¿Cuál voz escuchas?

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Satanás apuesta a destruir los matrimonios porque así hace nulos a los miembros y crea una secuela que alcanza a los hijos. Al dirigir nuestros matrimonios, debemos saber cuál voz escuchamos para no dejar entrar al enemigo a nuestro "jardín".

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Génesis 2.15–3.7 NVI
Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.» Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» Entonces Dios el Señor formó de la tierra toda ave del cielo y todo animal del campo, y se los llevó al hombre para ver qué nombre les pondría. El hombre les puso nombre a todos los seres vivos, y con ese nombre se les conoce. Así el hombre fue poniéndoles nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo. Sin embargo, no se encontró entre ellos la ayuda adecuada para el hombre. Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras éste dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada.» Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser. En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza. La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: —¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín? —Podemos comer del fruto de todos los árboles—respondió la mujer—. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.” Pero la serpiente le dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
Génesis 2:15-3:7

Un estratega

Un estratega

Un estratega

El libro de Génesis significa comienzos o principios. En el se nos explican cómo comienzas muchas cosas. Desde el mismo comienzo se identifica un personaje desagradable en la historia de la humanidad: Satanás.
No sólo se nos dice que existe, también se nos dice lo que hace, quién es y cómo lo hace. Se deja bien claro que él y Dios son contrarios. También se deja claro que es nuestro adversario. Creo que todos estamos de acuerdo con esto.
Este adversario nuestro, sin embargo, no anda dando palos a ciegas. Una de las verdades que se nos revela en Génesis es que Satanás actúa según un plan.
Aunque él estuvo en la Tierra antes que el hombre, no lanzó su ataque hasta un momento determinado. No atacó al hombre cuando estuvo sólo, sino que esperó que una familia estuviera formada para atacar la humanidad. El entendió que su plan tendría más éxito de esa forma y los resultados nos dicen que Satanás tenía razón.

El efecto dominó

Cuando los matrimonios pasan por crisis, cuando el esposo y la esposa están en un pleito constante, hay un efecto dominó en su matrimonio, en los hijos, en su relación con Dios, en su relación con la familia extendida, en sus trabajos, en su iglesia y en todas las esferas de la vida.

El pecado fue ese dominó

En ocasiones tomamos decisiones equivocadas y las consecuencias llegan en un tiempo. Cuando el pecado entra en una familia es tan despiadado que vemos los resultados inmediatamente. Las consecuencias del pecado de Adan y Eva no vinieron a pasar cuando ellos tuvieron nietos, sino que los afectó a ellos dos, cuando tuvieron hijos, afectó a sus hijos hasta el punto del homicidio.

¿Qué pasa cuando un matrimonio está destruyéndose a sí mismo?

Dios coloca al primer matrimonio en un jardín. Les da un propósito y les suministra todo lo que necesitan para cumplir ese propósito. Cuando Satanás se mete en su jardín, ya no se puede hablar de vivir de acuerdo al propósito de Dios, ahora la dinámica de la relación ha cambiado.
Eso mismo nos ha pasado. Nos casamos con ilusiones, con un propósito, con metas. Cuando dejamos que Satanás se meta en el jardín en que Dios nos plantó, no nos damos cuenta pero ya la meta es diferente. Ahora es sobre vivir. Ahora la meta es tratar de seguir juntos sin que nos aniquilemos.
Dios nos ha entregado un paraíso, un jardín para que lo labremos, sin embargo, en vez de rosas y frutos hermosos, lo que se produce es espinas, amarguras.

El efecto dominó hoy

No nos hablamos. Si lo hacemos, es con palabras hirientes, a la defensiva. Cualquier comentario es el detonante de una discusión, no escuchamos para entender al otro, sino para responder y demostrar que tenemos razón.
Nos evitamos. Hablamos lo necesario. No sumergimos en quehaceres, trabajos en la casa o entretenimientos con tal de no interactuar porque a veces llegamos hasta detestarnos.

La vida familiar y espiritual

Esta lucha constante hace que no tengamos deseos ni ánimo de nada. Llega un punto que en el que nuestra relación con Dios se ve afectada. Paramos de crecer en el Señor por completo. No tenemos el deseo de involucrarnos en la comunidad de fe. La situación que vivimos nos hace sentir hipócritas.
Si el matrimonio es joven, esta situación nos lleva a pensar si vale la pena tener un hijo bajo semejantes circunstancias.
Si tenemos hijos, ellos comienzan a percibir un cambio en nuestra personalidad. Nos volvemos fácilmente irritables, les respondemos de manera áspera y terminamos criando hijos inseguros que se preguntarán si vale la pena formar un hogar.
Estos matrimonios también harán que nuestros hijos cuestionen la fe. Se preguntarán cuál es la diferencia entre una familia cristiana y una no cristiana. Todo esto es el efecto dominó del pecado.

