5/28/2017 pm. Amadas en la fatalidad.

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Amadas: Descubriendo cuatro fortalezas invencibles Rut y Noemí: Amadas en la fatalidad: Descubriendo la soberanía

Rut y Noemí: Amadas en la fatalidad

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Rut y Nohemi: Amadas en la Fatalidad

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de la guerra?" Respuesta: Mucha gente comete el error de creer que la Biblia dice, “No matarás”, y busca aplicar este mandamiento a la guerra. Sin embargo, lo que en verdad dice la Biblia es “No cometerás asesinato.” (). La palabra hebrea literalmente significa “la muerte intencional y premeditada de otra persona con malicia.” Con frecuencia Dios ordenaba a los israelitas ir a la guerra contra otras naciones (; ). Dios ordenó la pena de muerte para numerosos crímenes (; ; ; ). Así que, Dios no está contra el matar en todas las circunstancias, sino más bien el asesinar. La guerra nunca es algo bueno, pero algunas veces es algo necesario. En un mundo lleno de gente pecadora (), la guerra es inevitable. Algunas veces la única manera de evitar que la gente pecadora haga un gran daño es yendo a la guerra contra ellos. ¡La guerra es algo terrible! La guerra es siempre el resultado del pecado (). En el Antiguo Testamento, Dios ordenó a los israelitas: “Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas…” (). Ver también en , “Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por herencia, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente; al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado.” En leemos, “ y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.” También en , “…Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.” Así que, obviamente Dios no está contra todas las guerras. Jesús está siempre en perfecto acuerdo con el Padre (), así que no podemos argüir que la guerra era la voluntad de Dios solo en el Antiguo Testamento. Dios no cambia (; ). La Segunda Venida de Cristo es también extremadamente violenta. proclama, “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es; EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo; Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” Es un error decir que Dios nunca apoya una guerra. Jesús no es un pacifista. En un mundo lleno de gente impía, algunas veces es necesaria una guerra para prevenir un daño aún mayor. Si Hitler no hubiera sido vencido en la II Guerra Mundial, ¿cuántos millones más de judíos hubieran sido exterminados? Si la Guerra Civil en Estados Unidos no se hubiera peleado, ¿por cuánto tiempo más los afro-americanos hubieran tenido que sufrir como esclavos? Todos debemos recordar el basar nuestras creencias en la Biblia, no en nuestras emociones (). declara que hay, “tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.” En un mundo dominado por el pecado, el odio y la maldad (), la guerra es inevitable. Algunas guerras son más “justas” que otras, pero todas las guerras son a última instancia el resultado del pecado. Los cristianos no deben desear la guerra, pero tampoco deben oponerse al gobierno que Dios colocó en autoridad sobre ellos (-18; ). La cosa más importante que podemos hacer en un tiempo de guerra es orar por la buena sabiduría de nuestros líderes, orar por la seguridad de nuestros ejércitos, orar por una rápida solución al conflicto y orar por un mínimo de muertes – de ambos lados del conflicto ()
“Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer Noemí; y los nombres de sus hijos efrateos de Belén de Judá. Llegaron pues a los campos de Moab y allí se quedaron”.()
Desde el 11 de Septiembre del 2001, los temas de la guerra y la eliminación del terrorismo han dominado nuestras vidas. Las atrocidades inesperadas que les ocurrieron a muchas personas parecen ser tan injustas que es probable que muchos de nosotros apoyemos la guerra en Afganistán sin tener base bíblica.
1. Una familia en Apuros.
()
Por los siglos, tres puntos de vista han surgido desde la iglesia en respuesta a la pregunta sobre la guerra:
¿Qué había sucedido? Dios prometió cuidarlos en la tierra prometida. Les había dado en herencia una “tierra que fluye leche y miel”. Pero por su desobediencia y rebelión empezaron a vivir las consecuencias de su alejamiento y rechazo a Dios. Una de estas consecuencias fue la hambruna, ya que estaban asediados por sus enemigos constantemente. Es entonces cuando esta familia judía decide emigrar.

¿Qué había sucedido? Dios prometió cuidarlos en la tierra prometida. Les había dado en herencia una “tierra que fluye leche y miel”. Pero por su desobediencia y rebelión empezaron a vivir las consecuencias de su alejamiento y rechazo a Dios. Una de estas consecuencias fue la hambruna, ya que estaban asediados por sus enemigos constantemente. Es entonces cuando esta familia judía decide emigrar.

