Centrados en Dios
Aquí la palabra que es Cristo mismo nos muestra con claridad que para vivir una vida libre debemos siempre negarnos a nosotros mismos
El siervo Job
6 Hubo un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, y Satanás vino también entre ellos.
7 Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿De dónde vienes? Entonces Satanás respondió al SEÑOR, y dijo: De recorrer la tierra y de andar por ella.
8 Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
9 Respondió Satanás al SEÑOR: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10 ¿No has hecho tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.
11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, verás si no te maldice en tu misma cara.
12 Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero NO EXTIENDAS TU MANO SOBRE ÉL. Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
Dios permite las pruebas de Job
¶13 Y aconteció que un día en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
14 vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos,
15 y los sabeosa atacaron y se los llevaron. También mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
16 Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contártelo.
17 Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Los caldeos formaron tres cuadrillas y atacaron los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; sólo yo escapé para contártelo.
18 Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor,
19 y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contártelo.
¶20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró,
21 y dijo:
Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá.
El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó;
bendito sea el nombre del SEÑOR.
22 En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios.