El escudo de la FE
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Introducción
Introducción
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.” (, RVR60)
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Cuando el famoso misionero John Payton estaba traduciendo las Escrituras para la gente de las islas de Aniwa, descubrió que ellos no tenían en su vocabulario una palabra para creer, confiar o tener fe. Él no tenía idea de cómo podría enseñarle acerca de confiar a ellos. Un día, mientras estaba escribiendo en su choza, una persona del lugar entró corriendo al estudio de Payton y después de sentarse exclamo: “me da tanto gusto descansar mi peso entero en esta silla.” Y John Payton dijo:
Historias de Avivamientos y Milagros Escritos
El amor de Dios por los salvajes indígenas de las islas Nuevas Hébridas llevó a Juan Paton a dejar su incipiente obra en Escocia para aventurarse entre los temidos antropófagos... Pese a las condiciones desalentadoras, esos años de paciente trabajo dieron su fruto de la manera más impensada... Una proeza de fe en un tiempo y lugar donde predicar a Cristo podía costar la vida.
Cuando el misionero John Paton, tras ingentes esfuerzos, logró sacar agua del pozo, echó a correr la voz, y la noticia corrió como un reguero de pólvora. Los jefes, acompañados de todos los hombres de las tribus, quisieron participar del acontecimiento. Ante los ojos escépticos de los circunstantes, Paton bajó al pozo, trajo agua en un jarro, y le dio a beber al primero de los jefes. El indígena, incrédulo al principio, se resistía a creerlo; pero luego, convencido, revolvió los ojos con alegría, bebió de nuevo y gritó:
-- "¡Lluvia! ¡Lluvia! ¡Sí; es verdad, es lluvia! --. Pero luego, dirigiéndose al misionero, le espetó:
--¿Pero cómo la conseguiste?
A lo que éste replicó:
-- Fue Jehová, mi Dios, quien la dio de su tierra en respuesta a nuestra labor y nuestras oraciones. ¡Mirad y ved, por vosotros mismos, cómo brota el agua de la tierra!
Los indígenas sentían temor. No tenían valor suficiente para acercarse a la boca del pozo, así que formaron una larga fila y, tomándose unos a otros de las manos, fueron avanzando hasta que el primero en la fila pudiese mirar adentro. En seguida, el que había mirado iba a tomar su lugar al final de la hilera, cediendo su lugar al siguiente.
Todos salían asombrados. Uno de ellos dijo:
--Hay lluvia de Jehová ahí abajo.
Después que todos hubieron mirado, el jefe le dijo a Paton:
--¡Misionero, la obra de tu Dios, Jehová, es maravillosa! Ninguno de los dioses de Aniwa jamás nos bendijo tan maravillosamente. Pero, dinos, misionero, ¿continuará Él dándonos siempre esa lluvia en esa forma? ¿o vendrá como lluvia de las nubes?
El misionero les dijo:
“tuve mi palabra; la fe es descansar su peso entero en Dios.”
--No teman. Esta bendición de mi Dios es permanente y para todos los aniwaianos.
El júbilo se desató, entonces, entre los salvajes, libres ya de temores y recelos.
Venciendo los obstáculos
Para entender este júbilo es preciso saber que hasta ese momento, por siglos inmemoriales, los indígenas habían usado sólo agua de coco para satisfacer su sed. ¿Para bañarse? Ellos se bañaban en el mar. Usaban de un poco de agua para cocinar, ¡y ninguna para lavarse la ropa! ¡Jamás habían bebido agua dulce desde la tierra!
Así que, este día fue un gran acontecimiento para todos. Por supuesto, también lo fue para John Paton. Hacía casi diez años había llegado a esos lugares proveniente de Glasgow, Escocia, y la lucha había sido feroz. Parecía que las oraciones a favor de los nativos no daban su fruto, pues las tinieblas y la superstición no cedían terreno entre ellos.
Antes de salir de Glasgow había encontrado resistencia entre los hermanos de su congregación. Uno de ellos le había dicho:
--¡Usted quiere trabajar entre los antropófagos! ¡Será comido por los antropófagos!
A lo que Paton había respondido con la misma franqueza:
--Usted hermano, es mucho mayor que yo, y en breve será sepultado y luego será comido por los gusanos. Le digo a usted, hermano, que si yo logro vivir y morir sirviendo y honrando al Señor Jesús, no me importará ser comido por los antropófagos o por los gusanos. En el día de los resurrección mi cuerpo se levantará tan bello como el suyo, a semejanza del Redentor resucitado.
Sin embargo, los temores del hermano no carecían de fundamento. Las islas Nuevas Hébridas habían sido bautizadas con sangre de mártires. Pocos años antes habían muerto dos misioneros a garrotazos, y sus cadáveres habían sido cocidos y comidos.
En esa encrucijada, teniendo en su corazón el deseo de partir a servir a Dios entre esos naturales y no queriendo desoír tampoco el consejo de sus hermanos, Paton escribió a sus padres para consultarles su opinión. Lo que ellos le dijeron terminó por aclararle su camino. Sus padres le dijeron que el mismo día en que él nació, ellos lo habían ofrecido al Señor para tal servicio.
Para Paton, esto fue suficiente. Era la confirmación que estaba esperando, así que no tuvo ninguna duda de que ésa era la voluntad de Dios.
Esta fue la palabra uso en su traducción del Nuevo Testamento que llevó a una civilización entera a los pies de Cristo.
Cuando el gran misionero John Payton estaba traduciendo las Escrituras para la gente de las islas del mar del Sur, descubrió que no había una palabra en su vocabulario para creer. No había una palabra en su vocabulario para confiar o tener fe. Él no tenía idea de cómo podría expresársela a ellos debido a que no tenían palabra para expresarla. Un día, conforme él estaba traduciendo en su pequeña choza, una persona del lugar entró corriendo, llegó corriendo rápidamente y entró corriendo por las escaleras y entró corriendo al estudio de Payton. Y Payton estaba en una silla. Y le dijo a Payton: “me da tanto gusto descansar mi peso entero en esta silla.” Y John Payton dijo: “tuve mi palabra; la fe es descansar su peso entero en Dios.” Eso se volvió la palabra que entró en la traducción de su Nuevo Testamento que llevó a esa civilización entera de personas a Cristo.
Creer es colocar su peso entero en Dios
Sin embargo, las cuatro primeros años, en que Paton permaneció en la isla de Tana, no habían sido para nada fructíferos. Al contrario, parecía que las cosas iban de mal en peor. Su esposa, que había logrado reunir algunas pocas mujeres para compartirles el evangelio, murió al poco tiempo de malaria, y tras ella también murió su hijito. A duras penas escapó él mismo de la muerte, en momentos en que recrudeció la hostilidad y los indígenas decidieron matar al misionero. Así que tuvo que dejar Tana.
Luego de un paréntesis en Australia y en Escocia, Paton volvió a las Nuevas Hébridas. Esta vez, por consejo de otros misioneros, decidió establecer su obra en la isla de Aniwa.
Las condiciones de vida de las indígenas allí era tan precaria como en Tana. Las peleas entre las diferentes tribus dejaban centenares de muertos, las viudas de los guerreros debían morir para "acompañar" a sus maridos en su partida. Luego de una batalla, los cadáveres de los vencidos eran cocinados y comidos. Su idolatría era monstruosa: adoraban los árboles, las piedras, las fuentes, los insectos, los espíritus de los muertos, etc.
Una fuente en medio del sequedal
En este estado estaban las cosas cuando Paton decidió cavar un pozo. Al hacerlo, no pensaba sólo en derribar una fortaleza en que se apoyaba la superstición y la ignorancia de los naturales, sino también en razones prácticas. La falta de agua dulce era la mayor necesidad para él.
En un principio, algunos indígenas proclives, decidieron ayudaron en la obra, pese a que consideraban una locura que el Dios del misionero pudiera proporcionar "lluvia desde abajo". Sin embargo, más adelante, amedrentados por la profundidad del pozo, le dejaron solo. Mientras él cavaba, lo contemplaban desde lejos, diciendo entre sí:
--"¡¿Quién oyó jamás hablar de una lluvia que venga desde abajo?! ¡Pobre misionero! ¡Pobrecito!
Cuando Paton insistía en decirles que el abastecimiento de agua en muchos países provenía de pozos, ellos respondían:
--Es así como suelen hablar los locos; nadie puede desviarlos de sus ideas fijas.
Después de muchos días de extenuante trabajo, Paton dio con tierra húmeda. Confiaba en que Dios lo ayudaría a obtener agua dulce como respuesta a sus oraciones. A esa altura, el solo pensar en que podría encontrar agua salada le llenaba de temores. ¿Qué reacciones podría despertar ese fracaso en los indígenas? Mejor no quería pensar en ello.
Por eso, cuando el agua comenzó a brotar desde abajo y a llenar el pozo, tomó -trémulo- agua en la mano, y se la llevó a la boca. Su sabor era inconfundible.
--¡Es agua! ¡Es agua potable! ¡Es agua viva del pozo de Jehová! - exclamó, alborozado.
Colocar todo nuestro peso en Dios… Es de esto que estaremos hablando en esta mañana.
Los frutos de la fe
En los años que siguieron a este acontecimiento, los naturales cavaron seis o siete pozos en los lugares más probables, cerca de varias villas. Sin embargo, no tuvieron resultados. O bien se encontraban con una roca, o bien hallaban agua salada.
Entonces se decían entre ellos:
--Sabemos cavar, pero no sabemos orar como el misionero; y por lo tanto, ¡Jehová no nos da lluvia desde abajo!
Un domingo, después que Paton había conseguido el agua del pozo, el jefe Namakei convocó a todo el pueblo de la isla.
Haciendo los ademanes solemnes propios de los jefes guerreros, dirigió a los concurrentes el siguiente discurso:
“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.” ()
--Amigos de Namakei: todos los poderes del mundo no podrían obligarnos a creer que fuese posible recibir la lluvia de las entrañas de la tierra, si no lo hubiésemos visto con nuestros propios ojos y probado con nuestra propia boca ... Desde ahora, pueblo mío, yo debo adorar al Dios que nos abrió el pozo y nos da la lluvia desde abajo. Los dioses de Aniwa no pueden socorrernos como el Dios del misionero. De aquí en adelante, yo soy un seguidor del Dios Jehová. Todos vosotros, los que quisiereis hacer lo mismo, tomad los ídolos de Aniwa, los dioses que nuestros padres tenían, y lanzadlos a los pies del misionero ... Vamos donde el misionero para que él nos enseñe cómo debemos servir a Jehová ... Quien envió a su Hijo, Jesús, para morir por nosotros y llevarnos a los cielos."
