Clases Efesios
Era la epístola favorita de Juan Calvino
William Barclay cita la afirmación de Samuel Taylor Coleridge, que la describe como ‘la más divina composición humana’ y añade su propia opinión de que es la ‘reina de las epístolas’.
tres asuntos preliminares: se refieren al autor, a sus destinatarios y a su mensaje.
La palabra apóstol se deriva del término griego apostolos, y significa literalmente “uno que ha sido enviado”
Pablo está pensando aquí en términos más restrictivos al escribir de su propio apostolado. Aquí él se considera a sí mismo como una parte del grupo original de los Doce que tuvieron una relación especial con el Maestro. En armonía con la peculiar experiencia de los Doce, Pablo también había sido comisionado directa y personalmente por Cristo para predicar el evangelio (Hch. 26:15–19; Gá. 1:11–17).
“El corazón de la religión de Pablo es la unión con Cristo… Todo lo que la religión significaba es enfocado para nosotros en grandes palabras como estas: ‘Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí’ (Gá. 2:20). ‘Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús’ (Ro. 8:1). ‘El que se une al Señor, un espíritu es con él’ (1 Co. 6:17).”
Pablo combina los saludos griegos acostumbrados, gracia (charis), y el saludo hebreo paz (shalom)
1 Toda bendición espiritual | 1:3–14
2 Una oración pidiendo conocimiento | 1:15–23
3 Resucitados con Cristo | 2:1–10
toda bendición espiritual, una frase que puede muy bien significar ‘toda bendición del Espíritu Santo’, quien como ejecutivo divino aplica la obra de Cristo a nuestros corazones.
Algunos comentaristas han ido más allá y han descubierto en el pasaje una estructura trinitaria como la del Credo de los Apóstoles y el Credo Niceno: el Padre que elige (vv. 4–6), el Hijo que redime (vv. 7–12) y el Espíritu que sella (vv. 13–14), y cada estrofa con el refrán ‘para alabanza de su gloria’ (vv. 6, 12, 14)
1. Elección para salvación (1:4)
La elección es una afirmación básica de la Biblia, (a) Recalca la verdad de que Dios y no el hombre es quien toma la iniciativa para producir la redención del hombre. Jesús lo expresó en las palabras que leemos en Juan 15:16, que reza: “No me escogisteis vosotros a mí, sino que os he escogido yo” (NVI). (b) La elección o acto de escoger de Dios no es arbitrario, y sin considerar la disposición de cada individuo. La salvación es extendida a todos los hombres, tal como la Biblia declara abundantemente (Jn. 3:16; Ro. 10:13). Los electos son constituidos, no por un decreto absoluto, sino por la aceptación de las condiciones del llamado divino.
R. W. Dale comenta: “Estamos entre los que no han sido elegidos hasta que estamos en El. Pero una vez que estamos en Cristo somos rodeados por las corrientes de los propósitos eternos del amor divino.”