El secreto de un hogar que dura

El amor de Jesus por su Iglesia

LBLAMaridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.

Autor: Miguel Leiva

Ella no era dulce,

no eran bellos sus ojos,

ni deseable su piel,

ella no era bella.

Él era el rey,

bello más que el sol de la mañana,

mas dulce que la miel, era su aliento,

mas fragante, que las mas fragantes rosas,

era el.

Quien es está a la que el ama?

Como y porque la ama?

Ella no merece su amor,

ella le traiciona,

huelen sus ropas a amores ajenos.

Ella no merece su amor,

ella lo traiciona.

La que no era bella,

ahora es luminosa,

esta vestida de una estrella.

Con su propia sangre,

el le lavo la ropa.

La que no era bella

ahora es luminosa,

huelen sus aromas,

a las primaveras.

El rey vendrá por su novia,

vendrá con sus ejércitos,

en caballos de fuego,

con voz de trueno vendrá,

con trompeta de Dios.

Cuando llegue la medianoche,

el vendrá a buscarla,

y ella con sus doncellas,

cantaran con júbilo,

y danzaran una eterna danza,

cuando llegue la medianoche.

Un dia el rey salio a pasear por el campo, en la calle tirada sucia y mal oliente, la encontro. Era una desconocida. Una mujer cualquiera de la calle, por sus ropas supo, que era una mujer de la tierra de sus enemigos. El rey curo sus heridas, y las limpio. El rey miro su dolor y su desventura y la amo, y porque la amo la puso sobre su caballo y la llevo donde pudieran cuidarla. El dijo tengo que irme, voy a tierras muy lejanas, he aqui todo esta pagado, cuidenla ya pague por eso. Proteganla ya pague a los guardias, no le permitan que se vaya, hay muchos peligros alla afuera. Volvere, porque la amo, regresare y me la llevare al palacio. Por el alojamiento, por la comida, por la ropa, por todo lo que necesite, ahora todo se lo pago, y si algo faltare, les pagare cuando regrese. Porque no la dejare aqui para siempre. Regresare por ella, para llevarmela a palacio

Aquel dia Jerusalenn desperto alborotada, el rey del universo seria crucificado, habia sido juzgado de noche, por los que amaban la obscuridad, por los hijos de las penumbras. Aquel dia con su cuerpo ensangrentado, desgarrado y con sus espaldas casi desprovistas de piel El hijo de Dios cargo la cruz, mientras atravesaba las calles de Jerrusalem, .

Comentario exegético y explicativo de la Biblia - tomo 2: El Nuevo Testamento CAPITULO 5

ten para con ella una solicitud como la que tenía Cristo para con la iglesia (v. 23, “El mismo fué el Salvador del cuerpo”); y si es necesario que des tu vida por ella, o que seas cortado en diez mil pedazos, o que soportes algún otro sufrimiento por ella, no lo rechaces: y si sufres así, ni aun así haces lo que Cristo ha hecho; porque tú en efecto lo haces porque estás ya unido a ella; pero él lo hizo por uno que le trataba con aversión y odio. Así pues, como él trajo a sus pies, por medio de mucha ternura y consideración, no por medio de amenazas, insultos, ni terror, a uno que le trataba en esta forma y que aun por maldad le despreciaba, así también pórtate tú con tu esposa, y aunque la veas desdeñosa y desconsiderada por causa de la maldad, la podrás traer a la obediencia por tu mucha consideración por ella, por tu amor y tu bondad. Porque ningún vínculo es tan soberano en ligar que tales vínculos, especialmente en el caso del marido y la esposa. Porque se puede constreñir a un siervo por el temor, aunque él no está ligado a ti, ya que fácilmente puede escaparse. Pero a la compañera de tu vida, la madre de tus hijos, la fuente de tu gozo, debes ligar a ti, no por temor ni amenazas, sino por amor y cariño.”

Comentario Bíblico de Matthew Henry Versículos 22–33

En las bodas ordinarias, es la novia la que se prepara a sí misma para presentarse ante el novio, pero en esta boda del Cordero, «la novia no puede hacer nada por sí misma para presentarse hermosa a los ojos de su Señor. Por necesidad, todo es obra de Él» (Foulkes).

Poema de amor

Autor: Miguel Leiva

Ella no era dulce,

no eran bellos sus ojos,

ni deseable su piel,

ella no era bella.

Él era el rey,

bello más que el sol de la mañana,

mas dulce que la miel, era su aliento,

mas fragante, que las mas fragantes rosas,

era el.

Quien es está a la que el ama?

Como y porque la ama?

Ella no merece su amor,

ella le traiciona,

huelen sus ropas a amores ajenos.

Ella no merece su amor,

ella lo traiciona.