Durante los días siguientes, grupo tras grupo de indígenas, algunos de ellos con lágrimas y sollozos, otros con gritos de alabanza a Dios, llevaron sus ídolos de palo y de piedra y los lanzaron en montones delante del misionero. Los ídolos de palo fueron quemados; los de piedra, enterrados en cuevas de 4 a 5 metros de profundidad, y algunos, de mayor superstición, fueron lanzados al fondo del mar.
Más adelante, la isla completa siguió las enseñanzas de Paton, quien tradujo las Escrituras a su lengua, y enseñó al pueblo a leerlas. El milagro se había producido. La fe de un hombre había prevalecido por sobre las oscuras obras de las tinieblas.
Uno de los momentos más emocionantes, lo vivió Paton cuando decidió celebrar la Primera Cena del Señor con su bulliciosa congregación. Paton describe así esa inolvidable experiencia:
"Al colocar el pan y el vino en las manos de esos ex antropófagos, otrora manchadas de sangre y ahora extendidas para recibir y participar de los emblemas del amor del Redentor, me anticipé al gozo de la gloria hasta el punto de que mi corazón parecía salírseme del pecho. ¡Yo creo que me sería imposible experimentar una delicia mayor que ésta, antes de poder contemplar el rostro glorificado del propio Jesucristo!"
(Adaptado de «Biografías de grandes cristianos» de Orlando Boyer), descubrió que no había una palabra en su vocabulario para creer. No había una palabra en su vocabulario para confiar o tener fe. Él no tenía idea de cómo podría expresársela a ellos debido a que no tenían palabra para expresarla. Un día, conforme él estaba traduciendo en su pequeña choza, una persona del lugar entró corriendo, llegó corriendo rápidamente y entró corriendo por las escaleras y entró corriendo al estudio de Payton. Y Payton estaba en una silla. Y le dijo a Payton: “me da tanto gusto descansar mi peso entero en esta silla.” Y John Payton dijo: “tuve mi palabra; la fe es descansar su peso entero en Dios.” Eso se volvió la palabra que entró en la traducción de su Nuevo Testamento que llevó a esa civilización entera de personas a Cristo.
Pablo en su Carta a los Efesios, nos ha enseñado lo que Dios ha obrado a favor de su iglesia, y luego como la iglesia debe andar a la luz lo que Dios ha hecho: debe andar en Unidad, en Santidad, en Luz, en Amor, en Sabiduría y en El Espíritu - Este andar no será sin obstáculos, por lo que Pablo termina su exhortación hablando sobre la necesidad de fortalecerse en el Señor y en el poder de su fuerza y de vestirse con toda su armadura, pues todos tendremos que lidiar una lucha cuerpo a cuerpo con satanas y sus demonios.
Estamos al final de la carta de Pablo a los Efesios
Nuestro camino a la gloria no será sin estorbo. Tenemos un enemigo, invisible, mortal, astuto y organizado que debemos hacer frente, Dios nos llama a permanecer firmes hasta el final, para esto debemos ponernos toda la armadura de Dios.
Hemos estamos considerando cada pieza de esta armadura, vimos que Pablo esta pensando en Cristo, en su persona y su obra. Ponernos al armadura es revestirnos de Cristo.
Ya hemos visto el cinto de la verdad, la coraza de justicia y el apresto del evangelio… hoy vamos a considerar el escudo de la fe.
Esta semana estaba leyendo un articulo de una doctrina que esta de moda entre muchos jóvenes, donde se enseña que la iglesia local no es algo importante para la vida Cristiana: la llaman pequeños guetos sin fundamento bíblico. Me parece interesante que cuando Pablo habla de vestirnos de toda la armadura de Dios esta hablando en plural y específicamente a la Iglesia Local de Efeso.
Obviamente cada persona en la iglesia tiene la responsabilidad de vestirse con la armadura de Dios, pero esta orden no solo una actividad individual. En el contexto Pablo esta hablando de perseverar en la Unidad y más cuando se trata de la guerra que tenemos que librar, Dios no espera que luchemos solos contra el enemigo, somos apenas parte de un ejercito de soldados:
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante..... Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” ()
El texto que vamos a considerar hoy, habla de un escudo y lo que Pablo tiene en mente como veremos es el escudo Militar que usaba un ejercito en la guerra para su defensa mutua..
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
Examinaremos primero la ilustración, su explicación y luego veremos la exhortación que se nos esta haciendo.
Examinaremos primero la ilustración, su explicación y luego veremos la exhortación que se nos esta haciendo.
1. La Ilustración
1. La Ilustración
En el ejercito Romano habían dos clases de escudos: Uno pequeño circular que se le llamaba aspis y otro grande llamado en latín scutum que medía 125 x 80 cm y que cubría toda la persona, este escudo ‘Consistía … de dos piezas de madera pegadas y cubiertas primero con tela y luego con piel: estaba ceñido con hierro por arriba y por abajo - es de este escudo que hace referencia nuestro texto.
Fue diseñado para repeler los peligrosos misiles incendiarios enemigos, especialmente las flechas sumergidas en brea que luego eran encendidas y disparadas - Estos escudos eran remojados en agua para apagar las flechas encendidas y su metal desviaba el curso de la flecha.
La palabra usada aquí por Pablo hace referencia a este segundo escudo.
Los bordes de estos escudos estaban fabricados de tal forma que una fila entera de soldados podían entrelazar sus escudos y marchar hombro a hombro hacia el enemigo como si fuera una muralla solida andante. Detrás venían los demás soldados con sus espadas y los escudos redondos. La primera fila extinguía los dardos encendidos del enemigo, permitiendo que los demás soldados entraran en combate cuerpo a cuerpo.
La palabra que Pablo utiliza no denota el pequeño escudo redondo que dejaba desprotegida la mayor parte del cuerpo, sino el largo y oblongo, que medía 1,20 m por 0,75 m y que cubría toda la persona. Su nombre latino era scutum. ‘Consistía … de dos piezas de madera pegadas y cubiertas primero con tela y luego con piel: estaba ceñido con hierro por arriba y por abajo.’69 Había sido diseñado especialmente para repeler los peligrosos misiles incendiarios que estaban entonces en uso, especialmente las flechas sumergidas en brea que luego eran encendidas y disparadas.
Los soldados formaban una fila larga, hombro a hombro y avanzaban paso a paso hacia el enemigo. Detrás venían los demás soldados con sus espadas y los escudos redondos. La primera fila extinguía los dardos encendidos del enemigo, permitiendo que los demás soldados entraran en combate cuerpo a cuerpo.
Esta semana estaba leyendo un articulo de una doctrina que esta de moda entre muchos jóvenes, donde se enseña que la iglesia local no es algo importante para la vida Cristiana: la llaman pequeños guetos sin fundamento bíblico.
Su nombre latino era scutum. ‘Consistía … de dos piezas de madera pegadas y cubiertas primero con tela y luego con piel: estaba ceñido con hierro por arriba y por abajo.’69 Había sido diseñado especialmente para repeler los peligrosos misiles incendiarios que estaban entonces en uso, especialmente las flechas sumergidas en brea que luego eran encendidas y disparadas.
Los bordes de estos escudos estaban fabricados de tal forma que una fila entera de soldados podían entrelazar sus escudos y marchar hacia el enemigo como si fuera una pared sólida
Mirón, J. (2001). ¿Estoy preparado para la guerra espiritual? (p. 94). Miami, Florida: Editorial Unilit.
Me parece interesante que cuando Pablo habla de vestirnos de toda la armadura de Dios esta hablando en plural y específicamente a la Iglesia Local de Efeso. Es en el contexto de una iglesia local sonde somos llamados llamados a guardar la unidad en el vinculo del amor, es en el contexto de la iglesia local donde estamos llamados a pelear como esta legión de soldados contra el enemigo. Dios no espera que peleemos solos, aunque cada uno es responsable de ponerse la armadura, el uso de este escudo sugiere una barrera impenetrable para un ejercito de soldados:
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante..... Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” ()
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante..... Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” ()
Esta no es una guerra solitaria, sino una guerra que peleamos en comunidad. Esto es lo que la ilustración tiene en mente. Pablo Espera que usemos este escudo para que procuremos una defensa común.
Stott, J. (2006). El mensaje de Efesios. (A. Powell, Ed., C. Pérez, Trad.) (2a ed., p. 262). Barcelona;Buenos Aires;La Paz: Ediciones Certeza Unida.
2. La Explicación
2. La Explicación
Esta metáfora nos enseña una gloriosa verdad:
“La Fe nos mantendrá a salvo de los dardos encendidos del maligno”
¿A que se refiere Pablo con la fe? ¿que tipo de escudo tiene en mente?
Definitivamente no es la fe en si misma, no es nuestra fe por lo menos ya que la fe hace parte de la armadura de Dios “Es la fe de Dios” o la fe que nos ha dado Dios”
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (, RVR60)
La fe es el cuerpo de enseñanza que fue entregada a los santos en la escritura, que habla de nuestra común salvación en Cristo. La metáfora esta haciendo referencia no a la fe, sino al objeto de nuestra fe: Cristo, su persona, su obra.
La fe no hace referencia a la Fe en si misma. La metáfora esta haciendo referencia al Señor, al objeto de nuestra fe.
“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.” (, RVR60)
La fe no hace referencia a la Fe en si misma.
Él está entre nosotros y nuestros enemigos para absorber lo peor de sus golpes y mantenernos seguros.
El Salmista se ve rodeado de enemigos, millares de enemigos, pero entiende que en las promesas del pacto Dios se ofreció a su pueblo como su escudo. Estas son las palabras de Dios para Abraham cuando juro a él y a su descendencia el pacto de gracia en Jesucristo:
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.” (, RVR60)
Dios sería un escudo para su pueblo y guiaría a Abraham a la obtención completa de su galardón “Dios mismo” - Abraham podía confiar en Dios, Dios lo guiaría a la gloria se reino para su Dios y el de su descendencia, y Dios sería un escudo para él en el camino.
Abraham lo mismo que David y cada creyente de la escritura levanto en alto el escudo de la fe mientras avanzaba hacia la procesión plena de las promesas del pacto. Ellos pudieron permanecer firmes porque Dios era su escudo.
Ellos pudieron permanecer firmes
Todos los golpes del enemigo los sufrió Dios por su pueblo, de manera que su pueblo pueda avanzar seguro y sin temor.
