El Deber de los Hijos

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Notes
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Introducción:

Cuanta Razón tenía Richard Baxter cuando escribió:
Es una verdad obvia que la mayoría de los problemas que ahora infestan o hacen presa de los seres humanos en toda la tierra, tienen su fundamento, o son provocados por los desórdenes y el mal gobierno en las familias.
Espero que hoy puedas entender que esto es así, al considerar lo que tiene que decirnos la santa, inerrante y todo suficiente Palabra de Dios, tocante a la relación entre Padres e Hijos.
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6.1–4, RVR60)
Oremos.
Estamos considerando en los últimos dos capitulo de Efesios, las implicaciones de una vida llena del E.S. que Pablo pone en contraste con una persona ebria bajo el dominio del vino.
No solo en el aspecto del matrimonio, sino también en la relación con los hijos, nuestra cultura esta como ebria, da tumbos de un extremo al otro al punto de irse al piso por temporadas a causa de haber desechado el consejo de Dios.
Antes se exigía honra y obediencia a los Padres pero había abuso de autoridad; como reacción, estamos viendo ahora una generación de padres que no saben como ser padres y con hijos que no respetan ni a sus padres, ni nadie y el resultado ha sido una sociedad mas caótica.
Pablo en su carta a los Romanos dice que una sociedad corrupta se caracteriza por personas desobedientes a los padres, es un pecado terrible: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1.28–32, RVR60) .
Estamos viviendo en tiempo peligrosos: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3.1–5).
En una revista de educación, hay un articulo de una profesora insatisfecha que entregó su carta de renuncia y diciendo en ella estas palabras:
"Hoy en nuestras escuelas públicas los profesores tienen miedo de los directores, los directores tienen miedo de los superintendentes, los superintendentes tienen miedo de los miembros del consejo, los miembros del consejo tienen miedo de los padres, los padres tienen miedo de los niños y los niños No tienen miedo de nadie”.
La buena noticia es que el Señor no solo nos salva de la culpa del pecado y de la condenación que merecemos, sino que también nos da su E.S. y su palabra inspirada para salvarnos del poder del pecado, para que viviendo bajo su dirección podamos ver familias transformadas, que no van de un extremo a otro como los ebrios, sino que viven según el diseño de Dios, en la llenura del Espíritu.
Una familia llena del Espíritu que se caracteriza por el orden y la sumisión, una familia donde la esposa se sujeta libremente a su marido reconociendo el lugar de autoridad que Dios le dio, donde el esposo ejerce esta autoridad en amor y sujeción a Cristo, de esta manera ambos reflejan a relación de pacto entre Cristo y la Iglesia y donde los hijos obedecen en el Señor a sus Padres y los Padres crían a sus hijos en el Señor.
De esta manera, Dios nos guía a vivir vidas llenas de plenitud y disfrute, mientas esperamos el mayor deleite y plenitud cuando estemos con él para siempre .
Vamos considerar el llamado de Dios para los hijos que ya no viven en ebriedad como si no tuvieran a Dios, sino que están siendo llenos del E.S. entendiendo su identidad en Cristo. La próximas semana consideramos el deber de los Padres en el Señor.
Responderemos a 4 preguntas: 1. ¿quien es llamado al deber? 2. ¿que nos exige el deber? 3. ¿porque se debe obedecer este deber? 4.¿como se nos llama a obedecer este deber?.
Como ya hemos considerado en el matrimonio, Dios quiere que usemos nuestra mente, el no solos nos llama a la obediencia, sino que nos da argumentos poderosos para llevarla a cabo.
1. ¿Quien es llamado al deber?
τέκνον , niño, hijo; descendiente; aquel que es nacido.
Pablo por un lado esta hablando de manera directa a los niños de la iglesia que están en formación, lo sabemos por que luego les ordena a los padres criarlos. Así que el mandamiento es para los que están aun bajo la potestad de sus padres.
Esto es muy importante por varias razones:
Porque Pablo esta asumiendo que los niños estaban en el culto junto a sus Padres mientras sus cartas eran leídas. Es triste que la iglesia de hoy este alejando a los niños del culto publico y los retiran como si la palabra no pudiera transformarlos. Algunos Padres ponen a sus hijos a jugar en el culto como si la Palabra no fuera lo mas glorioso a lo que ellos pueden exponerlos. Pablo asume que los hijos de los creyentes han oido toda la lectura de su carta y están presentes.
