COMO DEBEMOS ESPERAR LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
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DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA CON ESPERANZA
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA CON ESPERANZA
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Nuestra esperanza radica en nuestra seguridad acerca de las cosas que están por venir
Nuestra esperanza radica en nuestra seguridad acerca de las cosas que están por venir
ESPERANZA: Expectativa razonable y segura de un evento futuro.
Nuestra seguridad esta basada en lo que conocemos y creemos de lo que dice la Palabra de Dios. La Palabra de Dios nos da la seguridad y el consuelo que necesitamos.
La Vida que agrada a Dios: 1 Tesalonicenses 4:1–18 IGNORANCIA Y REVELACIÓN
Mucho de nuestro desconcierto en la vida cristiana se debe a nuestra ignorancia de los propósitos de Dios; y mucha de nuestra ignorancia se debe a que no conocemos bien lo que Dios ha revelado en las Escrituras.
No dedicamos tiempo a la meditación y al estudio de la Palabra y, como consecuencia, no tenemos criterios adecuados para poder entender y enfrentar las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida.
La Vida que agrada a Dios: 1 Tesalonicenses 4:1–18 IGNORANCIA Y REVELACIÓN
Mucho de nuestro desconcierto en la vida cristiana se debe a nuestra ignorancia de los propósitos de Dios; y mucha de nuestra ignorancia se debe a que no conocemos bien lo que Dios ha revelado en las Escrituras. No dedicamos tiempo a la meditación y al estudio de la Palabra y, como consecuencia, no tenemos criterios adecuados para poder entender y encajar las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida.
No dedicamos tiempo a la meditación y al estudio de la Palabra y, como consecuencia, no tenemos criterios adecuados para poder entender y encajar las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida.
No debemos de ignorar lo que la Palabra de Dios dice acerca de los que han muerto.
No debemos de ignorar lo que la Palabra de Dios dice acerca de los que han muerto.
Perder a un ser querido es siempre una experiencia desgarradora, la llegada del momento de la separación de un ser amado nos llega siempre como un golpe cruel e inesperado.
El dolor que podamos experimentar frente a esta experiencia de dolor se debe a dos razones:
La intensidad de nuestro amor por nuestro hermano. Cuando hemos participado con nuestro hermano juntos en la obra del ministerio y en el avance del evangelio, donde nos hemos atrevido a compartir nuestras luchas espirituales, confesar nuestras debilidades, entendernos, consolarnos, animarnos y ayudarnos mutuamente, donde la comunión fraternal ha sido intensa, hermosa y larga, la pérdida del hermano es tan dolorosa como la relación fraternal fue verdadera, Cuanto más has amado, tanto más intensamente te duele la separación de la muerte. El Señor lloró ante la tumba de Lázaro y se conmovió profundamente en su espíritu.
Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
La intensidad de nuestro dolor queda condicionado por lo que creemos acerca de la muerte y el más allá. Cuando un ser querido se va de viaje, el momento de la despedida es emocionante aunque sólo se vaya durante unas semanas. Pero el dolor es intolerable cuando se va definitivamente y no tenemos ninguna esperanza de volver a verle. Si creemos que el adiós de la muerte representa una separación definitiva con respecto a la persona amada, entonces nuestro dolor se convertirá en desesperación, aunque la intensidad de nuestro amor haga casi insoportable la pérdida temporal, nuestro dolor no tiene por qué llevarnos a la desesperación, porque tenemos la esperanza de La Palabra de Dios.
La intensidad de nuestro dolor queda condicionado por lo que creemos acerca de la muerte y el más allá. Cuando un ser querido se va de viaje, el momento de la despedida es emocionante aunque sólo se vaya durante unas semanas. Pero el dolor es intolerable cuando se va definitivamente y no tenemos ninguna esperanza de volver a verle. Si creemos que el adiós de la muerte representa una separación definitiva con respecto a la persona amada, entonces nuestro dolor se convertirá en desesperación, aunque la intensidad de nuestro amor haga casi insoportable la pérdida temporal, nuestro dolor no tiene por qué llevarnos a la desesperación, porque tenemos la esperanza de La Palabra de Dios.
DORMIR: la Biblia lo llama a si, a la experiencia de morir y dejar este mundo, para esperar la promesa de vida eterna de parte de Dios, los que mueren en Cristo pasan directamente a su presencia, donde viven en un estado consciente a la espera del día de la resurrección. Pero la razón principal por la que los creyentes utilizamos la palabra dormir en vez de morir es porque sabemos que el hermano difunto no ha llegado a su destino final. Como ocurre con el sueño, la muerte sólo es una experiencia temporal: después vendrá el despertar, la resurrección. Así pues, la gran esperanza de nosotros que estamos vivos, en cuanto a los muertos se centra en el día de la resurrección cuando acabe el dormir y llegue el momento del gran despertar, en el día de la resurrección.
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Nuestra tristeza o esperanza la determina lo que creemos acerca de Jesús
Nuestra tristeza o esperanza la determina lo que creemos acerca de Jesús
Pablo no les prohíbe sentir tristeza ante la muerte de sus hermanos, sino que les dice que su tristeza no debe caracterizarse por la desesperación de los que no conocen el evangelio. … para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Su finalidad no es eliminar la tristeza, sino la tristeza desorbitada.
· ¿Cuál es, pues, nuestra esperanza cristiana?
· ¿Cuál es, pues, nuestra esperanza cristiana?
· ¿En qué nos distinguimos los creyentes de aquellos que no tienen esperanza?
· ¿Qué es lo que impide que nos desesperemos y nos entristezcamos sobremanera cuando fallece un ser querido nuestro?