2. de los apuros a la fatalidad.
Algunos creen que ninguna guerra se puede justificar (una posición llamada pacifista). Otros creen que los cristianos deben someterse a su gobierno y estar de acuerdo a pelear cualquier guerra en que se involucra el país (un punto de vista conocido como activista). Pero la mayoría de los cristianos mantienen el punto de vista que los creyentes pueden apoyar o inscribirse a defender guerras contra agresores malvados—una posición conocida como la teoría de guerras justas.
Nosotros nos identificamos con el tercer punto de vista—la teoría de guerras justas. Aquí hay tres razones por la cuales creemos que las guerras justas son permitidas en algunas ocasiones, y a veces necesarias.
“Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido”()
()
Dios considera valiosa la vida humana
tuvo que salir de su nación por la hambruna, ir a tierras extranjeras.
b) Lamuerte
d) La fatalidad.
A primera vista, esa declaración tal vez parece excluir todas las guerras, pero es una verdad importante que apoya los principios que siguen.

a. El hambre: tuvo que salir de su nación por la hambruna, ir a tierras extranjeras.

b. La muerte: La cruel separación del esposo. Elimelec muere en Moab y Noemí se queda viuda.

Desde el principio, la Biblia afirma la posición exclusiva que tiene la humanidad en la creación. Dios nos creó con el privilegio único de llevar Su imagen (). Nos hizo humanos con morales responsables a Él, nos dio habilidades creativas como las de Él, y nos dio dominio sobre la tierra y todos sus ocupantes (vea ).

c. El pecado: Sus hijos se casan con mujeres extranjeras. Noemí sabía que esto era contra la ley de Dios.

Como portadores de Su imagen, hemos de reflejar su gobernación, creatividad, naturaleza moral y Su carácter. La caída de Adán seriamente dañó el género humano y su semejanza a Dios, y el pecado hace agria cada expresión de ello, pero aún quedan huellas. Y es esa imagen de Dios en el hombre que le da valor a toda la humanidad. Aquí hay algunos versículos que afirman el valor especial que tiene la vida humana:

d. La fatalidad: Después de diez años, sus hijos mueren también y ella queda a cargo de nueras extranjeras. Tres mujeres solas sin esperanza, en la ruina total.

Digo ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies. ()

“Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. Salió, pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y empezaron a caminar para volverse a la tierra de Judá”

(Rut 1:6–7)

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. ()
Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer bien en los días de reposo. ()
3. Decisiones
La capacidad para tomar decisiones es considerada como un atributo necesario y suficiente de un sujeto que está dotado de inteligencia. Pero a veces a pesar de nuestra inteligencia nos equivocamos.
Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ()
a. La decisión de Noemí: Inicialmente Noemí se hunde en la depresión. Se siente castigada por Dios. Decide volver pero en pleno camino de retorno toma otra decisión: despedir a sus nueras ya que no ve esperanza para ellas.
a. La decisión de Noemí: Inicialmente Noemí se hunde en la depresión. Se siente castigada por Dios. Decide volver pero en pleno camino de retorno toma otra decisión: despedir a sus nueras ya que no ve esperanza para ellas.
Dios nos manda a proteger la vida humana
()
“Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron”()
b) La decision de Orfa.
Noemí se define a sí misma como “castigada por Dios”. Cuando sus nueras se resisten a dejarla sola, porque sin duda la amaban, ellas les reitera su pedido diciéndoles: “No hijas mías que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí”. ()
“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”.()
()

b. La decisión de Orfa

La historia que estamos leyendo nos revela que entre Noemí y sus nueras había un vínculo familiar profundo. Ellas eran jóvenes, e inicialmente ninguna de las dos pensó abandonarla. Dice la Escritura que cuando Noemí las despidió: “Ellas alzaron su voz y lloraron” (Rut 1:14).