Para el tiempo de Pablo, las normas éticas solo eran dadas a los adultos, Pablo esta enseñando aquí directamente una lección para los niños. Esto es muy radical, los niños al estar bajo la influencia de la Palabra son también transformados.
Dios considera a los hijos de los Creyentes como parte de la iglesia visible, de echo las promesas del evangelio son primeramente para ellos. “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos de los Apóstoles 2.39); “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros” (Romanos 4.16). De echo la palabra apostasía no existiría en la biblia si nuestros hijos y los impíos fueran considerados iguales ante Dios, pero la biblia trata a nuestros hijos como santos: “Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.” (1 Corintios 7.14) De manera que cuando uno de nuestros hijos dice no creer en el Señor y se aparta de la Iglesia siendo adulto, la biblia lo trata como apostata y habrá mayor condenación por cuanto ha menospreciado las promesas que Dios le extendió primeramente a él, rechazó sus privilegios como lo hizo Esaú. Ezequiel dice: “Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. ¿Eran poca cosa tus fornicaciones,” (Ezequiel 16.20)-. Pablo no solo asume que en el culto hay niños, sino que habla de estos niños como gente que es parte de la iglesia, personas que participan de Cristo y sus promesas, y al igual que a los esposos y esposas, se les llama a cumplir su deber en el E.S.
Pablo también esta llamado a estos niños a la obediencia en el Señor. Es, como veremos más adelante un llamado a la fe en las promesas del Pacto. La obediencia es imposible aparte de Cristo, los niños necesitan una relación vital con Cristo, como a los hijos de Israel en el A.T. Dios le esta mostrando a los hijos de los creyentes su necesidad de circuncidar su corazón, su obediencia debe ser en el Señor pues Jesus dijo: Separados de mi nada podéis hacer.
Así que el llamado al deber es para los niños o jóvenes que están bajo la educación de los Padres. Pero por otro lado, Pablo cita el 5 mandamiento , donde se nos llama no solo a la obediencia externa, sino una actitud interna de “Honrar a los Padres”, y como vimos en las clases del catecismo, este deber nos cobija a todos los que tenemos Padres o alguna autoridad sobe nosotros.
Lo que implica que los hijos están llamados a la obediencia hasta que un nuevo hogar sea establecido, recordemos lo aprendido en Efesios 5:31 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” . Los Padres deben criar a sus hijos hasta que ellos puedan tomar sus propias decisiones y tengan independencia al adquirir responsabilidades propias de una adulto, ellos deben prepararlos para conformar una nueva familia.
Una vez es establecido un nuevo hogar, o el hijos es independiente y responsable por sus decisiones, aunque ya no están llamados a obedecerles, el 5 mandamiento aun esta vigente hasta que los Padres mueran. Algunos en tiempos de Jesus descuidaron el mandamiento con una excusa religiosa y el Señor les exhorto: “.....Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” (Mateo 15.1–9) Los hijos deben ocuparse de sus Padres hasta que mueran, no hacerlo es deshonrar a Dios.
Ya vimos a quien va dirigido el mandamiento y sus implicaciones, estamos listos para la siguiente pregunta:
2. ¿Que nos exige el deber?
Obediencia y Honra” veamos de que se trata de manera especifica cada deber:
A. Obediencia:
s el verbo ὑπακούω, contiene la raíz griega de la palabra acústica. La idea es alguien que se pone debajo de alguien para oír o escuchar con atención al que tiene autoridad sobre nosotros, para hacer lo que se nos ordena. Escucharles atentamente y obedecer.
Por tanto, no hay obediencia donde no hay atención, y donde no se reconoce o acepta la autoridad del que habla.
Inferimos en el texto, que los padres han dado instrucciones claras que los hijos entienden y que lo han hecho con autoridad. Los hijos miran, comprenderán con su mente y voluntad dispuesta para obedecer.
La voz de los padres es importante, se debe entender y obedecer de inmediato (sin demora), si excusas (pretextos, ni negociaciones), sin desafíos (sin provocaciones o enojo). Esta muy claro el deber.
La única manera que un hijo puede pasar por alto la autoridad de su Padre, es cuando la orden de sus Padres sea desobedecer alguno de los diez mandamientos, cosa que sería extrema, pero pasa, un ejemplo de esto lo tenemos cuando Saúl pide a Jonathan ayuda para asesinar a David en 1 de Samuel 20:31, su hijo se negó a prestar ayuda a su Padre cometiendo semejante injusticia: “Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?” (1º Samuel 20.32, RVR60).