Dios en Cristo, hermanos, absorbió toda furia de satanas y sus demonios. Este es un enemigo personal y real y el Señor desde que se hizo carne en los días de su humillación fue perseguido a muerte por su enemigo. Leemos en como:
Las primeras flechas ardientes cayeron después de que Jesus escucho la voz del Padre en su bautismo “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia” - Luego de que fue llevado por el E.S. al desierto para ser tentado, satanas vino con todo su armamento cuando lo vio hambriento después de 40 días de ayuno, lo encontró débil, y sin compañía alguna (Totalmente diferente a la prueba de Adán en el Jardín de Edén: Quien fue tentado saciado, fuerte y acompañado)
Cristo mismo, que absorbió los golpes de la tentación. Adan y Eva fracasaron en su confianza en Dios y el Enemigo los venció con una de estas flechas encendidas mientras ellos disfrutaban de Dios y de la belleza del Jardín de Edén. Jesus peleo contra el enemigo en un desierto, este desierto señalaba todos los estragos ocasionados por la Caída de Adan y Eva.
Su primera flecha estaba dirigida a su identidad como hijo de Dios: “Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan” estas palabras sugieren que Dios su Padre le ha abandonado, que lo estaba tratando mal al dejarlo con hambre durante 40 días. Y entonces viene la tentación con una orden directa: si tú eres, quien dice tu Padre que eres, entonces convierte a esta piedra en pan. - Fue la misma flecha que uso contra Adan en el huerto, satanas le ofreció a Eva comer del Arbol de la ciencia del bien y del mal, les motivo a saciar sus deseos egoístas y a dejar de confiar en Dios. Jesus siendo el escudo de su pueblo, recibió esta flecha contra si y la apago confiando completamente en la bondad de su Padre. y cita “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.” - En esta cita hace referencia a Israel cuando se quejo del maná que Dios les había dado diciendo “Dios nos trajo aquí para morir de hambre”, ellos no confiaron en la bondad de Dios, y se burlaron del maná del cielo. Adan e Israel, fallaron en confiar en Dios y fueron heridos por satanas. Pero Jesus, el segundo Adan, el verdadero Israel, que vino a ser el escudo de su pueblo, apago por completo este dardo encendido del maligno para proteger a su pueblo.
La segunda flecha encendida, estaba dirigida directo al corazón de donde nace nuestra adoración y servicio a Dios. “Te daré los reinos del mundo, si postrado me adoras”. - satanás le estaba ofreciendo gloria sin pasar por el sufrimiento o la prueba (no importa si me obedeces a mi y no a Dios, la gloria será tuya - engaño). Adan y Eva fracasaron cuando satanas les ofreció gloria sin tener que pasar por la prueba de Obedecer a Dios - La misma flecha que uso con Israel al hacerles pensar que era innecesario el desierto, era innecesario obedecer, adorar y servir a Dios antes de entrara en Canaan. Jesús una vez más cita a “Temerás sólo al SEÑOR tu Dios; y a Él adorarás, y jurarás por su nombre.” Esta cita aparece en el contexto del Sehmá. “Jehová es el único Dios verdadero - quien merece ser servido, temido y obedecido” - Jesús le recuerda a Satanás que el camino a la gloria es uno de completa adoración al único Dios verdadero, aun cuando este camino implique el sufrimiento de la cruz. Jesus sabe que sin sufrimiento no hay gloria. Jesús se resiste a doblegar su corazón ante el tentador por la gloria de este mundo, porque su rostro está puesto en el cielo y en el mundo por venir, este solo se puede alcanzar adorando solamente a Dios. Jesus apaga otra flecha encendida. Adorando y sirviendo solo a Dios por nosotros.
Recordemos que la última voz que Jesús escuchó fue la voz de su Padre en su bautismo: "Este es mi Hijo amado." Esas palabras fueron, sin duda, grabadas profundamente en la mente de Jesús. Ahora viene otra voz, una flecha encendida para acabarlo: “Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan”
b. Pero, ¿cuáles son las siguientes palabras que Jesús oye? “Si eres el Hijo de Dios.” El Padre acababa de decir: “Este es mi Hijo,”
La tercera flecha se dirigió a su ministerio, a su servicio a Dios. Satanas le ordena que se lance para que todos puedan ver que Dios cumple su promesa de enviar Angeles para que su pie no toque las piedras. satanas usa el salmo 91 pero le quita lo escencial: , dice: 11Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. 12 En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. Los pies del Mesías están protegidos por ángeles con el propósito de pisotear al cachorro del león y a la serpiente debajo de los pies - Jesus vino a aplastar a la serpiente, no a obedecer a la serpiente para tentar a Dos. Esta es una alusión a . satanás quiere que el Mesías invoque la protección angélica en obediencia a a él, en lugar de aplastar la cabeza de la serpiente. El invocar la ayuda de los ángeles para otra razón. mas que cumplir con el proposito y el ministerio que había recibido de su Padre, sería tentar a Dios-sería pecado- sería recapitular el pecado de Adán e Israel que tentaron al Señor su Dios. Jesus apaga esta flecha para la protección de su pueblo.
Satanas quería que dudara de su identidad, sus palabras sugieren que Dios su Padre le ha abandonado, que lo estaba tratando mal dejándolo con hambre durante 40 días. Y entonces viene la tentación con una orden directa: si tú eres, quien dice tu Padre que eres, entonces convierte a esta piedra en pan.
Es la misma flecha encendida que uso contra Adan. Estaba ofreciéndole comida para satisfacer sus deseos egoístas y con esto quería lograra que Jesus dejara de confiar en su Padre.
Jesus siendo un Escudo para su pueblo, apaga esta flecha encendida confiando completamente en la bondad de su Padre y cita
“Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.”
b. Pero a un nivel aún más profundo, la intención de satanás era esta: Socavar la confianza de Jesús en Su Padre.
c. La respuesta (v.4)
En esta cita, Israel se quejo del maná que Dios les había dado, se habían quejado con Moises diciendo que Dios los había traído al desierto para hacerlos morir de hambre, ellos no confiaron en la bondad o sabiduría de Dios, y se burlaron del maná del cielo. (Tanto Adan, como Israel, fallaron en confiar en Dios y fueron heridos) Jesus es el segundo Adan, el verdadero Israel, que vino a ser el escudo de su pueblo, apago por completo este dardo encendido del su enemigo.
Luego vine otra oleada de flechas, satanas le ofrece a Jesus gloria sin sufrimiento “Te daré los reinos del mundo, si postrado me adoras”. Adan y Eva fracasaron cuando satanas les ofreció gloria sin tener que pasar por la prueba de Obedecer a Dios - La misma flecha que uso con Israel al hacerles pensar que era innecesario el desierto, era innecesario obedecer, adorar y servir a Dios antes de entrara en Canaan.
b. Le preguntaron a Dios y a Moisés si los habían sacado de Egipto para matarlos en el desierto.
c. No confiaron en la bondad o sabiduría de Dios, y se burlaron del maná del cielo.
Jesús una vez más cita a Deuteronomio, pero esta vez el capítulo 6:13 “Temerás sólo al SEÑOR tu Dios; y a Él adorarás, y jurarás por su nombre.” Esta cita aparece en el contexto del Sehmá. “Jehová es el único Dios verdadero - quien merece ser servido, temido y obedecido” -
Jesús le recuerda a Satanás que el camino a la gloria es uno de completa adoración al único Dios verdadero, aun cuando este camino implique el sufrimiento de la cruz. Jesus sabe que sin sufrimiento no hay gloria. Jesús se resiste a obtener la gloria de este mundo porque su rostro está puesto en el cielo y en el mundo por venir, este solo se puede alcanzar adorando solamente a Dios.
2. Para Jesús, y para su pueblo, el camino de la adoración es el camino de la cruz.
Jesus apaga otra flecha encendida. Adorando y sirviendo solo a Dios por nosotros.
Satanas envía otra flecha mortal encendida y esta vez quiere que Jesus obedezca a Dios en sus términos Lánzate para que todos vean cuanto confías en Dios, tu padre no dejara que pies toquen el piso. satanas le pide que haga una exhibición publica de su identidad, el maligno es experto en usar textos fuera de contexto:
, dice: 11Pues Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. 12 En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
Los pies del Mesías están protegidos por ángeles con el propósito de pisotear al cachorro del león y a la serpiente debajo de los pies. Esta es una alusión a y al golpe del Mesías sobre la cabeza de la serpiente, con su pie. satanás se detiene justo antes del versículo 13, a fin de tentar al Mesías para que invoque la protección angélica en obediencia a la serpiente, en lugar de aplastar la cabeza de la serpiente. Cristo no obedece la voz de la serpiente; pues él vino para darle un golpe de muerte. El invocar la ayuda de los ángeles por cualquier otra razón sería tentar a Dios-sería pecado- sería recapitular el pecado de Adán e Israel que tentaron al Señor su Dios.
La peor ráfaga de flechas encendidas vino cuando fue entregado por su Padre en manos de sus enemigos “El estaba llevando nuestras maldiciones sobre si”, estas flechas fueron disparadas por la simiente de satanás, el el momento de mayor debilidad, cuando como cordero fue llevado al matadero par expiar los pecados de su pueblo: Y el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si éste es el Cristo de Dios, su Escogido. 36 Los soldados también se burlaban de Él, acercándose y ofreciéndole vinagre, 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.38 Había también una inscripción sobre Él, que decía: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.39 Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! - Y estas tres tentaciones vienen en rápida sucesión de fuego, mucho más rápidamente que las tentaciones en el desierto, acentuando la desesperación del diablo en busca de la victoria sobre el Hijo.
(2) Esta es una alusión a y al golpe del Mesías sobre la cabeza de la serpiente, con su pie.
Luego Jesus enfrento la mas cruda oleada de dardos de fuego, satanas y su simiente arremetieron contra él, haciendo eco de lo había dicho en el desierto: Y el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si éste es el Cristo de Dios, su Escogido. 36 Los soldados también se burlaban de Él, acercándose y ofreciéndole vinagre, 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.38 Había también una inscripción sobre Él, que decía: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.39 Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
Pero Jesus guardo silencio y se entrego por completo a la obediencia al Padre, recibiendo toda la furia del enemigo sobre si, para ser nuestro escudo. Todas las acusaciones que merecíamos, todo el juicio y la maldición que merecíamos fue sobre él. Jesus fue vencido en la cruz y su derrota fue su victoria, sobre la serpiente, pues al tercer día resucito de entre los muertos y fue recibido en gloria, y desde allí nos anima a confiar en el, quien recibió toda la furia del enemigo sobre si, para que nosotros confiemos y nos refugiemos en él.
