la resurreccion
Una obra del Dios trino
Todos los miembros de la Trinidad están implicados en la resurrección de los creyentes. Pablo nos dice que el Padre resucitará a los creyentes mediante el Espíritu: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros” (Ro. 8:11). Hay una conexión especial entre la resurrección de Cristo y la resurrección general, un punto que Pablo resalta de forma especial en 1 Corintios 15:12–14: “Pero si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también vuestra fe.” En Colosenses 1:18 Pablo hace referencia a Jesús como: “la cabeza del cuerpo que es la iglesia, y es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.” En Apocalipsis 1:5 Juan de forma similar hace referencia a Jesús como “primogénito de los muertos.” Esta expresión no señala tanto a que Jesús haya sido el primero en el tiempo dentro de un grupo como a su supremacía sobre el grupo (cf. 1:15 “el primogénito de toda la creación”). La resurrección de Cristo es la base de la confianza y esperanza de los creyentes. Pablo escribe: “Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” (1 Ts. 4:14). Y aunque el contexto no menciona explícitamente la resurrección general, al inicio de su primera epístola Pedro vincula el nuevo nacimiento y la esperanza de vida del creyente a la resurrección de Cristo y después toma en consideración la segunda venida, cuando la fe genuina traiga como resultado la alabanza, la gloria y el honor (1 P. 1:3–9).
De naturaleza corporal
Varios pasajes del Nuevo Testamento afirman que el cuerpo será devuelto a la vida. Uno de ellos es Romanos 8:11: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros.” En Filipenses 3:20–21 Pablo escribe: “Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Evidencia doctrinal de la resurrección 15:12–34
Consecuencias de negar la resurrección de Cristo 15:12–19
La mayor parte de este capítulo trata de esta doctrina y lista las evidencias de la resurrección. En primer lugar las presenta por el lado negative. Explica siete resultados lógicos si no se hubiera comprobado que en efecto ésta se realizó.
1. Si no hubiera resurrección, entonces tampoco Cristo habría resucitado y todavía en la tumba. (15:12–13).
2. El apóstol afirma que nuestra predicación resultaría vana porque todo terminaría con la muerte. No importaría entonces haber vivido o confiar en Cristo, porque todo concluiría al momento de fallecer(15:14a).
3. De la misma manera, nuestra fe sería en vano y sin valor, porque no sería diferente de la de los demás (15:14b).
4. Además, los apóstoles dieron un testimonio inexacto de un mensaje inventado. Proclamaron que habían visto al Señor resucitado, pero si no fue así, su afirmación tendría que ser falsa y su mensaje inválido (15:15–16).
5. Los que han confiado en el Señor seguirían muertos en sus pecados. La resurrección es la evidencia que confirma la muerte de Cristo. Si ésta no hubiera existido, entonces el evangelio sería espurio. No habría salvación y nada en la vida tendría sentido (15:17).
6. Los que murieron en Cristo hubieran perecido “comoperros” porque al morir todo acabaría, no habríanada más (15:18).
7. Por último, seríamos dignos de compasión por tener esta creencia. Si no fuera cietra, estaríamos siguiendo una ilusión que no ofrece nada. ¡Qué pérdida tan lastimosa de tiempo y de esfuerzo (15:19)!
Consecuencias de la resurrección de Cristo 15:20–28
1. Propicia la resurrección de todo el mundo (15:20–22).Tanto la muerte como la resurrección llegan a la raza humana por medio del hombre. Todos los que están “en Adán“, es decir, sus descendientes físicos, mueren. La muerte entró por medio de él, pero ahora, los que estamos en Cristo, recibimos la vida. Por su intervención, la. posibilidad de resucitar ha sido provista para todos. Quien confíe en él participará de ella.
2. Es evidencia de que todos la experimentarán de acuerdo a un orden establecido (15:23–28). El Señor resucitó primero, después, en la primera resurrección,lo harán los salvos de todas las épocas (Apocalipsis 20). Ella incluye a los participantes en el arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:16–17) así como a los santos del Antiguo Testamento y los que creyeron durante la Tribulación (Apocalipsis 20:6).Por último, los inconversos quienes participarán después del milenio en la segunda resurrección para recibir su castigo. Toda la raza humana se levantará de los muertos cuando el Cordero entregue el reino a su Padre.
Nuestra religión no está basada en opiniones, sino en hechos. Oímos a veces que algunas personas dicen: “Esos son tus puntos de vista, y éstos son los nuestros”. Prescindiendo de cuáles sean sus “puntos de vista”, eso es un asunto menor. ¿Cuáles son los hechos del caso? Después de todo, si necesitamos un fundamento firme, debemos llegar a los hechos reales. Ahora, los grandiosos hechos del Evangelio son: que Dios se encarnó en Cristo Jesús, vivió aquí una vida de santidad y amor, murió en la cruz por nuestros pecados, fue sepultado en el sepulcro de José, al tercer día resucitó de los muertos, y después de un breve tiempo, ascendió al trono de Su Padre donde se sienta ahora, y pronto vendrá para ser nuestro Juez, y en ese día los muertos en Cristo resucitarán en virtud de su unión con Él.
Consecuencias de la resurrección de Cristo 15:20–28
1. Propicia la resurrección de todo el mundo (15:20–22).Tanto la muerte como la resurrección llegan a la raza humana por medio del hombre. Todos los que están “en Adán“, es decir, sus descendientes físicos, mueren. La muerte entró por medio de él, pero ahora, los que estamos en Cristo, recibimos la vida. Por su intervención, la. posibilidad de resucitar ha sido provista para todos. Quien confíe en él participará de ella.
2. Es evidencia de que todos la experimentarán de acuerdo a un orden establecido (15:23–28). El Señor resucitó primero, después, en la primera resurrección,lo harán los salvos de todas las épocas (Apocalipsis 20). Ella incluye a los participantes en el arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:16–17) así como a los santos del Antiguo Testamento y los que creyeron durante la Tribulación (Apocalipsis 20:6).Por último, los inconversos quienes participarán después del milenio en la segunda resurrección para recibir su castigo. Toda la raza humana se levantará de los muertos cuando el Cordero entregue el reino a su Padre.