LA VERDAD DE DIOS NOS GUÍA (Salmos 43.3)

Como actúa la verdad de Dios en nosotros  •  Sermon  •  Submitted
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500 Ilustraciones 378. Una Guia Hacia El Cielo

UNA GUIA HACIA EL CIELO

Sal. 119:105.

Una jovencita en su lecho de muerte, ofreciendo su Biblia a un joven hermano, le dijo:

—Ten, Jorge … guárdala por amor a mí … pero más aun por ser “el libro de Dios” … él me enseñó el camino al cielo, a donde me dirijo con plena seguridad … él ha sido mi lámpara en mi camino, pero ahora voy a donde ya no la necesitaré … Léelo, Jorge, y nos volveremos a reunir … en el cielo.—Heraldo Cristiano.

-Para el salmista, la verdad y la luz divinas son los valores y los principios que le ayudaban a regresar al Templo. Esa actitud de confianza en el Señor le ha permitido superar la depresión, y llegar al altar de Dios para manifestarle su alegría, gozo y alabanzas. En vez de luto, ahora el salmista manifiesta el contentamiento que expresa con su arpa al reconocer nuevamente que el Señor es su Dios.
-La necesidad dela intervención de Dios en la vida del ser humano es imperante; aunque el hombre no se percate de ello, esta necesidad siempre estará latente durante su existencia. De ahí que la verdad de Dios revelada a nosotros es un tesoro de valor incalculable.
2 Corintios 4.6–7 NTV
Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo. Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.

LA GUÍA DE DIOS

-Miremos lo que NO es la guía de Dios:
No es “el último recurso”
No es algo para unos pocos privilegiados
No es excusa para no hacer nada
No es jugar a lo seguro
-La guía de Dios es la dirección de nuestra vida según Su voluntad, para que nuestras decisiones sean conforme al propósito divino.
Romanos 12.2 RVR60
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

DOS ELEMENTOS DE LA DIRECCIÓN DE DIOS

1. La palabra de Dios

-La palabra de Dios es la directriz que nos guía en toda situación de nuestra vida.
-La palabra de Dios recibe en comparación diversos símiles; ella es como martillo, como espejo, como fuego, como espada, es como una lámpara.
Salmo 119.105 NVI
Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.
-La palabra de Dios es la guía para aquella persona que humildemente acepta Su dirección.
Salmo 25.9 NTV
Guía a los humildes para que hagan lo correcto; les enseña su camino.
¿Cómo podemos aprender a ser guiados por la palabra de Dios?
1) Con oración
2) Con obediencia
3) Con fe

2. La presencia de Dios

-El ES en nosotros es necesario para nuestra santificación pero también para nuestra dirección.
-El ES viene a nosotros para:
Enseñarnos todas las cosas
Juan 14.26 RVR60
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Guiarnos a toda verdad.
Guiarnos a toda verdad
Juan 16.13 RVR60
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Juan
Juan 16.
Guiarnos como pedir
Romanos 8.26 RVR60
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Juan 16.13 RVR60
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
-La verdad de Dios nos hace estar seguros en Dios.
1 Juan 5.20 RVR60
Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
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