Y estas tres tentaciones vienen en rápida sucesión de fuego, mucho más rápidamente que las tentaciones en el desierto, acentuando la desesperación del diablo en busca de la victoria sobre el Hijo.
Dios se dio a si mismo como nuestro escudo, para que resistamos firmes hasta el final y entonces le tengamos a el como nuestro galardón.
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.” (, RVR60)
“Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.” (, RVR60)
Dijo Gurnall: Cuando satanas te enfrente con la realidad de tus pecados, refugiare en Cristo, dile al enemigo: “Mi salvador es infinitamente mayor que mis peores pecados, al dudar estaría rechazando la sabiduría de la elección de Dios. El sabia la pesada carga que pondría sobre los hombros de Cristo, pero estaba persuadido de la fuerza que tenia su hijo para llevarla. La fe débil puede salvar, pero un salvador débil no puede hacerlo. La fe cuenta con la intercesión de Cristo, pero Cristo no tuvo quien intercediera por él. La fe se apoya en el brazo de Cristo, pero Cristo estuvo Solo. Si la carga de nuestros pecados hubiese prevalecido contra él, ninguno en el cielo, ni en la tierra podría haberlo ayudado a mantenerse en pie”.
3. La exhortación
3. La exhortación
Sobre todo… Sobre lo que ya se han puesto, no olviden el escudo.
La fe es descansar su peso entero en Cristo.
La fe en Cristo, protegerá el resto de la armadura de Dios: El evangelio, la justicia y la verdad permanecerán con nosotros y no sufrirán daño por el fuego de las flechas del maligno, si el escudo de la fe lo levantamos en alto. “...pero tú por la fe estás en pie” ()
Si este escudo no esta en alto, las demás piezas de la armadura no servirán mucho, arderán en llamas por las fletas del enemigo. Es por esto que el Señor rogó por Pedro:
Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” ()
Simón fue cercado por el fuego cruzado de los dardos del maligno, su mente se lleno de temor, dudo de su posición en Cristo, prefirió su vida que confesar al Señor y blasfemo en lugar de adorar a Dios, pero una vez resucitando, el Señor le rodeo con su misericordia y entonces los dardos de fuego de la duda, el temor y la desesperanza fueron apagados por el Señor “sigue avanzando Pedro, apacienta mis corderos - me entregado a ti para nunca temas, ahora confirma a tus hermanos”.
satanas esta enviando dardos de fuego contra la iglesia continuamente. el va querer que dudemos de nuestra identidad, que pongamos nuestra esperanza en él y nos apartemos de en pos de Cristo, el intentará que le obedezcas, que blasfemes contra el Señor, que te quejes, que dudes de sus promesas en Cristo, te acosará con temores y te acusara para que te apartes avergonzado de Dios, ya sea con pecados pasados o con los presentes, el te hará dudar del amor de Cristo, nos hará desconfiar de su gracia.
Es por la fe que todos nuestros sacrificios son agradables a Dios.
“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (, RVR60)
Dios no acepta nada de nosotros, aparte de nuestra fe en Cristo.
levanten el escudo de la fe. La fe levanta a Cristo entre satanas y nosotros.
Estos ataques vienen de manera repentina e inesperada, muchas veces usará la palabra de Dios para tentarnos, usualmente sacando textos fuera de contexto y nos urge a obedecer a Dios al instante, sin vacilar y sin razón - nos hara creer que es Dios quien esta hablando. Dice El pastor Still:
satanas esta enviando dardos de fuego contra la iglesia continuamente. el va querer que dudemos de nuestra identidad, que pongamos nuestra esperanza en él y nos apartemos de en pos de Cristo, el intentará que le obedezcas
satanas estará constantemente invadiéndonos con ataques repentinos e inesperados, el quiere sacudir nuestra fe en Dios, en su obra, en sus promesas. El nos hará dudar de nuestra identidad, nos apartara de confiar en Cristo y usara el temor para hacernos obedecer su voz, usará la palabra de Dios para tentarnos, usualmente sacando textos fuera de contexto y nos urge a obedecer a Dios al instante, sin vacilar y sin razón.
muy impresionante, y sus víctimas son impulsadas a rendirse por motivos de terror, es decir, las víctimas erróneamente sacan la conclusión que es la voz de Dios la que están escuchando, cuando en verdad son las sugerencias malvadas de Satanás.
La fe levanta a Cristo entre satanas y nosotros.
El carácter repentino e inesperado de los ataques es alarmante, así como la exigencia imperiosa que el espíritu tiene que obedecer al instante sin vacilar y sin razón.
¿Cómo podemos distinguir entre la voz de Dios y la de Satanás? Sabemos, por supuesto, que Dios puede dar a sus siervos “orientación rápida”, pero nunca nos abruma. Dios no tiene necesidad de abrumar a sus siervos, porque incluso cuando nos llega repentinamente su voz, es dulcemente razonable y se identifica a sí mismo por su sabiduría amorosa. De esta manera es que le reconocemos. Normalmente no tiene prisa cuando nos dice algo nuevo, y permite que su influencia crezca suavemente para convencernos que verdaderamente es nuestro Padre celestial y que nos está hablando. Él nunca nos fuerza (mucho menos a los que están siendo entrenados para ser sus altamente valorados siervos) por el simple motivo que tiene cariño especial y cuida tiernamente de nosotros.
Still, W. (2014). Hacia la madurez espiritual: Vencer el mal en la vida cristiana. (S. W. Moore & J. R. M. Gómez, Trads.) (Primera Edición, pp. 70–71). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
Hermano, en el día de la prueba escóndase en Cristo. Cualquier miseria que nos sobrevenga, medite en el evangelio y entienda que usted merece no solo esto sino el infierno.... y mire a la cruz y regocíjese en las bellas palabras de vida del Señor.
El Señor siempre vendrá a nuestra ayuda, el hablara a nuestro corazón en medio del fuego cruzado de la prueba.... Mientras el Señor estuvo en silencio en la cruz, tras la acusación del maligno, no guardo silencio cuando uno de los suyos busco refugio en él:
Mientras el Señor estuvo en silencio en la cruz, tras la acusación del maligno, no guardo silencio cuando uno de los suyos busco refugio en él:
“Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” ()
Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
En la cruz el Señor recibió nuestra culpa, nuestra condenación, para que todos los que en el confían no se pierdan, no vengan a condenación jamás. ¿No hay descanso en este escudo?
Si usted es un creyente, levante alto el escudo de fe. Escóndase detrás de Cristo. Él recibirá las culpas que Satanás trate de echarle en cara. Él ya ha parado en seco cada ardiente dardo para ser su perfecto Salvador. Confíe en Él. Él nunca lo dejará ni lo abandonará.
Si usted es un creyente, levante alto el escudo de fe. Escóndase detrás de Cristo. Él recibirá las culpas que Satanás trate de echarle en cara. Él ya ha parado en seco cada ardiente dardo para ser su perfecto Salvador. Confíe en Él. Él nunca lo dejará ni lo abandonará.
El Señor sufrio tida clase de abusos contra si mismo, toda clase de tentación, de manera que nosotros podamos ser guardados por su poder.
Si usted es un creyente, levante alto el escudo de fe. Escóndase detrás de Cristo. Él recibirá las culpas que Satanás trate de echarle en cara. Él ya ha parado en seco cada ardiente dardo para ser su perfecto Salvador. Confíe en Él. Él nunca lo dejará ni lo abandonará.
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” ()
Si el enemigo lanza una flecha y nos encuentra sin Cristo, nuestra vida es como una casa llena de paja, inflamable - No hay nada en nosotros que nos salve de estos dardos, busca refugió en Cristo.
Cuando la batalla arrecie, Acude a otros y diles levanta ese escudo de la fe sobre mi, ora por mi y protégeme, recuérdame estas bellas palabras de Vida… “Hoy estarás con migo en el paraíso”
“Hoy estarás con migo en el paraíso”
Dios en Cristo nos ha dado salvación y sus promesas son en él si y amen. Jamas seremos confundidos su esperamos y nos refujiamos en Cristo.
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.” (, RVR60)
Si tienes esta esperanza:
- Cuando seas tentado por la avaricia, y veas que no esta llegando a tus manos lo necesario para vivir, Confía en Dios, el ha dicho que nos sustentará y nos dara todo lo que necesitamos, pidele el pan de cada día y espera en él. Recuerda que Cristo es tu todo, y aunque satanas te mate, le veras con tus ojos, la muerte no podrá vencerte, porque el Señor ha triunfado sobre ella.
Cuando seas tentado a la fornicación o al adulterio, debes levantar en alto a Cristo, recuerda tu unión con él, recuerda su infinito amor, ¿Como entregaras tu cuerpo, tus ojos a la corrupción? nunca allaras descanso mas del que ya tienes en Cristo-
Dijo Gurnall: Cuando satanas te enfrente con la realidad de tus pecados, refugiare en Cristo, dile al enemigo: “Mi salvador es infinitamente mayor que mis peores pecados, al dudar estaría rechazando la sabiduría de la elección de DiosE El sabia la pesada carga que pondría sobre los hombros de Cristo, pero estaba persuadido de la fuerza que tenia su hijo para llevarla. La fe débil puede salvar, pero un salvador débil no puede hacerlo. La fe cuenta con la intercesión de Cristo, pero Cristo no tuvo quien intercediera por él. La fe se apoya en el brazo de Cristo, pero Cristo estuvo Solo. Si la carga de nuestros pecados hubiese prevalecido contra él, ninguno en el cielo, ni en la tierra podría haberlo ayudado a mantenerse en pie”.
La meta de Satanás es apartar su escudo y luego apuñalarlo bajo la armadura. No le permita hacerlo. Cuide bien su escudo viviendo en la fe. Descanse en la persona de Cristo; acérquese, escuche, vea, confíe, tome, conozca, abrace, regocíjese, ame, triunfe en Cristo.
Por fe, celebre a Cristo, entregando cada parte de usted. Aférrese a Él. Apóyese en sus promesas. La fe honra a Cristo, nos fortalece, nos conforta, nos hace útiles y garantiza la derrota de Satanás.
Se dice que: “No ha habido una batalla planeada por el más talentoso estratega en el infierno que pueda conquistar la fe. Todos los terribles y flameantes dardos caen sin hacer daño en cuanto golpean contra el escudo de la fe”.
Se dice que: “No ha habido una batalla planeada por el más talentoso estratega en el infierno que pueda conquistar la fe. Todos los terribles y flameantes dardos caen sin hacer daño en cuanto golpean contra el escudo de la verdad”.
