La captura del arca

Narrativa

El pueblo de Israel iniciará una guerra fente a los filisteos. Ambas naciones salen al campo de batalla y se alistan en sus respectivos campamentos. Una vez que la batalla inicia los filisteos derrotan a los israelitas ocasionandoles 4 mil bajas. El ejercito israelita vuelve a su propio campamento y se lamentan por la derrota. Los lideres de Israel asumen que ha sido Dios quien los ha derrotado por medio de los filisteos. No parece haber una reflexión mas profunda acerca de esto. Ellos simplemente deciden tomar cartas en el asunto y se deciden en traer el arca del Paacto del Señor. La intención es clara, al estar el arca en medio de ellos entonces el Señor no tendrá mas remedio que acompañarlos y ellos podrán usar su poder para ser salvados de sus enemigos.

Se decide que un destacamento vaya por el arca. No parece haber ningún tipo de respeto por el arca puesto que ellos mismos van y lo sacan del santuario en Siló. Recordemos lo que pasaría años mas tardes con este hombre llamado Uza quien de manera irresponsable toca el arca y muere de inmediato. Estos hombres sacan el arca del pacto, y nos parece un poco irónico que el narrador diga: el arca del pacto del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines. Parece que el narrador nos quiere mostrar la facilidad con la que estos hombres entraron por un objeto que le pertenecía al único Dios de la tierra. La mención de los querubines nos permite hacer una acotación y decir que el arca no solamente era un lugar que contenía las tablas de la ley. También era un objeto que servía como estrado de los pies para el Señor. Asi que, estos hombres de una manera muy atrevida se dirigen al santuario y retiran el arca.

El narrador también quiere que sepamos que en Siló se encontraban los 2 hijos de Eli quienes seguramente dieron su consentimiento para que el arca sea retirado. El arca por fin llega al campamento israelita y la alegría los hace gritar de tal manera que la tierra tiembla. En el campamento de los filisteos los ánimos son diferentes, es tanto el ánimo de los israelitas que ellos se acobardan al enterarse que el arca del Señor ha llegado al campamento israelita. Pensar en que el Señor estuviera de parte de los israelitas hizo temblar a los filisteos sobre todo porque ellos recordaban que había sido Él quien hirió a los egipicios con plagas. En un mundo donde no existian las noticias exprés ni las redes sociales, este suceso debió ser tan terrible como para que la noticia se haya expandido a los pueblos vecinos. Los filisteos se animan unos a otros diciendo ¡Comportense como hombres y peleen!

Finalmente estos 2 pueblos vuelven a enfrentarse trayendo consigo una derrota todavía mas escandalosa que la primera. Primero, los israelitas huyeron en desbandada, segundo, la derrota es descrita como una matanza terrible y tercero el numero de derrotados es de 30 mil soldados. Si comparamos el número de muertos en la segunda ocasión sabremos que es casi 6 veces mas que la primera vez. Para cerrar el ciclo de la desgracia el narrador nos comunica que el arca del Señor ha sido capturada y que Ofni y Finés han muerto. De esta manera se confirma lo dicho en el verso 1 “la palabra de Samuel llegó a todo el pueblo de Israel”.

Reflexión

Con mucha frecuencia los seres humanos buscamos amuletos. Umberto Eco en una de sus novelas llamadas “el nombre de la rosa” decía que, si juntara todas las “estacas” de la cruz de Cristo que ha visto repartidas por todo el mundo, seguramente esa cruz mediría unos 6 metros de alto. Los amuletos nos dan un atajo en el camino de la fe. En ocasiones no es necesario ser devoto de una religión, simplemente basta con tener el amuleto correcto para que el bienestar o la dicha estén asegurados.

