Encomendando la causa al que juzga justamente
23quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
Encomiendas la Causa al Señor
Dejad vuestro caso en las manos de él, no deseando hacerle ejecutor de vuestra venganza, antes orando por vuestros enemigos. El justo juicio de Dios da tranquilidad y consuelo a los oprimidos.
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores,
como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
16como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos
afables, sino también a los difíciles de soportar.
20Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.