La multitud sigue a Jesús y los doce
Pasaje
Estudio
Contexto
Versículo por versículo
¿Cuánto te mueves por buscar a Jesús?
En dondequiera que Jesús iba, las multitudes emocionadas se agolpaban para ver al Siervo de Dios (Marcos 3:7–9, 20, 32; 4:1). Si Jesús hubiera sido un personaje célebre y no un siervo, hubiera alentado a las multitudes y habría tratado de complacerlas (Mateo 11:7–15). En lugar de eso, se retiró de las multitudes y empezó a ministrar especialmente a sus discípulos. Jesús sabía que la mayoría de la gente que se agolpaba para acercársele eran superficiales e insinceras, pero sus discípulos no lo sabían. Para que ellos no tomaran este éxito seriamente, Jesús tenía que enseñar a estos hombres la verdad acerca de las multitudes y el reino. En esta sección vemos tres respuestas de nuestro Señor a la persistencia de la multitud.
Jesús llama y enviá
El número de los discípulos es significativo porque hubieron doce tribus en la nación de Israel. En Génesis Dios empezó con los doce hijos de Jacob, y en Éxodo los desarrolló hasta que fueron una nación poderosa. Israel fue escogida para traer al mundo al Mesías y para que por medio de él todas las naciones de la tierra fueran bendecidas (Génesis 12:1–3). Sin embargo, la nación de Israel había declinado espiritualmente y estaba lista para rechazar a su propio Mesías. Dios tenía que establecer una “nación santa, pueblo adquirido por Dios” (1 Pedro 2:9), y los doce apóstoles eran el núcleo de esta nueva nación espiritual (Mateo 21:43).
Jesús pasó toda la noche en oración antes de escoger a estos doce hombres (Lucas 6:12). Cuando los seleccionó tenía tres propósitos en mente: (1) prepararlos mediante el ejemplo y enseñanza personal, (2) enviarlos a predicar el evangelio, y (3) darles autoridad para sanar y echar fuera demonios. (Marcos 1:14–15, 38–39; 6:7–13.) Estos doce hombres podrían así ser capaces de continuar la obra de Jesús cuando él regresara al Padre, y podrían preparar a otros para realizar el ministerio después de ellos (2 Timoteo 2:2).
En el Nuevo Testamento hallarás otras tres listas de los nombres de los doce apóstoles: Mateo 10:2–4; Lucas 6:14–16; Hechos 1:13. Lucas nos dice que Jesús les dio el nombre especial de “apóstoles”. Un discípulo es alguien que aprende al hacer; nuestro término moderno equivalente sería aprendiz. Un apóstol es alguien que es enviado en servicio oficial con una comisión. Jesús tenía muchos discípulos pero solo doce apóstoles, sus embajadores especiales.
EL DISCÍPULO ES UN APRENDIZ Y
SEGUIDOR DEL MAESTRO. EL APÓSTOL
ES ALGUIEN ENVIADO COMO
EMBAJADOR QUE LLEVA UN MENSAJE Y
REPRESENTA AL QUE LO ENVIÓ
Jesús y su equipo
Al comparar las listas parece que los nombres están arreglados en pares: Pedro y Andrés, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé (Natanael [Juan 1:45]), Tomás y Mateo (Leví), Santiago hijo de Alfeo y Tadeo (Judas, hijo de Jacobo, no el Iscariote [Juan 14:22]), Simón el zelote y Judas Iscariote. Puesto que Jesús envió a sus apóstoles de dos en dos, era una manera lógica de mencionar sus nombres (Marcos 6:7).
El nombre de Simón fue cambiado a Pedro, “roca” (Juan 1:40–42), y el de Leví fue cambiado a Mateo, don de Dios. A Jacobo y a Juan les puso sobrenombres “Bonaerges, … hijos del trueno”. Comúnmente se piensa de Juan como el apóstol del amor, pero ciertamente no empezó con esa clase de reputación, ni tampoco Jacobo su hermano (Marcos 9:38–41; 10:35–39; Lucas 9:54–55). Es alentador ver lo que Jesús pudo hacer con este grupo tan diverso de candidatos tan improbables para el servicio cristiano. ¡Todavía hay esperanza para nosotros!
Marcos definió la palabra hebrea Bonaerges porque estaba escribiendo para lectores romanos. En su evangelio hallarás varias de estas palabras especiales para gentiles (Marcos 5:41; 7:11, 34; 11:9; 14:36; 15:22, 34). La palabra “cananista” de 3:18 no tiene nada que ver con origen nacional o racial. Es la palabra hebrea, que procede de una palabra que quiere decir ser celoso. Los zelotas eran un grupo de judíos extremistas organizados para derrocar a Roma; y usaban todo medio disponible, aun el asesinato, para avanzar su causa. El historiador Josefo los llamaba “los del puñal.” Sería interesante saber cómo Simón el Zelote respondió cuando vio por primera vez a Mateo, ex-empleado de Roma.
Si se consulta una harmonía paralela de los Evangelios, se verá que entre 3:19 y 20 Jesús predicó el Sermón del Monte (Mateo 5–7) y participó en los eventos descritos en Lucas 7:1–8:3. El Evangelio de Marcos no incluye ese famoso sermón porque su énfasis recae en lo que Jesús hizo en vez de lo que dijo.
OBSERVACIONES
1. El nombre de Pedro encabeza cada lista. Probablemente indica que él sería su líder. Marcos lo identifica con Simón (3:16).
2. En cada lista aparecen los cuatro hermanos pescadores primero.
3. Mateo y Lucas ponen a Andrés en segundo lugar.
4. Marcos menciona a Pedro, Jacobo y Juan primero, y pone a Andrés en cuarto lugar. Esos tres parecían formar un círculo íntimo.
5. La identidad de cada uno es bastante obvia hasta llegar a Bartolomé. Se cree que él es Natanael mencionado primero en Juan 1:45 y que fue encontrado por Felipe. La colocación de su nombre inmediatamente después de Felipe da credibilidad a ese punto de vista.
6. Jacobo hijo de Alfeo es también Jacobo el menor.
7. Tadeo es probablemente Judas hermano de Jacobo.
8. Simón el cananista es el mismo Simón el Zelote.
9. Judas Iscariote ocupa el mismo lugar en cada lista y aparece como el traidor. Es el único que no era de Galilea. Era de una ciudad de la tribu de Judá.