CRISTIANO - DIFICULTADES
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Transcript
3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. 4 Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila!
DIFICULTADES - ACTITUDES
Seguridad y Confianza de quien es DIOS
Daniel 3:13–18 (NTV)
13 Entonces Nabucodonosor se enfureció y ordenó que trajeran ante él a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Cuando los trajeron, 14 Nabucodonosor les preguntó: —¿Es cierto, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ustedes se rehúsan a servir a mis dioses y a rendir culto a la estatua de oro que he levantado? 15 Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder? 16 Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron: —Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. 17 Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; 18 pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado.
Soberania de DIOS en medio de dificultades
Oración de Moises
25 Te pido por favor que me permitas cruzar el Jordán para ver esa tierra maravillosa que hay del otro lado, la bella zona montañosa y los montes del Líbano”. 26 »Pero el Señor estaba enojado conmigo por culpa de ustedes y no quiso escucharme. “¡Ya basta! —exclamó—. Ni una sola palabra más sobre ese asunto.
Oración del rey Ezequías
1 Por ese tiempo, Ezequías se enfermó gravemente, y el profeta Isaías, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedad”». 2 Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor: 3 «Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente. 4 Sin embargo, antes de que Isaías saliera del patio central, recibió este mensaje de parte del Señor: 5 «Regresa y dile a Ezequías, el líder de mi pueblo: “Esto dice el Señor, Dios de tu antepasado David: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días te levantarás de la cama e irás al templo del Señor. 6 Te añadiré quince años más de vida y te rescataré del rey de Asiria junto con esta ciudad. Defenderé esta ciudad por mi propia honra y por amor a mi siervo David’ ”».
Estos dos hombres recibieron una sentencia de muerte y ambos oraron al Señor sinceramente para ser perdonados, uno escribió «No me escuchó» y murió; pero al otro se le dijo: «He oído tu oración» y su vida fue perdonada. ¡Qué gran ilustración y ejemplo de la verdad expresada en Romanos 9:15! «Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca».
Oración de JESÚS
39 Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
PALABRAS DE JESÚS
33 Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.
No reclame a DIOS
2 «Hoy mi queja todavía es amarga, y me esfuerzo por no gemir. 3 Si tan sólo supiera dónde encontrar a Dios, iría a su tribunal. 4 Expondría mi caso y presentaría mis argumentos. 5 Luego escucharía su respuesta y entendería lo que me dijera. 6 ¿Usaría su inmenso poder para discutir conmigo? No, él me daría un juicio imparcial. 7 Las personas sinceras pueden razonar con él, así que mi juez me absolvería para siempre. 8 Voy hacia el oriente, pero él no está allí; voy hacia el occidente, pero no puedo encontrarlo. 9 No lo veo en el norte, porque está escondido; miro al sur, pero él está oculto. 10 »Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro. 11 Pues he permanecido en las sendas de Dios; he seguido sus caminos y no me he desviado. 12 No me he apartado de sus mandatos, sino que he atesorado sus palabras más que la comida diaria. 13 Pero una vez que él haya tomado su decisión, ¿quién podrá hacerlo cambiar de parecer? Lo que quiere hacer, lo hace. 14 Por lo tanto, él hará conmigo lo que tiene pensado; él controla mi destino.
Job 38
No dejes de ver a JESÚS
22 Inmediatamente después, Jesús insistió en que los discípulos regresaran a la barca y cruzaran al otro lado del lago mientras él enviaba a la gente a casa. 23 Después de despedir a la gente, subió a las colinas para orar a solas. Mientras estaba allí solo, cayó la noche. 24 Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un fuerte viento y luchaban contra grandes olas. 25 A eso de las tres de la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el agua. 26 Cuando los discípulos lo vieron caminar sobre el agua, quedaron aterrados. Llenos de miedo, clamaron: «¡Es un fantasma!». 27 Pero Jesús les habló de inmediato: —No tengan miedo —dijo—. ¡Tengan ánimo! ¡Yo estoy aquí! 28 Entonces Pedro lo llamó: —Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua. 29 —Sí, ven —dijo Jesús. Entonces Pedro se bajó por el costado de la barca y caminó sobre el agua hacia Jesús, 30 pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse. —¡Sálvame, Señor! —gritó. 31 De inmediato, Jesús extendió la mano y lo agarró. —Tienes tan poca fe —le dijo Jesús—. ¿Por qué dudaste de mí?
Promesas de DIOS
33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. 34 »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.
3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo. 4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. 5 Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.
10 ¡Cuánto alabo al Señor de que hayan vuelto a preocuparse por mí! Sé que siempre se han preocupado por mí, pero no tenían la oportunidad de ayudarme. 11 No que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo. 12 Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.
La Voluntad de DIOS
39 Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final.
LA ORACIÓN
1 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. 3 Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. 4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. 5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada. 6 El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego. 7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!
5 »Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pueden verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que ésa. 6 Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. 7 »Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas palabras una y otra vez. 8 No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas. 9 Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre. 10 Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo. 11 Danos hoy el alimento que necesitamos, 12 y perdona nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. 13 No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno. 14 »Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti;
