les dijo que esa profecía se cumpliría, ahora Pedro les dice ¡ya se cumplió por medio de ustedes! Ustedes rechazaron esa Piedra a quien Dios escogió como la principal; los evidencia como pésimos constructores espirituales y están luchando en contra de Dios.

El Señor Jesús y Pedro citan la Biblia que sigue siendo el arma más poderosa en todos los combates espirituales, por eso no dejemos de usarla, leerla, estudiarla pues es para nuestro provecho e interés.

“»¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos».” (Hechos de los Apóstoles 4:12, NTV)

Los gobernantes no solo rechazaron al Único Salvador de Israel, sino que están impidiendo que se concluya el propósito divino.

Pedro se dirige a ellos, los estudiados, eruditos, el trabajo de ellos era mostrar al pueblo de Israel el camino de la salvación y les decían lo que debían hacer para ser salvos; Pedro les dice que la Salvación es por medio de una persona: Jesús y sólo en ÉL. La salvación que Pedro predica incluye no sólo la sanidad física -ellos veían la salvación en términos de sanidad física y avance de la nación-, sino también la sanidad espiritual y la evidencia está ahí a la vista con el paralítico caminando y brincando.

Los líderes rechazaron a Jesús, ahora intentan impedir el mensaje de redención que se puede obtener sólo en Cristo. Pero esa salvación también la pueden tener quenes lo condenaron.

“Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.” (Juan 14:6, NTV)

“Pues hay sólo un Dios y sólo un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre Cristo Jesús.” (1 Timoteo 2:5, NTV)

Tanto la sanidad como la salvación viene de Jesús, sin es convicción no puede haber evangelismo, sin esa certeza la iglesia pierde su razón de ser.

No hay salvación através de Moisés o Abraham, Pedro de forma valiente hace esta afirmación ante los elitistas del Sanedrína.

Muchos se escandalizan o rechazan al cristianismo por ese exclusivismo, porque no hay término medio. Pero, o esta afirmación es cierte o el cristianismo es falso.

Dios nos ha dado un sólo Nombre, Dios lo ordenó, Jesús es la respuesta a la necesidad espiritual de la humanidad ¡no hay otro camino! Pero ese camino está abierto a todos los hombres.

FINAL

Los líderes religiosos necesitaban confiar en Jesús como su única esperanza para ser aceptados y perdonados; Jesús siempre ha sido el plan de Dios.

“Él te mantendrá seguro. En cambio, para Israel y Judá será una piedra de tropiezo; una roca que los hace caer. Y para el pueblo de Jerusalén será una red y una trampa. Muchos tropezarán y caerán y no volverán a levantarse; caerán en la trampa y serán capturados».” (Isaías 8:14–15, NTV)

Pedro destruye la objeción a Jesús; los líderes actuaron por odio y eso no les permite pensar con claridad en lo que ha ocurrido, Pedro los desafía, pues la resurrección es prueba que no pueden negar, les explica de que somos salvos por alguien que vive, de ahí la conclusión ¡en ningún otro hay salvación! Es la salvación profetizada.

“¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro.” (Isaías 45:22, NTV)

Es la profecía que dice que será una salvación única y completa, total.

“»Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el SEÑOR—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.” (Isaías 1:18, NTV)

Todas esta profecías son satisfechas en Jesús. Los judíos esperan una salvación de la enfermedad física y mejorar la condición de sus vidas, Pedro les dice que el mayor peligro es estar en una mala relación con Dios. Ellos saben lo que es el día de expiación, Pedro la ha experimentado en él mismo, ellos conocen los sacrificios y la calidad de los animales para el holocausto, Pedro ¡vio al Cordero de Dios!

Aunque el consejo siga negando a Jesús, lo que Pedro les dice les cae como piedra ¡No hay salvación en ningún otro! No hay otro nombre bajo el cielo.

Pedro le habla así a los más poderosos, dándonos así la más grande prueba de valor, ellos eran los ricos, poderosos, intelectuales y un pescador, sencillo de Galilea antes que parecer la víctima, más bien parece el juez. Aun así, Pedro sabe que se está jugando la vida. Pero el valor que enfrenta peligro no se deja intimidar.

Cuando le dijeron a Aquiles el héroe griego que si iba a la batalla moriría, él dijo: “A pesar de todo, estoy decidido a ir”.

Pedro habló con valor enfrente de los más poderosos de Israel; tengamos ese mismo valor al hablar de Jesús, al confesar que somos cristianos, que creemos en Jesús como Hijo de Dios y nuestro Salvador.

Los líderes trataron de librarse de Jesús mediante la cruz, pero el Nombre de Jesús reapareció cuando sus discípulos lo usaron para la sanidad del paralítico.

El gobierno la cultura, los medios, la sociedad querrá callar el Nombre deJesús, pero dónde sea que esté un cristiano, alguien de Casa, el Nombre de Jesús seguirá siendo proclamado, exaltado y adorado.

Palabra de Dios

Oremos