La palabra aramea “Abba” se piensa que es un término muy íntimo para “Padre”, sugiriendo que los que lo utilizan para referirse a Dios disfrutan de una relación cercana con él. Jesucristo utiliza el término como consecuencia de su condición de Hijo de Dios, los creyentes podrán utilizarla como consecuencia de su condición de hijos adoptivos de Dios por la fe.