Hay Padres que hasta prohiben a sus hijos hacerse Cristianos y los amenazan de muerte, en tal caso con dolor en el corazón, los hijos deben preferir a su Señor: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;” (Mateo 10.37, RVR60)
Ya aprendimos que esta obediencia es hasta conformar una nueva familia o cuando ya se vive en independencia total.
B. Honrar
La palabra usada aquí para el honor es "timao" que literalmente significa asignar un valor a algo.
Esto tiene que ver con una actitud interna del corazón (tu puedes obedecer sin honrar, pero el deber es obediencia y honra o que la manera de honrara es obedeciendo), debes tener por tus padres un profundo respeto a causa de la autoridad que representan. Debes asignarle un alto valor, de hecho se aprende el temor de Dios, aprendiendo a honrar a tus Padres.
El honor es una decisión de tratarlos con dignidad, cortesía y respeto.
Por ejemplo, tenemos que Raquel se dirigía a su Padre como “Señor”, y Salomón siendo Rey se inclinaba ante su madre en señal de respeto y honor.
Para nosotros, una manera de mostrar respeto es llamándoles Mama, Papa, Papito, no por su nombre, tratándoles como iguales. Imagínate alguien dirigiéndose al presidente como “santos”, no honramos su posición llamándole Señor Presidente. Tu Padre tiene mayor peso que el presidente.
De manera práctica: muestras honor y respeto, dejándoles hablar primero, callando cuando hablan y respondiendo con respeto. Siendo agradecidos con ellos, levantándose para saludarles. Si eres niño o joven sométete a sus instrucción y corrección; Si haz salido de casa y eres independiente, llámalos con frecuencia, involucrados en tus planes familiares, pídeles consejo en tus decisiones importantes, apóyales en la enfermedad, habla de ellos conrespeto delante de otras personas y sostenlos en la vejez, con respecto a esto ultimo dice Pablo:
Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios.” (1 Timoteo 5.3–4, RVR60)
Lo opuesto a la honra es es el irrespeto, tomarlos como poca cosa y su palabra como algo sin importancia, o algo despreciable y molesto; la deshonra se puede demostrar con las palabras, con los gestos y con las acciones y la escritura condena este pecado, ya que deshonrar a los Padres es una rebelión directa contra la autoridad de Dios:
“El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.” (Éxodo 21.15) Aunque esta ley no esta vigente, Dios se asegura de que este pecado no quede sin castigo:
“Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.” (Proverbios 20.20, RVR60) Su vida será desgraciada, Dios se encarga de eso - “El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los hijos del águila.” (Proverbios 30.17, RVR60).
Quisiera añadir además que este deber se aplica para ambos Padres.
Ya vimos quienes son llamados al deber y lo que este deber exige, consideremos ahora la siguiente pregunta:
3. ¿Porque se debe obedecer este deber?
Las razones que el Señor nos da, no tienen que ver con las emociones o con asuntos pragmáticos o económicos.
Noten que aquí no dice que obedezcan o los honren por que ellos se han ganado su respeto o porque ellos los han amenazado para infundirles temor, o porque ellos son mas sabios que ustedes; de echo muchos Jóvenes superan a sus Padres en cosas que conocen o han experimentado, algunos jóvenes han madurado a la fuerza y se están haciendo cargo de sus hermanos porque sus padres parecen adolescentes. Tal vez tu seas un hijo creyente y tienes una perspectiva mas clara de la vida que tus Padres y puedas hasta ser mas sensato en cosas. Pero los hijos no están llamados a la obediencia con base en los años y la experiencia de sus padres.
Tampoco se nos habla de obedecer y honrar para mostrarles gratitud a causa de toda la inversión económica que ellos han hecho. De echo esta es una razón que los Padres creen que tienen el derecho de demandar obediencia, hay mucho padres confundidos que dicen: "Mientras comas y vivas bajo mi techo, obedecerás". Aunque sería una buena razón, en un articulo de la revista Portafolio de Octubre dice que un padre promedio en Colombia gastará $750 millones de pesos en criara su hijo hasta los 20 Años . Pero la obediencia debida a los Padres no es por esta razón.