Fallar en el uso de la fe como un escudo “es decir, andar en la incredulidad” es ciertamente peligroso, si no es que fatal. La incredulidad nos deshonra, nos debilita, destruye nuestra comodidad y evita que seamos útiles.
Haga a un lado sus dudas; reprima sus interrogantes. Rehúse rendirse a sus deseos diarios. Combata a Satanás con el escudo de la fe. Confíe en el Señor en todo momento. Si Cristo es nuestro escudo, el nos mantendrá a salvo, mientras lo pongamos delante de nosotros, hasta que le tengamos a él como nuestro galardón. Jesus soporto todas las flechas del enemigo y las apago con su sangre en la cruz y resucito para abrir las puertas del paraíso para nosotros. La obediencia de Cristo nos lleva de la maldición a la gloria… Nuestra obediencia a Dios es preparatoria - no meritoria.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
¿Como mantenemos en alto nuestra fe? La fe nace oyendo la palabra, la fe crece por la palabra. Mientras mas conocemos a Cristo en la palabra mas confiaremos en el.
Venir a Cristo para descansar completamente en él: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (, RVR60)
Creer completamente en él: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” (, RVR60) “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,” (, RVR60)
En Cristo todas las promesas de Dios son nuestras: su protección, su amor, su cuidado. “porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” (, RVR60)
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Mt 11.28). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
Debemos reconocer nuestra incapacidad para obedecer a Dios, solo merecemos la ira y la condenación de Dios. Somos impotentes para luchar contra nuestro enemigo o para encontrarnos con Dios. Solo en Cristo hallamos descanso y paz.
a. Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? 41 Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.
incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ; ).
(1) Este ladrón llegó a reconocer que Jesús es el Hijo de Dios, sin pecado.
(2) Él dice que ambos están recibiendo lo que merecen, pero Jesús es inocente. Esto hace hace eco al Padre.
Tomar el escudo de la fe es descansar en Cristo mismo, que absorbió los golpes de la tentación e incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ; ). El volverse a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del mal son demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
El volverse a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del mal son demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
(3) Este hombre no ha hecho nada malo.
b. El ladrón hace entonces una confesión pública de fe: Y él dijo: Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino.
(1) Él no sólo reprende las voces que hablan en contra de Jesús, sino que clama en fe al que reconoce que está muriendo para salvar a los pecadores.
(2) Una voz solitaria se une a la voz del Padre, y llama a aquel que no sólo muere para destruir al diablo (), sino para cubrir el pecado de su pueblo con una muerte sacrificial ().
A. La respuesta (, Y él le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso).
1. Cristo le recuerda al ladrón que estará con él en el paraíso.
a. El Paraíso, la realidad celestial de la cual el Edén y Canaán eran sólo reflejos oscuros, es el telos de la prueba y tentación de Cristo.
b. Cristo no sólo parte para estar con el ladrón en el paraíso, sino que tres días después su cuerpo se elevará al paraíso para siempre.
c. Cristo ya elevado al paraíso promete que vencedor comerá del Árbol de la vida en el paraíso de Dios ().
2. Se promete al ladrón que aunque muera, él estará con Cristo en el paraíso.
a. Escuchen los que dice el Catecismo Mayor de Westminster 37 ¿Al morir, qué beneficios reciben los creyentes de parte de Cristo? Respuesta: Las almas de los creyentes, en su muerte, son hechas perfectas en santidad, e inmediatamente pasan a la gloria; y sus cuerpos, estando aún unidos en Cristo, descansen en sus tumbas, hasta la resurrección.
3. Los paralelos bíblicos a este lenguaje en aparecen en y .
a. , pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor. 9 Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos serle agradables.
(1) Estar lejos del cuerpo es estar en casa con el Señor.
(2) El cuerpo es puesto en la tumba, pero el el alma parte para estar con el Señor en gloria.
a. Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, 23 a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.
(1) Los espíritus o almas de los justos parten para estar con el Señor en el momento de morir.
(2) El Monte Sión describe el lugar celestial de la gloria usando imágenes de la teocracia, mientras que el paraíso usa el lenguaje del Edén.
b. Estos textos se refieren a un estado intermedio. En resumen, Jesús le dijo al ladrón que aunque su El cuerpo descansará en la tumba hasta la resurrección, sin embargo, estará con Jesús en el paraíso.
4. Para llevar esta discusión hacia a tras a la CFW 7: 3 y 8: 5, observe que Jesús ofrece obediencia y sacrificio para reconciliar a los pecadores con Dios y comprar una herencia eterna en el reino de los cielos, el paraíso o el monte de Sión.
Resistamos al enemigo, poniendo a Cristo en alto, confiando en el y en su provisión “el E.S. que hacho habitar en nuestros corazones”.
b. Sin embargo, Jesús ofrece obediencia pasiva cargando sobre sí la ira y el pecado hasta el punto de la muerte en una cruz.
c. Es sólo la obediencia representativa y el sacrificio sustitutorio del Hijo de Dios que abre las puertas del paraíso, primero para Él como resucitado, y luego para su pueblo levantado en Él y con Él.
d. La redención se lleva a cabo por medio del Último Adán, Jesucristo, que da un golpe mortal al serpiente y redime a un pueblo para sí mismo en su obediencia, sacrificio y resurrección.
e. La obediencia del Hijo Mesiánico bautizado con el Espíritu, culminando en la cruz y dando como resultado la resurrección, abre las puertas del paraíso para su pueblo.
f. Es aquí donde vemos la diferencia fundamental entre la obediencia de Cristo, por un lado, y la obediencia de Adán e Israel, por el otro: sólo la obediencia y satisfacción de Cristo salva a los pecadores.
A. La importancia
1. Ustedes también deben resistir la tentación, confiando en la Palabra y el Espíritu.
En unión con Cristo, deben caminar por El Espíritu y obedecer la Palabra de Dios.
b. Y en Cristo pueden vencer a satanás y al pecado.
Pero vuestra obediencia no garantiza la consumación del reino. Vuestra obediencia no inaugura el reino escatológico. Y vuestra obediencia bajo la tentación no es el terreno meritorio para la salvación de los elegidos de Dios. Para esa clase de obediencia, deben mirar al Cristo que lleva a su pueblo desde la maldición a la consumación.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 10
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 10
38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
historia, en donde ceñían sus lomos para moverse durante un viaje. Y entonces, un soldado tenía que estar listo para la batalla. Ciñendo sus lomos, preparándose para la batalla.
En segundo lugar, el versículo 14 nos habla de la coraza de la justicia. La coraza de la justicia es aquello que nos indica santidad personal, vida justa y cuando el pecado entra en nuestras vidas, confesamos y nos arrepentimos y nos volvemos de él. Y de esta manera, mantenemos una coraza de justicia cubriendo nuestras áreas vitales, cubriendo nuestro corazón y nuestras entrañas, como lo veía el hebreo. El corazón, donde pensamos. Y las entrañas, donde sentimos. De tal manera que nuestros pensamientos y sentimientos están protegidos por la santidad y la justicia. Entonces, como cristianos, estamos listos para pelear. Todo está listo. Estamos totalmente comprometidos al 100%.
En segundo lugar, estamos viviendo una vida justa, santa. Lo tercero, y esto es lo que vimos la semana pasada, debemos tener puestos el calzado de la preparación del Evangelio de la paz. Nuestros pies deben estar cubiertos con el Evangelio de la paz. Le dije que los romanos tenían botas o semi botas, una especie de sandalia, que tenían una especie de metal que salía por la suela, una serie de clavos. Y ellos estaban de pie firme. Y vemos que el calzado que nos hace estar firmes contra Satanás está realmente hecho del Evangelio de la paz. Esto es las buenas noticias de que estamos en paz con Dios. Y Él está de nuestro lado. Y podemos estar de pie en Sus recursos.
Pero para esta mañana, quiero que pasemos a la siguiente parte de la armadura. Y simplemente vamos a hablar de una, el escudo de la fe. Observe el versículo 16, el escudo de la fe. “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
la fe. “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
“Sobre todo,” dice, “tomando el escudo de la fe,” y después en el versículo 17, “y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu.”
“el sobretodo” introduce los tres elementos que quedan. E inclusive hay una distinción en los verbos para mostrar que hay una diferencia. Usted tiene en el versículo 14 el verbo “teniendo” como teniendo sus lomos, teniendo sus pies, teniendo la coraza; y la idea del verbo en el griego es que esto es algo que es permanente. Esto es lo que usted trae puesto. Esto es algo permanente, una preparación a largo plazo.
Por ejemplo, estaban ahí en la batalla. Y un soldado iba y descansaba, pero no se quitaba su coraza, no se quitaba su cinto, ni su calzado. Eso simplemente está siempre ahí. Lo tenían puesto todo el tiempo. Pero cuando la batalla arreciaba, el versículo 16, indica que él tomaba su escudo, versículo 17, él tomaba su yelmo o su casco y su espada. Entonces, los primeros tres elementos son para preparación a largo plazo. Los últimos tres son para preparación inmediata. Esto realmente es lo que usted debe tomar cuando arrecia la batalla.
Ahora, claro, si usted está comprometido, usted trae el cinto puesto y tiene santidad absoluta en su vida. Y su coraza está puesta y usted tiene con confianza en el poder de Dios, usted está de pie con sus pies calzados con la preparación del Evangelio de la paz. Esto parecería ser suficiente y realmente lo es. Nada más que el resto es en cierta manera una protección doble y es útil para cuando la batalla realmente enardece, cuando se vuelve más intensa.
Ahora, el resto usted lo trae puesto todo el tiempo. Y un creyente no debe tener que volverse a comprometer.
Y cuando se va a sentar en la banca no se quita el uniforme. Continúa con el uniforme puesto. Sigue con las protecciones puestas. Probablemente, también tiene puestas las rodilleras. Él también trae puestos su calzado especial. Pero cuando llega el momento de batallar, él se pone el casco y él toma el bate. ¿Por qué? Porque él ha estado preparado, pero ahora toma sus armas de esta guerra para la batalla.
Y algunos para estar listos de manera inmediata conforme la batalla se vuelve más intensa. Y entonces, encima de los primeros tres, los cuales están amarrados en cierta manera, están en su lugar, son inamovibles, vienen estos tres, los cuales son tomados por la mano para el momento inmediato de la batalla. Eso es algo maravilloso, amados, pensar en esto.
