Lo que en verdad sabemos de María de Nazaret, la madre de Jesús

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 17,590 views
Notes
Transcript

Sinopsis

Sinopsis
María de Nazaret, la madre de Jesús, le brinda un ejemplo a los cristianos de obediencia a Dios y confianza en Cristo. Ella compartió el sufrimiento de su hijo, y tomó su lugar al lado de los otros discípulos.

Antecedentes de María

Así como Jesucristo fue visto y anunciado con mucha anticipación, los profetas de diferentes épocas pudieron ver en visión a María y profetizaron sobre ella. Por ejemplo, en la Biblia, Isaías la describe como una virgen con las siguientes palabras:
14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que una virgen concebirá, y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel. (Antiguo Testamento, )
Mateo registra el cumplimiento de esa profecía en , al momento de relatar los antecedentes del nacimiento de Jesús.
De igual manera, en América el profeta Nefi vio en visión a María y la describe con asombroso detalle.
13 Y sucedió que miré, y vi la gran ciudad de Jerusalén, y también otras ciudades. Y vi la ciudad de Nazaret, y en ella vi a una virgen, y era sumamente hermosa y blanca.
14 Y ocurrió que vi abrirse los cielos; y un ángel descendió y se puso delante de mí, y me dijo: Nefi, ¿qué es lo que ves?
15 Y le contesté: Una virgen, más hermosa y pura que toda otra virgen. (Libro de Mormón, 1 Nefi 11:13–15)
(Libro de Mormón, 1 Nefi 11:13–15)
Por los pasajes anteriores podemos observar que el Señor cuida de anunciar a la humanidad cada hecho importante con respecto al evangelio con mucha anticipación. La personalidad de María era de esta importancia. Es emocionante notar que el profeta Nefi no sólo vio la apariencia física de María de Nazaret, sino que habla, además, de su carácter, describiéndola como “pura”.

Era de Nazaret

La primera indicación que la Biblia nos provee sobre María es su origen. Después de relatar las circunstancias de la concepción de Juan el Bautista, Lucas nos indica que “el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret” (), donde anunciaría a la joven María el asombroso evento para el que había sido escogida. Que Nazaret era su lugar de origen es reafirmado después. Tras relatar las circunstancias del nacimiento de Jesucristo, Lucas informa que José y María cumplieron con todo lo que se había prescrito en la ley de Moisés con respecto al nacimiento de un primogénito varón, y entonces “volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret” (). Al llamarla “su ciudad” Lucas quiere indicar que eran originarios de este lugar.
Aunque en algún momento de la infancia de Jesús, José y María habitaron temporalmente en Belén, tras el episodio sucedido con los hombres sabios de oriente regresaron nuevamente a Nazaret. Jesús fue y habitó en ese lugar con ellos, y allí se crió.
“Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón” ()

Era pariente de Elizabet, descendiente de Aarón

Si bien María era de la tribu de Judá, en su familia había también descendientes de la tribu de Leví. En el evangelio de Lucas se menciona a Elisabet. Tanto ella como su esposo eran levitas. En el caso de ella, su afiliación a la tribu de Leví era más notable, pues era descendiente directo de Aarón.
5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet. (Nuevo Testamento, • NT, p. 1605)
Cuando el ángel Gabriel visitó a María en Nazaret, le relacionó con Elisabet indicando que ambas eran “parientes” (gr. sungenis).
Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que era llamada estéril (Nuevo Testamento, • NT, p. 1607)

Descendiente de David

En el caso de María, sin embargo, se puede asegurar que era de la tribu de Judá, y este hecho cobra mucha importancia al considerar el linaje real de Jesús. Al anunciarle a la joven María que ella sería la madre del Hijo de Dios, el ángel Gabriel le enuncia la siguiente promesa:
Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre. (Nuevo Testamento, • NT, p. 1606)
Es decir, el Mesías debía ser descendiente de David, ya que tendría, por medio de ese linaje, derecho legítimo al trono de Israel. Hagamos aquí un alto y consideremos que Jesucristo sólo fue hijo adoptivo de José. José, según se señala en la genealogía de Jesús según Mateo (), era también de la descendencia de David. Para los judíos, el hecho de que un descendiente varón fuera, a la vista pública, el padre de Jesús, era suficiente para confirmar su derecho al trono de David. Pero la asociación de Jesús con David era más que jurídica. El apóstol Pablo de Tarso hace la siguiente anotación trascendente:
…acerca de su Hijo (que era del linaje de David según la carne… (Nuevo Testamento, • NT, p. 1779)
Al afirmar que Jesús pertenecía al linaje de David “según la carne”, Pablo de Tarso afirma que había una conexión biológica. Y esta conexión no pudo darse sino a través de María de Nazaret. Algunos eruditos afirman que mientras la genealogía provista por Mateo, colmada de rasgos jurídicos, es la genealogía de José, la genealogía provista por Lucas está, en realidad, más relacionada con María.

Era prometida de José

(RVR60) — 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

Era virgen

La palabra griega traducida “virgen” que significa “joven”, “soltera” implicaba virginidad. El desposamiento tomaba lugar tan temprano como a los 12 años de edad y duraba por un año, estando tan comprometido como en un contrato matrimonial, aunque sin relaciones sexuales. Ver también; ;
(RVR60) — 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
(RVR60) — 14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
(RVR60) — 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Los eventos en la vida de María hasta el nacimiento de Jesús

La anunciación

(RVR60) — 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

La respuesta de sumisión y obediencia de María

(RVR60) — 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

El magníficat expresa el asombro y gozo de María

Ver también
(RVR60) — 46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, 50 Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen. 51 Hizo proezas con su brazo; Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52 Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos. 54 Socorrió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia 55 De la cual habló a nuestros padres, Para con Abraham y su descendencia para siempre.

La respuesta de Elizabet a María

(RVR60) — 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

María, la madre

El nacimiento de Jesús

(RVR60) — 4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. 8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.

Sus memorias

(RVR60) — 51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

La presentación y circuncisión de Jesús

José y María fueron pobres y no pudieron pagar por un cordero para ofrecerlo en sacrificio (ver ).
(RVR60) — 21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

La huida a Egipto

(RVR60) — 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,

Sus otros hijos

(RVR60) — 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

Sus inquietudes

(RVR60) — 48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.

Sus dudas acerca de Jesucristo

;
(RVR60) — 20 Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan. 21 Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
(RVR60) — 31 Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.

Ella no pudo dominar a Jesucristo

;
(RVR60) — 34 Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 35 Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
(RVR60) — 4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.

María, la discípula

María reconoce la autoridad de Jesucristo

En las bodas de Caná.
(RVR60) — 5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.

María frente a la cruz

Muchos cristianos consideran esto como el doloroso cumplimiento de la profecía de Simeón en .
(RVR60) — 25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.

María en la familia de Jesucristo

(RVR60) — 26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. 27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.

María orando con otros discípulos

(RVR60) — 14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Related Media
See more
Related Sermons
See more