Repetidas - El Valle
21 Ocho días después, cuando el bebé fue circuncidado, le pusieron por nombre Jesús, el nombre que había dado el ángel aun antes de que el niño fuera concebido.
22 Luego llegó el tiempo para la ofrenda de purificación, como exigía la ley de Moisés después del nacimiento de un niño;
1 Los filisteos reunieron su ejército para la batalla y acamparon en Efes-damim, que queda entre Soco en Judá y Azeca. 2 Saúl respondió reuniendo a las tropas israelitas cerca del valle de Ela. 3 De modo que los filisteos y los israelitas quedaron frente a frente en montes opuestos, separados por el valle.
4 Luego Goliat, un campeón filisteo de Gat, salió de entre las filas de los filisteos para enfrentarse a las fuerzas de Israel. ¡Medía casi tres metros de altura! 5 Llevaba un casco de bronce y su cota de malla, hecha de bronce, pesaba cincuenta y siete kilos. 6
8 Entonces Goliat se detuvo y gritó mofándose de los israelitas: «¿Por qué salen todos ustedes a pelear? Yo soy el campeón filisteo, pero ustedes no son más que siervos de Saúl. ¡Elijan a un hombre para que venga aquí a pelear conmigo! 9 Si me mata, entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo mato a él, ¡ustedes serán nuestros esclavos! 10 ¡Hoy desafío a los ejércitos de Israel! ¡Envíenme a un hombre que me enfrente!».
11
3 No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. 4 No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.
5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.
6 Aunque era Dios,
no consideró que el ser igual a Dios
fuera algo a lo cual aferrarse.
7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos;
adoptó la humilde posición de un esclavo
y nació como un ser humano.
Cuando apareció en forma de hombre,
8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios
y murió en una cruz como morían los criminales.
9 Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor
y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres
10 para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla
en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor
para la gloria de Dios Padre.
32 —No te preocupes por este filisteo —le dijo David a Saúl—. ¡Yo iré a pelear contra él!
33 —¡No seas ridículo! —respondió Saúl—. ¡No hay forma de que tú puedas pelear contra ese filisteo y ganarle! Eres tan sólo un muchacho, y él ha sido un hombre de guerra desde su juventud.
34 Pero David insistió:
—He estado cuidando las ovejas y las cabras de mi padre. Cuando un león o un oso vienen para robar un cordero del rebaño, 35 yo lo persigo con un palo y rescato el cordero de su boca. Si el animal me ataca, lo tomo de la quijada y lo golpeo hasta matarlo. 36 Lo he hecho con leones y con osos, y lo haré también con este filisteo pagano, ¡porque ha desafiado a los ejércitos del Dios viviente! 37 ¡El mismo SEÑOR que me rescató de las garras del león y del oso me rescatará de este filisteo!