¿Sabe una cosa? Dios está ocupado en proteger doblemente a Sus hijos. Habría sido suficiente tener confianza en el poder de Dios con el calzado apropiado. Habría sido suficiente el tener la coraza de justicia, habría sido suficiente el tener el cinto del compromiso, pero Dios nos da una protección doble, lo cual es tan maravilloso y es como Él.
Ahora, sea lo que sea este escudo de la fe, es suficiente, porque apaga todos los dardos de fuego del maligno. Esa es una afirmación bastante amplia. Es suficiente para la totalidad de la necesidad.
la palabra usada aquí es thureon y se refiere a un escudo totalmente diferente. Thureon es un escudo que era de 80 cm de ancho por 1.40 metros de alto. Era un pedazo de madera grande, ancho, grueso. Estaba cubierto por la parte de afuera con metal y algunas veces inclusive con piel, muy grueso, de tal manera que cuando eran disparadas las flechas, las flechas con fuego, le pegaban a ese metal y caían o entraban a la piel; y la piel tenía aceite, estaba tratada de tal manera que apagaba la flecha con fuego. Pero era un pedazo de madera enorme realmente de 80 cm por 1.40 metros. Y si usted recuerda, en esa época la gente era mucho más baja de estatura de lo que es en la actualidad
Usted, simplemente lo fija en el suelo y se coloca detrás de él. Para eso era usado. Era diseñado para proveer protección total.
simplemente lo fija en el suelo y se coloca detrás de él. Para eso era usado. Era diseñado para proveer protección total.
Ahora, cuando peleaba el ejército romano, normalmente ésta era la estrategia de batalla que seguían si era una batalla importante. Había una fila larga de estos soldados en la parte del frente de las tropas con estos escudos. Detrás de ellos, estaban todos los soldados con flechas y espadas y todo lo demás. Y conforme avanzaban, llegaban al enemigo. Colocaban estos escudos lado a lado, creando una especie de muro de protección enorme y detrás de ese muro, los arqueros disparaban sus flechas y salían volando, y poco a poco, esa muralla iba avanzando más y más cerca. Y finalmente, entraban en combate mano a mano, con frecuencia.
Y los hombres que estaban en la parte del frente proveían el muro, realmente, esa era la línea frontal del ejército. Y ellos protegían a esos soldados contra las flechas que disparaban. Y claro, una vez que llegaba toda esa ola de flechas, esos eran los hombres que tenían la mayor protección. Ahora, eso también es el caso inclusive con las tropas que estaban detrás. Había algunos que también llevaban estos escudos para protegerse a sí mismos. Pero usted se puede imaginar que, si no tenía un escudo como ese, de pronto llegaba una ola, una lluvia de flechas que venía detrás de la fila del enemigo y no era posible que usted pudiera repelerlas. Pero usted podía colocarse detrás de su escudo y ser protegido. Y entonces, esta es una profesión doble, una protección doble.
Sea lo que sea el escudo de la fe es suficiente. Usted inclusive podría decir que es la única
parte de la armadura que usted necesita. Así de amplio es, pero es una protección doble. Todos los dardos de fuego son apagados.
, en donde dice que nuestras vidas están en la mano de Cristo. Somos Sus ovejas y Él nos ha colocado en las manos del Padre y nadie nos puede sacar de ahí. Entonces, usted tiene a Dios y a Cristo, ambos aferrándose al creyente, ambos asegurando al creyente, escondiéndonos juntos. Y entonces, este sentido doble de protección no es raro en la manera de pensar de Dios.
El maligno, literalmente ponēros, significa el malo, el vil, el miserable. Satanás está disparando y utilizando sus demonios para disparar todos estos dardos de fuego. Y estamos apagándolos con el escudo de la fe.
Ahora, quiero que note ese término “el maligno” o “el malo” nos recuerda que esta batalla no es contra una filosofía. Es contra un ser personal.
No estamos hablando de algo abstracto, impersonal. Cuando los jóvenes salen, como los nuestros anoche, a manifestarse en contra de un lugar de inmoralidad vil, no están peleando contra una filosofía, están peleando contra un ser. Cuando usted y yo escribimos cartas para detener los derechos de los homosexuales, cuando escribimos cartas para detener el aborto, no estamos peleando contra algún tipo de abstracción filosófica, impersonal. Estamos peleando en contra del diablo y sus demonios, quienes están involucrados de manera activa en un ataque agresivo en contra de la verdad de Dios y la persona de Dios y el pueblo de Dios.
Ahora, ¿qué son los dardos de fuego de Satanás? Bueno, es simple, ¿no es cierto? Son tentaciones seductoras, engañosas, eso es todo. Él simplemente se está refiriendo a tentación. Satanás dispara flechas de impureza, flechas de egoísmo, duda, temor, desánimo, lujuria, avaricia, vanidad, todo se reduce a los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Él bombardea literalmente al creyente con las flechas, los dardos de fuego de la tentación engañosa para motivar en nosotros respuestas malas, que no agradan a Cristo, que son impías. Y la única defensa que tenemos en este punto, dice Pablo, es el escudo de la fe. Porque algunas veces simplemente llueve tentación. Vivimos en un mundo en donde realmente así es. Realmente, todo nuestro alrededor. Y debemos tener el escudo de la fe.
¿Por qué la fe es un escudo contra la tentación? ¿Cómo es que la fe apaga las flechas? ¿Cómo es que la fe asegura la victoria?
Bueno, en primer lugar, permítame decir que el término fe se refiere a creer en Dios. Y esa es la médula, el meollo, de la fe cristiana. Ese es el fondo de todo lo que creemos. Todo a lo que nos aferramos. Todo aquello en lo que confiamos. El todo del cristianismo es un acto de creer que Dios es y que Él es galardonador de los que le buscan. Creer que Él escribió la Biblia, creer que Cristo es Dios, creer que Él murió, creer que Él resucitó, creer que Él va a regresar. Creer que por creer podemos entrar en Su Reino. Todo. Esa es la razón por la que dice: “el justo por la fe vivirá.” dice: “el justo por la fe vivirá.” Gálatas 3:11: “el justo por la fe vivirá.” , “el justo por la fe vivirá.”
Ahora, cuando Dios dice algo tantas veces, usted entiende el mensaje. El justo por la fe vivirá. La fe es nuestra vida. Es cuestión de creer en Dios. Ahora, toda persona vive por algo, toda persona tiene fe en algo. Se mete en su auto, y tiene fe que lo llevará a donde usted quiera ir sin que explote. Muchas personas se suben a un avión de American Airlines con la confianza que terminarán en Los Ángeles.
Siempre me acuerdo de leer en el Reader’s Digest acerca de la gente que tomó el agua en la ciudad de Kansas. Les llegaba por medio de algún tipo de sistema de tubería que salía de un tanque de reserva enorme. Y lo que fue fascinante de todo esto es que vaciaron el tanque de reserva y después, construyeron otro sistema. Y encontraron todo tipo de animales muertos en el fondo del tanque de reserva. Y a todo el mundo le dio disentería retroactiva. Una cosa es vivir por fe, pero más vale que su fe esté en lo correcto. Oliver Wendell Holmes con el pecho en alto dijo un día - y todo el mundo pensó que fue una gran afirmación - él dijo: “es fe en algo que hace que la vida valga la pena ser vivida.” ¿Fe en algo? No es fe en algo.
Un pequeño niño que jugaba en las ligas menores le dijo a su mamá, “creo que vamos a perder el juego de hoy.” Ella dijo: “no, no hijo. Piensa de manera positiva.” “Muy bien, yo estoy seguro de que vamos a perder el juego hoy.” La fe tiene que ser algo en lo que vale la pena creer. ¿Qué es fe? La fe es creer en Dios. Ahora escuche esto: “creer en Dios.” Y todo dardo de fuego que Satanás jamás disparó fue una mentira, ¿verdad? Y si usted la creyó y yo la creí, le creímos a él y no a Dios.
Cuando el gran misionero John Payton estaba traduciendo las Escrituras para la gente de las islas del mar del Sur, descubrió que no había una palabra en su vocabulario para creer. No había una palabra en su vocabulario para confiar o tener fe. Él no tenía idea de cómo podría expresársela a ellos debido a que no tenían palabra para expresarla. Un día, conforme él estaba traduciendo en su pequeña choza, una persona del lugar entró corriendo, llegó corriendo rápidamente y entró corriendo por las escaleras y entró corriendo al estudio de Payton. Y Payton estaba en una silla. Y le dijo a Payton: “me da tanto gusto descansar mi peso entero en esta silla.” Y John Payton dijo: “tuve mi palabra; la fe es descansar su peso entero en Dios.” Eso se volvió la palabra que entró en la traducción de su Nuevo Testamento que llevó a esa civilización entera de personas a Cristo.
Creer es colocar su peso entero en Dios. Es decir, si Dios lo dijo, es verdad y lo voy a creer. Ahora, ¿cómo es que esto opera en la tentación? Permítame mostrárselo. Dios llega al huerto del Edén. Crea un ambiente perfecto, crea a un hombre y una mujer perfectos. Perfectos en el sentido de que no tenían pecado, no en el sentido de una perfección que habían alcanzado, sin ser probados. Y ahí están. Y ahora, aquí viene Satanás disfrazado como una serpiente y ¿qué es lo que él dice? “¿Conque Dios ha dicho?” Y después, él dice: “¿sabes una cosa?, Dios no quiere que conozcas el bien y el mal porque serás como Él. Y a Él no le gusta la competencia. No puedes confiar en Dios porque Él tiene motivos que no te quiere revelar. No siempre puedes creer exactamente lo que Él cree.” Satanás estaba tentándolos a dudar en Dios y creerle. Eva fue una necia, ella le creyó al diablo y usted sabe lo que pasó. Toda tentación que jamás llegó a su vida, llegó con la frase “créeme a mí, no a Dios.”
Bueno, usted llega al Nuevo Testamento, el gran pasaje de la tentación está en . Y , la tentación de Jesucristo. Cristo ha estado ayudando durante 40 días y 40 noches, fue llevado al desierto por el Espíritu de Dios conforme Dios lo preparó para su ministerio.