Porque la vida humana es valiosa, Dios decretó su preservación y protección requiriendo castigo para cualquier persona que asesine a un ser humano hecho en Su imagen. Él promulgó este mandamiento cuando Noé dejó el arca para empezar de nuevo en la tierra que ya se había secado:
()
b) La decision de Orfa.
b) La decision de Orfa.
Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. ()

La historia que estamos leyendo nos revela que entre Noemí y sus nueras había un vínculo familiar profundo. Ellas eran jóvenes, e inicialmente ninguna de las dos pensó abandonarla. Dice la Escritura que cuando Noemí las despidió: “Ellas alzaron su voz y lloraron” (Rut 1:14).

Parece que a pesar de las diferencias religiosas y culturales Noemí y sus nueras lograron ser una familia. Al punto que Noemí tiene que reiterar más de una vez su pedido y sus argumentos para que Orfa decida volver.“Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a sus suegra, mas Rut se quedó con ella”.()
Una de las primeras cosas que Dios puso como impresión en la mente de Noé después de la inundación fue una apreciación renovada por la vida humana. La vida es tan valiosa que en realidad tiene que ser protegida—Dios manda la muerte de aquellos que asesinan. La ejecución de asesinos subraya la santidad de la vida humana y la seriedad de lastimar aquellos quienes han sido creados en la imagen de Dios.
Los dioses de Moab no eran dioses personales. Se comunicaban a través de sus sacerdotes y profetas. En sus rituales exigían sacrificios humanos. ¡Qué diferencia con la bondad y santidad del Dios de Israel!
“Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a sus suegra, mas Rut se quedó con ella”.()
La influencia positiva que Orfa había recibido de su familia política iba a desvanecerse rápidamente en un ambiente pagano.
Dios da la comisión al gobierno de castigar a los malhechores
c) La decision de Rut
c) La desicion de Rut.
()
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo declara que Dios autoriza que los gobiernos castiguen aquellos que cometan maldades. Se les es dicho a los oficiales civiles que carguen la espada como vengadores y que ejecuten ira sobre aquellos que practiquen la maldad:

“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque adondequiera que tú fueres iré yo, y dondequiera que vivieres viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”.

(Rut 1:16–17)

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrá alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. ()

¡Cuánto valor y firmeza! Rut estaba decidida a no volver atrás sino a enfrentar un futuro incierto identificándose plenamente no sólo con su suegra sino con el pueblo escogido de Dios.

está de acuerdo, enseñando que Dios estableció el gobierno para asegurar orden en la sociedad, castigando a los malhechores:
4. Devuelta a casa.
Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, y a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.

El nombre Noemí significaba “Placentera, bienaventurada, feliz, dichosa”. Esa mujer ya no existía más, Noemí permanecía hundida en su dolor.

Y ella respondía, no me llaméis Noemí, sino llamadme Mara, (Amarga) porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?”

(Rut 1:19–20)

Esos versículos indican que Dios da la responsabilidad a los gobiernos de sostener el castigo de aquellos quienes cometen atrocidades mortales—como la que se llevo a cabo el día 11 de Septiembre. Y esa responsabilidad incluye hacer guerra cuando sea necesario contra naciones o grupos que cometan tales atrocidades.
5) protagonistas del cambio
Para más información sobre este tema, escuche el mensaje de John MacArthur, titulado: La perspectiva bíblica de la guerra.
El capítulo 2 del libro de Rut nos narra una preciosa historia de redención. Estaba aún vigente la ley del Levirato. Cuando moría un varón sin dejar descendencia, el pariente más cercano se casaba por ley con la viuda. El primer hijo era considerado el hijo del difunto y tenía derecho a tomar la herencia. El pariente que redimía de esa condición a la viuda era conocido como el Goel.
Cuando Noemí despidió a sus nueras, pensó que no tenía más hijos que pudieran casarse con ellas, pero olvidó que había un pariente rico e influyente llamado Booz.
Rut parecía no tener muchas oportunidades de ser redimida por esta ley. Sobre todo porque era moabita, de piel oscura, pobre, viuda, extranjera (). Ella conocía sus limitaciones, hasta consideraba que valía menos que una criada ()
Pero a la vez era sagaz, inteligente, laboriosa, diligente, humilde.
Para sobrevivir y mantener a su suegra empieza a recoger espigas en el campo detrás de los segadores, trabajando desde temprano sin descanso ()

a. Tuvo iniciativa: “Y Rut la moabita, dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia” (Rut 2:2). En medio de la adversidad hay decisiones que pueden cambiar la historia de nuestra vida. Rut decide levantarse y trabajar, descubre que hay algo que ella puede hacer.