La que no era bella,

ahora es luminosa,

esta vestida de una estrella.

Con su propia sangre,

el le lavo la ropa.

La que no era bella

ahora es luminosa,

huelen sus aromas,

a las primaveras.

El rey vendrá por su novia,

vendrá con sus ejércitos,

en caballos de fuego,

con voz de trueno vendrá,

con trompeta de Dios.

Cuando llegue la medianoche,

el vendrá a buscarla,

y ella con sus doncellas,

cantaran con júbilo,

y danzaran una eterna danza,

cuando llegue la medianoche.

Efesios 5.25–33 LBLA

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo. Por esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unira a su mujer, y los dos seran una sola carne. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

Comentario Bíblico de Matthew Henry Versículos 22–33

En las bodas ordinarias, es la novia la que se prepara a sí misma para presentarse ante el novio, pero en esta boda del Cordero, «la novia no puede hacer nada por sí misma para presentarse hermosa a los ojos de su Señor. Por necesidad, todo es obra de Él» (Foulkes).

Autor: Miguel Leiva

Ella no era dulce,

no eran bellos sus ojos,

ni deseable su piel,

ella no era bella.

Él era el rey,

bello más que el sol de la mañana,

mas dulce que la miel, era su aliento,

mas fragante, que las mas fragantes rosas,

era el.

Quien es está a la que el ama?

Como y porque la ama?

Ella no merece su amor,

ella le traiciona,

huelen sus ropas a amores ajenos.

Ella no merece su amor,

ella lo traiciona.

La que no era bella,

ahora es luminosa,

esta vestida de una estrella.

Con su propia sangre,

el le lavo la ropa.

La que no era bella

ahora es luminosa,

huelen sus aromas,

a las primaveras.

El rey vendrá por su novia,

vendrá con sus ejércitos,

en caballos de fuego,

con voz de trueno vendrá,

con trompeta de Dios.

Cuando llegue la medianoche,

el vendrá a buscarla,

y ella con sus doncellas,

cantaran con júbilo,

y danzaran una eterna danza,

cuando llegue la medianoche.

27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.

28 Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

29 Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia;

30 porque somos miembros de su cuerpoa.

31 POR ESTO EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE.

32 Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia.

33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

Cuales son los mensaje centrales de estos textos?

Nuestros textos de hoy tienen dos mensajes centrales.

1.- Amad a vuestras mujeres

La Mujer respete a su esposo

Como Cristo a la Iglesia

Poema de amor

Autor: Miguel Leiva

Ella no era dulce,

no eran bellos sus ojos,

ni deseable su piel,

ella no era bella.

Él era el rey,

bello más que el sol de la mañana,

mas dulce que la miel, era su aliento,

mas fragante, que las mas fragantes rosas,

era el.

Quien es está a la que el ama?

Como y porque la ama?

Ella no merece su amor,

ella le traiciona,

huelen sus ropas a amores ajenos.

Ella no merece su amor,

ella lo traiciona.

La que no era bella,

ahora es luminosa,

esta vestida de una estrella.

Con su propia sangre,

el le lavo la ropa.

La que no era bella

ahora es luminosa,

huelen sus aromas,

a las primaveras.

El rey vendrá por su novia,

vendrá con sus ejércitos,

en caballos de fuego,

con voz de trueno vendrá,

con trompeta de Dios.

Cuando llegue la medianoche,

el vendrá a buscarla,

y ella con sus doncellas,

cantaran con júbilo,

y danzaran una eterna danza,

cuando llegue la medianoche.

Se trata de pedir o de dar?

Se trata de pedir o de dar?

La misión de la cabeza (santificarse para santificar)

Como a sus propios cuerpos

Que le haces o dices que no le harías a tu cuerpo?

Una sola carne en otra ubicación

Un hombre que tuviese la mitad de su cuerpo, no podria vivir. Tal vez si podriamos vivir con una pierna, con un brazo, con un solo ojo, con un rinon, con un oido. Pero no podriamos vivir con la mitad del cerebro, ni con la mitad del corazon, ni con la mitad de la espina dorsal. Cuando nos casamos, nuestra esposa pasa a ser la mitad de nuestro cuerpo, es parte de nuestra carne, debieramos verla como a nosotros mismos, aunque este en otra ubicacion

Comentario Bíblico de Matthew Henry Versículos 22–33

En las bodas ordinarias, es la novia la que se prepara a sí misma para presentarse ante el novio, pero en esta boda del Cordero, «la novia no puede hacer nada por sí misma para presentarse hermosa a los ojos de su Señor. Por necesidad, todo es obra de Él» (Foulkes).

Con referencia a Cristo

Sin amor no habra respeto

Sin respeto no hay amor