Al final de ese tiempo, Satanás se acerca para tentarlo. ¿Y cómo es que lo tienta? Él lo tienta a no creer a Dios. Lo mismo. “No le creas a Dios, créeme a mí.” Y este es el enfoque: “toma estas piedras y conviértelas en pan.” Ahora, no hay nada de malo en hacer esto. Si usted es el Hijo de Dios, usted puede ser hacer que las piedras se conviertan en pan. No es algo moral. Algunas personas dicen que el pecado estuvo en comer el pan. No es pecado comer pan. Si es verdad, entonces todos somos pecadores. La mayoría de ustedes lo comió para desayunar. Ese no es el punto. No hay pecado alguno en comer pan y no hay pecado en hacer un milagro si usted resulta ser Dios. Aquí está el enfoque: Satanás le estaba diciendo: “oye, ¿cuál es el problema? Cuarenta días en el desierto sin nada que comer, cuarenta días aquí afuera en esta devastación olvidada por Dios, cuarenta días aquí afuera, ¿qué es lo que Dios ha hecho? ¿Te ha abandonado? Porque Dios dijo que cuidaría de Ti, Dios dijo que Te sustentaría, Dios dijo que proveería para Tu necesidad. Y Tú eres el Hijo de Dios, ¿qué está pasando? Disfruta de algo de satisfacción, no puedes esperar a Dios. Él Te ha olvidado.” Como puede ver, fue una tentación para desconfiar de Dios. Una tentación para no creerle a Dios. Una tentación para tomar las cosas en sus propias manos.
Y después, Satanás le dijo: “mira, ¿acaso Dios no prometió hacerte el Mesías? ¿Acaso Dios no prometió que toda rodilla se postraría ante Ti? ¿Acaso Dios no prometió que Tú serías el Rey y todas estas cosas? ¿Acaso Dios no Te prometió adoración, besar al Hijo y todas esas cosas? ¿Dónde está? Mira dónde estás aquí afuera, ven conmigo. Y vamos a ir al templo. Y Te vas a arrojar y van a decir: “¡Guau!, Éste es el Mesías.” Vas a encontrar a todas las cosas que has estado buscando.”
“Y, por cierto, ¿acaso Dios no Te dijo que Él Te daría todos los reinos del mundo? No estás muy bien, no tienes ninguno de ellos. Ven aquí conmigo y yo te lo voy a dar a Ti.” En otras palabras, no le creas a Dios. Él no guarda Su palabra. Él no te dio todo, Él no te dijo la verdad; créeme a mí; hazlo a mi manera.
Y así es como toda tentación viene a todo creyente cada vez que la enfrenta. Satanás viene y dice “Oh, sí, yo sé que la Biblia dice que no debes tener relaciones sexuales con alguien afuera del matrimonio. Pero es divertido.” Es como la revista Cristianismo Hoy, tuvo un artículo en donde entrevistaron a gente cristiana. Un hombre que había tenido más de 50 encuentros sexuales y no estaba casado dijo: “Dios hizo todo bueno y el sexo es parte de eso.” ¿A quién le está creyendo él? Él no le está creyendo a Dios. Él está creyendo las mentiras de Satanás. Cada vez que usted peca, usted ha creído la mentira de Satanás. Cada vez que usted peca.
Algunas personas dicen: “bueno, yo sé que la Biblia dice que sólo debe casarme con un cristiano y él no es cristiano, pero oh, tenemos esta relación tan maravillosa. El Señor va a hacer que esto funcione. Todos estamos orando por él. ¿Y sabe una cosa?, después de todo, el Señor es un Dios de gracia.” ¿Y sabe usted lo que ha hecho? Dios dice: “no lo hagas.”
Satanás dice: “hazlo, hablo, hazlo.” ¿A quién le creyó usted? A Satanás. A Satanás. Dios dice: “no leas eso. No leas esta corrupción enfrente de ti. No leas esa revista sucia. No vayas a ver esa película sucia. No hagas trampa en tus impuestos. No hagas eso en la oficina que está mal. No deduzcas ese gasto que realmente no tienes en tus expensas. No hagas eso.” Satanás dice: “hacerlo, hazlo. Vas a tener un poco más de dinero, vas a tener un poco más de emoción.” ¿A quién le cree usted cuando peca? Usted le cree al diablo. Es la conclusión, es tan simple. Cuando usted peca, usted le cree a Satanás. Cuando usted obedece, usted le
cree a Dios. Ésa es la conclusión. Y el escudo es la protección doble. “Yo le creeré a Dios,” dijo Cristo. Vete, Satanás. Dios me alimentará cuando Él esté listo y Dios me ungirá como Mesías cuando Él esté listo y Dios me dará los Reinos del mundo cuando Él esté listo, en Sus términos. No te voy a creer a Ti.”
En dice: “si dudas de Dios, haces de Dios un mentiroso. ¿Es Dios un mentiroso? : “Dios, que no puede mentir.” Dios no está mintiendo. Y, sin embargo, cada vez que usted peca, usted es lo suficientemente torpe como para creerle a Satanás y yo también. Y hemos sido engañados otra vez. “Oh, yo sé que debo darle esto al Señor. Esto es lo que debo dar al Señor, pero hombre, quiero comprar esto y quiero hacer esto y quiero ahorrar para lo otro.” Y entonces, hacemos lo que pensamos que vamos a ganar al hacerlo. Y al hacerlo, estamos haciendo a Dios en cierta manera a un lado. Lo colocamos en una esquina, todo va a funcionar, todo va a salir bien, usted sabe. Y lo que hemos hecho es perder la oportunidad de creer en Dios, ¿se da cuenta? Simplemente nos engañamos a nosotros mismos.
Dios está ahí con Sus manos abiertas y dice: “si tú me pides pan, ¿yo te voy a dar una piedra? No. Quiero abrir las ventanas del cielo y derramar bendición, tanta que no puedas contenerla.” ¿Quiero devolvértelo apretado, remecido? “Quiero bendecirte con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Quiero hacer mucho más abundantemente de lo que puedes creer o pensar. Quiero darte toda buena dádiva y todo don perfecto que desciende de lo alto, del Padre de las luces en quien no hay mudanza ni sombra de variación. Quiero descargar toda esta sustancia del cielo sobre ti mientras que vivas. Sí, quiero. ¿Y me vas a creer y me vas a obedecer para que pueda hacerlo?” Satanás viene y dice: “hazlo a mi manera y te va a gustar. Va a ser divertido. Te va a satisfacer. Vas a tener ” Es una mentira. Él es un mentiroso, , el padre de mentiras. Y él siempre viene con una intención de mentira.
Cuando usted peca, usted está diciendo: “realmente no creo que Dios sabe lo que es mejor, Satanás sabe lo que es mejor.” ¿Usted cree en eso? No. Decimos: “oh, mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Y todos decimos: “amén, hermano, predíquelo.” Suplirá todas tus necesidades conforme a Sus riquezas en Cristo Jesús, no hay duda al respecto. Y después, perdemos el trabajo: “oh, Dios, ¿qué estás
haciéndome? Oh ” ¿Lo ve? Desesperación, “el Señor nos ha dejado,” ¿lo ve? Si sabemos que la Biblia dice “nunca he visto al pueblo de Dios pidiendo pan,” oh, sí, “busca primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas ser añadidas.” Y andamos por la vida buscando todas las cosas que deben ser añadidas y perdiéndonos el Reino de Dios. Como puede ver, usted no puede andar simplemente por todos lados diciendo ‘creo en Dios, tengo fe en Dios, el justo por la fe vivirá y después,’ hace lo que quiere.
Dios está ahí con Sus manos abiertas y dice: “si tú me pides pan, ¿yo te voy a dar una piedra? No. Quiero abrir las ventanas del cielo y derramar bendición, tanta que no puedas contenerla.” ¿Quiero devolvértelo apretado, remecido? “Quiero bendecirte con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Quiero hacer mucho más abundantemente de lo que puedes creer o pensar. Quiero darte toda buena dádiva y todo don perfecto que desciende de lo alto, del Padre de las luces en quien no hay mudanza ni sombra de variación. Quiero descargar toda esta sustancia del cielo sobre ti mientras que vivas. Sí, quiero. ¿Y me vas a creer y me vas a obedecer para que pueda hacerlo?” Satanás viene y dice: “hazlo a mi manera y te va a gustar. Va a ser divertido. Te va a satisfacer. Vas a tener ” Es una mentira. Él es un mentiroso, , el padre de mentiras. Y él siempre viene con una intención de mentira.
Cuando usted peca, usted está diciendo: “realmente no creo que Dios sabe lo que es mejor, Satanás sabe lo que es mejor.” ¿Usted cree en eso? No. Decimos: “oh, mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.” Y todos decimos: “amén, hermano, predíquelo.” Suplirá todas tus necesidades conforme a Sus riquezas en Cristo Jesús, no hay duda al respecto. Y después, perdemos el trabajo: “oh, Dios, ¿qué estás
haciéndome? Oh ” ¿Lo ve? Desesperación, “el Señor nos ha dejado,” ¿lo ve? Si sabemos que la Biblia dice “nunca he visto al pueblo de Dios pidiendo pan,” oh, sí, “busca primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas ser añadidas.” Y andamos por la vida buscando todas las cosas que deben ser añadidas y perdiéndonos el Reino de Dios. Como puede ver, usted no puede andar simplemente por todos lados diciendo ‘creo en Dios, tengo fe en Dios, el justo por la fe vivirá y después,’ hace lo que quiere.
Entonces, la única manera de apagar los dardos de fuego de Satanás es creer en Dios. La Biblia dice: “Abraham creyó en Dios y le fue contado por justicia.” ¿A quién le cree usted? Abraham le creyó a Dios. ¿A quién le cree usted? ¿Le cree a Dios? dice: “por la fe estáis firmes.” Es correcto, es el escudo que nos hace estar firmes. Fe en Dios. Créale a Dios y estará firme. , versículo 5, oh, es una gran afirmación, “toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en Él esperan, o confían en Él. No añadas a Sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado mentiroso.”
En otras palabras, lo que Dios dijo es verdad. Si usted lo cree y lo obedece, será un escudo. Si usted lo altera, sufrirá, ¿se da cuenta? Satanás viene y dice: “Oh, bueno, yo sé que Dios dijo eso, pero permítame añadir esto...” No. No. “Él es escudo a los que en Él esperan.”
Y después, en el , versículo 6, usted tiene una palabra parecida: “las palabras de Jehová son puras, como plata probada en horno de fuego, purificadas siete veces.” En el , versículo 30, encontramos esto: en cuanto a Dios, Su camino es perfecto. Probada es la palabra de Jehová; Él es escudo a los que en Él esperan.” Mientras que usted cree en Dios, su escudo está levantado. Espero que usted entienda esto, es así de simple. Satanás miente, usted cree su mentira y usted baja el escudo. Usted lo entiende. Confíe en Dios en todo. : “ésta es la victoria que venció al mundo, nuestra fe.”
y 9, un versículo al que nos hemos referido muchas veces en este estudio, Pedro dice: “sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, anda como león rugiente buscando a quién devorar,” ahora escuche esto, “al cual resistid firmes en la fe.” Firmes en la fe. Usted resiste al diablo al creerle a Dios.
