Hechos 20. Rede varones Sept 18

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Hechos de los Apóstoles 20.7 RVR60
El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.
Hechos de los Apóstoles 20.1 RVR60
Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia.
"El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo que tenía que salir al día siguiente, les enseñaba, y alargó el discurso hasta la medianoche."
"El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo que tenía que salir al día siguiente, les enseñaba, y alargó el discurso hasta la medianoche."
1er dia de la semana
La iglesia primitiva ya tenía la costumbre de reunirse en el primer día de la semana.
Más tarde veremos que Pablo dijo a los Corintios, que debían traer sus ofrendas en el primer día de la semana.
Dijo en su primera carta a los Corintios, capítulo 16, versículo 2: "Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas".
Eso quiere decir, que celebraban la Cena del Señor los domingos. Fue en este día cuando Pablo les predicó.
La iglesia primitiva pues, se reunía el primer día de la semana.
Ése era el día importante, porque ése fue el día cuando Jesús había resucitado de los muertos.
Y por lo tanto, les predicó hasta la medianoche.
Hechos de los Apóstoles 20.9 RVR60
y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto.
20.9
Hechos de los Apóstoles 20.10 RVR60
Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo.
Hechos de los Apóstoles 20.9–12 RVR60
y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto.Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo.Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió.Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados.
"Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándolo, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, partió el pan, lo comió y siguió hablando hasta el alba; y luego se fue. Llevaron vivo al joven, y fueron grandemente consolados."
Pablo levantó de los muertos a este muchacho.
Usted recordará que Simón Pedro también levantó a Dorcas de los muertos.
Pablo continuó predicando después de la medianoche, hasta el amanecer.
Hechos de los Apóstoles 20.17–21 RVR60
Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Estos creyentes simplemente querían escuchar la Palabra de Dios.
Hechos de los Apóstoles 20.16 RVR60
Porque Pablo se había propuesto pasar de largo a Efeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.
Hechos de los Apóstoles 20.17–20 RVR60
Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
"Nosotros, adelantándonos a embarcarnos, navegamos a Asón para recoger allí a Pablo, ya que así lo había determinado, queriendo él ir por tierra."
HECHOS 20.17-20
Ahora viajaron una vez más. El doctor Lucas y otros miembros del grupo navegaron a Asón, pero Pablo viajó a pie. Ahora, ¿Por qué haría esto Pablo? Bueno, estamos seguros de que era para poder testificar acerca de Cristo por
Ahora, esperamos estimado oyente, que usted tenga a mano un mapa y que siga estos viajes de Pablo, como hemos sugerido antes. Continuemos con el versículo 16:
"Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuera posible, en Jerusalén."
"Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia."
"Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que llegué a Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, con muchas lágrimas y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo."
Pablo era un fiel testigo de Jesucristo.
Nunca anduvo con rodeos.
Podía declarar que les había dado la Palabra de Dios, toda la Palabra de Dios.
Fue fiel, aun a pesar de la oposición de los líderes religiosos judíos.
Hechos de los Apóstoles 20.22–24 RVR60
Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Continuemos con los versículos 22 al 24 de este capítulo 20 de los Hechos:
"Ahora, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios."
Estaba dispuesto a entregar la vida por Jesús
Su deseo era llevar la ofrenda a los creyentes pobres de Jerusalén con sus propias manos.
Sabemos que cuando Pablo llegó al fin de su vida, le fue posible escribir las siguientes palabras en su segunda carta a Timoteo, capítulo 4, versículo 7:
"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe".
:
Hechos de los Apóstoles 20.25–27 RVR60
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
20.25-27
Pablo sabía que no vería más en su vida a estos creyentes.
Pablo también sabía que de veras les había enseñado toda la Palabra de Dios.
TRATAR BIEN A LAS MUJERES POR QUE?
TRATAR BIEN A LOS HIJOS, POR QUE?
COMO COMPORTARSE CON LOS JEFES, POR QUE ?
TE CONTRATAN POR APTITUD Y TE ECHAN POR ACTITUD
Continuemos con el versículo 28 de este capítulo 20 de los Hechos:
20.28
Hechos de los Apóstoles 20.28 RVR60
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Creemos que éste es el deber de las autoridades espirituales de la Iglesia: velar que los miembros de la congregación sean alimentados espiritualmente.
Deben procurar que los creyentes sean alimentados con la Palabra de Dios.
20.29-30
"porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos."
30.31-34
"Por tanto, velad, acordándoos de que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes bien vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido."
Les aclaró que no era codicioso del dinero. Él había trabajado, como dice aquí, para ganarse la vida, tanto para él como para los que estaban con él. Y concluyó Pablo de hablar con estos ancianos, y les dijo en los versículos 35 al 38 de este capítulo 20 de los Hechos:
20.35-38
"En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. Cuando terminó de decir estas cosas, se puso de rodillas y oró con todos ellos. Entonces hubo gran llanto de todos, y echándose al cuello de Pablo, lo besaban, y se dolían en gran manera por la palabra que dijo de que no verían más su rostro. Y lo acompañaron al barco."
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