VIVOS EN CUERPOS MORTALES (Ro. 6:12-13)
Sermon • Submitted
0 ratings
· 35 viewsNotes
Transcript
VIVOS EN CUERPOS MORTALES
Cuando usted se entrega a Cristo, es hecho una nueva criatura (). Se le da una nueva naturaleza, una nueva disposición con nuevos anhelos y deseos. Usted desea hacer lo que es recto y ya no está bajo el constante dominio del pecado. Aunque sea un recién convertido, esa nueva naturaleza está aprisionada en nuestra humanidad caída. De eso es de lo que habla Pablo cuando dice que somos vivos de entre los muertos y aún estamos en cuerpos mortales. La única parte de nosotros que es susceptible al pecado es ese cuerpo destinado a la muerte, tanto sus partes "miembros") como sus deseos.
Esa lucha entre la influencia del pecado y nuestra nueva naturaleza continuará mientras vivamos en este cuerpo. Por eso Pablo dice en que esperamos con ansias la redención de nuestro cuerpo. Algún día estaremos libres del pecado por completo pero en este momento hay una batalla. Al igual que Pablo, hacernos cosas que aborrecemos y dejamos de hacer cosas que queremos hacer. En esa batalla se nos ordena que no permitamos que el pecado gane la delantera. No obedezca al enemigo. No dé la posibilidad de que el pecado lo use, ofreciendo los miembros de nuestro cuerpo como instrumentos de iniquidad. En lugar de eso, debemos presentarnos ante Dios, ofreciendo los miembros de nuestro cuerpo como instrumentos de justicia, para ser usados en el bando correcto de esa continua batalla. Usted puede tomar la decisión de ofrecerse a Dios. Puede llenar su mente de la verdad bíblica. Puede disciplinar su cuerpo y ponerlo en servidumbre (). Y puede asirse de la esperanza del cielo y ser libre al fin.
Cuando pienso en el cielo, tengo curiosidad por lo que veré allí. Deseo ver una puerta hecha de una gran perla y calles de oro transparente. Tengo curiosidad por la nueva Jerusalén en forma de cubo y la luz de la gloria de Dios resplandeciendo desde el centro del trono a través de joyas multicolores, esparciendo luz sobre todo el universo. Tengo curiosidad por ver cómo seré y cómo voy a ver a mis seres queridos pero cuando seamos perfectos pudiéramos no reconocernos. Sobre todo anhelo ver a Jesucristo cara a cara.
Pero ¿sabe que lo que más me llama la atención sobre el cielo es la ausencia de pecado? Estoy mucho más deseoso de ver el pecado fuera de mi vida que de sentarme en una nube o tener una vista del cielo. Quiero que termine la batalla. La promesa de la Biblia es que la batalla terminará pronto y que la victoria ya está ganada. Algún día estaremos libres de esos cuerpos mortales, transformados a la semejanza del glorioso cuerpo de Cristo. No habrá más pecado. Hasta entonces, luchamos y nos ofrecemos a Dios como sus instrumentos para sus propósitos de justicia.