5/28/2017 pm. Amadas en la fatalidad.
Rut y Noemí: Amadas en la fatalidad
Rut y Nohemi: Amadas en la Fatalidad
¿Qué había sucedido? Dios prometió cuidarlos en la tierra prometida. Les había dado en herencia una “tierra que fluye leche y miel”. Pero por su desobediencia y rebelión empezaron a vivir las consecuencias de su alejamiento y rechazo a Dios. Una de estas consecuencias fue la hambruna, ya que estaban asediados por sus enemigos constantemente. Es entonces cuando esta familia judía decide emigrar.
a. El hambre: tuvo que salir de su nación por la hambruna, ir a tierras extranjeras.
b. La muerte: La cruel separación del esposo. Elimelec muere en Moab y Noemí se queda viuda.
c. El pecado: Sus hijos se casan con mujeres extranjeras. Noemí sabía que esto era contra la ley de Dios.
d. La fatalidad: Después de diez años, sus hijos mueren también y ella queda a cargo de nueras extranjeras. Tres mujeres solas sin esperanza, en la ruina total.
“Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. Salió, pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y empezaron a caminar para volverse a la tierra de Judá”
(Rut 1:6–7)
b. La decisión de Orfa
La historia que estamos leyendo nos revela que entre Noemí y sus nueras había un vínculo familiar profundo. Ellas eran jóvenes, e inicialmente ninguna de las dos pensó abandonarla. Dice la Escritura que cuando Noemí las despidió: “Ellas alzaron su voz y lloraron” (Rut 1:14).
La historia que estamos leyendo nos revela que entre Noemí y sus nueras había un vínculo familiar profundo. Ellas eran jóvenes, e inicialmente ninguna de las dos pensó abandonarla. Dice la Escritura que cuando Noemí las despidió: “Ellas alzaron su voz y lloraron” (Rut 1:14).
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque adondequiera que tú fueres iré yo, y dondequiera que vivieres viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”.
(Rut 1:16–17)
¡Cuánto valor y firmeza! Rut estaba decidida a no volver atrás sino a enfrentar un futuro incierto identificándose plenamente no sólo con su suegra sino con el pueblo escogido de Dios.
El nombre Noemí significaba “Placentera, bienaventurada, feliz, dichosa”. Esa mujer ya no existía más, Noemí permanecía hundida en su dolor.
Y ella respondía, no me llaméis Noemí, sino llamadme Mara, (Amarga) porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?”
(Rut 1:19–20)
a. Tuvo iniciativa: “Y Rut la moabita, dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia” (Rut 2:2). En medio de la adversidad hay decisiones que pueden cambiar la historia de nuestra vida. Rut decide levantarse y trabajar, descubre que hay algo que ella puede hacer.
b. Tocó la puerta adecuada: Rut pidió permiso para trabajar. “Y ha dicho, te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas”. (Rut 2:7). A veces tenemos temor de tocar la puerta correcta y dejamos pasar la oportunidad. El temor, la inseguridad y la timidez nos limitan. Hay que ser osadas cuando se trata de nuestro futuro, sobre todo si tenemos la confianza en que Dios es quien finalmente tiene el poder de abrirnos cualquier puerta.
c. Trabajó sin descanso: “Y entró pues y está desde la mañana hasta ahora sin descansar ni por un momento” (Rut 2:7). La diligencia siempre traerá su fruto. Cuando uno hace lo que tiene que hacer siempre habrá progreso. La fórmula para el éxito es “Cualquier cosa que hagas, hazlo bien”. Pon todo de tu parte, todo tu esfuerzo, rinde al 100%. La laboriosidad es una característica de las mujeres, pongámosla en práctica.
d. Fue humilde: Booz la reconoce y la promueve. “Oye hija mía no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí y aquí estarás junto a mis criadas”. Mira bien el campo que sieguen y síguelas, porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed ve a las vasijas y bebe del agua que sacan los criados”. (Rut 2:8) Rut agrada a Booz por sus cualidades y responde con humildad. “¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas siendo yo extranjera?” (Rut 2:10). Es agradecida, otra cualidad esencial cuando se trata de trabajar y superarse.
e. Integridad y buen testimonio: “Y respondiendo Booz le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompense tu obra y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte”. (Rut 2:11, 12).