La Importancia de la Santidad de Dios
INTRODUCCIÓN
Sin conocer a Dios, el Creador, es imposible conocernos a nosotros mismos.
Cuando nos consideramos tal como somos, necesariamente tenemos que mirar al que nos hizo, al que está detrás, delante, encima y debajo de nosotros (Sal 139:7–12). Por tanto, si somos hechos a Su imagen, ¿cómo entender nuestra humanidad y espiritualidad sin conocer al que nos hizo, especialmente cuando quiere que le conozcamos?
CONTEXTUALIZACIÓN
El hijo de Amoz tenía la difícil tarea de predicar el mensaje severo y durísimo del juicio y verlo caer en oídos sordos, pero tenía además una tarea aún más difícil, anunciar el amor y la misericordia de Dios y ver cómo la gente se negaba a escuchar. Las hermosas promesas de evangelio que Isaías proclamó confirmaron la incredulidad y la rebelión de Israel.
El hijo de Amoz tenía la difícil tarea de predicar el mensaje severo y durísimo del juicio y verlo caer en oídos sordos, pero tenía además una tarea aún más difícil, anunciar el amor y la misericordia de Dios y ver cómo la gente se negaba a escuchar. Las hermosas promesas de evangelio que Isaías proclamó confirmaron la incredulidad y la rebelión de Israel.
CONCLUSIÓN
¡PENSEMOS!
¿Alguna vez ha tenido un encuentro transformador con su Señor? Medite en él. ¿Ha sido fiel al llamamiento que recibió como lo fue Isaías por 58 años? Pídale a Dios que le ayude a no claudicar. Cumpla su ministerio con fidelidad.