El Señor por medio de Pablo nos ofrece tres razones y en esencia estas razones están puestas un orden que nos lleva a considerar la estructura pactual de la biblia:
Porque es Justo: Esta primera razón tiene que ver con la restauración de nuestra naturaleza caída en Adan en Cristo. “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4.24) - Esta primera razón es con base en lo que ya Dios ha obrado por el E.S. al hacerlos parte de la iglesia, al llamarlos a participar de la nueva humanidad redimida. Es justo que un hijo que ha sido apartado por Dios, muestre respeto y honra a sus padres, en virtud de su nuevo estatus delante de Dios “ha sido redimido o comprado con precio de sangre, ya no debe andar según su criterio, sino en justicia, según Dios”. No honrar a los Padres es quebrantar el diseño mismo de Dios para la familia, como una expresión visible de su gloria. Los hijos no solos han sido creados en Cristo para buenas obras, ellos han sido llamados por Cristo a la obediencia de la Ley:
Porque el Señor lo manda: haber sido apartados por Dios en Cristo, implica que estamos llamados a la obediencia, la gracia de ninguna manera anula la ley. Israel una vez apartado de Egipto por Dios en el pacto de gracia, recibe la la ley. Un adecuado entendimiento de la gracia de Dios, no lleva a querer agradarle en todo con temor y reverencia, a causa de haber experimentado el increíble amor de Dios: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5.3, RVR60) Obedecer a Dios, en lugar de ser un estorbo para nuestra felicidad, mas bien la promueve, así que tenemos otra razón:
Porque obedecer este mandamiento tiene promesas:para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6.3) Dios nos aparta para él, nos da su ley para que respondamos en amor a su gracia inmerecida y ademas nos estimula con gloriosas promesas. Obedecer siempre es bueno, trae gozo, felicidad a nuestra vida. Satanás tentó a Eva prometiéndole felicidad desobedeciendo, y así todos los hombres fueron engañados. Pero el Señor en Cristo nos ha restaurado para hacernos bien por el camino del deber. Por cumplir con este deber se nos promete prosperidad y larga vida, esto nada tiene que ver con vivir muchos años o tener dinero, Jesus fue obediente, pero fue pobre y vivió 33 años. Lo que si promete es bendición y protección. ¿cuantos no ha muerto por desobedientes?…. “Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.” (Proverbios 3.1–2, RVR60) “Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.” (Proverbios 10.21, RVR60) desprecia la instrucción y morirás… Prov 23: 13 y 14 No rehuses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol. En contraste, cada vez que desobedeces atraes muerte y miseria sobre ti, te ira mal y tus días serán pesados y estarás expuesto a la muerte. El hijo que ha aprendido a obedecer es más precavido, más realista, aventaja a aquellos imprudentes y necios, no será un imán para los problemas y bendecirá a su hogar. Andando en los caminos de la obediencia honrosa le irá bien y sus días serán provechosos. “... la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.” (1 Timoteo 4.8, RVR60)
Así que debemos obedecer y honrar a nuestros padres porque es justo, porque hace parte de nuestra nueva condición en Cristo, porque nos es demandado por aquel que nos compró con precio de sangre al redimirnos y porque es la manera en que Dios nos protege y nos bendice.
Ninguna de estas razones dice que obedezcan a los padres porque ellos son infalibles o porque ellos siempre tendrán la razón o porque sean creyentes o porque se lo merecen o porque se han portado buen contigo y ten dado todo lo que necesitas. Aun si tus Padres no son creyentes, una manera de atraerlos a Cristo es con tu actitud de obediencia y honra.
A veces los Padres nos piden hacer cosas que necesariamente no están contra la ley de Dios, pero nos incomoda, no os parece ¿que hacemos?
Hay lugar para pedirles explicación respetuosa, pero si no entiendes porque te están ordenando algo, no olvides que ellos fueron puestos como autoridad sobre ti, aun que no entiendas obedecerlos… ¿si están equivocados? Dios usara esto para tu bien, (La burra de Balaam) obedece.
Nunca vallas en contra de la autoridad, es como pasar un semáforo en rojo… el desastre te alcanzará. hay luz verde para desobedecer solo cuando esta en contra de un mandamiento expreso de Dios.
Dios va a mostrarte a travez de tus padres su voluntad, debes obedecerlo en todo… La voluntad de Dios es buena agradable y perfecta. Así que los hijos están llamados a servir a Dios, obedeciendo a sus Padres.