El escudo de la fe es la aplicación constante de lo que creemos acerca de Dios en todo asunto de la vida. Ahora, si usted no confía en Él, entonces usted no lo conoce lo suficiente, ¿verdad? Porque si usted realmente lo conociera, confiaría en Él. Oh, cuanto más usted conoce a Dios, cuanto más profundo usted llega al corazón de Dios, cuanto más conoce acerca de Su Verdad y la Palabra de Dios y más medita en Su persona durante sus oraciones y tiempos de meditación, entre más conozca Dios, entre más confíe usted en Dios y más grande sea su confianza en Él, menos probable será que usted no le crea.
Y entonces, todo se remonta, como todo en la vida cristiana, a su relación con Dios. Está ahí, en la profundidad de su corazón. Si usted ama a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas, si usted cree que Dios es quien dice ser, si usted cree que todas las promesas que Él le ha dado son realmente verdad, entonces usted no va a pecar, porque usted va a estar firme en el lugar de la mayor bendición. Toda persona quiere ser bendecida, toda persona quiere lo mejor. Dios dice: “te lo voy a dar si lo haces a Mi manera.” Si usted lo hace a la manera de Satanás, usted acaba de no creer en Dios.
Pero entre más lo conoce usted, más confiará en Él, más le creerá. Génesis 15:1, Dios dijo: “no temas Abraham, Yo soy tu escudo.” ¿No es eso maravilloso? Yo soy tu escudo. : Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Proverbios dice: “torre fuerte es el nombre de Jehová, a Él correrá el justo y será levantado.” dice: “Jehová Dios es un escudo.” Él está de su lado y Él quiere bendecirlo y Él quiere darle victoria sobre Satanás, pero tiene que creerle y hacerlo a Su manera. Guarde Su Palabra y obedézcala.
Amados, no hay razón, no hay razón para perder la batalla, en absoluto, porque en últimas, la guerra es nuestra. , somos más que vencedores; ése es el panorama total, no hay sentido alguno en perder a lo largo del proceso. Si tenemos puesta la armadura, ganaremos.
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¿cómo se traduce a nuestra experiencia cotidiana lo que Pablo denomina “dardos de fuego”? Se refiere a la serie de ataques repentinos y totalmente inesperados, normalmente muy diferentes el uno del otro, dirigidos a sacudir nuestra fe en Dios, en su Palabra revelada, y en nuestro juicio, obediencia y sinceridad.
muy impresionante, y sus víctimas son impulsadas a rendirse por motivos de terror, es decir, las víctimas erróneamente sacan la conclusión que es la voz de Dios la que están escuchando, cuando en verdad son las sugerencias malvadas de Satanás.
El carácter repentino e inesperado de los ataques es alarmante, así como la exigencia imperiosa que el espíritu tiene que obedecer al instante sin vacilar y sin razón.
¿Cómo podemos distinguir entre la voz de Dios y la de Satanás? Sabemos, por supuesto, que Dios puede dar a sus siervos “orientación rápida”, pero nunca nos abruma. Dios no tiene necesidad de abrumar a sus siervos, porque incluso cuando nos llega repentinamente su voz, es dulcemente razonable y se identifica a sí mismo por su sabiduría amorosa. De esta manera es que le reconocemos. Normalmente no tiene prisa cuando nos dice algo nuevo, y permite que su influencia crezca suavemente para convencernos que verdaderamente es nuestro Padre celestial y que nos está hablando. Él nunca nos fuerza (mucho menos a los que están siendo entrenados para ser sus altamente valorados siervos) por el simple motivo que tiene cariño especial y cuida tiernamente de nosotros.
Still, W. (2014). Hacia la madurez espiritual: Vencer el mal en la vida cristiana. (S. W. Moore & J. R. M. Gómez, Trads.) (Primera Edición, pp. 70–71). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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El escudo de la fe
La cuarta pieza de la armadura es el escudo de la fe. Pablo dice que este escudo habilita al creyente para “apagar todos los dardos de fuego del maligno” (v. 16). Los escudos romanos en los tiempos de Pablo eran de unos 122 cm de largo por 61 cm p 46 de ancho, lo suficientemente grandes como para cubrir la mayor parte del cuerpo. Tenían cubiertas de metal a prueba de fuego, para minimizar el efecto de las flechas ardientes. Con este escudo, un soldado no solamente podía detener los dardos ardientes y las flechas en llamas, sino también extinguirlas.
Las artimañas de Satanás son como dardos ardientes y flechas en llamas. Satanás tiene cientos de formas de atacar a los creyentes con sus dardos, incluyendo pensamientos blasfemos sobre Dios, sugerencias pecaminosas y deseos corruptos. Él dispara dardos al exterior de los creyentes, así como a su interior, a sus corazones y mentes. Necesitamos el escudo de la fe para confrontar los asaltos de Satanás por las siguientes razones:
1. La fe nos ayuda a reconocer las artimañas satánicas. William Gurnall dice: “La fe mira por detrás de la cortina del sentido, y ve el pecado antes de que se vista para salir al escenario”. La fe ve la fealdad y lo infernal del pecado sin su camuflaje.
2. La fe coloca a Cristo entre Satanás y nosotros. La sangre de Cristo es la cubierta a prueba de fuego en nuestro escudo de fe. La sangre y la justicia de Cristo intervienen entre Satanás y nosotros, guardándonos contra los fieros ataques de Satanás.
Nuestro mayor problema al pelear contra Satanás es que se nos olvida levantar el escudo de la fe. Si usted es un creyente, levante alto el escudo de fe. Escóndase detrás de Cristo. Él recibirá las culpas que Satanás trate de echarle en cara. Él ya ha parado en seco cada ardiente dardo para ser su perfecto Salvador. Confíe en Él. Él nunca lo dejará ni lo abandonará.
La meta de Satanás es apartar su escudo y luego apuñalarlo bajo la armadura. No le permita hacerlo. Cuide bien su escudo viviendo en la fe. Descanse en la persona de Cristo; acérquese, escuche, vea, confíe, tome, conozca, abrace, regocíjese, ame, triunfe en p 47 Cristo. Por fe, celebre a Cristo, entregando cada parte de usted. Aférrese a Él de la misma forma en que los dientes de un anillo se aferran a su diamante. Apóyese en sus promesas. La fe honra a Cristo, nos fortalece, nos conforta, nos hace útiles y garantiza la derrota de Satanás.
Se dice que: “No ha habido una batalla planeada por el más talentoso estratega en el infierno que pueda conquistar la fe. Todos los terribles y flameantes dardos caen sin hacer daño en cuanto golpean contra el escudo de la verdad”.
Fallar en el uso de la fe como un escudo “es decir, andar en la incredulidad” es ciertamente peligroso, si no es que fatal. La incredulidad nos deshonra, nos debilita, destruye nuestra comodidad y evita que seamos útiles. Haga a un lado sus dudas; reprima sus interrogantes. Rehúse rendirse a sus deseos diarios. Combata a Satanás con el escudo de la fe. Confíe en el Señor en todo momento. Recuerde, una fe que nunca enfrenta las tentaciones de Satanás no lo llevará a las recompensas celestiales.
Beeke, J. (2008). La lucha contra Satanas: Conociendo al enemigo sus debilidades, estrategias, y derrota (pp. 45–47). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia.
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sproull Cuando los autores bíblicos querían transmitir una verdad sobre Dios a Su pueblo, tenían dos opciones básicas. Por un lado, podían exponer claramente su enseñanza en proposiciones. O bien, podrían usar el lenguaje metafórico para expresar la realidad de Su carácter. Ambas opciones tienen sus ventajas, pero las metáforas transmiten de manera única la plenitud del carácter del Señor y lo que Él ha hecho por nosotros. Hay una diferencia, por ejemplo, entre decir que el Creador es nuestro protector y afirmar que Él es nuestro escudo. Ambas declaraciones indican que Dios es nuestro defensor, pero llamarle nuestro escudo indica vívidamente que Él está entre nosotros y nuestros enemigos para absorber lo peor de sus golpes y mantenernos seguros.
La Escritura a menudo se refiere al Todopoderoso como nuestro escudo (, , ), y debemos tener esto en mente al considerar el llamado de Pablo para que tomemos el escudo de la fe (). Confiar en Dios - levantar el escudo de la fe - es descansar en Él como nuestro protector, como el que evita que los asaltos del Diablo nos destruyan. Él hace esto por todo Su pueblo en un sentido último, guardándonos para que podamos perseverar en la fe (). Pero el Señor también nos protege de la tentación mientras miramos a Él diariamente para ayudarnos a caminar en santidad. Cuando recordamos volvernos a Él en nuestra hora de necesidad, Él nos dirigirá fielmente en el camino correcto y nos ayudará a tomar decisiones que le honrarán.
El escudo que la metáfora de Paul habría traído a la mente para su audiencia del primer siglo no era un pequeño disco, sino un gran escudo de cuerpo que un soldado romano solía albergar todo su cuerpo. Los soldados humedecerían estos escudos y de otro modo los prepararían para apagar las flechas y otros misiles lanzados desde detrás de las líneas enemigas. Nuestra fe tiene un propósito similar en nuestro conflicto con Satanás, no porque la fe en sí misma es una sustancia que tiene propiedades mágicas de abrigo, sino porque es el medio por el cual nos aferramos a Dios ya todas Sus promesas. Tomar el escudo de la fe es descansar en Cristo mismo, que absorbió los golpes de la tentación e incluso el ataque demoníaco, finalmente saliendo victorioso (; ; ). El volverse a Él en la fe diariamente es esencial para nosotros, ya que las fuerzas del mal son demasiado poderosas como para resistir por nuestra cuenta ().
Coram Deo
Coram Deo
Una parte esencial de volverse a Cristo para resistir la tentación y otros ataques con éxito es comprender y apreciar verdaderamente Su hermosura. Cuando tengamos una comprensión real de Su grandeza, seremos más animados a mirar a Él en todas las cosas ya ver la fealdad del pecado.Tómese su tiempo hoy para meditar en la hermosura de Cristo, Su gloria y la belleza de lo que El ha hecho por nosotros. Deja que esto, a su vez, te mueva a descansar sobre Él en fe cada día.
Pasajes para estudios adicionales
Pasajes para estudios adicionales
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