b. Tocó la puerta adecuada: Rut pidió permiso para trabajar. “Y ha dicho, te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas”. (Rut 2:7). A veces tenemos temor de tocar la puerta correcta y dejamos pasar la oportunidad. El temor, la inseguridad y la timidez nos limitan. Hay que ser osadas cuando se trata de nuestro futuro, sobre todo si tenemos la confianza en que Dios es quien finalmente tiene el poder de abrirnos cualquier puerta.

c. Trabajó sin descanso: “Y entró pues y está desde la mañana hasta ahora sin descansar ni por un momento” (Rut 2:7). La diligencia siempre traerá su fruto. Cuando uno hace lo que tiene que hacer siempre habrá progreso. La fórmula para el éxito es “Cualquier cosa que hagas, hazlo bien”. Pon todo de tu parte, todo tu esfuerzo, rinde al 100%. La laboriosidad es una característica de las mujeres, pongámosla en práctica.

d. Fue humilde: Booz la reconoce y la promueve. “Oye hija mía no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí y aquí estarás junto a mis criadas”. Mira bien el campo que sieguen y síguelas, porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed ve a las vasijas y bebe del agua que sacan los criados”. (Rut 2:8) Rut agrada a Booz por sus cualidades y responde con humildad. “¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas siendo yo extranjera?” (Rut 2:10). Es agradecida, otra cualidad esencial cuando se trata de trabajar y superarse.

e. Integridad y buen testimonio: “Y respondiendo Booz le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes. Jehová recompense tu obra y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte”. (Rut 2:11, 12).

a) Tuvo iniciativa.
b) Toco la puerta adecuada. .
c) Trabajo sin descanso.
d) Fue humilde. ,
e) Integridad y buen testimonio.
El premio escondido
Sus cualidades y acciones encaminaron a Rut a descubrir la voluntad de Dios para su vida. Rut decide obedecer a Noemí: sigue sus consejos y consigue casarse con Booz, y así llega a ser considerada por el pueblo dentro del pacto de Dios.
Cuando Booz manifiesta públicamente al pueblo y a los ancianos de Israel su deseo de redimir y tomar a Rut por esposa, ellos responden positivamente evidenciando aceptación: “Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos; testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra a tu casa como a Raquel y Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén. Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te de Jehová”. ()
Esta bendición pronunciada por los ancianos se cumple en la vida de Rut, quien da a luz un hijo llamado Obed, quien después será padre de Isaí, padre del rey David. Como se enfatiza al final del libro: “Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed, Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David” (). Rut tiene así el privilegio de estar incluida dentro de la genealogía del Mesías.
Al cambiar la condición de Rut cambia la condición de Noemí, quien ahora es una abuela feliz: “Y las mujeres decían a Noemí; Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos”. ()
Recordemos que cuando nos levantemos del dolor y la desgracia nuestra familia más cercana también será afectada. Si hasta ahora usted desparramó en su hogar tristeza y amargura, está a tiempo de proveerles gozo y alegría cuando decida levantarse tomada de la mano de Dios.
El sufrimiento y el dolor son realidades que merman nuestras fuerzas y emociones. Pero recordemos que todo duelo tiene un proceso, que el amanecer siempre llega después de la noche. Y que aun en la noche brillan las estrellas.
Jamás olvide que hay un Dios soberano capaz de levantarla de cualquier circunstancia y que anhela escuchar una oración de sus labios. El rey David encontró la clave para sus angustias:
“Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán, y confiarán en Jehová”.
()
()
Ella ilustra la muerte de su esposo como una gran tormenta, en la que no se ahogó porque estaba parada sobre una roca. Las olas se levantaban inmensas, el viento soplaba amenazador pero ella estaba firme sobre la roca de su fe en Cristo. Pudo así sobrevivir a todos los cambios que esa muerte implicaba para su hogar, aun para sus tres pequeños hijos. Ahora asegura que con la muerte de su hijos tampoco ha sucumbido, que ha podido ver más de cerca a Cristo llamándola por su nombre, que la tormenta no logró acallar su voz ni sus palabras, y me confiesa que ahora sí ha aprendido a caminar sobre las aguas.
¡Yolanda cree y espera en su soberanía!
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