Ya hemos visto ¿quien es llamado al deber?, ¿que nos exige el deber?, ¿porque se debe obedecer este deber? Dirás, pero esto es muy difícil, me cuesta trabajo honrar y respetar a mis Padres, bueno, quisiera animarte respondiendo la ultima pregunta:
4. ¿Como se nos llama a obedecer este deber?
Dios no es como Faraón que nos demanda hacer ladrillos sin paja. El no solo nos llama al deber, sino que nos provee todo lo necesario para la vida y la piedad en Cristo. “Obedeced en el Señor”
En el Señor implica que esta orden solo puede ser seguida por una persona que ha circuncidado su corazón, este es un llamado de Dios a la fe para los hijos en la iglesia.
Naturalmente queremos vivir libres de la autoridad, nuestros pasos se apresuran al mal por naturaleza. Naturalmente un hijo pensará que sabe mas que sus padres, que tienen mas experiencia, que sus ideas son mejores. Naturalmente un hijo retará a sus padres y no los honrará. Por esta causa merecemos la ira de Dios.
Pero, se nos llama a obedecer en Cristo, puesto que Cristo ha obedecido por nosotros:
Jesus ha sido el único que ha cumplido este mandamiento a la perfección: Lc 2: 51 – 52: Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. El sabia mas que sus padres y que los maestros de Israel, pudo hacer cosas increíbles a sus doce años, pero lo mas increíble que hizo fue estar sujeto a sus padres y eran padres pecadores, él siendo santo podía regañarlos y reprenderlos, pero siempre los respeto. - El obedeció al Padre como nunca lo hicimos nosotros, hasta la muerte en la cruz. Cristo es nuestra justicia y el que nos justifica.
Ahora nos llama a la obediencia en él. Recuerdo un pasaje donde lo Judíos insistían en su observancia de la ley y en que eran hijos de Abraham y además rechazaban a Jesus diciendo que el era un samaritano, hijo de fornicación, poseído por el demonio. Jesus tiernamente y con firmeza les dice “Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.” (Juan 8.49). Ellos pretendía honrar a Dios con sus actos, pero en su corazón estaban lejos de cumplir con la ley de Dios, que en el caso del 5 mandamiento exige obediencia y honrar a los padres. Su única esperanza estaba en reconocer que Cristo si honro a sus Padres y obedeció perfectamente a Dios, pero ellos le estaban rechazando.
Así que se nos llama en Cristo a la obediencia, pues separados de él nada podemos hacer. La obediencia a nuestros Padres es unan obra de gracia, operada or Cristo en nuestros corazones: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.” (Malaquías 4.5–6, RVR60)
¿Recuerdan la parábola del hijo prodigo?
Tenemos dos hijos, uno que no quería obedecer y pide la herencia antes de tiempo “enterró a su padre antes de tiempo, no quería someterse más a él” y el otro que se queda con su Padre solo por interés con un corazón que aunque le obedecía estaba lejos de honrarlo. Ambos incumpliendo el mandamiento, despreciando a su padre.
El hijo menor se da cuenta de su maldad y regresa a casa, entendiendo que ya no es digno de nada departe del Padre y con la esperanza de tener un puesto de esclavo en su antigua casa. Pero al llegar su Padre lo abraza, enjuga sus lagrimas, lo perdona, le lava, le da de su closet nuevas ropas y pone un anillo de autoridad en su dedo y hace una fiesta con el mejor animal de su hacienda - “ahora la herencia que era del hijo Mayor, el Padre decide compartirla de nuevo para ambos.
El hermano mayor se enoja y con razón, va a perder lo que le corresponde a él por derecho, mostrando que en su corazón estaba amando el dinero, no le importaba ni su padre, ni sus hermanos.
Con esta Parábola, Jesus esta revelándose como un hermano mayor que se goza en recibir pecadores que viene arrepentidos a la casa del Padre. El disfruta darnos su vestido de justicia, su anillo (el E.S.) las arras para reclamar todo lo que le pertenece a él por derecho, el esta feliz en recibirnos en casa, de hecho el no solo celebra, sino que él mismo es el cordero de Dios que quita el pecado del Mundo, por esto hay fista, nuestros pecados son perdonados con Justicia.
Por nuestra desobediencia y desprecio a Dios, no merecemos mas que ser reos de eterna condenación, pero todo hijo desobediente que venga al Padre en arrepentimiento y fe, puede estar seguro que no será rechazado y que el señor será amplio en perdonar, además cuenta con todos los recursos del cielo para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
Oremos.
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