Sermón sin título (4)

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1. Comienza con oración.

Tal como vimos al tratar el Tema de la iluminación, la Biblia difiere de otros libros en que sólo el Espíritu Santo puede abrir nuestra mente para comprenderla. Tú puedes leer un libro sobre filosofía que, al haber sido escrito por un ser humano, puede ser comprendido por otro. Lo mismo sucede con una obra sobre matemáticas o de cualquier Tema. No existe ningún libro escrito por una persona, que otra no pueda comprender o asimilar. Pero la Biblia, es diferente porque no puede ser entendida a menos que el Espíritu Santo sea el Instructor. Y El quiere enseñarnos. La pura verdad es que el mismo Señor nos dijo: "El os guiará a toda la verdad" (). Cuando abrimos el Libro de Dios, necesitamos comenzar con aquella oración del salmista, que ya citamos al principio, como un lema, y como una aspiración.

"Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley" ()

Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones." (,)

Ahora bien, ¿cuál fue el motivo de la oración de Pablo? Él lo expresó así:

"Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" (,)

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual." ()

El motivo por el cual, hoy en día, muchos no reciben nada de la Biblia es simplemente debido a que no están permitiendo que el Espíritu de Dios les enseñe.

Creo que lo más importante en la hora actual, para ti y para mí, es conocer la voluntad de Dios. Y Su voluntad está expresada en la Palabra de Dios. Y no podemos conocer esa Palabra de Dios a menos que el Espíritu de Dios sea nuestro Maestro. Esto es, precisamente, lo que Pablo dice a los creyentes de la ciudad de Corinto en su primera carta a ellos:

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual." ()

2. Leer la Biblia

El libro de Nehemías nos relata un incidente muy interesante:

"Y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la Puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel. Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la Ley." ()

Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura." ()

"Y los Levitas... hacían entender al pueblo la Ley: y el pueblo estaba atento en su lugar ." ()

No solamente leyeron la Palabra, pero procuraron que la gente la entendiese.

3. Estudia la Biblia

Hace algunos años, alguien le preguntó al Dr. Morgan (expositor Bíblico), "¡Ud. habla como si estuviese inspirado!" El Dr. Morgan respondió; "La inspiración consiste en un 95 por ciento de transpiración ".La Biblia tiene que ser estudiada.

Ud. nos ha asignado una sección que es muy aburrida ". Sin perder el tiempo, el profesor le contestó: "Entonces, humedécela un poco con el sudor de tu frente ".

Se dijo de Juan Wesley que fue un hombre de un Libro. ¿Qué le hizo llegar a ser el hombre de un Libro? Bueno, el se levantaba cada día a leer la Biblia a las 4 o 5 de la mañana, y la leía en 4 o 5 diferentes idiomas. Realmente estudiaba la Palabra de Dios. Tú y yo necesitamos estudiar la Palabra; necesitamos comprender y asimilar el significado de la Biblia.

4. Medita en la Biblia.

La meditación fue objeto de la enseñanza de Dios a Su pueblo. La Palabra de Dios tenía que estar presente en todo momento ante los Israelitas, para que pudiesen meditar en ella. Moisés, el legislador, nos detalla en el libro del las instrucciones precisas que Dios había dispuesto en relación con Su Palabra:

"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos: y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas" ()

Ahora, ¿qué significa realmente meditar en la Palabra de Dios? En el primero de los Salmos se encuentra una interesante afirmación.

"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni anduvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche." (,)

¿Cuántos de vosotros, después de haber tenido unos momentos devocionales, meditáis en cierto pasaje Bíblico durante el día?

se nos relata el incidente en el que el eunuco Etíope estaba viajando en su carruaje leyendo al profeta Isaías.

¿Has meditado alguna vez en aquel Cordero que fue llevado, como una oveja, al matadero? ¿Quién era El? El descendió a la tierra y se identificó con nosotros, que como ovejas nos habíamos extraviado y cada una se había vuelto por su propio camino.

5. Lee lo que otros han escrito sobre la Biblia.

Sé que esta regla puede resultar peligrosa, porque muchos dependen de lo que alguien ha dicho con respecto a cierto Tema. También es cierto que hay numerosos libros que circulan hoy en día que presentan enseñanzas equivocadas sobre la Palabra de Dios. Necesitamos someter a prueba todo lo que está escrito con la Biblia misma.

Sin embargo, tú y yo deberíamos consultar buenos libros.

Además de libros y comentarios sobre la Biblia, resulta inestimable consultar una concordancia, que nos ayuda a localizar versículos a partir de sus palabras claves. También resulta útil recurrir a un buen diccionario Bíblico.

El profesor de un seminario resolvió, a su manera, el problema. Cuando alguien le preguntó si él citaría a otros escritores respondió; "Tú tienes que pacer en los pastos de todos, pero producir y dar tu propia leche ". Esto significa que debes leer lo que otros han escrito. Pero luego tienes que colocarlo en tus propios patrones mentales y expresarlo a tu manera, con tus propias palabras. Tienes todo el derecho a hacerlo. Lo importante es que aprovechemos el estudio que otros han efectuado de la Palabra de Dios.

6. Obedece la Biblia.

La obediencia es esencial para el estudio y la comprensión de la Biblia. Y Abraham, el antiguo patriarca, es un ejemplo de ello. Dios se le apareció cuando le llamó en la ciudad de Ur de los Caldeos y otra vez cuando ya estaba en la tierra prometida. . Pero, cuando vino el hambre, Abraham huyó a Egipto. Y, durante ese tiempo, Dios no le habló. Hasta que Abraham no estuvo de regreso en aquella tierra prometida, Dios no se le volvió a aparecer. ¿Por qué? Por su falta de obediencia. Hasta que Abraham no mostró obediencia en cuanto a lo que Dios ya le había revelado, Dios no estuvo dispuesto a revelarle ninguna nueva verdad. Así sucede con nosotros. Cuando obedecemos, Dios nos revela cosas nuevas.

el apóstol Pablo, incluyó en el evangelio el asunto de la obediencia, con el cual comienza su carta. Dice este escritor, hablando del Hijo de Dios:

"Por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre." ()

Y otra vez, al final de la carta a los Romanos, Pablo recurre nuevamente a este Tema;

"Pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe." ()

Quizás alguien recuerde lo que el apóstol Pablo escribió en su segunda carta a los creyentes de Corinto:

"Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón." (,)

7. Comunícala a otros.

No solo se trata de comenzar el estudio de la Biblia en oración, de leer la Biblia, de estudiarla, de meditar en ella, de leer lo que otros han escrito sobre ella y de obedecerla, sino también de transmitirla a otros. Es lo que todos debiéramos hacer. Ahora bien, tú puedes llegar a un punto de saturación en el estudio de la Palabra, a menos que la compartas con otros. Por alguna razón Dios no permitirá que te apartes de la humanidad y te conviertas en una especie de enciclopedia Bíblica ambulante, sabiéndolo todo, mientras todos nosotros permanecemos en la ignorancia. Por eso dice El, por medio del autor de la epístola a los hebreos:

"No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca." ()

A modo de resumen final, pues, enumero las 7 normas o indicaciones prácticas que hemos considerado en esta parte de nuestro estudio:

1. Comienza con oración 2. Lee la Biblia 3. Estudia la Biblia 4. Medita en la Biblia 5. Lee lo que otros han escrito sobre la Biblia 6. Obedece la Biblia 7. Comunícala a otros

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