Nuestro texto inicia diciendo que la palabra de Samuel había llegado a todo el pueblo de Israel. Recordemos que el libro que estamos estudiando ya nos dijo en capitulos anteriores que en ese entonces la Palabra de Dios no era común de ser escuchada y tampoco era común recibir visiones de su parte, asi mismo nos ha confirmado que Samuel es profeta de Dios. Asi que, en este orden de ideas es esperado que el pueblo consulte a Samuel. Sin embargo, el pueblo se va directo a la batalla. No hay ninguna intención de consultar a Dios para conocer su voluntad. Después de la derrota, este pueblo se lamenta y parece que ahora si tiene la intención de consultar a Dios. Pero nuevamente, esto solo es un amago. Si parecen estar conscientes que Dios tiene el control de todo, pero no parece importarles que es lo que Él desea. Y la respuesta a esta conducta la tenemos en la actitud de los lideres o ancianos del pueblo. Parece que estos hombres tienen todas las respuestas con ellos. Si han sufrido una derrota ellos conocen el atajo para que Dios no se resista a ayudarlos.

Su amuleto es el arca del Señor. Ironicamente como ya se mencionó, este objeto no solo guardaba las tablas de la ley y era un recordatorio del pacto de Dios con Israel, sino también era un simbolo de la presencia misma de Dios. Servía como un estrado para sus pies. Su reino estaba en el cielo y sus pies tocaban la tapa del arca. Asi de sagrado era este objeto. Pero estos hombres, piensan que es posible que ellos lo tomen para obtener la bendición de Dios para ellos a como de lugar. Sin ningún tipo de respeto, sin ninguna evidencia de arrepentimiento, parece que ellos conocen el movimiento correcto para obtener lo que quieren de Dios.

Tenemos esta lucha constante. Podemos convertir nuestra adoración en nuestro amuleto. Es posible que la palabra de Dios esté por otro lado y nosotros nos encontremos empecinados en escucharla por otro lado. El frenesí con el que vivimos no nos da tiempo para reflexionar. Es dificil para nosotros detenernos y pensar si estamos caminando en el rumbo correcto. Constantemente nos sentimos derrotados, desanimados e incluso perdidos pero intentamos tomar aire y decir: conozco el camino. Abrimos la biblia como si se tratara de un amuleto, nos alistamos para ir a la iglesia, damos nuestro dinero como ofrendea y al igual que los ancianos de este pueblo pensamos o decimos: Con esto el Señor caminará en medio de nosotros y su poder nos librará de nuestros enemigos.

Estos gritos triunfalistas que se oye en el campamento de los israelitas me recuerda a nuestras reuniones de culto. Hay iglesias en donde se oyen “amenes” fuertes y emotivos. Hay reuniones que culminan de una manera tan emotiva que nosotros decimos “estuvo bien, me llené, me siento satisfecho”. Pero en la semana, la derrota es estrepitosa. Nos va peor como llegamos el domingo a la iglesia. Israelitas y filisteos están totalmente perdidos. Piensan que los dioses están delimitados en un objeto o un espacio. Por eso, tras derrotar a los israelitas van y toman el arca. De esta manera se piensan que serán capaces de llevarse la gloria de Dios y mantener a sus enemigos bajo control.

El último verso nos recuerda algo muy importante. Dios no está atado a un sistema ni a un lugar. El Señor es relacional. Su palabra había empezado a circular por medio de Samuel y su palabra se cumplió con la muerte de Ofni y Finees. No hay nada que el Señor no controle y no hay nadie que lo pueda controlar ¿Quién puede hacer algo por este Dios tan poderoso y cuya gloria es terrible? La respuesta sería, naide puede hacer nada. Nuestra fe tiene que pasar de los amuletos a la relación viva y eficaz. Por medio del Espiritu Santo es que podemos discernir la voluntad de Dios. Todos nuestros rituales tienen que estar llenos de vida y de pasión y ni de una absurda monotona religiosidad.

Criticamos otras religiones porque nos parece que abusan del ritual y de las imagenes. Nosotros abusamos de la razón y de la actividad. Debemos hacer un descenso en la velocidad y el frenesí con el que vivimos y tenemos que parar para escuchar la voz de Dios ¿Qué te está diciendo Dios en esta mañana?