Carbones encendidos
Un carbon alejado del resto pierde su calor y paulatinamente se apaga. Como creyentes es necesario congregarnos y no solo eso convivir con otros creyentes para mantener avivado el fuego que hay en nosotros.
Introduccción.
Era la pena del pastor. En vano le hablaba con amor para ayudarlo a ser más fiel a los cultos. Pero todo parecía en vano.
Un día, al visitarlo, lo halló sentado ante el fuego del hogar, calentándose. El pastor, después de saludarlo, se sentó junto a él; y tomando las tenazas se dedicó a tomar todas las ascuas de la hoguera para ponerlas todas separadas unas de otras. El miembro de la iglesia dejó que el pasto hiciera eso y no le dijo nada.
El pastor preguntó: —¿Qué les sucederá ahora, separadas como están? —Se apagarán, —contestó el miembro.
Siguió un momento de silencio. Al fin el hombre habló: —Soy una de estas ascuas, ¿verdad, pastor?
—Exactamente —respondió el pastor.
Entonces aquel hermano dijo: —Vamos a orar a Dios, pastor, para que no lo sea más desde este día. Y desde aquel día este miembro negligente se mostró más fiel a su pastor, a su iglesia, y a su Señor.
Puntos del Sermón
Nos trae bendición
unánimes
Nos trae la presencia de Jesús
Nos hace crecer
17 Como el hierro se afila con hierro,
así un amigo se afila con su amigo.
Conclusión
Trabajen en conjunto entre ustedes, compitan juntos, corran juntos, sufran juntos, mueran juntos, levántense juntos como administradores, asistentes y sirvientes de Dios. Complace a quien sirves como soldado, de quien también recibes un salario. Ninguno de ustedes sea un desertor. Mantén tu bautismo como armamento, tu fe como yelmo, tu amor como lanza, tu resistencia como el conjunto completo de tu armadura. Que tus obras sean tus depósitos en tiempo de guerra, de modo que puedas recibir tus ahorros merecidos. Por lo tanto, sean pacientes unos con otros, con amabilidad, como Dios lo es contigo.
IGNACIO DE ANTIOQUÍA