Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
La iglesia recibio el sagrado cometido de proclamar el mensaje de salvación. ¿Estamos cumpliendo con ese sagrado cometido?
¿Que estamos haciendo por Cristo, mientras vida él me da?