Nuestra esperanza se centra en la gloriosa certeza de que un día todos los que han muerto en Cristo resucitarán y estarán para siempre con el Señor. El creyente afronta la muerte con confianza porque sabe que su destino final no es la tumba ni la condenación eterna, sino el reino de Dios y la presencia de Cristo. Y por eso afronta también con esperanza el fallecimiento de sus seres queridos, hermanos en la fe; porque sabe que volverá a encontrarse con ellos en el gran día de la resurrección.
Esta seguridad está en la resurrección de Jesús. Cuando la Palabra de Dios nos asegura que Dios nos resucitará a nosotros, creemos que es fiable porque Dios ya nos ha confirmado sus intenciones resucitando a Jesucristo .
La resurrección de Jesús es la piedra angular de nuestra fe. Si Jesús no resucitó, el evangelio no es más que un cuento extravagante: en realidad, Jesucristo no es el Hijo de Dios ni el Salvador del mundo; no puede quitar nuestros pecados ni reconciliarnos con Dios; todas sus pretensiones salvadoras no son más que palabrería. En cambio, si resucitó verdaderamente, todas sus pretensiones adquieren una credibilidad total y los necios son los que no hacen caso de ellas.
Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
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Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron.
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Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
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¿hay esperanza en tu corazón, de tal manera que deseas que Cristo venga el día de hoy?
¿tienes esperanza en tu corazón, de modo que puedas enfrentar la muerte sin desesperación?
¿tienes una firme esperanza en tu corazón, para estar seguro que si duermes estarás en el paraíso con Cristo y resucitaras en su venida?
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ESTANDO PREPARÁNDONOS
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ESTANDO PREPARÁNDONOS
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Pablo afirma que, ya sea que Cristo vuelva pronto o que tarde en aparecer, se encontrará con dos grupos de creyentes: los vivos y los muertos. los que durmieron; y los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor.
Los que estemos vivos tenemos una gran demanda de Parte de Dios, es estar preparados:
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Debemos esperar con ansias su venida.
de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
Debemos de perseverar en medio de las circunstancias por mas difíciles que sean.
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Debemos esperar con paciencia
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Debemos esperar viviendo en santidad.
y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Debemos de estar cumpliendo con la misión que nos encargo.
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
Debemos ser hallados siendo fieles.
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.
¿Te estas preparando para la venida de Cristo?
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
¿Como estas esperando su venida?
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ANIMÁNDONOS UNOS A OTROS.
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ANIMÁNDONOS UNOS A OTROS.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
El apóstol nos manda a cada uno de nosotros a poder perseverar, animarnos unos a otros, para esperar la venida inminente de Cristo.
Lo único que puede animarnos y dar seguridad son las promesas del Señor Jesús: ¡El Señor mismo! Este énfasis nos debe recordar lo que Jesús prometió a sus discípulos:
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En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Asimismo concuerda con la promesa de los ángeles dada en el momento de la ascensión: .
Asimismo concuerda con la promesa de los ángeles dada en el momento de la ascensión:
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
La Palabra de Dios nos afirma que nosotros vamos a resucitar y que la muerte no es el fin. El cuerpo duerme, pero el alma va con el Señor; Cuando el Señor venga, traerá las almas con él y resucitará los cuerpos en gloria, uniendo cuerpo y alma en un solo ser para compartir su gloria para siempre. Esto nos da consuelo y seguridad al enfrentarnos a la muerte.
Jesús viene personalmente por cada uno de los creyentes, y nos arrebatar para estar con Cristo. No sólo nos reuniremos con nuestro Señor en el arrebatamiento, sino también con nuestros amigos y parientes cristianos que han muerto. “Juntamente con ellos” son palabras de gran aliento. La muerte es la gran separadora, pero Cristo es el gran reconciliador.
Nosotros, los creyentes, nos reuniremos en persona con el Señor en el aire, cuando él venga. Será una reunión gloriosa, porque tendremos cuerpos glorificados. Cuando estaba en la tierra Jesús oró que algún día pudiéramos ver su gloria y participáramos de ella.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
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El sufrimiento que padecemos ahora será transformado en gloria cuando él venga
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
El sufrimiento que padecemos ahora será transformado en gloria cuando él venga ; ).
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Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
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Será una reunión eterna, porque estaremos “siempre con el Señor”. Esta fue su promesa:
Será una reunión eterna, porque estaremos “siempre con el Señor”. Esta fue su promesa: .
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
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Esa reunión con el Señor también incluirá el juicio del creyente, conocido como “el tribunal de Cristo” donde todos sus siervos serán recompensados.
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
La palabra griega bema, traducida “tribunal”, se refiere al lugar en donde los jueces de los juegos olímpicos entregaban los trofeos a los ganadores. Nuestras obras serán juzgadas y las recompensas serán entregadas
La palabra griega bema, traducida “tribunal”, se refiere al lugar en donde los jueces de los juegos olímpicos entregaban los trofeos a los ganadores. Nuestras obras serán juzgadas y las recompensas serán entregadas
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
¿Como esta tu corazón, tiene esperanza, para esperar a Cristo?
¿estas seguro que Cristo viene por ti, para recompensarte por haberle servido y serle fiel?
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
JESUCRISTO ANHELA QUE TU ESPERES SU VENIDA Y :
TENGAS ESPERANZA Y SEGURIDAD QUE VIENE PRONTO.
QUE PERSEVERES Y ESTÉS PREPARADO PAR ENCONTRARTE CON EL .
QUE NO TE DESANIMES, Y CONFÍES EN SU PALABRA QUE VIENE POR TI, PARA RECOMPENSARTE POR SER SU SIERVO.
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ANIMÁNDONOS UNOS A OTROS
DEBEMOS ESPERAR SU VENIDA ANIMÁNDONOS UNOS A OTROS