Nuestras familias están bajo ataque

La razón de este mensaje es que las familias de nuestra comunidad en particular, están siendo atacadas. Tanto matrimonios jóvenes como matrimonios maduros, están siendo atacados.
Nosotros no nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo cómo las familias se destruyen. No nos vamos a conformar con no separarnos o divorciarnos. No nos vamos a conformar con tolerarnos o soportarnos. Entiendan que Dios no los unió sólo para que no se destruyan. Los unió con un propósito y el adversario de nuestras almas, que también es el adversario de nuestros matrimonios y familias, lo sabe.
2 Corintios 2.11 NVI
para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas.

Oímos voces...todo el tiempo y desde hace mucho.

Dios les dio instrucciones claras sobre lo que debían hacer y no. Les dijo que si comían del árbol del conocimiento del bien y del mal morirían. Cuando Eva se ve ante esta propuesta, la voz de Dios resuena en su cabeza:
Génesis 3.3 NVI
Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.”
el día que coman de ese árbol, morirán.
Pero ahora hay otra voz. La de Satanás que dice:
Génesis 3.4 NVI
Pero la serpiente le dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir!
Genesis
Tanto Eva como Adán tenían la capacidad y la oportunidad de elegir cuál voz escucharían. No escucharon la voz de Dios. La historia de la humanidad nos dice que el error fue grande.

La voz en tu matrimonio

En una relación va a pasar mucho. Tendremos que tomar decisiones sobre cómo manejar ciertos aspectos de la relación. La voz que escuchemos nos puede llevar a una relación que disfrutemos o a una que odiemos.
Todos escuchamos voces. Nos dicen haz esto o aquellos si pasa algo así. La voz de Satanás puede tener diferentes formas y se nos presenta de una manera en la que no sospechamos.
2 Corintios 11.14 NVI
Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.
En ocasiones nos habremos criado con esa voz. Si nuestros padres o alguien que nos ha criado, tuvo una experiencia negativa, esa voz nos marca.
Podemos escuchar voces de amigos del trabajo, de gente con las que nos criamos, de los medios de comunicación, etc.
Son voces y vienen en diferentes formas. Algunas de esas voces pueden ser positivas, pero otras pueden ser emitidas por el mismo Satanás.
Los hombres son todos iguales
Las mujeres son unas interesadas
Los hombres no sirven
Recuerda que ningún hombre es fiel
Haz que sepa quién es el hombre
De vez en cuando hay que pegarles para que no se les olvide quién es que manda

“Las voces que se oyen más fuerte son las que no dicen nada”.

Hay voces muy fuertes, aunque nunca dijeron nada. Son las de la conducta de otras personas. Son las voces que moldearon quiénes somos.
Si fuiste criado en un entorno familiar en el que las personas no se hablaban por días cuando había un problema, eso repetirás en tu matrimonio. Si viste a tu padre dar un golpe en la mesa y decir palabras inapropiadas cuando algo no le gustaba, eso puede que repitas en tu relación. Si viste a tu padre tratar a tu madre con irrespeto, si viste a tu madre tener una cuenta de ahorros en secreto, si fuiste testigo de varias veces en que tus padres se separaron, la palabra divorcio estará a flor de piel cuando haya una dificultad.

La voz de Dios en el matrimonio

1 Corintios 13.4–7 NVI
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13.1 NVI
Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
Dios dice que seamos pacientes, pero nosotros decimos que no le aguantamos nada a nadie. Dios dice que seamos bondadosos, nosotros decimos no somos ningunos tontos. Dios dice que una relación no puede crecer si somos orgullosos, nosotros creemos que eso es una virtud.
1 corintios 13
Dios dice que no debemos guardar rencor y nosotros somos capaces de guardar hasta las fechas. No se enoja fácilmente, pero perdemos la paciencia cuando le tenemos que explicar algo nueva vez.
Los esposos no se pueden deleitar en la maldad. Porque haya un desacuerdo no significa que son enemigos (goma pinchada y no está preparada. Cena no servida)

Conclusión

Dios tuvo la idea de la familia. Lo hizo para que experimentáramos una vida y existencia con propósito. Eso no pasa sólo. Además de crearla, nos dejó instrucciones. Si seguimos esas instrucciones podremos tener familias que nos hagan sentir felices.
Satanás sabe eso. Su ataque es dirigido a las familias porque si logra que las familias estén en crisis, causará un efecto dominó que alcanzará afectar a los hijos, a las familias completas, a las iglesias y a la sociedad.
¿Cómo está tu matrimonio hoy? ¿Están viviendo o sobreviviendo? ¿Cuál voz estás escuchando?
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